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Todo el material que se publique dentro del foro es y será propiedad de su creador a menos que se indique lo contrario.
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Aquí un reclutamiento casual~
D. Gray man Rol :: El mundo :: Europa
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Re: Aquí un reclutamiento casual~
La sinfonía que provocaban los fragmentos deprendiéndose fue “inesperadamente” interrumpida por un disparo que paso rozando mi mejilla, no tardo en surgir del anonimato el sujeto al que había estado esperando. Me gire lentamente estaba conmocionado sentimiento que fue precedido por la brusca desaparición del hielo, entonces la voz grave del “temible general” lleno el espacio
-¿qué tendré los sesos secándose al sol?- hablé cuando el elegido por dios termino su discurso, una carcajada hueca salió de mi boca
-precisamente eso era lo que esperaba, pero solo has hecho ese disparo ridículo…al final lo único que encuentro es un discurso barato- me removí los cabellos en un acto de desesperación, empezaba a frustrarme, había sobreestimado a mi enemigo
-penosamente a sido mi culpa, creí que eras diferente...que triste solo eres un "humano"- concluí volviendo de golpe a mi anterior estado lleno de serenidad
-supongo que ahora pelearemos o ¿tienes planeado dejar a la mocosa y ocultarte de nuevo?- esta vez sonreí dulcemente mirando fijamente al sujeto que había salido a confrontarme, aunque ahora realmente había perdido el interés y la emoción de encontrar al general se esfumaba rápidamente
-lo que decidas realmente no me importa- empecé a quitarme los zapatos y la gabardina que antes me cubría la coloque en un pedazo de metal que sobresalía de entre los escombros, terminé por desabrocharme la camisa, al final me quede únicamente con mi pantalón
”Es algo más sencillo... digamos que comprendo al universo”
-¿qué tendré los sesos secándose al sol?- hablé cuando el elegido por dios termino su discurso, una carcajada hueca salió de mi boca
-precisamente eso era lo que esperaba, pero solo has hecho ese disparo ridículo…al final lo único que encuentro es un discurso barato- me removí los cabellos en un acto de desesperación, empezaba a frustrarme, había sobreestimado a mi enemigo
-penosamente a sido mi culpa, creí que eras diferente...que triste solo eres un "humano"- concluí volviendo de golpe a mi anterior estado lleno de serenidad
-supongo que ahora pelearemos o ¿tienes planeado dejar a la mocosa y ocultarte de nuevo?- esta vez sonreí dulcemente mirando fijamente al sujeto que había salido a confrontarme, aunque ahora realmente había perdido el interés y la emoción de encontrar al general se esfumaba rápidamente
-lo que decidas realmente no me importa- empecé a quitarme los zapatos y la gabardina que antes me cubría la coloque en un pedazo de metal que sobresalía de entre los escombros, terminé por desabrocharme la camisa, al final me quede únicamente con mi pantalón
”Es algo más sencillo... digamos que comprendo al universo”
Re: Aquí un reclutamiento casual~
Escuchando las palabras de aquel sujeto, Cross sólo enarcó levemente una ceja con sarcasmo, completamente insensible a lo que expresaba aquel. Cuando terminó, el pelirrojo soltó algo parecido a un bufido, sólo que no era exactamente de hastío, sino como si pareciese el comienzo de una risa. Una burla.
-Oh, así que quieres que te mate. Habrías empezado por eso primero, pequeña sabandija, y así te ahorrabas la mayoría de las palabras y el tiempo que ahora es inevitable que logres recuperar –mencionó con sorna mirándole con un sentimiento teatral, llevándose de nuevo el cigarrillo a la boca para exhalar otra bocanada de humo. Casi en un parpadeo, volvió a apuntarle y disparar tres veces seguidos: Bang, Bang, Bang. Las balas silbaron en el aire, hasta dirigirse hacia el Aliado. Lo seguirían hasta la muerte, si por algún motivo u otro, no lograban impactarle.
No era ningún experimento, ni nada que removiese su interés, científico o no. en realidad, pensaba únicamente en espantar a aquella basura, para luego seguir con lo que debía hacer más adelante. El pueblo le había gustado, y era por eso que lo defendía, pero hasta allí, ¿entrar en conflicto con alguien inferior a él por gusto? Para nada. Antes prefería quedarse en una posada bebiendo vino y estando en compañía de hermosas mujeres. La palabra trabajar estaba en lo más bajo de su diccionario, tachado varias veces, por cierto.
Tal eran los pensamientos de Cross, que incluso se le notaba en la mirada el desdén contenido en su interior. Dio otra calada y exhaló, el humo comenzaba a perder los congraciados atributos de la nicotina. Estaba por consumirse, tal y como pasaría con aquel enclenque como no se quitara de su camino.
-Oh, así que quieres que te mate. Habrías empezado por eso primero, pequeña sabandija, y así te ahorrabas la mayoría de las palabras y el tiempo que ahora es inevitable que logres recuperar –mencionó con sorna mirándole con un sentimiento teatral, llevándose de nuevo el cigarrillo a la boca para exhalar otra bocanada de humo. Casi en un parpadeo, volvió a apuntarle y disparar tres veces seguidos: Bang, Bang, Bang. Las balas silbaron en el aire, hasta dirigirse hacia el Aliado. Lo seguirían hasta la muerte, si por algún motivo u otro, no lograban impactarle.
No era ningún experimento, ni nada que removiese su interés, científico o no. en realidad, pensaba únicamente en espantar a aquella basura, para luego seguir con lo que debía hacer más adelante. El pueblo le había gustado, y era por eso que lo defendía, pero hasta allí, ¿entrar en conflicto con alguien inferior a él por gusto? Para nada. Antes prefería quedarse en una posada bebiendo vino y estando en compañía de hermosas mujeres. La palabra trabajar estaba en lo más bajo de su diccionario, tachado varias veces, por cierto.
Tal eran los pensamientos de Cross, que incluso se le notaba en la mirada el desdén contenido en su interior. Dio otra calada y exhaló, el humo comenzaba a perder los congraciados atributos de la nicotina. Estaba por consumirse, tal y como pasaría con aquel enclenque como no se quitara de su camino.
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Re: Aquí un reclutamiento casual~
Ruri observaba con atención los movimientos de Cross, tratando de albergar la mayor cantidad posible de información para lograr ser una mejor Exorcista. Ya no la sorprendía el desdeño con el cual el hombre hablaba, era parte natural de él. Ruri oyó los disparos, más no los vió puesto que Cross la tapaba. Trató de hacerse a un lado sin resultado alguno, puesto que cayó al piso.
- He perdido sangre – dijo, tocándose de nuevo su estomago – Yo no...
