Reclutando en Paris, Francia. [Vidoll Nightray y Ichigo Kurosaki]

Miró como Kurosaki había derrotado a varios Akumas, queria intentarlo a toda costa. Por lo que comenzó a concentrarse, cerró los ojos y junto sus pasadores para el pelo entre sus manos.

- Acti--- - No pudo terminar la palabra.

-¡Huye!, ¡Ellos no son como los demás Akumas! - Fue el grito que escuchó, por lo que logró entender a que se referia.

Por lo pronto miró hacia todos lados, y se cubrió la cara con la capucha para que nadie se diera cuenta que estaba ahí. Por lo pronto vió a los muchachos de pelo rubio y negro. Y los miró sorprendida.

- Q-Que feos son... - Pensó en ese momento.

- No pienso huir... - Fue lo segundo que pensó, y se escondió en uno de los puestos de los mercaderes qeu ahí estaban.

-Rayos... ¿qué demonios hacen aquí?

Dijo poniéndose bien los guantes.

Cuando los demás personas ya no se encontraban en la zona, gracias a las explosiones, era el momento de pelear. Nadie había resultado herido, gracias a que el exorcista había llegado rápido y elimaba a varios Akumas de una sola vez. Pero los Noé eran un caso diferente, ellos eran los de más poder, eran los más grandes, y hasta para un general le era difícil enfrentarse a uno de ellos. Había tenido varios encuentros con diferentes noé y Aliados del Conde en toda su vida como un noé, pero volver a ver alguno era algo que no se esperaba, y por sobre todo, no conocía los poderes de ellos. Sabía que usaban revólveres, peor nunca los llegó a ver que los usaran, ¿eran armas o solo adornos? prefirió no saberlo, y acabar con los Akumas mandados de una vez con su Inocencia.

-Odio cuando aparecen de la nada.

Dijo a la vez que lanzaba rayos delgados de sus dedos índices. Los Akumas parecieron desaparecer de la misma manera que aparecieron, eso causaba un poco de alegría, podría destruir a los más fáciles, pero no sabía cómo hacer para que los noé se fueran, tendría que pelear o no ser alcanzado por sus armas, y caso contrario, estaría en un grave peligro.

Su mirada se diriguió a uno de los edificios, y le dio a la idea de usar una de sus puntas para atacar, por lo que con un rayo de sus índices, lo cual no lo cansaba, pudo cortar una de las puntas del edificio y hacer que pedazos de concreto cayeran en dirección hacia los noé, quizá era mejor esa idea que atacarles de frente, los debilitaría para poder atacar mejor.

Una vez que los concretos cayeran encima de los noé, o no, abriría la palma de su mano derecha y lanzaría un rayo enorme en dirección al suelo donde se encontraba Devitto, fue lanzado al azar, pero mietras más rápido acabara, era mejor, menos estructuras y personas acabarían involucradas.

Doll veia todo lo que pasaba alrededor, a unas cuantas personas escapar del suceso un poco tarde. Y la destrucción del pico de un edificio. Todo con una mirada de sorpresa, nunca en su vida se habia escondido para evitar algo, solo para no bañarse o peinarse, era la primer "catastrofe" que ella estaba viviendo. Al poco rato recordó que tiene que "practicar" y utilizar su cosa verde. y actuó de inmediato.

- Inocencia... si asi te llamas... por favor... por favor - Doll agarraba con fuerza el par de pinzas para el pelo que en sus manos escondia, con los ojos cerrados fuertemente y con todo el "corazón" las pinzas comenzaron a brillar en un tono verde.

- ¡Activate! - Al decir eso, una explosión ocurrió en el puesto donde ella se escondía. El humo no dejaba ver que habia pasado, pero Doll simplemente tosia por tanto polvo que habia provocado. Cuando el polvo dejó de dispersarse, las flores de sus pinzas se habían separado de ella, y flotaban enfrente suyo. Las miró cuidadosamente.

- ¿Y ahora que? - Se preguntó a si misma, no sabía lo que hacía.

- AHH!! NO SE QUE HACER!! - Gritó para si misma, intentando que no la oyeran, comenzó a mover las manos de abajo hacia arriba y las flores que flotaban tambien se movian de abajo hacia arriba, lo que la sorprendió.

- ¿C-Como es eso posible? - Volvió a susurrar para si misma, y movió su dedo índice hacia la derecha, lo que hizo que la flor que se encontraba a la derecha se moviera hacia la derecha. Movió el mismo dedo hacia la izquierda e hizo que la flor se moviera hacia la izquierda, lo cual hizo que Doll sonriera, ¿Habia aprendido a usar su inocencia?

