París, la ciudad de las luces y del amor.

Subi las escaleras apollandome en las paredes ya que el ascensor no funcionaba debido a los destrozos que habiamos provocado.Apenas tenia fuerzas pero algo en mi interior me empujaba a seguir hacia arriba y buscar mi espada.

Tras largo tiempo de ascension llegue al piso superior,al menos el ultimo que quedaba.Busque con la mirada tanto para encontrar al Noah como mi inocencia,tan solo encontre al primero.

Cai nuevamente al suelo,las piernas me fallaban por veces,pero gracias a mi visita al piso pude ver abajo de mi posicion mi espada clavada e el suelo.Me arrastre hasta el agujero y me deje caer.

La espalda se me hizo trizas,pero era algo que ya estaba roto practicamente.Me aferre al mango e intente ponerme de pie nuevamente,mientras quitaba la espada del suelo.

-Si he de destruir al Noah junto a la torre que asi sea.

Todos los Akumas se reunieron ante mi. Solo cinco de nivel 1.
Vi como el exorcista llegó hasta el mismo piso y recuperaba su espada. Mientras la otra exorcista atacaba a mis Akumas.
"Por quien debo empezar... por el de la espada, parece más fuerte"

Di un paso adelante, pero mi pierna falló y caí al suelo. Me levanté rapido y apunté al exorcista, mi brazo izquierdo estaba dañado por el fuego de la inocencia del exorcista, pero lo podía levantar, aunque me hacía daño.

- Preparate... no me rindo tan facilmente...

Podía escuchar a la gente corriendo y gritando, todos muertos de miedo por lo que allí pasaba. Volví a atacar y ví que los tres akuma restantes se destruían, ya debían estar tocados del ataque anterior.

Finalmente cerré los ojos, no soportaba más estar con la vista borrosa, y mis piernas cedieron. Caí al suelo, primero de rodillas y después todo el cuerpo, por lo que el golpe que me dí en la cabeza no fue muy grave, no se notaba nada caliente en él, no debía haber salido sangre.

Estaba consciente, pero ahora mis ojos no querían abrirse y mi cuerpo se negaba a responderme, eso por no hablar del dolor de cabeza que empezaba a tener gracias al golpe.

Ahora solo quedaba esperar al resultado del otro combate. Si alguien me mataba es que había ganado el Noah.

Me fui acercando nuevamente al piso superior como podia,escalando los hierros que habian quedado en posciones estrtegicas apra eprmitirme subir hasta llegar a la altura del Noah.A pesar de sus heridas seguia desafiante.

-Tienes valor Noah lo reconozco,eso me gusta en mis rivales.Si seguimos con este combate tan solo hay un final posible,que ambos acabemos en el fondo del rio debajo de los escombros de la torre,y creeme si tengo que destruir la torre contigo lo hare.

Agarre la espada con firmeza con la punta mirando hacia el esperando su primer movimiento.Cerre los ojos un instante para concentrarme,tan solo me quedaban fuerzas para un ultimo ataque y debia aprovecharlo.

El exorcista se puso delante mío. Estábamos los dos encarados con las armas levantadas. Su mirada ardía.

-Tienes valor Noah lo reconozco,eso me gusta en mis rivales.Si seguimos con este combate tan solo hay un final posible,que ambos acabemos en el fondo del rio debajo de los escombros de la torre,y creeme si tengo que destruir la torre contigo lo hare.

- Jejeje... Tu tambien aguantas más de lo que esperaba. - dije con un tono relajado, para relajarme a mi mismo. - Pero ya basta de chacharas y acabémoslo de una vez.

Puse mi mano encima del arco y la retiré rápidamente hacia atrás, de la nada se creó una flecha de un color muy oscuro. Con la punta muy afilada y fuego negro detrás.

- Este es mi poder, la Flecha Oscura, afilada y ardiente.

Lancé la flecha y di un paso atrás, para intentar prevenir su contraataque.

Seguía tirada en el suelo, con los ojos cerrados y tratando de escuchar algo de la batalla, pero tansolo se oían los gritos lejanos de la gente que aún huía y el ruido del agua cerca, no me había alejado mucho del río.

"No deben haber empezado el combate. Espero que esto no acabe mal..."

Una flecha negra se dirigia hacia mi,podria protegerme de ella usando una defensa de mi inocencia,pero si la usaba me quedaria sin energia.Agarre la espada con ambas manos y moviendome unos milimetros la flecha atraveso mi hombro,haciendo que mi ropa comenzara a arder lentamente con un fuego negro.La herida era dolorosa,pero debia concengtrarme para mi ultimo ataque.

-Este ataque lo tenia reservado apra el conde,pero lo usare primero contigo.

La hoja de la espada comenzo a salir llamas por todas partes envolviendola completamente hasta llegar a mi y hacer lo mismo con mi cuerpo.Me habia hecho uno con el fuego y me disponia a atacar.
Este tecnica aumentaba mi velocidad de tal forma que seria casi imposible que me esquivase.
Sali disparado contra el para travesarlo tanto la espada como yo unidos en un rayo de fuego.

La situación era muy crítica, el exorcista se dirigía a mi con un ataque muy potente. Debía actuar rápido o París sería mi tumba. De reojo vi la ciudad que tenía ante mi, sin duda no moriría allí.

- Maldición... Flecha de sujeción.