Lo que quedaba de habitación comenzó a temblar, las paredes se movieron provocando que la madera liberara más polvo del que ya había. Pero fue un sólo segundo para que todo volviera a la calma. La chica escudriñó la oscuridad en busca del causante del pequeño temblor pero no encontró nada - aunque tal vez fuera por el hecho de que su visión estaba borrosa -, por lo que gateando se acercó hasta el bebé muerto y pidiendo disculpas entre sus pensamientos lo despojo de la cobija que lo abrigaba. La usó para envolverse el estomago y así poder parar el flujo de sangre.
Cuando intentó incorporarse para volver al lado de Cross, la habitación se sacudió nuevamente; pero esta vez un akuma apareció en el tejado dañado. Se acercó a Índigo y le preguntó:
- Amo Índigo ¿me permite acabar con la chiquilla? Se ve tan deliciosa.
- He perdido sangre – dijo, tocándose de nuevo su estomago – Yo no...
Lo que quedaba de habitación comenzó a temblar, las paredes se movieron provocando que la madera liberara más polvo del que ya había. Pero fue un sólo segundo para que todo volviera a la calma. La chica escudriñó la oscuridad en busca del causante del pequeño temblor pero no encontró nada - aunque tal vez fuera por el hecho de que su visión estaba borrosa -, por lo que gateando se acercó hasta el bebé muerto y pidiendo disculpas entre sus pensamientos lo despojo de la cobija que lo abrigaba. La usó para envolverse el estomago y así poder parar el flujo de sangre.
Cuando intentó incorporarse para volver al lado de Cross, la habitación se sacudió nuevamente; pero esta vez un akuma apareció en el tejado dañado. Se acercó a Índigo y le preguntó:
- Amo Índigo ¿me permite acabar con la chiquilla? Se ve tan deliciosa.
Invitado
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Re: Aquí un reclutamiento casual~
El general había disparado hacia mi persona tres veces, tiros que me atravesaron justo cuando yo me transformaba en niebla
-Mmm… fallaste- dije con voz tranquila y recuperando en instantes mi forma física, mi cambio se había originado tan rápidamente que de seguro fue imperceptible, las balas que habían continuado su camino provocaron un estruendo al impactar contra los objetos del fondo
-bueno creo que es hora de retirarme, pero no se preocupen me divertiré en su nombre- fijé la vista en mi agresor y sonreí con desdén. Entonces la “pequeña” hizo un curioso movimiento: tomó cautelosamente y con cierta culpabilidad la manta que cubría el cadáver de “mi bebé” ante aquello intenté contener mi risa cosa que fue inútil pues al final terminé riendo sinceramente, gesto inusual en mi pues cuando reía solía hacerlo con hipocresía, seguido de ello apareció en escena un Akuma que deseaba acabar con la “albina”
-por supuesto- respondí sin prestarle atención pues continuaba riendo, no tardó en llegar una increíble cantidad de Akumas pues al parecer se habían enterado de que un general estaba en la zona, a su llegada el ambiente se tornó bullicioso como en una fiesta. Tomé entonces de entre el cumulo de Akumas a uno que tenía el aspecto de un ave y subiendo a él me dispuse a salir de aquel alboroto
-al pueblo más cercano, invita a algunos amigos- nos fuimos volando del lugar, dejando a los exorcistas con una animada y calurosa reunión de Akumas
-Mmm… fallaste- dije con voz tranquila y recuperando en instantes mi forma física, mi cambio se había originado tan rápidamente que de seguro fue imperceptible, las balas que habían continuado su camino provocaron un estruendo al impactar contra los objetos del fondo
-bueno creo que es hora de retirarme, pero no se preocupen me divertiré en su nombre- fijé la vista en mi agresor y sonreí con desdén. Entonces la “pequeña” hizo un curioso movimiento: tomó cautelosamente y con cierta culpabilidad la manta que cubría el cadáver de “mi bebé” ante aquello intenté contener mi risa cosa que fue inútil pues al final terminé riendo sinceramente, gesto inusual en mi pues cuando reía solía hacerlo con hipocresía, seguido de ello apareció en escena un Akuma que deseaba acabar con la “albina”
-por supuesto- respondí sin prestarle atención pues continuaba riendo, no tardó en llegar una increíble cantidad de Akumas pues al parecer se habían enterado de que un general estaba en la zona, a su llegada el ambiente se tornó bullicioso como en una fiesta. Tomé entonces de entre el cumulo de Akumas a uno que tenía el aspecto de un ave y subiendo a él me dispuse a salir de aquel alboroto
-al pueblo más cercano, invita a algunos amigos- nos fuimos volando del lugar, dejando a los exorcistas con una animada y calurosa reunión de Akumas
Última edición por Aizar Driarte el Jue Sep 10, 2009 12:45 am, editado 1 vez
Re: Aquí un reclutamiento casual~
Cross sólo experimentó en esos momentos, dos únicos cambios en el gesto de su rostro. El primero había sido cuando sus balas habían pasado de largo. De alguna manera se lo esperaba, pero lo que si le había molestado, había sido el no poder percibir enteramente cómo lo había logrado. De todas maneras, tenía la pista importante, y con una pequeña deducción lógica, podría adivinarlo. La experiencia en batallas daba frutos. Entonces enarcó levemente las cejas.
El otro, sucedió unos pequeños momentos luego de que Índigo se hubiese marchado, dejando con ellos la marea de Akumas. Parecían ansiosos, y como eran muchos, no se decidían por quién daría el golpe que anunciaría la catástrofe. Ello producía una conmoción general. El pelirrojo, ignorando por unos minutos su alrededor, permitió que la sombra que proyectaba su sombrero, el cual se había colocado mientras había permanecido oculto tras su barrera, le ocultase la mirada. Una sonrisa canina, llena incluso de perversidad, se esbozó en sus labios entonces.
-¿Huh? ¿Así que crees que fallé? –no hablaba para nadie en especial. Se hizo el silencio. Cross soltó una pequeña risita malvada y luego suspiró animadamente- Te has equivocado, pequeña basura, y lo lamentarás de seguro. Lo único que has hecho al evadir esas balas, es prolongar el momento de tu muerte.
Parecía, de alguna manera, que ello significó una orden relativa. Se produjeron tres pequeños chispazos y luego aquellas zonas donde habían supuestamente impactado las balas de Judgment, se iluminaron con un vívido color azul armonía. Aquellos proyectiles retornaron entonces y rápidamente salieron del establecimiento en busca de su blanco. Cross se ajustó el sombrero, ahora más serio. Lástima que aquel pequeño ser no lo comprendía todavía, pero se había estado enfrentando, si es que podría llamarse una afrenta a aquello, contra un general. Un punto crítico. Ese tipo de Inocencias no se debían de subestimar, puesto que por lo general, en esos casos, significaba cometer el último error en la vida.
