Misión a Londres, ¿la ciudad de la niebla o del tiempo? (Kento y Near)

-¿Querido-do?- dije nerviosamente, nadie me había llamado así, menos alguien tan linda, intente tranquilizarme un poco gracias a que ella no estaba abrazándome y continúe.

-¿Yo?... bueno soy originario de España, y estoy aquí porque- de ponto recordé de lo que me dijo el jefe de la sección: “que jamás hablaría de la orden a nadie, que esta organización es sumamente secreta”

Así que le dije: -estoy de visita con algunos abuelos- lo que dije era una tanta verdad. Quería saber como estaban los señores de la granja que me había ayudado a estar.

De pronto ella se fue hacia una dirección e intente ir en la misma para ver si ella sabía mas sobre donde estaba. Me adelante un poco hasta que siendo una sensación agradable en mi espalda, automáticamente detecte el aroma de la linda mujer y me sonroje de nuevo.

-Espero que no te importe, pero tengo frío, no se donde estoy... y estás calentito...¿Te importa?- dijo mientras sentía que sus manos estaban dirigiéndose a entrar a mis bolsillos; yo me sonrojaba mucho mas al sentir sus manos en mi abrigo -… no, al contrario, me siento bien estar junto a ti- saliendo estas palabras, prácticamente estaba hecho un tomate.

En pleno camino, puse mis manos sobre las de ella, porque, además que tenia frio, quería tocar su delicada piel –no se si te importa que haga eso, ¿no es así?- puse mis manos sobre las de ella y las tome atrevidamente.

En otro lado, Blacky, respondió un si con el típico gesto de una sonrisa, enseñando sus enormes dientes, nada inocentes; y subiendo y bajando rápidamente. En ello, el pequeño goleen se va aleteando sus alas negras hasta llegar a la ciudad. Y ve una señorita con el pelo azul y un acompañante metálico. No era nada bueno, así que aleteo con fuerza para ir rápidamente hacia donde el ultimo lugar donde estaba su amo Near.

Mientras corria no podia evitar pensar... ¿Cual era su objetivo real? Vale, la inocencia en aquel momento, pero... ¿Que le motivaba realmente a ello? Por alguna extraña razon esa inocencia estaba consiguiendo que perdiese ciertos recuerdos, lastima que no pudiera elegir cuales

-Si al menos pudiera decidir lo que quiero olvidar...estaria claro, necesito olvidar ese incidente y olvidar a mi familia....aunque eso signifique no ser mas que un titere contra los akumas

Al fin logro ver la intimidante torre del reloj ante la mirada atonita del exorcista, a primera vista le parecia que media unos 60 metros, la orden negra es mucho mas grande pero salvando este detalle el japones nunca habia visto algo tan alto en sus viajes.

Solo habia una cosa que pensar... ¿Como iba a subir?

Así que de España... un país interesante, tendría que ir a visitarlo algún día, además rumores acechaban sobre la calidad de los hombres de allí. Aunque era joven... podría ser buen amante.

-no, al contrario, me siento bien estar junto a ti

Casi morí derretida al contemplar la reacción del joven. Era tan mono todo colorado que hasta una mujer como yo se sentiría atraída.

Lentamente decidí empezar a caminar de nuevo y sentí como el joven agarraba mis manos. Sinceramente no me importaba, chicos así no se encuentran todos los días y este parecía honesto... pero como decía mi madre ¨no te fíes de los hombres, son peores que los inspectores de hacienda¨ . Eso me hizo recordar los buenos tiempos de mi madre cuando todavía daba guerra en la sociedad.

Todavía me seguía llamando la atención el uniforme de él, pero mientras no me viniera a la cabeza lo que era iba a estar con él. Así por lo menos no me iba a aburrir~

-Dime querido, ¿como te llamas?¿o prefieres que te siga llamando querido?- Dije esbozando una sonrisa.- Que mono estás cuando te sonrojas... ¿cuántos años tienes jovencito~?


En la otra miserable punta de Londres....

- Maldito bicho metálico, ¿quieres dejar de hacer el tonto y llevarme directamente al reloj?- Gritaba una Alice malhumorada

El pequeño la observaba como indiferencia.

