Misión a Londres, ¿la ciudad de la niebla o del tiempo? (Kento y Near)

-A ver....veamos....Estaba corriendo hacia donde se produjo una explosion y entonces...

-Chico, de no ser porque no puedo te daria el premio a la excusa mas estupida para tomar un trago- le respondio uno de los presentes poco despues de tomar un trago.

¿No era ese el efecto de la inocencia que estaban buscando? Habia gente que perdia los recuerdos sobre ciertas acciones que realizaban durante el dia y muy probablemente le habia pasado a el tambien, ahora si tenia total certeza de los acontencimientos.

-A esa hora, cuando la niebla se vuelve mas densa es cuando entra en efecto y borra los recuerdos de la gente que anda cerca- Sentencio para si en pensamientos, luego miro como actuaban las personas con la que estaban -No actuan como si hubiesen despertado o como si no les sorprendiese estar asi, he de haberme alejado mucho...

Con agilidad, tiro la botella y salio de aquella calle, tal y como calculaba el Big Ben ahora estaba mas lejos, debio haberse ido a la otra punta de Londres.

-El efecto ahora es lo de menos, ahora lo que cuenta es darse prisa- El chico corria por las calles evitando a cuantas persoans se cruzaba en su camino

[off:Bueno ya llegué a mi querido ordenador así que estaré más activa...así que prepárense chicos kukuku]

Observé con mal humor la sombra de Londres. Debíamos estar a unos 5 o 6 km de allí, pero una densa niebla cubría absolutamente todo el centro. Me extrañó, ya que hacía una semana o dos que había estado allí y no había notado nada extraño. ¿Sería acaso una acción de la inocencia? Si era así, algo la había activado... y realmente tenía gran curiosidad por saber que fue lo que lo provocó.

Noté un pequeño empujón, había sido Alice que con un movimiento del tren se había desequilibrado un poco.

-Alice~ ¿estás bien?- Le pregunté con un deje de ternura.

-Si, si, es que me he tropezado.- Me miró con una expresión preocupada.- Señorita... ¿Crees que se enfadará con usted por haber tardado tanto?

Alice se estaba refiriendo al Conde. Con un ligero deje de pasotismo volví a mirar el paisaje.

-Espero que no... solo fue un despiste. Además, ha de entender que un fin de semana de compras es importante para una dama de mi categoría.- Dije mirando mi anillo

Escuché a Alice resoplando por mi explicación y una breve risotada por parte de mi pequeño.

-Menuda excusa más pobre querida Stephanie.- Dijo sarcasticamente el akuma rosado.- Más te vale que consigas esa inocencia si no quieres ser castigada. Lo que hay que oír, un fin de semana de compras... que superficial eres pelirroja.- Dijo mientras me movía el pelo.

-¡Ja hojalata rosada!, que gracia me haces, ¿qué sabrás tú sobre moda? Pobre de ti, tú no puedes ponerte ningún traje, mi pequeño soldadito.- Dije matizando las tres últimas palabras.

El pequeño se echó hacia atrás con expresión dolida, o por lo menos la intentaba.

-Que cruel eres, ¿qué culpa tengo yo de haber sido la creme~ de la creme~ siendo humano eh pelirroja descocada?

Eso fue un golpe bajo, y habríamos discutido si no llega a ser por Alice, que nos cogió de la mano y se nos acercó con una expresión sádica y fría.

-Si no os estáis quietos me dará lo mismo que seáis mis superiores... os desollaré vivos a los dos, de una manera u otra ¿está claro~?- Dijo con cara de pocos amigos.

Aunque sabía que los akuma nivel 3 no expresaban sentimiento negativo alguno, noté como el pequeño si lo hacía. Era muy raro ver a Alice tan enfadada, con lo que tragué saliva, miré hacia otro lado y me dispuse a salir del vagón.