Su Sentencia actuaba así; todo lo que salía de ella tenía un objetivo que el General determinaba, y tenían el deber de ser indetenibles hasta dar con el mismo. Tampoco es que fuesen muy fáciles de destruir, ya que el nivel de sincronización con las cuales Cross las había disparado, había estado cerca del 100%. En otras palabras, iban a ser puras y duras. Le picaba la curiosidad, ¿podría destruir las tres? Lo dudaba, al menos una daría en el blanco, en cualquier momento que se descuidara.
-Lástima que no podré verlo –se lamentó, con cierto aire teatral, y entonces apuntó hacia ningún Akuma en especial, pero mirándolos a todos con apatía- apártense de mi camino, enclenques metálicos, me estorban –rezongó, y disparó tan sólo dos veces.
Las balas comenzaron a hacer su trabajo, teniendo más de un solo blanco en mira. Empezaron a traspasar a los de bajo nivel como si fuesen mantequilla, produciendo una orquesta de explosiones seguidas, casi con un ritmo propio. No era una obra de arte, porque se trataba de escorias, pero algo era algo.
Lo malo, es que el general se había olvidado entre sus pensamientos y curiosidades, de la amenaza que aún acechaba a Ruri.
[Off: todo tuyo, querida~]
El otro, sucedió unos pequeños momentos luego de que Índigo se hubiese marchado, dejando con ellos la marea de Akumas. Parecían ansiosos, y como eran muchos, no se decidían por quién daría el golpe que anunciaría la catástrofe. Ello producía una conmoción general. El pelirrojo, ignorando por unos minutos su alrededor, permitió que la sombra que proyectaba su sombrero, el cual se había colocado mientras había permanecido oculto tras su barrera, le ocultase la mirada. Una sonrisa canina, llena incluso de perversidad, se esbozó en sus labios entonces.
-¿Huh? ¿Así que crees que fallé? –no hablaba para nadie en especial. Se hizo el silencio. Cross soltó una pequeña risita malvada y luego suspiró animadamente- Te has equivocado, pequeña basura, y lo lamentarás de seguro. Lo único que has hecho al evadir esas balas, es prolongar el momento de tu muerte.
Parecía, de alguna manera, que ello significó una orden relativa. Se produjeron tres pequeños chispazos y luego aquellas zonas donde habían supuestamente impactado las balas de Judgment, se iluminaron con un vívido color azul armonía. Aquellos proyectiles retornaron entonces y rápidamente salieron del establecimiento en busca de su blanco. Cross se ajustó el sombrero, ahora más serio. Lástima que aquel pequeño ser no lo comprendía todavía, pero se había estado enfrentando, si es que podría llamarse una afrenta a aquello, contra un general. Un punto crítico. Ese tipo de Inocencias no se debían de subestimar, puesto que por lo general, en esos casos, significaba cometer el último error en la vida.
Su Sentencia actuaba así; todo lo que salía de ella tenía un objetivo que el General determinaba, y tenían el deber de ser indetenibles hasta dar con el mismo. Tampoco es que fuesen muy fáciles de destruir, ya que el nivel de sincronización con las cuales Cross las había disparado, había estado cerca del 100%. En otras palabras, iban a ser puras y duras. Le picaba la curiosidad, ¿podría destruir las tres? Lo dudaba, al menos una daría en el blanco, en cualquier momento que se descuidara.
-Lástima que no podré verlo –se lamentó, con cierto aire teatral, y entonces apuntó hacia ningún Akuma en especial, pero mirándolos a todos con apatía- apártense de mi camino, enclenques metálicos, me estorban –rezongó, y disparó tan sólo dos veces.
Las balas comenzaron a hacer su trabajo, teniendo más de un solo blanco en mira. Empezaron a traspasar a los de bajo nivel como si fuesen mantequilla, produciendo una orquesta de explosiones seguidas, casi con un ritmo propio. No era una obra de arte, porque se trataba de escorias, pero algo era algo.
Lo malo, es que el general se había olvidado entre sus pensamientos y curiosidades, de la amenaza que aún acechaba a Ruri.
[Off: todo tuyo, querida~]
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Re: Aquí un reclutamiento casual~
El akuma hizo un gesto desagradable, demostrando una especie de placer frente a la respuesta de Índigo. Sin darle tiempo de analizar las cosas a Ruri, se acercó a ella y la empujo contra una pared poco estable que termino derrumbada por la fuerza del golpe. La chica se incorporó despacio tratando de recuperar el aliento perdido, quito los pedazos de escombro que atajaban su cuerpo sin darse cuenta de que el akuma la estaba observando desde su posición.
– Ah chiquilla, chiquilla. Tu cuerpo está todo amoratado, no deberías permitir eso ¿sabes? – dijo con sarna en su voz – Tras de todo tienes esa fea herida, debe dolerte mucho. Hmm… tengo una idea, yo te haré un favor ¡quitándote la vida!
Sus brazos con forma de guadaña se lanzaron filosamente hacia la cabeza de Ruri, esta por simple supervivencia rodo sobre si misma hacia la derecha, una y dos veces más, esquivando las estocadas del akuma. Ya había tomado una decisión; nada ni nadie podrían hacerla cambiar de parecer, incluso el terror que la asechaba en ese momento. Sujetó una tabla zafada del piso y, aunque sabía que no le causaría daño alguno, se la tiro al akuma en la cara. Aprovecho ese pequeño momento de distracción para gatear unos metros hasta que logro levantarse entre raspones y huir hacia cualquier lugar que la alejará de ese akuma, no podía permitir más daño en aquel pueblo. Mientras bajaba, oía las maldiciones de su enemigo estrepitosamente pero por alguna razón no la siguió. Ruri sólo alcanzo a percibir algo relacionado con Cross y aumentar quién sabe qué.
Resulta que la posada quedaba en las iniciaciones de un profundo bosque, cosa que sirvió de cuartada a la chica para esconderse entre los arbustos. Antes de salir huyendo, noto que muchos más de esos akumas rodeaban a Cross, por lo que por un momento pensó en devolverse y ayudarle pero desecho la idea. Era él.
Un pequeño sollozo la saco de sus pensamientos, cerca de donde se escondía había un pequeño acurrucado; sin pensarlo Ruri se acercó a él para ofrecerle ayuda. Le palmeo la espada diciéndole que todo iba a estar bien, que se mantuviera con ella. El niño no respondió, giro levemente para tomarla de la mano y sonreírle malévolamente, revelando su verdadera identidad.
– Ah chiquilla, chiquilla. Tu cuerpo está todo amoratado, no deberías permitir eso ¿sabes? – dijo con sarna en su voz – Tras de todo tienes esa fea herida, debe dolerte mucho. Hmm… tengo una idea, yo te haré un favor ¡quitándote la vida!