-Tú tócame las narices y te juro que te como. Mira que ahora no tienes a la señorita para protegerte~~

-Serás... puff que pena por que había oído que un maravilloso, joven y apuesto exorcista se hallaba en el reloj... y por lo que parece, es japonés~- Dijo Alice con tono meloso.

El akuma paró en seco y en un instante Alice se vió en el caballito del pequeño.

-Por el honor de Steph y por mi alegría personal hay que encontrar a ese exorcista ¡¡¡vamos!!!

El akuma salió disparado hacia el reloj, dejando sorprendida a Alice y un poco a los otros akumas, que intentaban seguirlos como podían.

Una vez allí Alice suspiró y admiró la envergadura de aquel reloj. Y allí... a lo lejos, se hallaba el exorcista.

-Dime querido, ¿como te llamas? ¿O prefieres que te siga llamando querido?- Dijo la la bella mujer sonriendo, mientras que yo voltie y trataba de verla –Me llamo Near Salamanca, aunque me puedes llamar como-mo gustes- dije aun nervioso, pero a la vez ya me estaba acostumbrando estar en esta situación, esta que se sentía muy bien.

-Que mono estás cuando te sonrojas... ¿cuántos años tienes jovencito~?- siguió ella; a continuación, comencé a sonrojarme mas, esas palabras solo hacia que me pondría mas rojo de que ya estoy -…. Tengo 20 años recientemente- Dije mientras caminaba con ella a la vez que la miraba con una sonrisa.

Comencé a mirarla a sus ojos de pronto; ¿razón?, creo que desconocida para mi, sencillamente quería mirarla a ella y a nadie mas, era una sensación que no sabia como describirla, pero una cosa era cierta, me gustaba.

Por otro lado, Blacky, llego sorprendentemente al lugar en donde había visto a su amo por última vez, así que comenzó a oler el piso, y parecía que había encontrado el rastro de Near y los buscadores. Así que fue al rastro en donde parecía haberse ido. Sin darse cuenta, era la misma dirección que la dichosa torre del reloj.

El chico siguio mirando reflexivo... escalarlo era una estupidez enorme pero no parecia haber entrada alguna, era algo en lo que debia de recapacitar

-Veamos....no parece que haya entrada directa, asi que para llegar hasta alli se pasa por....

Pronto se fijo en el palacio que se situaba al lado, un palacio en el que si bien el reloj en si imponia, este otro lo hacia mucho mas dada a su tremenda anchura, el sueño de toda persona que gustase de vivir en castillos o lugares similares, encontraria alli su paraiso

-¡El palacio de Westminster! Solo me queda colarme sin ser pillado y podre subir sin problemas- exclamo en pensamientos y salio corriendo hacia la antrada de palacio, ignorando a las peronas que desde lejos le estaban mirando

Dos puntos a mi favor, un bonito nombre y no le llevaba tantos años como pensaba. Notaba al chico embelesado, pobre, otro más que había caído en mis redes. Por muy especiales, guapos o interesantes que fueran siempre me acababan aburriendo. En la vida había escuchado un ¨no¨ salido de la boca de un nombre. Aunque de momento este era curioso...

-Oohh~ un nombre muy bonito, te pega muy bien con tu físico, Near~~- Dije acercándome a sus labios.- Espero que puedas ayudarme a encontrar el camino de vuelta~ e dejado a mi pobre sirvienta sola, y no recuerdo si estaba segura o no, temo que le pase algo. Aunque con un chico tan fuerte como tú no creo que tenga que preocuparme por mi seguridad~

Si quería ir de nuevo junto a Alice tenía que hacer que Near me llevase hasta ella. Mi punto fuerte jamás había sido la orientación... y cada vez estaba más preocupada por ella.

En la otra punta de Londres...

Alice sonreía sadicamente mientras miraba para el exorcista que se hallaba delante suya. Cierto que Alice no poseía el poder de Stephanie, pero un exorcista no era como un akuma normal, él seguía siendo humano...

El pequeño agarró a Alice y se deslizó sigilosamente hacia su objetivo. Junto a ella, iban 6 akumas nivel 2 como protección.

