Reclutamiento en New York

Luego que hice las preguntas, el mesero trajo el pedido rápidamente. Ella empezó a comer su comida al mismo tiempo que me explicaba lo que ella sabia de las preguntas que le hice antes.

Comenzó diciendo que las cartas eran algo importante para mi. Era verdad era el único recuerdo que tenia de mis padres y de mi pasado en el orfanato, era un recuerdo de quien era y porque estaba viviendo así.

También confirmo que por mi culpa la gente no podía salir del casino pero si salía talvez nunca mas hubiera conseguido un empleo así en mi vida. Donde conseguiría comer gratis, vivir gratis y un trabajo donde paguen bien lastima que ahora hasta el dueño debía de estar muerto.

Cuando estaba por terminar de beber mi agua me hizo una pregunta muy fuerte para todo lo que estaba pasando. Ella quería que la siguiera y me convertiría en un exorcista como ella. También me explico que era un exorcista. Claro no me iba a invitar a formar parte de algo si no me decía que era ese algo. Un exorcista era una persona que era compatible con la Inocencia y matan Akumas, buscan inocencias y gente compatible con ella.

Me quede callado un tiempo y termine de tomar toda el agua. Lo pensé muy bien y dije –Antes de tomar una decisión me podes decir ¿Qué pasara con el casino ahora que hay tanta muerte en ese lugar y que pasara con los familiares de la gente que murió?- En verdad esas preguntas no eran muy importantes pero podían servirle a los familiares de esa gente. A pesar de ser un tipo frío Hisoka tenía un poco de sentimientos.

Spoiler:

La pregunta no era nada difícil, pero no tenía una respuesta concreta, alguien con buenos sentimientos iría a investigar y avisar aquellas muertes, un exorcista por en cambio se quedaría callado para que ningún akuma más se haga en el mundo.―No sé que pasará con los familiares, pero ni tu ni yo ni nadie dará aviso de lo sucedido, para evitar que más akumas existan―Le contestó, alzando su diestra y pidiendo la cuenta de la cena, el mesero se acercó nuevamente dándole el precio por su compra, no fue demasiado, lo pagó enseguida.

―¿Estás listo para tomar una decisión? O quieres que te dé tiempo―Le anunció Doll al chico, levántandose de su lugar y comenzando a salir del restaurante, ya habiendo pagado su deuda por la rica cena que había recibido, no tenía demasiada prisa por irse ya que no deseaba tomar nuevamente otro barco después de apenas unas horas de desenbarcar.

Esperaba que el chico en cuestión le siguiera, aunque básicamente ella no sabía a donde ir o exactamente que hacer, se detuvo en la puerta del restaurante y miró hacia los dos lados, ahora el lugar estaba más repleto de gente que anteriormente, y supuso que así sería una noche normal en la ciudad de Nueva York.

Pronto en medio de las calles un problema surgía, se oían algunos gritos y no resonaban explosiones como normalmente la exorcista distinguía después de oír sollozos femeninos, así que Akumas no eran, más si una balacera.

Una muchacha de apróximadamente veinte años había presenciado la muerte de su novio a manos de su mejor amigo, a causa de un revólver y siete balas justo en el rostro, Doll para cerciorarse de que no fueran akumas se dirigió al lugar donde se oían los sollozos femeninos, al llegar vio a la chica en el suelo llorando desconsoladamente y gritando a los cuatro vientos las más grandes palabras que la boca de una señorita puede decir, laméntandose por su amor muerto y enfadándose con el chico celoso que le había masacrado su frágil corazón.

No había esperado a Hisoka, suponía que él le seguiría por mera intuición, pero no podía pasar aquello por alto.―Te dije que él era un chico malo―Anunció una voz masculina, proveniente del asesino quien ahora apuntaba a la cabeza de su amada, sus planes asesinos no sólo incluían a quien le arrebató lo más lindo que tenía, si no también a quien le había rechazado por ser solo amigos.

―Frederick, no...―Musitó la chica mientras las lágrimas cubrían sus pómulos pálidos que se tornaban de un leve rubor por llorar, Doll presenciaba todo aquello, sin decir palabra alguna, si acaso él tipo intentaba algo contra la indefensa chica... intentaría matarlo.

Doll había respondido mis preguntas y me entristeció un poco por los familiares que no sabrían nada por el simple echo de evitar que se crearan mas Akumas. No entendía mucho la respuesta porque ahora que lo pienso nunca me había dicho como se crean los Akumas pero creo que eso no era tan importante.

Vino el mozo y ella pago la cuenta. Luego se paro y me volvió a preguntar si quería unirme a ella y ser un exorcista. Yo tenía ganas de ser un Exorcista pero no sabia como matar estos Akumas y tampoco sabia como logre matar a uno de ellos, claro nunca fue mi intención hacerlo.

