Reclutando en Paris, Francia. [Vidoll Nightray y Ichigo Kurosaki]

[Off: Pues como tú eres quien decide cuando acaba la misión por ser reclutamiento, pues sí, puedes manejar al monstruo. Pero avisa cuando quieras acabarla, para hacer una salida gloriosa 8D (?)]

Las reacciones del General no hicieron más que complacer a los Noah. ¿Cómo no si les estaba demostrando ser mejores, a sus ojos, que él? Por supuesto, Jasdevi era el mejor y nadie podría negarlo.

-¿Cómo anda eso, Jasdero? -preguntó Devitto sin desviar la mirada de la batalla del General.

-Dero ya está mejor, además el bello cabello de Dero está tan perfecto como siempre -contestó el rubio acariciando su larga cabellera, con aquella mirada de ternura que siempre le dedicaba a cada hebra dorada que la componía.

Por un momento, el pelinegro se volteó a ver a su hermano, quien realmente parecía ya recuperado del ataque efectuado por Ichigo. Sin embargo, aquel instante en que desvió su atención de la batalla no le permitió ver como un segundo artefacto irrumpía en el combate para ayudar al General pelinaranjo.

Mientras corría en posición de boxeo, su mirada estaba fija en una de sus bases, si podía hacerla destruir, seguro que podría acabar con el monstruo y hacerlo caer, quizá su estructura y de por si todo el monstruo. Apretó fuertemente sus puños y se apoyó hacia adelante, para ir más rápido.

El monstruo comenzó a lanzar varios de aquellos cadáveres, junto a puños, comenzó a atacar rápidamente, esquivando ambas cosas, santando hacia un lado ante los puños, encontró un punto débil, ese mismo sería destruido, de un puño lanzado por él. También podría mantener su puño y destruirlo, pero tiempo no era algo que tendría de sobra con esa bestia. Atacaba a cada moment, y encontrar un hueco no era fácil, pero por fin lo descubrió.

Aquella parte fue en la cual estaba en medio de un puño, pero lanzándose rápidamente hacia adelante, rodando en la misma dirección, logró encontrar un espacio para lanzar y golpear en la parte izquierda de su base.

Antes de poder hacer algo, unas flores afiladas lograron distraer al monstruo, cortando varios de los huesos de los cadáveres. Estaban molestando tanto que ya el monstruo no se enfocaba en él, sino en las flores, fue entonces cuando miró a uno de los tejados, y ahí se encontraba ella. Una chica de cabello castaño largo, y de una estatura pequeña, pero si, era ella.

-Arigatou

Dijo en voz baja, para luego con una sonrisa en su boca, puso sus dos manos en la base de la bestia, para que momentos después un color, específicamente un rojo fosforesente incrementara su lugar y pasara por todas las zonas, incrementando su radio de explosión.

[Si te parece bien, a la próxima acabamos ^^]

Vidoll miraba todo desde arriba mientras controlaba lentamente sus flores, al ver sonreir al General sonrió aún más.

- Por ahora creo que todo va bien - Pensó Doll al ver como el General atacaba al monstruo.

- Espero que pronto esto termine y pueda explicarme lo que falta... - Esta vez seguia controlando las flores, seguia atacando al monstruo con ellas, cortando algunos huesos de los cadaveres que en el habian.

[Off: De acuerdo, ahora la salida triunfal 8D *caen estrellitas (?)*]

La batalla del General contra el Odio de Jasdevi no se prolongó por más. Eso sí, fue más larga de lo que los Noah pensaron, por lo que al momento en que el color rojo fosforescente aparentemente emitido por el pelinaranjo comenzó a inundar el aire, los Noah ya tenían pensado lo que harían en el momento.

Pronto, una explosión afectó la zona de combate de Ichigo, pero los gemelos no se vieron afectados por ella.

-No hay inocencia aquí, Hii~ -se quejó el rubio dejando el brazo con el que cargaba su arma, laxo junto a su costado.

-Sólo perdemos el tiempo. Ya no hay nada más que podamos hacer -agregó el pelinegro, posando su revólver sobre su hombro, ciertamente decepcionado por aquel encuentro, pues no había podido luchar tanto como él deseaba ni destruir un nuevo trozo de inocencia.

La nueva explosión causada por Ichigo permitió a los Noah materializar una puerta que los conduciría al Arca con un chasquido de dedos. Cuando la estela de humo que se había creado a su alrededor casi terminó de disiparse, los Noah ya se encontraban en el umbral de la puerta.

-Hasta la vista General. No dudes que nos volverás a ver y esa vez será tu fin -coreó Jasdevi sonriendo ampliamente e internándose en el Arca mientras las puertas se cerraban a sus espaldas y desaparecía del lugar.

[Cambio de Escena]

-Bye bye.