Hacia una bonita noche... pena que la niebla no dejase ver nada. A lo lejos vi un niño que se nos acercaba corriendo, un simple nivel 2... pero muy cuco he de añadir.

-Señorita, cuanto ha tardado, pensé que no vendría.- Dijo con desparpajo el akuma.- Había 3 exorcistas pero ahora solo quedan dos, uno tiene guantes y otro una guadaña, parecían fuertes...

-Ooohhh así que, dos presas para mi ¿no?- Dijo el pequeño saliendo de la nada.- Umm... hacía tiempo que no me encontraba con dos chicos, será divertido.

-De eso nada monada, llevo tiempo aburrida, y te recuerdo que la última vez te los quedaste tu todos.- Le dije mientras que lo señalaba con un dedo.

El pequeño bufó molesto.

-No es justo Steph.- Dijo llamandome por mi nombre de pila.- Es que... compréndeme, los franceses me aburren, yo quiero algo nuevo, los chicos son como los vestidos, el mismo color aburre ¿no?

Zas, en toda la llaga. El pequeño me había dado donde más me dolía... que bien me conocía.

-Ejem... A lo que iba el Conde me dijo que había que crear más akumas ¿no? Mi pequeño, esto te lo dejo a ti. Búscame presas para convertir en akumas. Ya sabes a que tipo me refiero.- Dije mientras le guiñaba un ojo.- Y tu enano, hazme el favor de llevarme a donde están esos exorcistas, está vez quiero llevarle una joya al Conde.

Asintiendo con la cabeza el niño me cogió de la mano y me llevó por la calle central de Londres. Mientras me despedí de Alice que iba al hotel, y del pequeño, que iba a ayudarme a crear nuevos akumas.

[OFF: Bienvenida Acid ^^…. ]

Sin parar de correr, estaba siendo perseguido por ese musculoso akuma.

-Maldición, si esto sigue así, tendré que luchar, y no creo poderle ganar a tal abominación- pare un momento y voltee para mirarlo –pero puedo intentarlo- dije apretando mis puños para que mi inocencia me pueda dar fuerza.

-¡Ahhh!- decía el monstruo cuando se me acerco lo suficiente para con un solo golpe de su tremendo puño, me lanzara hacia unos cuantos metros.

Mi cuerpo lo había lanzado tal lejos que en un par de segundos ya estaba en la azotea de una casa. En ese momento me acorde que mi inocencia lo había activado así que estire mi mano hacia el musculoso y a continuación dije: -¡DualNova!- con euforia pero me di cuenta que no salía nada, vi y sentí que no estaba activada mi arma. –Maldición esto esta mal, muy mal- decía mientras aun estaba en el aire pero esta vez cayendo hacia la otra casa.

La abominación comenzaba a correr lo que podía, ya que también era un poco lento, con sus cuatro extremidades hacia mi; salto y con otro golpe me lanzo hacia abajo, haciendo que mi cuerpo impactara rápidamente y a la vez fuertemente, contra el piso.

-¡No, no no no no no!- Dije repetidamente resonándome de dolor – ¡Demonio... no me subestimes!- comenzó a pararme mientras que el otro me miraba y sacaba su asquerosa lengua.

Una gran soga pegajosa hecha al parecer de carne me envolvía todo mi abdomen y me comenzó a jalarme hacia atrás -¿ahora que?- dije yo mientras estaba siendo arrastrado hacia atrás.

Me di cuenta que era otro akuma que estaba detrás mío.

[OFF: parezco un ACM con tanto akuma que me pongo xD]

El chico corria a una velocidad considerable, en parte le estaba recordando a cuando corria por los arboles evitando ser visto por cualquier persona, era uno de los recuerdos de infancia.

-Quien sabe.... tal vez cuando acabe todo esto vuelva a JApon y me convierta en algun tipo de ninja.... nin nin nin- penso para si mientras por primera vez en mucho tiempo una sonrisa se reflejaba en su rostro.