Me volví a quedar sentado pensando pero cuando se levanto y vi que esta en la puerta del restaurante me apure en seguirla. Talvez tenía algo que explicarme de más. A penas salí del lugar se comenzaron a escuchar gritos, gritos de una mujer. No era muy lejos porque sino no se los podrían escuchar.

Doll salio corriendo hacia una dirección que parecía ser de donde venían los gritos. Yo la seguí pero ella era muy rápida y hacia mucho que Hisoka no se entrenaba. Casi la perdía de vista pero logra aguantarle el paso bastante tiempo.

Cuando llego veo una escena algo rara. Eran una chica que era apuntada con un arma de fuego por un chico de casi igual de edad. Doll no estaba muy lejos de ahí pero la note muy interesada con lo que pasaba en ese lugar. Pero para decir la verdad tampoco entendía esto. Su trabajo no es salvar gente sino matar Akumas.

Cuando me acerque a Doll le pregunte – ¿Que esta pasando acá? Y porque hay un muerto en el piso- Cuando había terminado de preguntarle vi como cada vez mas gente se reunía en el lugar en forma de ronda y el chico y la chica estaban en el medio. Claro nadie hacia algo para detenerlo solo miraban como sucedía todo. Me daba desprecio por lo que la gente hacia pero bueno no tenía otra cosa que hacer yo en ese lugar.

La gente... miraba sin detener al tipo que tenía intenciones de disparar, que asquerosa y repugnante escena, Doll no pudo evitar asquearse al ver tanta gente alrededor, ¿A ellos que les importaba? o, ¿Qué hacían ahí parados sin hacer movimiento alguno? ¿Creen que con su presencia solucionarán todo o qué? ¿Acaso protegerán a la chica sin moverse? Gente más idiota en estos días, que no se atrevían a mover un dedo por salvar la vida de alguien, solo lo harían para salvar su vida propia.

El chico estaba a punto de apretar el gatillo, Doll dio un paso al frente y se paró en vista tanto de la chica como del chico, que al parecer se llamaba Frederick, su mirada cambió de una chica asqueada a una arrogante y sonriente.―Intenta disparar, pedazo de mierda viviente―Anunció la exorcista mientras sonreía arrogantemente frente a Frederick.

―¿Quieres morir tu también?―Le contestó Frederick, mostrando una sonrisa radiante de sadismo, mientras todas las personas miraban aquella escena sorprendidos de la valentía de una niña ante una pistola que no era de juguete, y tenía balas de verdad que habían atravesado al chico en el suelo justo por el corazón.―Señorita, aléjese... é-éste no es su problema, por favor―Rogaba la chica jalando la ropa de la exorcista.

Doll golpeó las manos de la chica cruelmente para que se las quitara de encima, la chica sorprendida no lo vió grosero, si no, sorprendente que no le hiciera caso, que no salvara su vida, que se quedara ahí para salvarla.―Actívate―

Disparo, el chico apretó el gatillo mientras la bala salía disparada hacia el pecho de la exorcista, todas las mujeres gritaban al igual que la chica sollozante, uno de los hombres que tenía traje de polícia se le había tirado a Frederick encima, golpeándole la mano con la que sostenía el revólver y lanzando aquella arma a varios metros de ahí, la bala había tocado las ropas de la exorcista y casi iba a atravesarla, pero ella actuó con rápidez e hizo polvo aquella bala con su inocencia, más nadie lo había visto por el hecho de que ella lanzó sus flores con la mayor velocidad que pudo.

Al hacer aquel movimiento tan rápido no pudo evitar cansarse tan solo un poco, ya desde hacía unos minutos que sentía que habían más de un akuma nivel uno, y también otra presencia aún más poderosa que la existencia de esas máquinas, cayó el suelo un poco agotada pero sonriente, nadie había muerto en su presencia, la chica llorona le abrazó fuertemente en acto de agradecimiento.―Gracias, mil gracias... ¿Podrías decirme tu nombre?―Dijo sonriente casi sacudiendo el débil cuerpo de Doll.

―Doll Nightray―Respondió la exorcista sonriendo dulcemente, mientras se soltaba del agradecimiento de la señorita, y se dirigía a Hisoka que suponía que había visto todo, lo jaló fuera de ahí pues tenía que decirle el como utilizar su inocencia, y no quería que nadie tuviera las intenciones de hacerle un chequeo médico por la escena que se vió, no quería responder preguntas acerca de lo sucedido, lo que hizo fue por que no quería que la mujer saliera lastimada.