Sus brazos con forma de guadaña se lanzaron filosamente hacia la cabeza de Ruri, esta por simple supervivencia rodo sobre si misma hacia la derecha, una y dos veces más, esquivando las estocadas del akuma. Ya había tomado una decisión; nada ni nadie podrían hacerla cambiar de parecer, incluso el terror que la asechaba en ese momento. Sujetó una tabla zafada del piso y, aunque sabía que no le causaría daño alguno, se la tiro al akuma en la cara. Aprovecho ese pequeño momento de distracción para gatear unos metros hasta que logro levantarse entre raspones y huir hacia cualquier lugar que la alejará de ese akuma, no podía permitir más daño en aquel pueblo. Mientras bajaba, oía las maldiciones de su enemigo estrepitosamente pero por alguna razón no la siguió. Ruri sólo alcanzo a percibir algo relacionado con Cross y aumentar quién sabe qué.
Resulta que la posada quedaba en las iniciaciones de un profundo bosque, cosa que sirvió de cuartada a la chica para esconderse entre los arbustos. Antes de salir huyendo, noto que muchos más de esos akumas rodeaban a Cross, por lo que por un momento pensó en devolverse y ayudarle pero desecho la idea. Era él.
Un pequeño sollozo la saco de sus pensamientos, cerca de donde se escondía había un pequeño acurrucado; sin pensarlo Ruri se acercó a él para ofrecerle ayuda. Le palmeo la espada diciéndole que todo iba a estar bien, que se mantuviera con ella. El niño no respondió, giro levemente para tomarla de la mano y sonreírle malévolamente, revelando su verdadera identidad.
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Re: Aquí un reclutamiento casual~
Las nubes que hacia unas cuantas horas rebosaban en lluvia empezaban alejarse nostálgicamente dando paso al amanecer, luz que cubrió delicadamente de rojos mi piel blanquecina “algo de color”no me molestaba en absoluto el tenue calor que el sol me regalaba ni mucho menos la brisa del viento que ha esas alturas golpeaba mis cabellos llevándoselos en sentido opuesto, nada de eso parecía alterarme, fue como si dios me diera un mensaje que el silbido provocado por el choque del viento contra el metal de los disparos (3 para ser exacto) interrumpió mi pasividad romántica insistiendo nuevamente en atravesarme, cosa que permití disolviéndome en segundos “¿esas balas eran especiales?” solía ser sínico hasta con mis pensamientos
-ya veo que el general me envió un regalo que de seguro interrumpirá gran parte de mis actividades- dije para mi mientras contemplaba el retorno de los pequeños objetos que a gran velocidad y con férrea convicción intentaban arruinar mi vida social, imagine entonces una reunión con mis allegados y a mi diciendo: -ignoren las balas-.
Decidí entonces que jugaría un poco más con la "increíble humanidad" de mi enemigo, divise desde las alturas un lago cosa que proboco una idea. Golpee levemente el lomo de mi “transporte” este se detuvo acompañado de su propia muerte pues al utilizar mi truco “del fantasma” para evitar (otra vez) que las balas me atravesaran lo hirieron a él, caí dramáticamente levantando un poco polvo al tocar el suelo, aun seguido del fanatismo de mis nuevas amigas que al golpear contra la nada continuaron su trayecto
-supongo que deberé esforzarme- les dije con sorna en un intento de quitarme el hastío, corrí hábilmente entre la maleza y me lance a el lago que se hallaba oculto entre la vegetación. Con increíble exactitud y habiendo pasado algunos minutos las balas regresaron en el momento que me volvía liquido a travesándome y creando un extraño chapoteo continuaron su trayecto al fondo del lago
-empiezo a cansarme- suspire profundamente y cuando regresaban logre congelar una gran parte del lago cosa que logro destruir uno de los proyectiles, los otros dos se dirigieron hacia mi pasando nuevamente de largo
- 1 y faltan 2- resople pues un dolor punzante recorrió todo mi cuerpo al aparecer empezaba a resentir el esfuerzo, con un movimiento de mi brazo que ahora se volvía liquido y se fusionaba con parte del agua del lago, logre desviar la trayectoria de mis enemigos que salieron disparados en distintas direcciones logrando que uno se estrellarse con una gruesa muralla de hielo que había logrado concebir con la misma agua que las habían repelido
-2 y falta 1-concluí doblándome repentinamente por el dolor que aumentaba, no tardo en regresar la ultima bala cuando utilizando toda mi fuerza logre que un tempestivo ataque de agua la envolviera primero y concluyera congelándole creando una enorme bola de hielo que acabo por destruirla
-acabé- alcance a decir antes de caer inconscientes seguido de una impresionante explosión de agua que pronto cubrió parte de la orilla del lago…
"...parecen el cielo a punto de roper en llanto"
-ya veo que el general me envió un regalo que de seguro interrumpirá gran parte de mis actividades- dije para mi mientras contemplaba el retorno de los pequeños objetos que a gran velocidad y con férrea convicción intentaban arruinar mi vida social, imagine entonces una reunión con mis allegados y a mi diciendo: -ignoren las balas-.
Decidí entonces que jugaría un poco más con la "increíble humanidad" de mi enemigo, divise desde las alturas un lago cosa que proboco una idea. Golpee levemente el lomo de mi “transporte” este se detuvo acompañado de su propia muerte pues al utilizar mi truco “del fantasma” para evitar (otra vez) que las balas me atravesaran lo hirieron a él, caí dramáticamente levantando un poco polvo al tocar el suelo, aun seguido del fanatismo de mis nuevas amigas que al golpear contra la nada continuaron su trayecto
-supongo que deberé esforzarme- les dije con sorna en un intento de quitarme el hastío, corrí hábilmente entre la maleza y me lance a el lago que se hallaba oculto entre la vegetación. Con increíble exactitud y habiendo pasado algunos minutos las balas regresaron en el momento que me volvía liquido a travesándome y creando un extraño chapoteo continuaron su trayecto al fondo del lago
-empiezo a cansarme- suspire profundamente y cuando regresaban logre congelar una gran parte del lago cosa que logro destruir uno de los proyectiles, los otros dos se dirigieron hacia mi pasando nuevamente de largo
- 1 y faltan 2- resople pues un dolor punzante recorrió todo mi cuerpo al aparecer empezaba a resentir el esfuerzo, con un movimiento de mi brazo que ahora se volvía liquido y se fusionaba con parte del agua del lago, logre desviar la trayectoria de mis enemigos que salieron disparados en distintas direcciones logrando que uno se estrellarse con una gruesa muralla de hielo que había logrado concebir con la misma agua que las habían repelido
-2 y falta 1-concluí doblándome repentinamente por el dolor que aumentaba, no tardo en regresar la ultima bala cuando utilizando toda mi fuerza logre que un tempestivo ataque de agua la envolviera primero y concluyera congelándole creando una enorme bola de hielo que acabo por destruirla
-acabé- alcance a decir antes de caer inconscientes seguido de una impresionante explosión de agua que pronto cubrió parte de la orilla del lago…
"...parecen el cielo a punto de roper en llanto"
Última edición por Aizar Driarte el Mar Sep 15, 2009 8:42 pm, editado 1 vez
Re: Aquí un reclutamiento casual~
Mientras ya cuatro de sus balas barrían como indestructibles misiles con la mayoría de los Akumas que se trataban de acercar siquiera a él, y ocupaban un espacio en aquel lugar, Cross meditaba tácitamente sus siguientes movimientos. Tenía la certeza de que al menos sus balas habían sido lo suficientemente fuertes como para lograr por lo menos retrasar o impedir al Aliado que sembrase su acostumbrada destrucción por cada lado que pisaba, así que por ese punto ya estaba calmado. Lo otro era encargarse de Ruri, la nueva exorcista que sin querer, había terminado reclutando. Según recordaba, tenía en Londres un contacto de la Orden, que a su vez era su manager: Madre. Si lograba dejar a la chica con ella, para que luego le diese las indicaciones para marchar hasta la Congregación, entonces todo estaría bien, ya destinada a su nueva vida como exorcista.