Varios Akumas nivel 1 aparecieron por ese lugar, y se percataron de la presencia de Doll, y se preparaban para disparar sus balas de sangre.

- ¡Akumas! - Gritó preocupada, varias de las balas se dirigian hacia a ella, se quedó paralizada, lo cual hizo que se cubriera, hasta que las balas chocaron contra ella, y ocurrió otra explosión en su escondite.

El hecho que los Akumas de primer nivel fuesen derrotados por Ichigo con tanta facilidad no sorprendió en lo absoluto a los Noah. Era algo obvio, pues éstos eran los demonios más débiles y de menor nivel, por lo que no representaban un reto ni para un novato.

-Nee Devi~ ¿Por qué no jugamos un rato?, Hii~ -sugirió Jasdero, algo aburrido por la falta de acción.

-Seguro. Así sabrá con quién se acaba de meter -respondió Devitto rebozante de confianza.

Vigilando atentamente los movimientos y ataques del General, Jasdevi pudo equivar con cierta facilidad los bloques de concreto que iban dirigidos desde el cielo hacia ellos. De hecho, aquello fue un movimiento bastante lento para ellos, pero aquello los distrajo del segundo ataque de Ichigo, por lo que no pudieron esquivar del todo el rayo dirigido hacia el suelo.

Viéndose afectados por el ataque, los Noah fueron expulsados un par de metros hacia atrás hasta que la gravedad los atrajo nuevamente al suelo. Sin embargo, más que unas cuantas sobadas en las áreas donde se vieron un poco más dañados, como la espalda y la retaguardia, Jasdero y Devitto se levantaron del suelo y, quitándose el polvo, volvieron la mirada hacia el General.

-¿Eso es todo? -preguntó burlonamente el pelinegro quitándole el polvo a su revólver para que quedase tan brillante como siempre.

-Hii~ Jasdevi pensó que sería algo más... emocionante -continuó el rubio riendo.

No obstante, ambos tenían la impresión de que aquello había sido una especie de calentamiento. Los ataques del General habían sido demasiado imprecisos como para estar tomándose la batalla totalmente en serio, pues esperaban que Ichigo tuviese un nivel más o menos parecido al de Sócalo. Sino, aquello sería bastante aburrido.

-Hee~ Bomba Azul -pronunciaron luego de apuntar al hombre y apretar los gatillos, liberando una enorme bomba azulada que congelaría todo lo que tocase.

Esperaban que ese incentivo hiciera reaccionar al General. Ellos no eran cualquier oponente y no iban allí a perder el tiempo.

El ataque fue una especie de calentamiento, lo que quiso fue alejarlos un pcoo de la chica, luego hiría a por ellos.

Unas explosiones que estaban a unos cuantos metros detrás de él hizo que volteara hacia atrás ante el ataque. Los Akumas nivel 1 sobrantes se aceraban hacia Doll, y no podía hacer mucho. Tenía que distraer a los noé para que ella pudiera escapar, pero ante esto, no sabía qué hacer.

-Lo siento... Doll...

Dijo mirando hacia atrás por unos segundos, para luego mirar al frente. La explosión que el había causado hizo que la arena se levantara y formara una manta de arena, imposibilitándole la vista contra los noé.

-Pero tengo que encargarme de ellos primero... buena suerte.

Algo detrás de la manta salió diriguida hacia él a una velocidad enorme, y apenas pudo detectarla, se intentó hacer hacia un lado, pero la bala alcanzó su brazo, congelándoselo. Solo había podido congelarle el brazo, y este sonrió. Su guante hizo que todo el hielo tubiera un color rojizo fosforesente, y explotara, dejándole la mano libre.

-Algo así no me detendrá.

Por fin la manta de arena se despejaba con el viento, y se podía ver a los hermanos del otro lado. Este corrió hacia ellos para atacar má de cerca, sería algo peligroso, pero sus ataques eran mejor de cerca que de lejos, puesto que podía golpearlos y hacerle más daño.

El humo que se había dispersado era mucho, cuando este dejo de cubrir el puesto, millares de flores azules brillantes formaban una barrera haciendo que las balas hayan explotado sobre esa barrera.

- E-Eh? - Doll vió la barrera que su cosa verde había hecho, se sorprendió. No estaba apunto de morir como ella pensó. Miró detenidamente sus manos durante unos segundos.

- Puedo hacerlo... ¡Puedo hacerlo! - Se levantó del suelo y se golpeó con una madera que era usada para poner los alimentos, lo cual hizo que tuviera que masajearse la cabeza.