El exorcista que había entrado en el palacio no debía tener la más mínima constancia de que ellos habían llegado, cosa que Alice agradeció con un movimiento de pelo.

Alice se bajó de un salto del pequeño.

-Manteneos cerca, yo soy humana y más sigilosa, y si me ve puedo disimular. Cuando os de la señal atacar.

Sin esperar respuesta entró por los amplios pasillos del palacio, guardando sus pistolas por si la encontraba el primero. Ante todo discrección... y si su señorita no la tenía, por lo menos ella si.

De repente, un ruído la sobresaltó...

Las decir esas palabras la mujer, comenzaba a ponerme nerviosos de nuevo, ya no podía estar mas rojo de lo que ya estaba, pero, estar tan cerca de ella, me di cuenta que prácticamente nuestros rostros rozaban ante esta situación, haciendo que esta conversación sea, en cierto modo, muy especial.

–Tu nombre es uno de los mas hermosos que había escuchado en mi vida- le dije en respuesta al asunto de mi nombre, y hablaba en serio me gustaba bastante ese nombre, solo que, no me atrevía a decirlo antes.

Antes de darle una respuesta, voltee para mírala a ella en su totalidad: Desprendiendo su delicada mano de mi bolsillo rápidamente y atreverte a decirle que si, estaba muy feliz de estar con ella de alguna manera u otra, era linda, un poco desorientada pero eso le daba el toque de dulzura que a veces busco en una mujer, y, aunque era mayor, parecía de alguna manera que yo le atraía a ella.

-Por supuesto que te acompaña….- Justo aparece Blacky detrás de la hermosa mujer, aleteando sus alas y me ve con ella. Él trata de acercase a mi pero, para que no tuviese que dar explicaciones largas sobre la orden oscura y aquel goleen; Abrace tiernamente por la cintura a Stephanie y le di un dulce beso frances que habia aprendido hace poco.

En pleno beso, con una mano, daba señal a negro goleen que se fuera inmediatamente lo antes posible, no creía que este momento mágico iba a durar mucho que digamos. Y felizmente, mi pedazo de bola negra se va a una de esas calles vacías rápidamente a una velocidad que yo casi no lo había visto antes…

La entrada del palacio no estaba vigilada... lo mas extraño era ver niebla en el interior del mismo edificio... dudaba mucho que estuviese abandonado asi que lo mas probable era que todos los presentes estuviesen fuera, colarse de esa manera seria un paseo por el parque.

Kento camino por los pasillos fijandose en un detalle, en el interior mas que niebla parecia un humo blanquecino que iba recorriendo todas las habitaciones, que por lo que se decia, el edificio era tan amplio que albergaba un total de 100 habitaciones, aunque con el indicio anterior no tendria que mirar una por una.

-Tan solo he de ir en contra de la direccion de la que salga y dare facilmente con la que de al interior del Big Ben- penso para si

-¿¡Que haces aqui, chaval?! ¡Sal fuera de aqui antes de que te pase algo!- dijo una voz al frente suya, aun permanecia un guardia.

Genial... no podia probar ante ese hombre que fuese un exorcista a falta de la chaqueta del uniforme y no tenia tiempo para explicaciones... solo podia hacer una cosa.

En cuanto el guardia se acerco lo suficiente, el japones con un movimiento agil le esquivo realizando una finta por el lado izquierdo de este hasta situarse a su espalda, antes de darle tiempo a reaccionar le sacudio un codazo en la nuca dejandolo incosciente, oyendose un golpe por todo el pasillo.

-Lo siento de veras.... pero no puedo volver atras- penso para si mientras proseguia su camino

Observé con picardía la reacción del chico. Después de años viviendo con políticos sabía muy bien como actuaban los hombres, pero no pude evitar sorprenderme y sonrojarme por la franqueza y sinceridad del chico. Muchos hombres me habían alagado con sus románticas propuestas, pero con el único fin de llevarme a la cama... Al final iba a confiar en él, a pesar de que hacía apenas 5 minutos que nos habíamos conocido.