Él podría seguir con su camino, que todavía parecía lejano pero no imposible, si continuaba poniéndole el empeño necesario, claro.
Cuando se dio la última explosión, ligeramente más fuerte que todas las anteriores, Cross ya estaba de nuevo prestándole atención a su alrededor. La estructura de la posada estaba totalmente deteriorada. El pelirrojo recordó horas atrás, unas paredes más lisas, un piso sin enormes cráteres, y el techo totalmente cerrado, donde ahora se filtraban tenues rayos que se proyectaban como fantasmas hasta tocar el suelo. Más que un vendaval lo que hubiese barrido con todo, parecía haber sido un enorme terremoto seguido de una lluvia de meteoritos, o algo parecido. Suspiró. Ya estaba acostumbrado a sembrar el caos por donde pasaba, sí, pero había pasado un considerable tiempo antes de volver a contemplar algo como aquello. Los meses moviéndose con sigilo le habían proporcionado una paz de la cual ningún otro exorcista habría sido capaz de experimentar mientras era lo que era.
Entonces por fín cayó en la cuenta de que algo, o mejor dicho, alguien faltaba en ese sitio, desangrándose, quejándose, mirándole feo, o con cualquier otra expresión o posición.
-¿Huh? ¿A dónde se metió esa pequeña? –se preguntó en voz alta, y sin esperar respuesta alguna, caminó hasta las escaleras para bajarlas, e iniciar la búsqueda.
Fue un poco lento en los pasos, puesto que su instinto como general le decía que la prueba que antes no pudo haberle hecho, empezaba a desatarse allá, dónde él no estaba ni podía presenciarla debidamente.
Él podría seguir con su camino, que todavía parecía lejano pero no imposible, si continuaba poniéndole el empeño necesario, claro.
Cuando se dio la última explosión, ligeramente más fuerte que todas las anteriores, Cross ya estaba de nuevo prestándole atención a su alrededor. La estructura de la posada estaba totalmente deteriorada. El pelirrojo recordó horas atrás, unas paredes más lisas, un piso sin enormes cráteres, y el techo totalmente cerrado, donde ahora se filtraban tenues rayos que se proyectaban como fantasmas hasta tocar el suelo. Más que un vendaval lo que hubiese barrido con todo, parecía haber sido un enorme terremoto seguido de una lluvia de meteoritos, o algo parecido. Suspiró. Ya estaba acostumbrado a sembrar el caos por donde pasaba, sí, pero había pasado un considerable tiempo antes de volver a contemplar algo como aquello. Los meses moviéndose con sigilo le habían proporcionado una paz de la cual ningún otro exorcista habría sido capaz de experimentar mientras era lo que era.
Entonces por fín cayó en la cuenta de que algo, o mejor dicho, alguien faltaba en ese sitio, desangrándose, quejándose, mirándole feo, o con cualquier otra expresión o posición.
-¿Huh? ¿A dónde se metió esa pequeña? –se preguntó en voz alta, y sin esperar respuesta alguna, caminó hasta las escaleras para bajarlas, e iniciar la búsqueda.
Fue un poco lento en los pasos, puesto que su instinto como general le decía que la prueba que antes no pudo haberle hecho, empezaba a desatarse allá, dónde él no estaba ni podía presenciarla debidamente.
Invitado
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Re: Aquí un reclutamiento casual~
El pequeño tomo forma de un enorme globo gris, con varios cañones alrededor amenazando la vida de Ruri. La chica retrocedió con cautela ante la inmensidad de su nuevo adversario que, al mismo tiempo disparo una especie de balas contra ella. Era cuestión de tiempo para que acabaran con ella, se dijo Ruri, pero no se esperaba que acto instantáneo el listón se cristalizara; para defenderla.
Ruri observaba asombrada a su alrededor; una fina capa la cubría y aunque por momentos flanqueaba lograba detener las peligrosas balas. Al ver esto el akuma se alejo dispuesto a disparar de nuevo, aunque no reflejaba expresión alguna Ruri sabía que se encontraba ansioso por su Inocencia.
Bien, lo primero que tengo que hacer es perderme entre los árboles para que no pueda encontrarme – pensó –. Luego tengo que poder controlar la Inocencia, Cross lo hace demasiado fácil así que yo también debo poder.
Así, Ruri se escabullo entre las densas hojas verdes para evitar el contacto con el akuma. Se dio cuenta de que los pequeños cristales la seguían, como su sombra; que empezaba a hacerse notar conforme el sol despertaba en el horizonte. Aún así, el akuma destruía todo a su alcance dejando a su paso excesivo polvo.
Maldición… ¿cómo te utilizo? – levantó su mano como si fuera a sostener un pajarito, pero lo que consiguió fue que los cristales se envolvieran alrededor de sus dedos. Ruri doblo, estiro y bajo la mano descubriendo que la Inocencia respondía a los movimientos de sus extremidades – Problema resuelto. Ahora queda ese.
El akuma giraba su raro cuerpo hacia todas las direcciones, buscándola. No quedaba de otra, por lo que la chica salió de su escondite lentamente; con la Inocencia girando alrededor de su cuerpo. Lo único que se le ocurrió decir en ese momento fue:
- Inocencia, ataca.
Ruri observaba asombrada a su alrededor; una fina capa la cubría y aunque por momentos flanqueaba lograba detener las peligrosas balas. Al ver esto el akuma se alejo dispuesto a disparar de nuevo, aunque no reflejaba expresión alguna Ruri sabía que se encontraba ansioso por su Inocencia.