De repente ante el se le aparecio un akuma extraño, su anatomia era igual a la de una persona, pero parte de su cuerpo se giraba sobre su cintura, tambien llevaba un par de mazos y una cara deformada, el ojo derecho se situaba en donde estaba la nariz y viceversa y su boca se situaba en la nuca

-Al fin...por fin

-¿Encuentro un exorcista y ahora preparate a morir?- desefundo la guadaña, mostrando una mirada asesina- Tu cabeza sera un buen pisapapeles, en mi habitacion los papeles siempre acaban por los suelos ¿Lo sabias?

Deslizándome junto al niño por aquellas calles notaba como el aire estaba viciado. Esa maldita niebla iba a provocar un encrespamiento en mi pelo en cuestión de minutos. Lo más raro era el espesor de aquella niebla, era distinta a las demás.

-Oye querido.- Dije dirigiéndome al niño.- ¿Cuánto tiempo lleva la ciudad así?

-Cuestión de días señorita, dos a lo mucho. Yo evolucioné hace poco con lo que no le puedo asegurar con exactitud la fecha.- El niño me miró con sus grandes ojos azules. Tsk, que pena que fuera akuma, habría sido un chico muy lindo.

Sin apenas inmutarse de la precaria situación en la que nos encontrábamos el niño avanzaba por aquellas calles cubiertas de niebla. Apenas podía ver mis pies, con lo que le avisé para que parásemos.

-Mira cielo, no se vosotros los akumas, pero sigo siendo humana a pesar de todo y he de decir que con este vestido una no se puede mover así que espérate un instante.- Dije malhumorada.

Con un fuerte tirón, desgarré el vestido a la altura de las rodillas. Una vez colocada y con mayor soltura me acerqué de nuevo al niño y le di la mano.

-Bien, por precaución será mejor que me guíes... no veo absolutamente nada y no quisiera perderme.

-Como siempre ¿no querida señorita~?- Dijo una voz a lo lejos.

Con unos leves toques en el suelo noté como algo, o mejor dicho alguien, se colgaba de mis brazos.

Aunque no veía muy bien si pude notar el reflejo azul de sus cabellos y la fragancia a vainilla que desprendía. Con una gran sonrisa la apreté más contra mi pecho.

-Eyyy... ¿Qué paso Alice~?¿Acaso no puedes dormir sin mi?- Dije con una enorme sonrisa.

Un pequeño por parte de Alice me hizo liberarla de mis brazos.

-De eso nada, solo que me aburro en la habitación. La última vez que fui contigo esa mariposa rubita( véase naggar ) se me escapó, pero esta vez quiero ayudar.- Dijo mostrando sus pistolas.

-No tengo otra opción por lo que veo... Bien, pequeñajo acércanos todo lo que puedas al reloj, quiero ver con mis propios ojos el efecto de esa inocencia. Me parece muy poco creíble lo que se cuenta.

El niño asintió rapidamente y nos cogió a ambas de las manos. Sin saber donde estábamos noté otra presencia... akumas, la mayoría del nivel 1. El pequeño había echo bien su trabajo, pero aún así no había muchos nivel 2, no se si con 5 de ellos me llegarían, pero mientras me bastaba para un reconocimiento de la zona.

Eso si, los akumas de nivel 2 prometían darme un buen espectáculo. Eran de apariencia delicados, con rasgos femeninos diría, salvo por la expresión que era una mezcla entre lujuria y crueldad. Divertido, sumamente divertido.

En ese mismo instante noté... más bien notamos todos los presente como un golpe seco, como si nos quitaran la respiración. Agarré fuerte la mano de Alice...¿Qué era aquella sensación?

El akuma que me había acorralado era un ser de apariencia delgada con algunas deformaciones en su rostro que hacia parecer unas burbujas de carne, sin mencionar que la soga de carne en realidad era una lengua extremadamente larga.