Sonrió, y fue entonces cuando toda la bestia tubo todo su cuerpoen un rojo fosforesente. Su mano estaba siendo absorbida por la masa de cadáveres, y fue entonces cuando su sonrisa se convirtió en seriedad, iba a ser absorbido, y tenía que hacer algo antes de que las cosas se volteara, ¿peor qué más podría hacer? Intentó que su brazo se quitara de ahí, pero eso solo dificultaba las cosas, proto su codo entraría, y iba ser mucho ma´s el cuerpo, antes de que se le ideara algo.

Mostró los dientes, y lanzó rayos de sus manos, para empujarse hacia atrás y que la bestia explotara, a lo que el guante dejó de tener contacto con la bestia. La misma explotó y toda aquella materia viscosa se dispersó por la zona, manchando un poco el traje de Ichigo.

Este rodó hacia atrás, y se levantó rápidamente, para poner nuevamente sus manos en posición de boxeo, quedando la parte encima de su nariz al descubierto.

-¿Algo más que tengan preparado?

Estaba cansado ya, pero intentaba disimularlo, sus piernas temblaban un poco, pero aun podía continuar la lucha, tenía que descansar un poco por lo menos, pero aun así no tenía tiempo, tenía uqe causar que los Noé se asustaran y huyeran antes de que de verdad se pusieran molestos. Dejarlos en paz y dejar que mataran u destruyeran la zona era algo que no permitiría, a costa de su vida.

Los noé al parecer captaron la idea, o era que no había nueva Inocencia qué destruir, por la cual marcharon, dejando un último mensaje para el capitán.

-Los estaré esperado

Dijo antes de que se marcharan. Luego de ello, se tiró al suelo ya cansado, todas las amenazas se habían ido, y por fin podría demostrar lo cansado que estaba, respirando rápidamente, y desmaterealizando su Inocencia, para poder descansar mejor.

Vió como la bestia de cadaveres estaba a punto de ser destruida y como el General casi era absorbido por este, no le preocupó. Al ver que los dos que peleaban contra el General se iban...

- Por fin... - Suspiró y se peinó el cabello.

Pronto vió como el General se tiraba al suelo y respiraba agitadamente.

- Amm... creo que debo ir - Dijo para si, a lo que intentó desactivar su inocencia, y lo logró, pronto bajó del tejado y se fué corriendo hacia el General, al llegar junto a el-

- Se encuentra bien? - Preguntó desinteresadamente, queria irse ya de ese lugar.

-Por lo menos no estoy muerto...

Dijo estando boca arriba, ya nuevamente hablaba Francés, ya que en momentos de que no puede pensar, hablaba en su idioma nativo, era algo que tenía desde hace tiempo. Agradecidamente fue ayudado por ella cuando combatía contra el monstruo. Sus piernas estaban cansadas, y necesitaba descansar pronto, antes de seguir con lo que iban. La calle en la que estaban estaba casi destruida, edificios con grietas superficialmente, en el suelo había varios huecos importantes y de enormidad, esto era un completo desastre.

Intentó subir la parte superior de su cuerpo ayudado de sus manos, para poder ver a la chica que le había ayudado.

-Gracias, aunque estoy algo cansado, casi no puedo mover las piernas... Eso es lo que me pasa por usar mucho mi Inocencia. Dame unos minutos para reponerme

Podía usarlas, era cierto, pero con esfuerzo, era un efecto secundario de su arma, el cual necesitaba practicar para superarlo. Aun siendo general, tenía ciertos defectos su Inocencia, y aun así seguía siendo mucho más fuerte que los exorcistas que podían usar el nivel 3 de su Inocencia.

Dado unos minutos, pudo reponerse, y doblar la pierna para poner un pie en el suelo, seguidamente se empujaría hacia arriba para poner los pies para apoyarse, ya estaba mejor, y podía seguir a lo que iba, pero la chica había progresado en segundos, le sorprendió enormemente, eso había reducido a pocas cosas que tenia que explicar, sin embargo, delicadas.

Doll levantó la cabeza para mirar alrededor, todo estaba lleno de materia viscosa, y casi destruido. Escucho los comentarios del General y los ignoró por completo por mirar lo destruido que estaba el lugar, su actitud había cambiado, ya se habia aburrido. Pronto vió al General levantarse del suelo.

- ¿Te ayudo? - Le preguntó a Kurosaki, su mirada tenia cierto desinteres.

- Podemos ir a mi casa si así lo gustas - Agregó al terminar la pregunta con la misma mirada.

- Mis padres... no están, y mis hermanos estarán ocupados... por lo que no habrá problema - Comentó mientras se ponia en el cabello las pinzas azules que actualmente eran su inocencia.

-Supongo que está bien, pero... todavía me quedan cosas importantes por decirte, una en especial, y quizá la que tomes como más difícil.

Una vez estando estable en el suelo, se quitó los guantes de sus manos y lso puso en sus bolsillos, mostrándose las manos ásperas que tenía. Estaba un poco lleno de polvo y materia viscosa, pero no herido superficialmente, era gracias a su entrenamiento y fuerza que no fue herido. Su cabello también estaba un poco sucio, lo cual quitó el sucio con sus manos. Luego se fijó en que había hecho una gran pausa con la niña, la cual después retomó.