Lancé la flecha lo más rápido que pude, se quedó agarrada a un hierro que parecía inestable. El exorcista ya estaba ante mi. Tibé la cuerda y salí disparado hacia arriba, pero...

- ¡¡¡AAAARGH!!!

El ataque me dió de lleno en la pierna izquierda y parte de la cintura. La extremidad empezó a arder y un chorro de sangre tinó los hierros de debajo mío. Peroyo seguía subiendo. Por culpa del ataque perdí la estabilidad y salí disparado en dirección contraria al exorcista. Volando, mi cabeza impactó con un hierro, sentí un líquido caliente bajando por mi cara.
Finalmente caí al suelo.

Una pierna la tenía herida por culpa de los hierros de antes, la otra sangraba y estaba medio quemada. El golpe en la cabeza había sido terrible, estaba mareado y con la visión borrosa.

Poco a poco recuperé la visión. Intenté levantarme, pero volví a caer al suelo. Rapidamente di un vistazo a mi alrededor antes de volver a intertarlo...

Escuché un grito y algunos ruidos, me asusté. Tardé un poco en procesar que aquella era la voz del Noah, eso me tranquilizó bastante. Intenté abrir los ojos para ver si veía algo, mala idea: un horrible dolor de cabeza vino a tomarse algo con mi cerebro y este decidió que no me quería de público. Los ruidos que podían escucharse fueron haciéndose más y más lejanos hasta que desqaparecieron, y la tranquilidad de la inconsciencia se quedó conmigo.

Mi ataque le habia dado,pero no lo suficiente,con mi maximo poder deberia haber podido desmembrarlo y calcinarlo,pero en mi estado tan solo pude quemarlo.El Noah estaba dañado,tirado en el suelo sufriendo,mientras que yo tambalenadome cai al suelo definitivamente agotado.Aquel era el final de la mision ya que el Noah si podia podria rematarme o bien quedaria la cosa en empate.

Vi la situación, el exorcista también estaba al suelo. Era un blanco fácil, solo si puediese ponerme de rodillas.
Intenté ponerme de rodillas, caí al suelo. Pero no me rendí, lo volví a intentar y volví a caer. Así hasta cuatro veces más. Al final, sudando y con la herida de la cabeza sangrando, llenándome la cara de líquido rojo, pude ponerme de rodillas.

- Sabes, exorcista... - dije tosiendo - En esa posición eres un blanco fácil para un arquero. Así que ya te puedes ir despidiendo. Jejeje... Arco Oscuro.

El Arco Oscuro empezó a formarse en mi mano izquierda, pero no se completó. Se deshizo antes de completarse. Sudé frío.

- Tendré que entrenar resistencia. Bueno, las has liado mucho y te has salvado, pero no se como te irás de aquí...

(Off: Todo esto es un sueño.)

Me sentía extraña, la luz comenzaba a apreciarse a través de mis ojos cerrados, los abrí.

Estaba en el compartimento del tren, tumbada en uno de los lados de asientos.A unque sin ninguna herida física, estaba agotada por haberme excedido. El general estaba sentado enfrente, mirando distraídamente por la ventana. Intenté levantarme, no me podía mover.

De un momento a otro todo se volvió un caos, se escuchaban gritos y a gente corriendo, la puerta del compartimento se abrió, dejando ver a la gente correr y akuma entre ellos matándolos. Todo se veía rojizo, como si hubiese fuego. Cuando me giré a mirar al general, éste había desaparecido y yo seguía sin poder moverme.

Un akuma entró en el compartimento y yo cerré los ojos con fuerza. Al no notar nada los abrí: estaba oscuro, yo me encontraba en pié, caminando sujetándome de cualquier cosa que encontrara para no caer, alejándome del río. Era la escena del combate, pero al llegar donde la gente no encontré lo mismo: aquello era un mar de cadáveres, y en lugar de cinco akuma de nivel uno el cielo estaba lleno de ellos, al igual que muchos nivel 2. Caí al suelo.

Abri los ojos lentamente,no sabia cuanto tiempo llevaba incosnciente,pero era visto que el noah estaba igual o peor que yo ya que seguia vivo.Me encontraba tirado en el suelo sin recordar apenas nada,solo que realizaba el ultimo ataque y el resto negro.Me gire y me quede boca arriba,levante la cabeza para observar mi alrrededor.Todo estaba en ruinas.

La Torre estaba derruida. La batalla había dejado una huella importante en la ciudad, el orgullo de París estaba reducido a un montón de escombros metálicos.
Se me nubló la vista otra vez, aún seguía bastante mareado. Miré otra vez a los exorcistas, tumbados al suelo. No sabía si estaban conscientes o inconscientes.
De repente, oí gritos a lo lejos

- ¡La Torre a caído!

- ¿Que ha pasado?

- Rápido id hacia allí.

Los habitantes venía hacia aquí.
"Lo que faltaba, ahora los habitantes. No tengo fuerzas para detenerlos... Mejor que se ocupen los exorcistas del marrón."

- Hey chicos, - grité hacia los exorcistas, sin estar seguro de que me oyesen - Os dejo el problema a vosotros.
Me arrastré por el suelo hasta salir de los escombros. En la oscuridad de la noche encontré escondite cerca de l'orilla del río. Descansaría un poco y me iría de esa ciudad.