―Si quieres saber utilizar tu inocencia, sólo haz lo que te dicte tu corazón―Lo dijo refiriéndose a lo que hizo por aquella señorita, ya que pronto se oirían explosiones en el lugar. Y tal fue su sorpresa que en vez de explosiones, la lluvia comenzaba a caer.

La gente intentaba escapar de las garras de la hermosa lluvia.

La gente seguía reuniéndose alrededor de esa escena desagradable por el muerto que estaba ahí. De repente Doll salio a defender a la chica y hacia bien porque si pasaba un poco más tiempo era muy probable que el chico disparara.

Pero lo que hizo Doll era muy precipitado a pesar de que era una exorcista con grandes poderes el podía matarla por la pistola. Pero lo que mas me sorprendió no fue que allá salido a defenderla sino que lo insulto y lo reto a dispararle. Ese era un gran signo de valor por parte de ella.

Pero la chica no era muy agradecida aunque seguramente no quería que salgan mas heridos por culpa de ella. Doll la golpeo cuando le comenzó a jalar la ropa de un modo que fue hasta violento. Pero lo peor fue que en ese momento el chico disparo aunque Doll ya estaba preparada y había encendida su inocencia y destruido su bala.

La escena había terminado y ya todo estaba bien aunque se canso bastante Doll por ese movimiento rápido que tuvo que hacer, lo pudo haber esquivado pero seguramente le podía llegar a otra persona el disparo.

De repente, luego de decirle su nombre, ahora si, a la agradecida de la chica Doll me saco de esa escena y me dijo que si yo quería usar mi inocencia tenia que hacer lo que dicte mi corazón. Parecía que no era difícil pero nunca las cosas buenas son fáciles. Pero lo que dijo no era una cosa que se debía pasar de largo.

Comenzó a llover y la gente salía corriendo como si la lluvia era de fuego o algo así. Para mi era mi tiempo favorito a pesar de que a mi no me convenía para mi negocio cuando estaba solo. Pero al ver cada gota cayendo en el piso, como formaban un pequeño charco yo ya estaba seguro de cual era mi decisión sobre si ser o no un exorcista. -Doll, estoy listo para tomar una decisión, quiero ser un exorcista como vos para destruir Akumas pero no para defender gente-

La lluvia golpeaba sus castaños cabellos, al igual que un hombre hacía retorcer a una mujer muy a lo lejos, una chica le gritaba a una anciana, un hombre regañaba a su hijo, cuantos problemas traía la lluvia, se quedó mirando hacia arriba algo triste, alzó las manos para sentir las lágrimas del cielo en su piel, su traje de exorcista se mojaba pegándose a la piel de ésta.

Algunas personas corrían y casi se detenían al ver a la señorita sin cubrirse, ¿Por qué casi siempre le miraban?―Doll, estoy listo para tomar una decisión, quiero ser un exorcista como vos para destruir Akumas pero no para defender gente―Sonrió al oír eso, otro miembro más de la familia en la Orden todos eran como una gran familia, llena de miembros por conocer, miembros conocidos, algunos fallecidos, pero eran una familia dedicada a la exterminación de Akumas.

―Partiremos mañana temprano, ¿Hay cuartos en el casino?―Volteó la mirada levemente hacia Hisoka, esperando la respuesta, pero antes de poder seguir con el descanso, Doll oyó una voz muy a lo lejos, que llamaba su nombre, se sorprendió un poco, pues no reconocía la voz, era una voz conocida... distante, perteneciente a su pasado.

―Doll, doll... doll... ¡DOLL!―Retumbaba en los tímpanos de la exorcista, que poco a poco tomaba sus oídos y se ponía en el suelo para no oír lo que oía, era la voz de Eliott, que era una persona muy importante para ella, y no podía creer que algo así estuviese pasando, sería demasiado raro que Eliott justamente estuviera en New York, demasiado.

Cerró fuertemente sus ojos, intentando no recordar su vida, ni lo que había hecho, abandonar a la persona que más le importaba.―Calla... calla... ¡CALLAAAAAAA!―Fue susurrando hasta gritar, mientras nuevamente explosiones hacían acto de presencia y un edificio del frente se derrumbaba, ahí se podía ver una silueta.―Oh, mi querida Doll... ¿Ves qué fácil es entrar en tu mente?―Decía un chico, de apariencia conocida para la exorcista, pero que consigo llevaba un tipo de colmillo filoso atado a una cadena de acero, mientras a su alrededor los Akumas se disponían a disparar a la gente, que raramente no estaba ahí.

―Eliott...―Susurró Doll, soltando una leve lágrima de dolor.
―Sí, soy yo... Madame―

Era todo muy extraño pero eso que importaba siempre lo había sido en la vida de Hisoka desde que salio del orfanato hasta el incidente en el casino todo era muy extraño y esto de unirse a una chica que recién había conocido y pertenecía a una Orden donde matan Akumas que son maquinas que mataba gente era aun mas extraño.