-Como ya te he dicho, los exorcistas son personas que combaten contra los Akumas para salvar almas humanas, los Akumas fueron humanos, y una vez destruidos por la Inocencia, vuelven a ser humanos, por lo menos sus almas, y son enviados, o al cielo, o al infierno. Así que nosotros los exorcistas abandonamos nuestras casas y vivimos en la orden oscura, ubicada en Inglaterra, y es ahí donde vivimos todos nosotros, caso contrario, nuestros familiares estarían en riesgo, ya que los noé y Akumas pueden detectar Inocencia a la interperie... eso era lo que quería decirte...

Quizá fuera algo muy sensible para ella, pero ya lo había dicho. Era mejor decirlo ahora, y no aplazarlo más, merecía saber todo lo referente a ello, y no sabía cómo reaccionaría, esperaba que fuera de la buena manera, aunque de una u otra forma, no había salida.

Seguia mirando alrededor, le daba asco toda esa materia viscosa que en el suelo estaba, pronto oyo el comentario del General.

- ¿Más difícil? - Enseguida le miró. - ¿Por que? -Prosiguió.

Durante la pausa habia agarrado interes, ¿Que era la cosa difícil?. Cuando el general respondió, no dudó en sorprenderse.

- ¿Tengo que dejar a mi familia? - Bajo la mirada y se puso a pensar. - En realidad no les importaria que yo me fuera, tienen asuntos mas importantes... creo que estaria bien pero--- Elliot - Pensó haciendo una pausa alado del general. Sacó una lista de su bolsillo y una pluma con tinta, las llevaba para anotar lo próximo que compraría al día siguiente, se puso detrás del general y se apoyo sobre su espalda comenzando a escribir. Luego de un rato dobló la hoja y eliminó el silencio.

- Me permitiria dejar esta carta en mi casa? - Pregunto con desinteres.

-¿Tan fácil te es dejar la casa?

Preguntó sorprendido. No sabía que la chica fuera aquellas que se decidían rápido, o si ella podría confiar de él, era una persona extraña, con respuestas extrañas, cosas extrañas y acento extranjero, cualquiera podría decir que estaba loco, pero por alguna razón, ella había actuado diferente de una persona racional, ¿o ya estaba planeando salir de casa? de cualquier forma, seguía sorprendido, y por lo menos quería estar seguro de que la chica estaba segura de lo que hacía.

-Claro pero... ¿no te sientes mal por dejar a tu familia?... es algo grande lo que harás de ahora en adelante... posiblemente mueras en alguna de las misiones, puedes salir herida, perder compañeros... ¿estás lista para todo esto?

El chico dejó que ella usara su espalda para escribir, y luego de ello, una pregunta que le hizo la respodió junto a la pregunta.

Le miró con el mismo desinteres, oyendo lo que decia.

- Verás, mi familia es millonaria y vive de los negocios... Mis padres solo negocian y cuentan dinero, mis hermanos mayores se la pasan estudiando u ocupados... Tengo una familia que parece no saber de mi existencia... - Dijo con la mirada baja - Seria mejor hacer algo productivo que vivir una vida con una familia que no sabe que existes - Miró hacia otro lado.

- Asi que, no hay problema con que me una a esa cosa que dices - Volvió al desinterés anterior.

Ichigo se quedó callado por unos instantes, al parecer tenía más que razones para irse de la casa, padres millonarios y hijos estudiosos, y una niña perdida por su familia, ya podría entender el por qué no le interesaba su familia. Eso le recordaba a su propia familia, aquella que se preocupaba mucho por Ichigo, sus amigos que dejó en el pueblo. Hacía mucho que no veía la cara de sus padres u amigos, por lo que no podía recordar la cara de su padre o madre, y lo más seguro era que estarían muertos ahora mismo.

Bajó la cabeza unos instantes, y luego la subió, mirando a al chica.

-Todos los exorcistas somos como una familia, de seguro te entretendrás allá. Muy bien, vamos a tu casa...

Dijo esperando a que la chica comenzara. Sonriendo un poco. Podía entender un poco el dolor de la soledad, pero eso pronto se ocuparía, eso pensaba. No tener alguien, un miembro de la familia que te apoye era molesto, pero tener a más personas ocupando ese puesto era mejor.

-Y podrás comer lo que deseas en la orden, no improta de qué país sea.

Agregó, quizá entusiasmándola un poco.

Al oir el comentario de los exorcistas, sonrió, lo que más deseaba era una familia y alguien con quien convivir, por lo que enseguida comenzó a caminar hacia el frente, a lo lejos quizá se podia ver una gigantesca mansión.

- Una familia... - Pensó mientras caminaba y ponia entre sus manos la carta que habia escrito.

Siguió caminando en la misma dirección.