Yo seguía siendo arrastrado y a la vez el akuma musculoso estaba caminando hacia mí, con una tranquilidad inédita. El demonio que me había arrastrado hacia él, me sujeto con sus brazos y solo sonrió –Al fin te tenemos exorcista- me decía mientras me abrazaba cada vez mas fuerte –je~ no sabes con que te has metido- con una sonrisa un tanto misteriosa -¡Inocencia actívate, nivel 2, Supernova!- en eso, de nuevo mis guantes de nuevo comenzaron a quemarse como la primera vez pero con el detalle de que esta vez mis guantes no crecían ligeramente, sino, que se convertían en un especie de guantes de metal y salían nuevos cuchillos mas cortos pero mas aerodinámicos.

-¿nivel 2, Acaso tu?- decía el monstruo con un tono asustado –Así es, he entrenado para llegar en este nivel y tu ya no eres rival para mi. Ahora prueba mi nuevo ataque, Lightning Ground- en ello mis nuevas cuchillas salieron de mis mangas y entraron a la tierra en una velocidad ya casi sónica y saliendo en unos instantes debajo de mi agresor atravesándole el cuerpo y de nuevo regresaba rápidamente a la tierra y de nuevo los dos volvían a atravesar su, ya, lastimado cuerpo una y otra vez. Hasta que paro en un momento y regresar a mis mangas –Ahora tú- con una mirada seria que parecía perderse hacia el musculoso.

Después de haber terminado con el musculoso de la misma manera que el akuma de la lengua, comencé a correr rápidamente hacia la ciudad, ya empezaba a ver ciudadanos en sus deberes en el camino –Tengo que encontrar a Kento de inmediato, Blacky, sal y trata de contactar con él por favor- diciéndole a mi goleen que salía de mi camisa.

-¡Tu! ¿¡Como te atreves?!- dijo el akuma atacando de inmediato, su forma de girar hacia mas impresivible de que forma iba a atacar, ya que cambiaba los giros y las direcciones de forma repentina, pero al japones no parecia costarle, es mas.... extrañamente se reia a carcajadas

-¡Muerete de una vez! Maldito exorcista... ¡¡Muereeeeeeeee!!

-No tengo el gusto de hecharme la siestorra eterna, aunque tal vez pueda ayudarte a que concilies el sueño

El chico placo al akuma tirandolo hacia el suelo y hundio la hoja de la guadaña en el estomago

-Mejor suerte la proxima- de pronto su guadaña emitio un brillo azul aun mas intenso y el joven hizo fuerza de forma que la cabeza del akuma salio rodando, donde antes estaba situada se dislumbro la punta de la guadaña bañada en la sangre del monstruo recien decapitado, rapidamente se alejo para evitar la explosion.

-¿No era un nivel 2? Normalmente me costaba horrores derrotar uno- miro la hoja de su guadaña - Es raro... por un momento no era yo mismo. Tal vez no sea del todo malo

Me sentía aletargada, sin apenas percepción sobre la realidad que me rodeaba. ¿Qué era esta situación tan extraña, tan hipnótica...? Me sentía frágil, como un niño recién nacido que no quiere salir del vientre.

Sentí miedo, miedo por no saber donde me hallaba, por el simple hecho de sentirme entre algodones, de no tener nada ni nadie a mi alcance.

Con suma lentitud abrí los ojos y parpadee varias veces. No debí hacerlo, por que en ese mismo instante noté como el pecho se me oprimía, cortándome la respiración.

Oscuridad... una basta y extensa oscuridad era lo que me rodeaba. No había absolutamente nada.

¿Sería aquello el lugar del que me hablaba Claudia? ¿Un lugar vacío, pero a la vez cubierto por tus miedos? Desee que no fuera así. El hecho de quedarme sola me aterraba... y más todavía, ver mi reflejo en un espejo...