Al parecer Doll se puso feliz por haberme unido a ella y a los Exorcistas pero para decir verdad no tenia otra cosa que hacer en mí vida siempre iba y hacia donde tenía alguna intuición de que algo bueno iba a pasar y esta podía ser una muy buena. Al parecer íbamos a partir hacia al día siguiente y estaba bien por mi porque ella seguramente se habrá cansado con matar a los Akumas del casino y por para el asesinato de una chica.

Pero en ese mismo momento Doll se había tirado al piso, parecía que algo le pasaba. Intente de ver y preguntarle que le pasaba pero no reaccionaba. Cuando de repente se comenzó a derrumbar un edificio en frente nuestro. Y de el aparecían un chico y un montón de Akumas que estaban listos para atacarnos.

Entonces en ese momento escuche que Doll había dicho Eliott. Ese seria el nombre del chico. Después me di cuenta que ese era su nombre porque el chico respondió - Sí, soy yo... Madame-

Esta vez era muchos mas Akumas de los que eran en el casino y Doll parecía no reaccionar así que Hisoka saco sus cartas y se puso entre los Akumas y Doll. A pesar de que Hisoka dijo que no iba a defender a los humanos, Doll era una exorcista y una compañera así que a ella debía protegerla a pesar de que no sabia muy bien como activar su inocencia pero en ese momento recordó las palabras de Doll - Si quieres saber utilizar tu inocencia, sólo haz lo que te dicte tu corazón- y en este momento lo que dictaba mi corazón era defenderla.

-¿Que quieres con nosotros chico?, ¿Y con Doll en especial? Si quieres algo de ella deberás pasar por mi antes – Hisoka le había gritado al chico que estaba con los Akumas.

Doll no había desactivado su inocencia en el tiempo en que habia conversado con Hisoka, mientras entre su mar de pensamientos se preguntaba millares de cosas, inconcientemente lanzó todas sus flores a un mismo objetivo; Eliott.
El supuesto Eliott esquivó con facilidad la ira de la exorcista, al reaccionar un poco Doll vio como Hisoka le intentaba defender de algo que no era de su nivel.―¿Qué quiero dices? Yo quiero llevarme a la señorita a donde pertenece... su hogar, el infierno, y a ti podría llevarte de paso si lo deseas―Le respondió Eliott sonriéndole muy amablemente, mientras con la cadena hacia girar alado suyo ese colmillo tan extraño que le acompañaba.

No sabía exactamente que hacer, ni el por qué, pero Doll se levantó del suelo decididamente aunque con una mirada fuera del mundo en el que están, se puso alado de Hisoka mirando al suelo, soltando lágrimas cálidas que producía su amor por Eliott.―Tú... no eres Eliott―Dijo sin mirar al clon―Y tú, dedicate a exterminar esos niveles uno―Ordenó a Hisoka, sin quitar la mirada del suelo.

Dio dos pasos al frente, y alzó la mirada ante Eliott, su mirada estaba llena de odio y frialdad esta vez, ya que alguien se hacía pasar por su amado Eliott, aquel único chico que le entendía en el mundo.―Cierra el pico de una maldita vez, por que ha llegado tu hora de muerte―Le anunció, mientras tomaba una pocisión de batalla, sus flores aparecieron detrás de ella, su odio alimentaba el filo de sus armas, mientras el amor le intentaba decir que no hiciera ninguna locura, pero la razón le decía que... él no era Eliott, era un akuma.

―Pequeña, mi pequeña... ¿Has olvidado todo?―El supuesto Eliott se encontraba detrás de la exorcista, no tenía en la mira a Hisoka, si no a Doll, quería destruirle, desmembrarle, todo lo que pudiera hacerle lo intentaría, para satisfacer a su amo. La exorcista volteó rápidamente pero Eliott actuó más rápido, dio una vuelta junto con la cadena, el colmillo rozó el pecho de la exorcista y pudo hacer un leve corte, sin profundidad, primero iba a relajarse, luego atacaría con todo.

Doll dio tres pasos hacia atrás, intentando alejarse de los numerosos cortes que el extraño intentaba hacerle, consiguiendo esquivar la mayoría mientras las sobrantes lograron herirle la piel, la exorcista no sabía bien como moverse para poder darle los golpes requeridos y destruirlos, su pierna derecha reaccionó y propició una patada a la cara, las flores lograron clavarse en la piel del chico, pero no eran lo suficiente para destruirlos.

La pequeña se preocupaba por Hisoka, ya que sabía que el extraño mandaría a sus amiguitos hacia el, para lograr no tener un miembro más en la Orden, aún sobre eso, Doll confiaba en el chico y sabía que lo haría bien.