Estaba claro que algo había olvidado por culpa de la dichosa inocencia, pero supuse que no afectaría también en la personalidad... también faltaría...Entonces ¿por qué estoy tan confiada? Mi mente estaba dividida y estaba luchando entre ella. Una decía la verdad y la otra mentía...¿a cual debía hacer caso?

Noté como el chico miraba algo que estaba detrás mía

-Por supuesto que te acompaña….

Noté algo agarrado a mi pelo y observé con curiosidad como un aparato con alas se acercaba a Near. Pero en ese momento no me preocupaba por el precisamente.

Sin apenas darme cuenta, Near se había desecho del aparato y abrazándome suave pero firmemente por la cintura junto los labios contra los míos. Al principio me quedé algo consternada, esa era la última reacción que habría esperado del chico, y creí que buscaba lo mismo que los otros, pero por una extraña razón, no se porque, me dejé llevar por segunda vez en mi vida.

Como creía, el chico era tierno y dulce como una fruta madura hasta para eso. Sintiendo sus labios, cálidos y húmedos, no pude evitar lamer su labio superior para luego profundizarlo más, sintiendo como las lenguas luchaban una contra la otra para dominar la situación. Siempre besaba con los ojos abiertos, pero por una extraña razón, hoy me apetecía cerrarlos... Que débil era...

Al cabo de un rato no pude evitar separar mi boca para coger aire, pasando rapidamente por mi garganta como un chorro de agua fría. Le miré con una mezcla de picardía y lujuria... al final esto estaba resultando más divertido de lo que esperaba...


En el otro rincón de Londres...

Alice notó como había chocado contra alguien, un simple guardia.

-Así que el exorcista da caña ¿eh? Tendré que ponerme las pilas si quiero alcanzarle.

Con rapidez, Alice cruzó parte del palacio esquivando guardias, estatuas y cosas por el estilo. De repente vió al exorcista y con rapidez propia de una chica de su complexión fue a la dirección que estaba él, quedando cara a cara, para poder chocar con él y manejarlo a su entojo....

Fuera del palacio...

Los akumas se aburrían, y mucho, sobretodo el pequeño, que llevaba dos días de abstinencia, y eso para él, era muy malo...

-Mira, se acabó, yo me voy adentro, la zorra de Steph no se va a salir con la suya.

Y con paso decidido, el pequeño se adentró en el palacio en busca de una víctima...

Estaba sorprendido cuando sentí que los labios de ella se movían con picardía hacia los míos, jamás pensé que ella lo recibiría con tal gusto que tuvo que lamer mi labio superior para entrar su lengua a mi boca. Entonces, yo intente seguirle el ritmo moviendo suavemente mis labios y entrar atrevidamente a su dulce boca.

Se sentía genial. El beso que ella me había dado y permitirle hacer, era sencillamente mágico, y al tratar de dominar la situación, fue algo que me hubiera gustado hacer toda la eternidad. Entonces, con la mano que sostenía su cintura con firmeza y al a vez suavemente, acaricie su espalda con mi pulgar.

Pero todo lo bueno, tenía un final. Ella se había detenido y alejado de repente, y descubrí que era para tomar un sorbo de aire; para que, a continuación, me mirase de una forma tan linda que podría renunciar a todo para ver de nuevo sus ojos apuntando a los míos. Yo solo la vi a sus bellos ojos y le regale una sonrisa, una que era de estar feliz de haberla conocido. Sin darme cuenta, me había enamorado de ella de primera vista.

-Supongo que antes te lo han dicho, pero quiero decirte que eres muy linda- me atreví a decirle después del beso, acariciando su cabellera roja con esa misma sonrisa a sus ojos.

Pero, el final aun no terminaba; mi mente, comenzaba a resonar; mi corazón, a latir más fuerte y mi conciencia, me gritaba a gritos que esto estaba mal. No podía estar con ella mucho tiempo. Es en ese momento que recordé a Kento y la misión que tenia pendiente; y sin darme cuenta, esa sonrisa que le había dado a ella comenzó a cambiar a una mas seria.

-Vámonos que nos esta haciendo muy tarde, y te enfermaras si llega la noche- Recobrando esa sonrisa mientras me iba de nuevo caminando un poco pensativo de lo que había hecho. Hice mal en fijarme en una mujer en plena misión y cuando tenía una misión de la orden, pero era ya muy tarde. Suena el Reloj de la Torre.