Pálida y sin apenas fuerzas, observé como en frente mía se alzaba un gran espejo, con marcos transparentes, casi inexistentes. Allí se reflejaba una persona. Una chica morena, de piel tersa, ojos casi transparentes y una larga melena cobre. Lo único que la afeaba eran grandes moratones repartidos por todo el cuerpo, y una gran herida en la cara, apenas perceptible por la sangre.

- ¿Claudia?- Mi boca se movía por si sola... ¿realmente era ella?- No puede ser... tú estás...

- Muerta...no es tan difícil de ver ¿no Stephanie?- Su voz era inconfundible, expresaba carácter, pero a la vez ternura.- Han pasado muchos años...

No se movía de su sitio. ¿Me estaría volviendo loca? No puede ser. No, no quiero verla, me hace daño, quiero irme, escapar... lo que sea...

- ¿Me tienes miedo? ¿Acaso te sientes culpable?- Su rostro no expresaba ninguna expresión.

Si, si lo tengo, me siento rara, quiero irme.

- No, no siento miedo, pero si culpabilidad...¿Qué haces aquí?¿ Qué quieres de mi?...¿Vienes a vengarte a caso?

- ¿Es obvio no? Estoy aquí por que tú me lo has pedido.

- No es cierto, fuera,fuera de aquí, de mi cabeza de donde sea... pero déjame sola.

Claudia sonrió a través del espejo.

- Tan niña como siempre... con tus miedos y tus penas... Dime ¿eres feliz?

Un latido de mi corazón respondió a esa pregunta. Y junto a ello, unas lágrimas para cerciorar esa respuesta.

El reflejo desapareció en ese instante, y un fuerte ruido perforó mis oídos, el espejo se había resquebrajado en varias secciones... y en uno de ellos se leía con dificultad la palabra ¨heart¨

Otra vez miedo, no, terror. Me encogí sujetando ambas rodillas con las manos mientras me acunada a mi misma. Las lágrimas fluían sin parar, y no había forma de pararlas. Miles de voces me atormentaban.

- Maldita maldecida, ¿te crees acaso mejor que yo? Muérete!!

Voces similares me perforaban como arpones afilados... No más, no quiero, dejadme.

En ese momento, una mano apareció ante mi. Una piel blanca, lisa, aterciopelada. Una melena azul, suave como el algodón, unos labios cálidos, húmedos, tiernos...


-¡¡Stephanie!!¡¡Vuelve!!

Una voz rondaba mi cabeza... ¿seguiría en aquel lugar?

Sentí un cuerpo pegado al mío, unas gotas bañando mi clavícula, unos sollozos entrecortados...

-A... ¿Alice?- Pregunté casi en susurro.

Abrí los ojos, y parpadeandp varias veces visualicé una melena azul cobalto. Con rapidez, Alice alzó la cara, hasta conectar la vista entre las dos.

-Stephanie...- Dijo sollozando.- Estás bien... que susto me has dado... Estabas tan pálida, y tenías convulsiones...- Cada vez estaba más alterada.

Incorporándome sellé sus labios con un dedo y le sonreí con ternura.

-Tsk, pequeña, ¿pensabas que iba a morir en medio de... de...? ¿Dónde estamos?

A nuestro alrededor la oscuridad nos ocultaba la mayor parte de la tierra en la que estábamos, pero con dificultad se pudo deslumbrar una especie de fábrica.

-¿No te acuerdas?- Preguntó Alice con preocupación.- La niebla nos movió hasta aquí y investigamos toda la fábrica, pero al salir te desmayaste... Yo lo que no recuerdo es, que demonios hacemos en Londres.

Así que era cierto lo de la dichosa Inocencia, yo no me acordaba de una cosa, mientras que Alice había perdido los recuerdos de otra. ¿Qué más sorpresas nos depararía la Inocencia?

-Vaya... es por una misión Alice, pero ahora es lo que menos me preocupa...He de localizar a los akumas.