El chico llamado Eliott, me había respondido y no de buena forma cosa que me molesto y bastante porque nadie mandaba al infierno a Hisoka porque el había estado ahí de chiquito y había vuelto y no pensaba volver.

En un instante que me distraje Doll lo había atacado, pero el chico lo había esquivado con mucha facilidad y comenzaba a preocuparme por el chico parecía mas fuerte que los Akumas normales.

De repente Doll se paro al lado mío y comenzó a llorar aunque las pude notar con mucha suerte porque se podían confundir fácilmente con la lluvia que caía en su rostro. Había hablado Doll y dijo que el chico ese no era Eliott y me ordenaba matar a los Akumas nivel 1.

Esta era la primera ves que usaba mi arma anti-akuma concientemente así, Como había escuchado a Doll en varios momento pensé en varias cosas y dije –Inocencia Actívate – Mis cartas habían empezado a brillar y era el momento de la pelea.

Había comenzado la pelea y Doll empezó atacando a Eliott con sus flores. Yo al cambio me quede parado en frente de esos 10 o 15 Akumas que había en el cielo. Agarre una de mis cartas y la lance directo hacia uno de ellos. Había salido a una velocidad muy rápida pero el Akuma logro moverse justo a tiempo antes de que la carta llegara a él.

Al ver esto todos los Akumas comenzaron a destruir todo el piso intentando pegarme uno de sus disparos pero yo estaba bastante bien entrenado y podía esquivarlos bastante bien aunque en determinados momentos debía detenerme a cubrirme detrás de piedra o una pared. En una de las veces que estaba detrás de la pared aproveche en sacarme toda la ropa de la parte superior que tenia que ver con el casino porque era muy incomoda para paliar. Me había quedado con una camisa que tenia pero esa camisa no tenia mangas era como un chaleco.

Agarre 3 cartas esta vez y volví a intentar suerte en matarlos. Esta vez me concentre en una sola cosa y era matarlos. Cuando las lance habían salido mucho mas rápido que antes y pude matar a 2 Akumas pero por lanzarla casi me pega uno de los disparos.

Yo seguía esquivando los disparos y lanzaba cartas, con cada vez que lanzaba mejoraba mi puntería y mataba mas. Cuando quedaban solo 5 de ellos y yo tenia una gran cantidad de cartas aun vi como Doll le pegaba una muy buena patada en la cara a Eliott.

Poco a poco Doll intentaba golpear al tipo, pero éste esquivaba con facilidad todos los golpes dados, el extraño le quería muerta a como fuera, pero no de manera tan rápida, Doll corrió hacia un edificio y deseaba poder impulsarse lo suficiente para atacar sobre altura.

Eliott le perseguía, y le lanzó su arma justo al costado, pero solo llegó a encajar en su brazo derecho, se dejó caer y enseguida intentó levantarse, al conseguirlo no pudo más que lanzar sus flores, logrando darle en el pecho, corrió hacia él y se colocó detrás del susodicho con fuerza comenzó a jalar de las flores provocando un punzante dolor en Eliott.

Logró tumbarlo en el suelo, se acercó corriendo hacia él y saltó encima de su cara, aplástando esta con su par de pies, varias veces lo hizo hasta destrozarle la cara, el supuesto Eliott se quejaba de dolor al ver el acto de la pequeña, más no se iba a rendir, tendría destrozada la cara, pero no el cuerpo.―¿Es todo lo que tienes?―Preguntó el extraño, tomando el pie de la exorcista tirándola al suelo, mientras se levantaba y colocaba un pie en el abdomen de la exorcista, comenzando a presionar sobre éste haciendo que la chica se retorciera de dolor.

―Ésta arma no es lo único que tengo, mi fuerza también sirve―La exorcista pegó un grito agudo al sentir un dolor aún peor al que hace unos momentos sentía, no podía creer que no pudiera contra eso, y en acto de defensa lanzó nuevamente sus flores hacia él, ésta vez logró herirle parte del brazo pero no era suficiente aún.―Agh...―Se quejaba la exorcista, mientras Eliott reía a carcajadas por las leves cosquillas que aquel corte le había provocado.

Más sin embargo sus fuerzas no se le acababan, gritando y quejándose, Doll comenzaba a golpear fuertemente la pierna con la que Eliott le presionaba el abdomen, más no conseguía nada, con sus pies pateó la pierna libre del clon, haciéndolo caer y poder librarse de aquel dolor, rodó hacia un lado y se levantó con una mano, las lágrimas en sus ojos aún caían y ahora la razón era el dolor que sentía, Eliott tenía intenciones de levantarse, pero Doll, siendo ya inconciente de sus actos comenzó a golpearle mientras él se encontraba en el suelo.