Kento seguia caminando por el pasillo, evitando posibles encuentros con los guardias, algo le hacia temer de que en cualquier momento podria aparecer en otro sitio y perder parte de su memoria, asi que no debia entretenerse con mas guardias

Cada vez la niebla se volvia mas densa, pero no se bloqueaba su mente como la otra vez... eso significaba que debia de estar mas cerca de su objetivo, el chico acelero el paso para tratar de llegar lo antes posible hasta que choco con algo.

Parecia una chica joven, tal vez ella tambien hubiera perdido los recuerdos o era la hija de algun noble de Londres y no sabia que pasaba, en todo caso y pese a todo lo que penso con anterioridad, hablo para disculparse y tratar de seguir

-Lo siento mucho, no la habia visto pasar por aqui

[off: voy a cambiar el color de Alice a blanco para diferenciarse del diálogo de kento ok?]

Viendo esa linda sonrisa no pude evitar esbozar una sonrisa, y menos cuando me había dicho lo linda que era. Por un lado me parecía bien, porque era lindo y agradable, pero por otra parte mi conciencia se resintió por que para no variar, ya había echo una de las mías. A veces me sorprendía a mi misma lo cabrona que podía ser, ya hablando mal, esta vez como manejaría la situación ¿Le rompería el corazón?, ¿Lo seduciría más? ¿o simplemente me desharía de él? Estaba claro que mi alma iba ir al infierno sin dudar siquiera un miserable segundo... pero seguramente me lo pasaría mejor así.

En cualquiera de los casos, el mal estaba hecho y mi otra cara sonreía con maldad, un corazón más para el cajón, como se suele decir...

Y el chico parecía que en lo más profundo de su ser lo notaba, porque cuanto más cariñoso era conmigo, más me atormentaba mi conciencia... maldita sea ella y todas sus consecuencias... pero algo estaba claro, iba a dolerme algo la marcha del joven, aunque no supiera porque me llamaba tanto la atención.

-Vaya gracias Near~. He de decir que esta es la más sincera que he oído en mi vida.- Dije mientras notaba como tocaba mi cabello.

Sorprendentemente noté como se ponía serio y rapidamente volvió a sonreir... conocía esa mirada, y algo gordo iba a suceder, o estaba por suceder... ¿Qué se llevaría entre manos? Estaba claro que si tanto me llamaba la atención no era por que fuese lindo...

-Vámonos que nos esta haciendo muy tarde, y te enfermaras si llega la noche.

Muy considerado por su parte, pero a pesar de su posición conmigo algo me carcomía por dentro. En ese momento sonó el reloj...

-Dime Near~¿vamos a ir al reloj?... No se porque... pero creo que tenía que ir allí...- Dije pensativa.

En el palacio...

Alice consiguió su propósito... chocar contra el exorcista, aunque calculó mal la velocidad y la fuerza y acabó por hacerse daño en la nariz.

-Lo siento mucho, no la habia visto pasar por aqui

-Pues como para no verme, ay.- Dijo Alice sujetándose la nariz.- Menos mal que por lo menos no me la he roto...

Alice se levantó del suelo y sacudió su falda negra y su camisola blanca. Contenta por haber conseguido lo que quería, ahora solo tenía que seguir el guión.

-Oye... siento mi reacción, pero es que me has echo daño... Oye, ¿sabes donde estamos?- Dijo mientras se obligaba a llorar para dar una expresión desconsolada.- Es que me levanté aquí, no recuerdo nada y hay unos bichos raros por aquí cerca... tengo miedo.- Dijo con expresión de terror

Cerca de ella se escondía 5 akumas de nivel 2 con diversos aspectos y el pequeño sentado en un ventanal.

-Empieza la fiesta chicos... ir atacando.- Dijo el pequeño con un amago sádico.

Los akumas obedecieron ipsofacto y se acercaron al exorcista y a Alice. Mientras Alice sonreía evitando que la mirara el exorcista, los akumas se acercaron y cuando ya estaban a la vista Alice gritó y se abrazó al exorcista con miedo.