Con un simple movimiento de mano, varios akumas aparecieron en torno a nosotras. Parecían algo afectados, por que algunos me miraban como si no me hubiesen visto nunca. Algo más atrás estaba el pequeño, que se acercó a nosotras.

-Vaya Steph, pensé que iba a ser libre de una vez.- Dijo con expresión macabra.- ¿Pero que haría yo in una compañera de juegos tan divertida?

- Cierra el pico querido, espero que me traigas nuevas.- Se me estaba acabando la paciencia, quizá por lo sucedido anteriormente.

- Que malas pulgas querida... Pues si, han localizado a un exorcista, que por los rasgos diría que es japonés... y muy mono por lo que parece.- Dijo mientras que alzaba su mano hacia la boca.

- Llevame allí pues.- Dije casi en un susurro.

Con algo de dificultad me acabé de levantar y junto a Alice me monté en un akuma nivel 2. Era blandito, dabn ganas de dormirse... pero el trabajo era lo primero....

Blacky había estado aleteando sus alas rápidamente en velocidad constante hacia la ciudad primero. Veía muchas personas trabajando en el camino, animales siendo llevados por su duelo, y varias cosas más comunes en Londres. Luego de varios minutos vio la torre del reloj, y escucho el estruendo de la hora, es en ese momento en donde la niebla comienza a espesarse a tal punto que no se veía nada, ni siquiera las alas del pequeño goleen.

Por otro lado, Near, estaba corriendo buscando por otra dirección haber si tenía más suerte que Blacky. Sin Embargo, se choco con los buscadores que estaban en pleno camino

-¿Señorito Near?- Decía uno de los buscadores encapuchados en el piso en por el impacto repentino -… Preferiría que me llamasen Near nada más, y nada que señorito… XD…. Mejor suena joven ¿no lo creen?- les decía riéndome un poco por aquella palabra que había añadido el buscandor.

–Discúlpenos– mientras que el otro se paraba –es que nos perdimos repentinamente y no sabemos que habrá pasado- seguía mientras se limpiaba el polvo–hemos encontrado a los dos otros buscadores que estaban con el joven Kento y dicen que también ha desaparecido-

-¿Qué?- les decía –Eso es muy malo. Una de las razones de que lo acompañaran era también era saber la posición de cada uno. Ahora, solo espero que mi goleen lo encuentre-

-Una pregunta joven Near… - me decía el otro mientras sacaba su capucha –Recuerda que le dije que nos conocíamos…- me dijo con una voz seria y un tanto confusa –pues… digamos que tenemos que hablar sobre los granjeros que estaban viviendo con usted 6 meses- los granjeros era una palabra que no había escuchado hace mucho tiempo, y se a lo que se refería, pero… algo estaba estremeciendo mi corazón, resonante en busca de respuesta, trague salía y comencé a caminar con ellos – Vámonos a buscar a Kento mientras tu me explicas los detalles por favor-

Sin embargo, la hora de la niebla había comenzado, esta, había estado siéndose mas espesa en donde estaba yo esta vez, y como a poco estaba siendo cubierto por la gente y el equipo que estaba hay. Sujete la ropa de los buscadores y automáticamente cerré los ojos para que nada pasara, uno de ellos me abrazo, no se si por miedo o por precaución.

Cuando abrí los ojos, me di cuenta que aun estaba siendo abrazado, pero…. Mire fijamente y era una bella joven pelirroja con sus lindos ojos violetas. Su cuerpo era cálido, y hacia que mis brazos actuasen solos para no me dejara de abrazarla. Yo, solamente estaba viéndola sin decir nada pero a la vez de ¿Qué diablos hago acá?

Por el lado del goleen, Blacky se encontraba en un espeso bosque y le lejos veía a su objetivo, Kento.

[Editado.... por razones que encontraran más adelante ;D]

El chico decidio hacer su maniobra preferida, que era la de subir al tejado de una casa para avanzar con mayor libertad, aunque observo que eso ponia peor las cosas para ver el suelo.... tendria que bajar mas adelante, pero por ahora se veia en la necesidad de hacer memoria.