Patada tras patada, y justo en el abdomen, y en cada golpe las flores se clavaban.
―¡AGH! T-Tu amigo morirá, si no le defiendes―Doll reaccionó, y se detuvo.

La pelea estaba en su momento critico donde nada podría parar y lo estaba haciendo bien para ser la primera vez que paliaba y no pensaba morir en un lugar como ese aun.

En el momento que me distraje para ver a Doll como le pegaba en la cara a Eliott casi me pegaron un disparo los Akumas. Pero por suerte le erraron y pego en el suelo. Así que deje de distraerme y volví a correr para esquivar los ataques de ellos.

Lo peor comenzó cuando volví a correr porque los Akumas comenzaron a volar hacia el cielo hasta la punta del edificio. Yo podía subir las escaleras del edificio pero si lo hacia ellos podían atacar a Doll por atrás y no volvería a confiar en mi si es que seguía viva después del ataque.

Los Akumas aprovecharon para atacar, yo también intente de hacerlo pero como tenia que esquivar sus ataques y atacarlos no podía apuntar bien y todas las cartas terminaban clavadas en el edifico.

Al seguir lanzando cartas se me ocurrió una idea que era bastante arriesgada pero podía servir para eliminar a estos Akumas que estaban en el aire. Haci que fui a buscar la mayoría de las cartas que estaban en el piso y cuando tuve una buena cantidad de cartas las comencé a tirar hacia el edificio. Cuando había termina tenia algunas cartas pero eran suficientes para matar a esos Akumas que estaban en aire.

Me dirigí hacia el edificio y lo comencé a subir porque las cartas que había tirado las tire para formar una especie de superficie para poder subirlo. Claro no era fácil pero lo tenía que hacer si quería matar a eso Akumas. Igualmente yo tenía un gran equilibrio por haber trabajado en circos donde me contrataban de mago o de payaso.

El plan había funcionado y logre subir hasta la cima. Apenas subí ellos comenzaron a dispararme y yo a lanzar cartas. Las cartas detenían los disparos pero no continuaban para matarlos.

Logre matar a 3 casi cuando no me quedaban cartas y lo único que se me ocurrió era lanzarme hacia el Akuma y eso fue lo que hice. Cuando salte pensé que era una mala, muy mala idea pero logre agarrarme de uno de los cañones. Me subí a su cabeza y le tire una carta para abajo atravesándolo perfectamente. Tuve que saltar hacia el otro Akuma porque sino me caía directo al piso y no estaba cerca el edificio. Con el otro tuve que luchar un poco más pero pude subirme hasta arriba de él y lo mate igual que el otro pero esta vez dije –Perdón este es mi nuevo trabajo-

Luego que lo atravesé tuve que saltar y no llegue hacia el borde de la terraza del edificio. Solo caía pero tuve la suerte de poder agarrarme de una las cartas que había usado como escalera. Ya que no corría ningún peligro aproveche a mirar la pelea de Doll mientras subía arriba para buscar todas mis cartas para ayudarla mejor.

Ella estaba paliando muy duro contra Elliot si el era un humano lo estaba matando porque estaba pegándole como si fuera una pelea callejera. Estaba pegándole todo el tiempo en el abdomen hasta que se detuvo de repente porque me pareció ver como le dijo algo Eliott.

Detuvo las patadas que dio por darse cuenta que había confiado demasiado en Hisoka, el era un buen chico, pero era muy novato, más novato que ella en el sentido de la experiencia con Akumas y en el poder, aunque por ahora... no podía hacer nada más por él, su vida estaría en peligro si intentaba cuidarle, ya que aquel Eliott era fuerte.

Eliott al ver a Doll distraía hizo un intento de levantarse, aunque fue difícil por las múltiples heridas que ya había recibido en el abdomen, al estar de rodillas tomandose el estómago y poniendo una mano en el suelo, el chico había perdido fuerzas un poco y ya le costaba mucho esas heridas.―Maldita―Dijo para sus adentros, pensando en un plan y antes de poder levantarse por completo sintió una gran presión sobre su espalda, el pie de Doll había entrado en acción de nuevo y le había colocado el pie encima, comenzando casi a saltar pero más bien a presionar, hasta colocarse encima de el con los dos pies haciéndole caer.

Eliott se quejó, Doll comenzó a mover sus pies duramente en la espalda del chico provocando aún más dolores en éste, el chico que en realidad era un Akuma de nivel dos no pudo evitar volver a su forma normal, la señorita sonrió al ver que había tenido razón en que él no era Eliott, pero extrañamente se preguntaba el ¿Cómo es posible?.―Me has... des-cubierto, pequeña... he... usur-pado tu... mente...―Musitó difícilmente el akuma.