Bien, lo primero que tengo que hacer es perderme entre los árboles para que no pueda encontrarme – pensó –. Luego tengo que poder controlar la Inocencia, Cross lo hace demasiado fácil así que yo también debo poder.
Así, Ruri se escabullo entre las densas hojas verdes para evitar el contacto con el akuma. Se dio cuenta de que los pequeños cristales la seguían, como su sombra; que empezaba a hacerse notar conforme el sol despertaba en el horizonte. Aún así, el akuma destruía todo a su alcance dejando a su paso excesivo polvo.
Maldición… ¿cómo te utilizo? – levantó su mano como si fuera a sostener un pajarito, pero lo que consiguió fue que los cristales se envolvieran alrededor de sus dedos. Ruri doblo, estiro y bajo la mano descubriendo que la Inocencia respondía a los movimientos de sus extremidades – Problema resuelto. Ahora queda ese.
El akuma giraba su raro cuerpo hacia todas las direcciones, buscándola. No quedaba de otra, por lo que la chica salió de su escondite lentamente; con la Inocencia girando alrededor de su cuerpo. Lo único que se le ocurrió decir en ese momento fue:
- Inocencia, ataca.
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Re: Aquí un reclutamiento casual~
Un viento húmedo y helado fue el que le recibió a Cross en cuanto cruzó la salida de la posada que también hacía las veces de entrada. Afuera todo se encontraba oscuro y solitario, casi tétrico, lo que le hizo al pelirrojo hacer una mueca de disgusto. El pueblo que antes le había recibido con algarabía y lujos, ahora se había convertido en uno triste y desolado gracias a una insignificante existencia que él hubiese estado gustoso de exterminar en totalidad.
Sentía no poder quedarse ahora durante más días en aquel lugar. Fuese quién fuese, ese tal Índigo estaba de parte del Conde –a su manera, a juzgar por la forma de comportarse ante Ruri, y su indiferencia ante la idea de matarla por deber-, y eso sólo conllevaba a que tarde o temprano, él volvería a estar tras una cacería tan ardua como lo había sido meses atrás. Todo un esfuerzo por pasar desapercibido tirado por la borda en unas pocas horas. Cross muchas veces se reía de las ironías que pasaban por su vida, pero esta vez no salió de él ni una sola nota de humor.
Lo que interrumpió su nueva meditación fueron las explosiones cerca del bosque más próximo a la posada. Miró en aquella dirección, y vio destellos púrpuras extinguiéndose tan rápido como aparecían.
-Vaya, así que había más de esos por aquí –habló para nadie en especial, mientras entornaba la mirada y caminaba hacia allá, aún con la pistola tomada firmemente bajo su mano derecha. Le provocaba inmensamente un cigarrillo, pero tampoco quería perder tiempo encendiéndoselo, o podría lamentarlo.
Esperaba que Ruri fuese capaz de defenderse, si es que era ella la perseguida en aquel ataque, puesto que algo como eso era lo que viviría de ahora en adelante como exorcista.
Sentía no poder quedarse ahora durante más días en aquel lugar. Fuese quién fuese, ese tal Índigo estaba de parte del Conde –a su manera, a juzgar por la forma de comportarse ante Ruri, y su indiferencia ante la idea de matarla por deber-, y eso sólo conllevaba a que tarde o temprano, él volvería a estar tras una cacería tan ardua como lo había sido meses atrás. Todo un esfuerzo por pasar desapercibido tirado por la borda en unas pocas horas. Cross muchas veces se reía de las ironías que pasaban por su vida, pero esta vez no salió de él ni una sola nota de humor.
Lo que interrumpió su nueva meditación fueron las explosiones cerca del bosque más próximo a la posada. Miró en aquella dirección, y vio destellos púrpuras extinguiéndose tan rápido como aparecían.
-Vaya, así que había más de esos por aquí –habló para nadie en especial, mientras entornaba la mirada y caminaba hacia allá, aún con la pistola tomada firmemente bajo su mano derecha. Le provocaba inmensamente un cigarrillo, pero tampoco quería perder tiempo encendiéndoselo, o podría lamentarlo.
Esperaba que Ruri fuese capaz de defenderse, si es que era ella la perseguida en aquel ataque, puesto que algo como eso era lo que viviría de ahora en adelante como exorcista.
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Re: Aquí un reclutamiento casual~
Los pequeños cristales se unificaron mucho más respondiendo a la orden de su portadora, se lanzaron hacia el akuma en línea recta a una velocidad increíble. Lógicamente, el akuma se defendió disparando más de esas balas que al parecer eran venenosas; por lo que a Ruri no le quedo otra salida que atraer su Inocencia con sus dedos para que retrocediera y pudiese protegerla. En este acto, notó que la capa se iba desvaneciendo poco a poco, tanto que una de esas balas logró llegarle y por poco toca su mejilla.
La chica confirmo que su plan de ataquemos al akuma libremente era un fiasco.
Ruri corrió nuevamente hacia la “seguridad” de los bosques, su plan b era atacar desde el anonimato. Sabía muy bien que su Inocencia aún no era lo suficientemente fuerte como para derrotarlo o… apenas y había tenido contacto con ella como para controlarla a la perfección.
Buscando un buen lugar para atacar, Ruri perdió el conocimiento durante una fracción de segundo por lo que se vio obligada a reposar en el árbol más cercano. Su respiración era pesada y ahora en quietud, notaba que todo su cuerpo estaba maltratado y ciertas heridas le punzaban dolorosamente. Fue poco tiempo para que el adefesio y la peliblanca se volvieran a encontrar, el primero ansioso y la segunda agotada, iniciaron nuevamente su lucha. El akuma arrasó con un gran tallo que empujó a Ruri contra un viejo pino, dejándola sin aliento. La chica comenzó a preguntarse cuántos minutos más podría resistir.
Sólo pido que salves a las personas que quedan con vida en este pueblo, a mi madre le gustaba… después de todo – pensó –. Toma lo que necesites y destrúyelo, Inocencia.
Quizá fue la gran voluntad de Ruri, quizá fue la conexión de ella con su Inocencia, el hecho es que los diminutos cristales se lanzaron contra el akuma como si fueran una veloz flecha y lo atravesaron de lado a lado. Ya desmayada, Ruri vio entre parpadeos como dos hileras de ceniza, una de color gris y otra azulada, se mezclaban hasta desvanecerse efímeramente.
La chica confirmo que su plan de ataquemos al akuma libremente era un fiasco.
Ruri corrió nuevamente hacia la “seguridad” de los bosques, su plan b era atacar desde el anonimato. Sabía muy bien que su Inocencia aún no era lo suficientemente fuerte como para derrotarlo o… apenas y había tenido contacto con ella como para controlarla a la perfección.