Recordaba la mision y su objetivo, debia de llegar lo antes posible al Big Ben y recuperar la inocencia, pero.... ¿Vino él solo esta vez? ¿O tenia otro compañero?

-Una mision a mis espaldas y llevarla solo....es lo peor que se me podia haber ocurrido esta vez.. ¡Espera! Las misiones siempre son en duo, he tenido que venir con alguien, pero... ¿Le habre dejado tirado?

Ahora tenia dos opciones, ir directamente al Big Ben o tratar de encontrar al otro compañero.... Por desgracia para el joven imagenes de su fracaso volvieron a hacerle mella hasta en el alma y se decanto finalmente por dar prioridad a la Inocencia, bajo nuevamente a las calles y reanudo su frenetica carrera

[off: etto dark la chica que te mete mano soy yo? si es así... tiene los ojos violetas XD y si no es así modifico el post]

Mientras que dormitaba subida en el akuma, noté como Alice hablaba en sueños. Hablaba en bajito, casi ni se le escuchaba, pero pude escuchar con facilidad la palabra ¨chocolate¨. No pude evitar reírme un poco. Su manía de comer dulces a todas horas iba a acabar con ella.

Siguiendo la estela del poco cielo que se avistaba, los akumas se deslizaban como las máquinas que eran. Algo aburrido, desde mi punto de vista.

En ese momento noté como uno de ellos se paraba bruscamente. En ese momento observé lo que se nos avecinaba, de nuevo, la niebla tragaba superficie a su paso, y esta vez más rápida que la anterior.

Con rapidez, fui junto a Alice... y mientras la niebla nos cubría me dispuse a protegerla con mis brazos.

Un torbellino asoló de nuevo a mi mente... otra vez en la misma situación, los mismos gritos...

Pero esta vez no hubo espejo, ni oscuridad, ni a mi frágil Claudia.

Noté como estaba abrazada a alguien. Por su complexión deduje que era un chico. Notaba el calor que desprendía su cuerpo, y con delicia escuché los latidos de su corazón. Se sentía bien, daban ganas de no soltarlo nunca. Pero la cuestión era ¿Qué hacía abrazándole?

Con cuidado alcé la cara y fijé mi vista en unos bonitos ojos verdes. Era un chico alto, delgado pero fuerte, y con un lindo cabello rojizo... y lo más probable es que le sacara un par de años. Por lo que parecía ni siquiera él sabía que había sucedido. Miré su ropa, vaya este uniforme me sonaba de algo...¿de qué sería?

-Esto... ¿Qué hago abrazándole?- Dije sin soltarlo, estaba realmente a gusto.- No me acuerdo de nada...

[OFF: no... te equivocastes pero de igual manera seguire tu juego xD!!!......ewe quiero que sea un poco más emocionante~.... Ademas, si me hubiera equivocado... hubiera puesto bien tus ojos y otra cosa más xD]

Al poco rato me estaba dando cuenta que estaba en un parque con arboles en casi todas partes; arbustos, que estaban alrededor del lugar; y un camino que parecía estar en cruz. Mis brazos aun no paraban de abrazarla, realmente se sentía bien, tanto, que no quise soltarla y empezar a abrazarla mas fuerte.

De repente ella hablo -Esto... ¿Qué hago abrazándole?- y me di cuenta que estaba haciendo mal así que rápidamente la solté y retrocedí para atrás. –No lo se, ¿tu qui-quien e-eres?- dije sonrojándome por primera vez -¿y de-e donde-de e-eres?- me atreví a decirle después mirándola a sus lindos ojos.

Estaba nervioso, jamás había experimentado tal sensación tan vergonzosa. ¿en que momento me deje llevar por mis emociones?, no lo se, solo se que estaba ella hay y que no sabia que hacer, mas, solo esperar su respuesta.