Doll se bajó de la espalda de su enemigo, sin hacerle ningún daño más.―Estúpida máquina, no importa cuantas disculpas pidas, morirás...―Le dijo estando agachada frente a el con una tierna sonrisa, mientras que con su mano lo colocaba boca arriba a aquel akuma, aplastó con el pie su estómago nuevamente y clavó sus flores en el abdomen igual, el akuma gritó fuertemente por el dolor que había recibido.

―Antes... de morir―Dijo el akuma, Doll estando levantada le miró con frialdad, el akuma era débil, ya que su poder residía en utilizar las peores tristezas del subconciente de sus enemigos y no le servía de mucho, por eso llevaba consigo un arma con la que pudiese atacar, su verdadera forma era la de un arlequín, de nombre Joke.

Joke, utilizando las casi últimas fuerzas que le restaban, apareció delante de Doll, la exorcista se sorprendió al ver que pudo hacer eso luego de haberle propiciado tantos golpes llenos de ira, el akuma no se iría sin antes dejar herida de gravedad a la chiquilla, tomó su arma y la ondeó en el aire, hasta hacerle un corte transversal en el pecho a la exorcista, Doll habiendo tomado precauciones había cubierto su mano con sus flores y golpeó en el pecho a Joke, y con fuerza logró atravesarlo.

―Nos vemos, pequeña―Explotó, la explosión que sucedió muy cerca de ella logró herirle poco, pero ya no podía hacer nada, cayó al suelo agotada y con una profunda herida en el pecho, otro recuerdito más en ella misma de aquel momento, por lo menos el dolor no fue tan fuerte como la mordida que recibió en Martinica, pero si era grave y poco a poco sentía como su sentido dejaba de responderle.

Ahora ya ni sabía si exactamente iba a morir, o Hisoka le ayudaría, pero por lo menos había llevado bien su vida y había destruido a su enemigo, estaba orgullosa de ello.

Cuando había logrado juntar todas las cartas fui hacia donde estaba Doll pero al parecer su pelea había terminado porque hubo una gran explosión que debió ser el chico, el chico debía ser un Akuma.

Doll estaba tirada en el piso pero lo había matado parece fue una gran pelea pero resulto muy herida ella. Al estar frente de ella vi como tenia un tajo de la arma del Akuma en el pecho. Ese tajo le había roto la ropa y la piel. No parecía tan profundo pero igual Hisoka no era un buen medico solo sabia lo básico, los primeros auxilios.

No estaba muy seguro de que hacer así que corrió hacia el medio de la calle y agarro la camisa y el saco del traje que se había sacado para pelear mejor. Cuando volvió con Doll seguía sangrando así que para detener la hemorragia Hisoka le tuvo que sacar la parte superior de la ropa solo dejándole el corpiño solo. Eso lo hizo para poder atarle la camisa y el saco al pecho. –Doll quiero que me escuches bien ahora te llevare al medico lo único que tenés que hacer es resistir hasta que lleguemos allá- Eso lo dijo mientras la cargaba en su espalda para llevarla al hospital. –Solo esta a unas cuadras el hospital, Doll… ¡¡¡RESISTÉ!!!-

El hospital estaba a unas 3 cuadras de donde estábamos pero el problema es que yo también estaba cansado y debía apurarme para salvarle la vida. Mientras caminábamos mucha gente nos miraba desde las ventanas o desde la vereda pero no hacia nada solo hablaban en lo bajo. –En vez de estar ahí porque no me ayudan en vez de mirar a ver que pasa, maldición!-

Solo faltaba una cuadra cuando una de las personas se acerco a ayudarme pero cuando estuvo en frente de mi se transformo en un Akuma de nivel 1. Parecía que se había esquivado de los otros para agarrarnos desprevenidos. Salí corriendo cuando había terminado su transformación y deje a Doll en un sofá de la recepción del hotel que estaba en frente nuestro. Active mi Inocencia y me quede quieto. –Estoy muy enojado Akuma tengo a una amiga, después de mucho tiempo, que esta muy grave y no voy a dejarme morir en este momento y menos a ella- Al hacer eso lance una carta muy rápido y lo atravesó directamente haciendo que explotara.

Volví por Doll y las personas del hotel tampoco la habían ayudado no podía creer que la gente le importara tan poco la vida de otro por eso era que yo decidí no salvar a los humanos solo matar Akumas y ayudar a amigos y compañeros.

Llegue al hospital y le grite a la recepcionista hasta la asuste cuando lo hice –Un medico, necesito un medico esta muy grave y necesito que venga ya!!- Todavía no sabía si estaba conciente Doll pero confiaba en que ella iba a resistir y no iba a morir por alguien como ese Akuma.