Buscando un buen lugar para atacar, Ruri perdió el conocimiento durante una fracción de segundo por lo que se vio obligada a reposar en el árbol más cercano. Su respiración era pesada y ahora en quietud, notaba que todo su cuerpo estaba maltratado y ciertas heridas le punzaban dolorosamente. Fue poco tiempo para que el adefesio y la peliblanca se volvieran a encontrar, el primero ansioso y la segunda agotada, iniciaron nuevamente su lucha. El akuma arrasó con un gran tallo que empujó a Ruri contra un viejo pino, dejándola sin aliento. La chica comenzó a preguntarse cuántos minutos más podría resistir.
Sólo pido que salves a las personas que quedan con vida en este pueblo, a mi madre le gustaba… después de todo – pensó –. Toma lo que necesites y destrúyelo, Inocencia.
Quizá fue la gran voluntad de Ruri, quizá fue la conexión de ella con su Inocencia, el hecho es que los diminutos cristales se lanzaron contra el akuma como si fueran una veloz flecha y lo atravesaron de lado a lado. Ya desmayada, Ruri vio entre parpadeos como dos hileras de ceniza, una de color gris y otra azulada, se mezclaban hasta desvanecerse efímeramente.
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Re: Aquí un reclutamiento casual~
Para cuando recobre la conciencia me encontraba bocarriba a la orilla del lago, un dolor punzante recorría cada rincón de mi cuerpo, me moví lentamente logrando salir del aquel lugar aunque me encontraba realmente agotado
-creo que no podre hacer mas- dije intentando imitar un rostro desanimado de pronto un sopor desagradable invadió mis sentidos provocando que callera de rodillas frente a un árbol
-¿se encuentra bien?- se escucho una vocecilla que parecía lejana, unos cuantos pasos acelerados pronto llegaron a mi posición
-no- gire mi rostro para mirar a la dueña de la voz topándome entonces con una adolecente de brillantes ojos cafés
-mi casa esta cerca - insistió preocupada la jovencita que acercándose me ayudo a levantarme acción que permití pues tardaría en poder moverme
-no entiendo que sucedió escuche un ruido horrible…me alegro que no le haya sucedido nada- ambos no dirigimos por el bosque al supuesto hogar, me sorprendió que a pesa de ser delgada se mantenía firme mientras yo me apoyaba en ella
-¿cómo te llamas?- me intrigo su personalidad así que decidí entablar conversación con ella
-Isabel… ¿cuál es el suyo?- mas pronto de lo que creí divise entre los arboles una pequeña cabaña
-me llaman Índigo- conteste ignorando por completo las miradas curiosas que me enviaba
-bueno pues mucho gusto-la nombrada Isabel sonrió animada mientras entrabamos a su hogar, recordé entonces que tenia suerte o eso solían decirme…
-creo que no podre hacer mas- dije intentando imitar un rostro desanimado de pronto un sopor desagradable invadió mis sentidos provocando que callera de rodillas frente a un árbol
-¿se encuentra bien?- se escucho una vocecilla que parecía lejana, unos cuantos pasos acelerados pronto llegaron a mi posición
-no- gire mi rostro para mirar a la dueña de la voz topándome entonces con una adolecente de brillantes ojos cafés
-mi casa esta cerca - insistió preocupada la jovencita que acercándose me ayudo a levantarme acción que permití pues tardaría en poder moverme
-no entiendo que sucedió escuche un ruido horrible…me alegro que no le haya sucedido nada- ambos no dirigimos por el bosque al supuesto hogar, me sorprendió que a pesa de ser delgada se mantenía firme mientras yo me apoyaba en ella
-¿cómo te llamas?- me intrigo su personalidad así que decidí entablar conversación con ella
-Isabel… ¿cuál es el suyo?- mas pronto de lo que creí divise entre los arboles una pequeña cabaña
-me llaman Índigo- conteste ignorando por completo las miradas curiosas que me enviaba
-bueno pues mucho gusto-la nombrada Isabel sonrió animada mientras entrabamos a su hogar, recordé entonces que tenia suerte o eso solían decirme…
Re: Aquí un reclutamiento casual~
Justamente en el momento en el que Cross dio con Ruri, guiándose por el ruido de los disparos y el alboroto, la explosión inevitable del Akuma se había perpetrado, y además, ella se desvanecía. La escena que contempló fue unas hogueras de restos metálicos amontonados por doquier exhalando un fétido humo, a Ruri en el suelo inconsciente, y su lazo suspendido en el aire mientras descendía lentamente, al verse desactivado. Ella había ganado el combate y sobrevivido. El futuro la quería como exorcista.
Cross, que siempre y ahora parecía el peor maestro que la galaxia pudo haberle dado a sus desdichados aprendices, se acercó hasta la chica y como muchas horas atrás, la cargó en sus brazos suspirando y negando con la cabeza varias veces, quizá queriendo decir “esta clase de cosas nunca tienen remedio”. Por lo visto esta vez tendría que llevarla directamente hasta un doctor, puesto que ya no había posada por donde llamarlo…
…Ya en el más cercano, que en realidad se parecía más a una enorme casa que en tiempos mejores habría sido construida por alguien de gustos distinguidos y recursos inagotables, había logrado que a la chica se le diese el tratamiento adecuado, dejándola descansar en una de las habitaciones. Todas tenían un aspecto delicado, hecho todo a su alrededor de madera, y la mayoría de la decoración refulgía en blanco puro. La silla donde estaba Cross era igual, y a pesar de la ironía, el pelirrojo no dijo nada al respecto mientras se dejaba caer sobre ella.
Sabía lo que sucedería, una vez aquella niña estuviese recuperada dentro de lo que cabía, e iba en contra de sus planes. Acudir a Liverpool, donde se encontraba Madre era algo que, si no fuese por la situación en la que se encontraba, habría descartado de buena gana. Pero él no podía cargar por una buena temporada, como solía hacer, con su nueva “aprendiz”, y seguramente a ella no le gustaría en absoluto. Ya había visto varias veces en su rostro la mueca de a quien le disgusta permanecer y respirar el mismo aire que otra, en el mismo sitio. A Cross le tenía sin cuidado, a pesar de que ella fuese una mujer. Si le había caído tan pesado como un yunque, pues qué se le iba a hacer.
Abrió la ventana, y apoyados sus codos en el marco de esta, se encendió un cigarrillo. El aire que pasaba por allí, fresco y ligero, anunciando la salida del sol lenta pero definitivamente, se llevaba el humo bien lejos, en la dirección oportuna para que no se colara en la habitación. En esos momentos, Cross extrañó a su compañero Tim como nunca lo había hecho en meses. La sola y repentina idea de que en instantes como aquel, el pequeño Golem habría estado aleteando afuera dejándose llevar por el viento, le produjo una nostalgia que le sorprendió, puesto que ni idea tenía de qué lado de su ser había salido.