Por otro lado, Blacky estaba aleteando rápidamente detrás de kento, él parecía no saber que el estaba hay, así que trato de mantenerle el ritmo hasta que de unas buenas aleteadas pudo estar a la altura del compañero de Near; y de pronto, lo golpea con todo su cuerpo a la cabeza del exorcista. Haber si esta vez le hacia caso.

Kento corria todo lo rapido que podia, en su mente solamente cabia una cosa.. conseguir la inocencia a toda costa antes de que comenzase a haber gente muerta a causa de su ineptitud y su tardia habitual, esperaba al menos no confundirse de direccion y dar con ella...

De repente algo le golpeo en la cabeza con mucha fuerza, el chico con lagrimas contenidas en los ojos se giro que o quien le habia dado, se encontro con un golem revoloteando cerca de el.

-Mi golem no es asi, ademas le llevo en el bolsillo, este es de... como se llamaba... ¿Near?

Primero los buscadores y ahora el golem, no podia perimitirse el lujo de dar la vuelta atras en busca de su compañero, le haria perder mucho tiempo. Debia confiar en que podria defenderse por si solo ¿Debia?

La imagen del exorcista encontrado en Brasil parecio por un momento aparecerse ante el como si lo tuviera al frente de nuevo, ¿Tendria miedo de que otro exorcista acabara igual?

Se sacuidio la cabeza, mas razon le daba para encontrar la inocencia, habia que evitar peligros innecesarios....

-¡Dile a tu dueño que se apresure! ¡Yo ire al punto de destino cuanto antes!- dijo seriamente al golem antes de volver a largarse

[off por dios...bueno me gusta más así(?)]

Noté como el chico reaccionó y me soltó rapidamente. Aunque estaba más relajada que él todavía estaba consternada por lo que había sucedido.

-No lo se, ¿tu qui-quien e-eres?¿y de-e donde-de e-eres?- Dijo el chico entrecortadamente mientras se sonrojaba.

-Ya somos dos entonces... me llamo Stephanie y soy francesa querido. Aunque creo que ninguno de los dos sabemos lo que ha sucedido...- Resoplé mientras que con una mano moví mi cabello.- En fin querido, creo que tú sabes ligeramente más que yo....por cierto, ¿eres de algún sitio en concreto? Me suena tu ropa, pero no se de que. En fin, creo que será mejor que me vaya... adieu~

Moviendo la mano con despedida me giré sobre mis tacones y me dirigí... auna dirección cualquiera, sin Alice al lado me perdería seguro pero más adelante podría llamar a alguien que me viniera a buscar. En ese momento una gélida ráfaga atravesó mi cuerpo haciéndome estornudar.

-Iiiii que frío.- Dije mientras intentaba darme calor en los brazos.- Está claro que ir con un corpiño en invierno no es una buena idea.

Rapidamente volví a girar sobre mis tacones y me abalancé sobre el chico.

-Espero que no te importe, pero tengo frío, no se donde estoy... y estás calentito...¿Te importa?- Dije mientras lo miraba haciendo pucheros y metía mis manos dentro de el abrigo deél... realmente se estaba a gusto.

Mientras tanto, en la otra punta de Londres...

Una malhumorada peliazul se movía de derecha a izquierda como una poseída mientras que un soldado rosa la mirada burlonamente.

-¿Que pequeña? ¿Echas de menos a alguien?- Decía mientras se reía

-A mi no me hace gracia pavo real de hojalata, Steph tiene el sentido de la orientación sabe dios donde, y si no se acuerda de nada, como la mayoría presentes aún peor... Tú hazme el favor de ayudarme, es tu jefa ¿no?

-Realmente no enana, me ordenaron obedecerla... pero realmente voy con ella por que me divierto...¿ Y tú has olvidado algo?

-Si... creo que tenía un par de recados... pero no se cuales

-Anda, pongámonos en marcha al relojito de marras, ya nos la encontraremos.