-No puede ser, allí están...- Dijo llorando.

-Dime Near~¿vamos a ir al reloj?... No se porque... pero creo que tenía que ir allí...- dijo la bella mujer después de sonar el reloj. Yo me quede sorprendido, y a la vez asustado; ya que, es hay donde tenia que ir, y mi mente me volvió a recordar que tenia cosas que hacer.

–Claro, creo que también yo tengo cosas que hacer- le dije mientras me atrevía tomar su mano para poder sentir su calidez de nuevo y después poder a caminar con ella.

En pleno camino, recordé de nuevo el beso que ella me permitió dárselo, y comencé a sonrojarme de nuevo. –Creo, que me pase con ese beso, ¿no te parece?- empecé hablarle mirandola con una sonrisa un tanto timida.

Sin darme cuenta, ya estaba en el comienzo del puente que daba a la torre del reloj, felizmente la niebla que hacia que pierda la memoria, aun no llegaba, así que tenia que aprovechar lo máximo para que coger la inocencia antes que los akumas.

Blacky comenzaba a perseguirme calle tras calle desde arriba, atrás mío. Un poco alejado para que nadie lo viera, incluyéndome. Aleteaban sus alas suavemente para que no fuese tampoco escuchado. Y siempre estaba cerca por si perderme seria un problema.

En la torre del reloj, un sujeto con unas mantas viejas, comenzaba a ver lo que sucedía, y por que tanto escándalo. Vio a la jovencita y el joven que estaban en el castillo por medio de una ventana y algunos akumas esperándolos. Pero por extraño que suene, solo miraba.

-Pues como para no verme, ay. Menos mal que por lo menos no me la he roto...

Ahora que la tenia mas cerca podia observarla con mas detalle, era casi una niña pequeña, esta tenia el pelo largo y azul (o celeste, no podria decirlo con mucha exactitud dada la niebla que habia), vestia una falda negra y una camisola blanca y su piel a veces daba la sensacion de estar viendo a alguna muñeca.

-Oye... siento mi reacción, pero es que me has echo daño... Oye, ¿sabes donde estamos? Es que me levanté aquí, no recuerdo nada y hay unos bichos raros por aquí cerca... tengo miedo- decia la chica entre sollozos, mostrando terror en su mirada.

-Esto es el palacio de Westminster, es un sitio en que resula facil de perderse ya si niebla, asi que imaginate ahora- decia medio bromeando para tratar de animarla, aunque nunca fue demasiado bueno en ello.

En su familia el era el mas serio de los dos, mientras que el animo y las ganas de bromear las heredo su hermana mayor, quien era tan bromista que incluso se le hacia dificil aguantarla en el transcurso del dia aunque gracias a ello pudo endurecer su caracter.

Pero no habia mas tiempo que perder, al poco un grupo de akumas se situaban justo al frente de ellos, se trataba de un grupo de 5 niveles 2 dirigidos por un crio estrafalario que le daba las ordenes ¿Otro ACM? Lo que faltaba...

-No puede ser, allí están...- decia la aterrorizada chiquilla abrazandose al japones, el chico en afan protector la cubrio con un brazo mientras que su inocencia se activaba sin ninguna orden, casi de forma inmediata en cuanto el chico la empuño

-No te prepcupes, no alcanzan ni a una tortuga con reuma- dijo el chico preparando su nueva tecnica, habia pensado en algo que le permitiria poner a salvo a su protegida- ¡Distancia Gelida!

Al mover la guadaña emergio una onda expansiva de ella, pero su objetivo no eran los akumas si no una de las paredes que tenian cerca, al chocar con esta no tardo en hacerse escombros y levantar una nube de polvo ante sus enemigos, lo que le daria el tiempo de buscarle un escondite a la chica

-¡Apresurate!- dijo cogiendola de la mano y hecharon a correr, corrieron durante un largo minuto hasta que se cercioro de que no les seguia y entro en una habitacion al azar.

-Por los pelos...- suspiro y miro a su acompañante, quien parecia no haber sufrido daño alguno- Escucha, voy a hacer que todo vuelva a la normalidad, mientras quedate aqui ¿De acuerdo?