Cross, que siempre y ahora parecía el peor maestro que la galaxia pudo haberle dado a sus desdichados aprendices, se acercó hasta la chica y como muchas horas atrás, la cargó en sus brazos suspirando y negando con la cabeza varias veces, quizá queriendo decir “esta clase de cosas nunca tienen remedio”. Por lo visto esta vez tendría que llevarla directamente hasta un doctor, puesto que ya no había posada por donde llamarlo…
…Ya en el más cercano, que en realidad se parecía más a una enorme casa que en tiempos mejores habría sido construida por alguien de gustos distinguidos y recursos inagotables, había logrado que a la chica se le diese el tratamiento adecuado, dejándola descansar en una de las habitaciones. Todas tenían un aspecto delicado, hecho todo a su alrededor de madera, y la mayoría de la decoración refulgía en blanco puro. La silla donde estaba Cross era igual, y a pesar de la ironía, el pelirrojo no dijo nada al respecto mientras se dejaba caer sobre ella.
Sabía lo que sucedería, una vez aquella niña estuviese recuperada dentro de lo que cabía, e iba en contra de sus planes. Acudir a Liverpool, donde se encontraba Madre era algo que, si no fuese por la situación en la que se encontraba, habría descartado de buena gana. Pero él no podía cargar por una buena temporada, como solía hacer, con su nueva “aprendiz”, y seguramente a ella no le gustaría en absoluto. Ya había visto varias veces en su rostro la mueca de a quien le disgusta permanecer y respirar el mismo aire que otra, en el mismo sitio. A Cross le tenía sin cuidado, a pesar de que ella fuese una mujer. Si le había caído tan pesado como un yunque, pues qué se le iba a hacer.
Abrió la ventana, y apoyados sus codos en el marco de esta, se encendió un cigarrillo. El aire que pasaba por allí, fresco y ligero, anunciando la salida del sol lenta pero definitivamente, se llevaba el humo bien lejos, en la dirección oportuna para que no se colara en la habitación. En esos momentos, Cross extrañó a su compañero Tim como nunca lo había hecho en meses. La sola y repentina idea de que en instantes como aquel, el pequeño Golem habría estado aleteando afuera dejándose llevar por el viento, le produjo una nostalgia que le sorprendió, puesto que ni idea tenía de qué lado de su ser había salido.
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Re: Aquí un reclutamiento casual~
“La familia Hideki la estaba esperando, debía apresurarse o sino madre se pondría furiosa con ella. Más allá del amplio campo, ellos estaban esperándola. Debía darse prisa… más rápido.
- ¿Hermanos? ¿Madre? – preguntó cuando les vio sonriéndole. – Ya he llegado.
El cielo se oscureció por completo tiñéndose de rojo escarlata, y sólo fue la gran luna la que le permitió verlos… tumbados entre el pasto, con heridas y un charco de sangre a su alrededor.
- ¡¡NO!! – gritó– Si no me hubiera retardado… siempre yo…
Ruri tuvo que arrodillarse, la cabeza le estaba dando vueltas y sentía como si le martillaban la sien y los costados del cerebro. No tenía ganas de luchar contra el dolor, la fuerza se le escapaba como el aire."
Ruri despertó inmediatamente, quedando sentada de la impresión. Otra vez había tenido ese pequeño sueño que aunque ese fuera su tamaño, helaba su corazón. Las lágrimas comenzaron a caer suavemente mientras ella se limpiaba ansiosamente sus ojos, borrando los rastros de las gotas. De cierta manera, la pérdida de sus familiares le había afectado pero no lloraba por ellos, lloraba por ella.
Sonrió nostálgicamente.
Levantó su cabeza – aunque estaba segura de que se encontraría en un lugar fuera de peligro – para tener idea de dónde estaba: La habitación brillaba por su tonalidad nívea, que recubría los muebles hechos en madera. Había una ventana abierta que permitía la llegada del aire puro, Cross reposaba en ella.
Como antes… Me salvó y ahora vuelvo a ser una carga.
– Gracias… de nuevo – musitó, algo sonrojada – Aunque… pensé que no podía “dejarse ver del enemigo”.
La chica lo observó expectante, esperando una respuesta concisa ya que sus recuerdos se hacían cada vez más borrosos. Ella sabía que él estaba bien, por lo que no se molesto en preguntarle. Se preocupó más al ver unas vendas blancas en su mano en vez del listón, sintió dependencia de un simple accesorio pero no era algo que le importara mucho; recorrió su cabello con sus manos y haló uno de sus largos cabellos para encontrarse con dos cosas:
Su listón sostenía una esmerada trenza y aquellos cabellos que la formaban eran blancos, como la nieve.
- ¿Hermanos? ¿Madre? – preguntó cuando les vio sonriéndole. – Ya he llegado.
El cielo se oscureció por completo tiñéndose de rojo escarlata, y sólo fue la gran luna la que le permitió verlos… tumbados entre el pasto, con heridas y un charco de sangre a su alrededor.
- ¡¡NO!! – gritó– Si no me hubiera retardado… siempre yo…
Ruri tuvo que arrodillarse, la cabeza le estaba dando vueltas y sentía como si le martillaban la sien y los costados del cerebro. No tenía ganas de luchar contra el dolor, la fuerza se le escapaba como el aire."
Ruri despertó inmediatamente, quedando sentada de la impresión. Otra vez había tenido ese pequeño sueño que aunque ese fuera su tamaño, helaba su corazón. Las lágrimas comenzaron a caer suavemente mientras ella se limpiaba ansiosamente sus ojos, borrando los rastros de las gotas. De cierta manera, la pérdida de sus familiares le había afectado pero no lloraba por ellos, lloraba por ella.
Sonrió nostálgicamente.
Levantó su cabeza – aunque estaba segura de que se encontraría en un lugar fuera de peligro – para tener idea de dónde estaba: La habitación brillaba por su tonalidad nívea, que recubría los muebles hechos en madera. Había una ventana abierta que permitía la llegada del aire puro, Cross reposaba en ella.
Como antes… Me salvó y ahora vuelvo a ser una carga.
– Gracias… de nuevo – musitó, algo sonrojada – Aunque… pensé que no podía “dejarse ver del enemigo”.
La chica lo observó expectante, esperando una respuesta concisa ya que sus recuerdos se hacían cada vez más borrosos. Ella sabía que él estaba bien, por lo que no se molesto en preguntarle. Se preocupó más al ver unas vendas blancas en su mano en vez del listón, sintió dependencia de un simple accesorio pero no era algo que le importara mucho; recorrió su cabello con sus manos y haló uno de sus largos cabellos para encontrarse con dos cosas:
Su listón sostenía una esmerada trenza y aquellos cabellos que la formaban eran blancos, como la nieve.
Última edición por Koharu el Jue Sep 24, 2009 9:03 pm, editado 2 veces
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