La recepcionista me guío por donde ir y la deje en una camilla dentro de una habitación. Luego de eso me sacaron porque no podía estar ahí adentro y me senté al lado de la puerta en el piso porque quería saber como estaba.

Spoiler:

De nuevo se debatía entre la vida y la muerte, a veces no entendía el por que la muerte estaba empeñada en seguirle y llevarsela, ¿Acaso no sabía que ella era parte esencial del mundo? ¿Qué sin un exorcista menos el Conde podría cumplir su cometido? Bueno, eso ella pensaba al momento de estar fuera de sí.

Había cerrado los ojos para descansar y recuperar sus fuerzas por lo débil que aquel Akuma la había dejado, sin embargo todavía tenía un poco de su esencia en el mundo humano, por lo tanto podía medio oír y medio sentir lo que pasaba fuera de su subconciente. Sentía como le quitaban parte de sus ropas, su chaleco de exorcista exactamente; ¿Un violador? Tal vez, pero si algo como eso ocurría no podría detenerlo, gracias a que no tenía fuerzas para darse cuenta, pero milagrosamente sintió una presión de textura en el pecho, al final no era lo que ella pensaba. Y aún podía oír una pequeña vocecita en su cabeza que le anunciaba algo, más no pudo entender ninguna palabrita por más que lo intentara, solo pudo divisar una, clara y fuerte:―¡¡¡RESISTE!!!―

¿Resistir? Aunque en ese momento no tenía su mente clara, no pudo saber que quería decir con eso, ella estaba cansada, no a punto de morir... ¿O si?. Creía que tal vez se equivocaba con la definición de cansancio, quizá si estaba a punto de morir pero ella no sabía, se dio cuenta cuando comenzó a ver su pasado, ¡¿De nuevo?! ¿Por qué siempre que recibía un buen regalito tenía que ver su vida? ¿Por qué ella se la vivía atormentandola? ¿Valía la pena que siempre que estuviera a punto de morir, viera su vida ante sus propios ojos? ¡Maldita seas!

Si, antes de todo lo anterior sintió que su liviano cuerpo fue alzado y puesto sobre algo, más no sabía sobre que cosa, aunque lo que sentía era algo cálido y que iba en movimiento por algún lugar, ¿A dónde la estarían llevando?. Y luego sentía como cuidadosamente era puesta en algo suave y acolchonado, y una explosión también pudo oírla... ¿Qué pasaba?





Siento como poco a poco las fuerzas se me van, pero... no quiero que se vayan, las necesito demasiado... ¿Qué me ocurre? Acaso, ¿He sufrido una grave herida? Siento un líquido sobre mi abdomen, más no puedo distinguir que es, no sé donde me encuentro, todo está oscuro.

Veo a mis padres, hermanos, sirvientas y a... Eliott, quisiera abrazarlo, incluso me arrepiento de haber golpeado a aquel akuma mientras tenía la forma de Eliott, si tan solo me hubiera dado cuenta en ese momento, pero no puedo dar marcha atrás y desearía hacerlo.

¿Donde estará Hisoka? Le he dejado solo mientras me ocupaba de ese monstruo, confío en que estará vivo, pero no lo creo demasiado, y si ha muerto, no me lo perdonaré, nunca, nunca. Pero, si pudiera hacer algo, si pudiera moverme, si pudiera ver lo que pasa y por qué... lo buscaría, y le pediría perdón por no haberle ayudado con los akumas.

¿Huh? ¿Otra vez me llevan? ¿Pero a dónde? ¿Dónde estaré? No puedo creer que de nuevo esté pasando por esto, por la muerte. ¡MALDITA ESTÚPIDA! ¡¿POR QUÉ ME PERSIGUES TANTO?!
Oigo gritos... de un hombre o joven, de nuevo me colocan sobre algo suave, pero sigo sin saber a donde voy o que me harán, solo quisiera poder despertar y seguir como debería seguir.






Los doctores le atendieron lo más rápido posible, pero en esos momento las tecnologías no eran las suficientes como para conseguir una buena calidad de vida y vivir por años y años, pero la calidad de vida de un exorcista no podía fijarse, ya que vivían en peligro constantemente, por salvar a una escoria mundial.

Los médicos se esforzaban por salvar aquella insignificante vida, detuvieron la hemorragia, suturaron la profunda herida y vendaron perfectamente hasta dejarla reposar, estaba a salvo. Salieron de la habitación y vieron al chico de apariencia extraña:―Disculpe, ¿Usted ha traído a la señorita con aquella profunda herida? Si es así, déjeme decirle que por ahora está a salvo, pero necesita un largo descanso.―

Estaba a salvo, fuera de peligro, aquella se esfumó.