- I-Ta-Ta... Eso me ha dolido - Dijo con un ojo cerrado, los Akumas disparaban más balas de sangre, ella ya había salido de su escondite.

- Vaya que no se cansan ustedes, Cosas feas - Dijo formando la "barrera" con las flores, lo que hizo que las balas no llegaran a ella.

- Umm... no sé que hacer en realidad, solo improvisaré - Formó una sonrisa dulce en sus labios que se convirtió a sádica en cuestión de segundos, se quedó de pie en el centro de la calle, alzó sus brazos a su costado y millares de flores aparecieron.

- ¿Creen que pueden dispararme así como así? ¡No he cometido ningún crimen! - Se dirigía a los Akumas, puso sus manos detras suyo y luego con fuerza y rápides las movió hacia el frente donde se encontraban los Akumas, las flores con gran rápidez y fuerza se lanzaron contra los Akumas los cuales explotaron.

- Tengo que escapar... pero... ¿Y si no lo vuelvo a ver? ¿Acaso me buscará? - Pensó mientras daba al descubierto su rostro. Comenzó a correr hacia un callejón que estaba cerca de ahí. Los hombres grises no la encontrarían, esperaría a que todo haiga acabado. Al estar dentro del callejón, se sentó detras de un basurero, comenzó a rezar.

Luego de caer todos los trozos de concreto, una densa nube de polvo y arena se levantó impidiendo a los Noah poder ver a su oponente, además de causarles un poco de tos al aspirar sin querer un poco del material particulado.

Mientras los gemelos intentaban escupir todo el polvo posible, el sonido de algo quebrándose violentamente llamó su atención al mismo tiempo que el viento comenzaba a llevarse la manta de arena levantada rápidamente.

-¿Qué mierda fue eso? -cuestionó Devitto.

-¡Devi Devi! ¡Ahí viene! Hii~ -advirtió ciertamente emocionado Jasdero apuntando hacia el frente, justo hacia Ichigo quien iba corriendo hacia ellos.

-Ya era hora -musitó sonriendo de medio lado el pelinegro apuntando hacia el suelo con su revólver, gesto que fue imitado por su hermano-. ¡Bomba Azul! -exclamaron al unísono congelando así el piso frente a ellos.

Luego de aquel movimiento, ambos Noah se separaron, yendo cada uno por lados contrarios para así rodear al General. Todo el tiempo mantuvieron sus sonrisas autosuficientes y los revólvers apuntando hacia el General.

-Bienvenido a nuestro juego General -dijeron ellos al tiempo en que ambos estuvieron frente a frente con Ichigo en el medio, cada uno a un par de metros de distancia con el hombre-. Bomba Roja -pronunciaron al unísono apuntando hacia el cielo, materializando justo sobre la cabeza de Ichigo una gran y caliente bola de fuego.

Era momento de entrar en acción mientras corría, y ponía sus manos en posición de boxeo. Estaba preparado para pelear frete a frente contra los noé, y así obligarlos a retirarse, si eso era lo que querían, lo consiguieron.

Sabía de por si que ellos usarían algo para detenerlo, pero no como algo de tal magnitud.

Estos lanzaron una bala azul hacia el suelo, congelando toda la tierra y volviéndola una pista de hielo. Ichigo se dio cuenta a tiempo y saltó fuertemente, y de una manera extraña que ambos noé iban de lado diferente, quedando uno de su lado izquierdo, y el otro de lado derecho, quedando él en el medio.

-Shimata

Maldijo en japonés, para que ambos dijerna "bomba roja" y lo enviarían hacia él. No quiso averiguar de qué se trataba, e hizo lo más rápido que le vino a la mente.

Se volteo en el aire, y junto sus dos palmas una al lado de la otra, y mandó sus rayos a través de ellas, viéndose el rayo impactar en una montaña hacia donde apuntaba, donde aparentemente era una montaña desabitada. Esto obligaria al cuerpo de Ichigo a dejarse llevar por la presión y ser enviado mucho más rápido hacia atrás, esquivando la enorme bola roja que ambos convocaron. Esta cayó al suelo, derritiendo el hielo en el suelo.

Ichigo por su parte dejó de hacer los rayos, e intentó caer de pie, y afortunadamente lo hizo, resbalándose unos 6 metros en el suelo prácticamente apoyado de los pies. Otra pequeña nube de arena se formó, pero no lo suficiente para no dejarlos de ver.

-Les dijo que ¡eso no funcionaría conmigo!

Afirmó para luego apuntar a cada uno de los hermanos, a Devitto con la izquierda, y a Jasdero con la derecha, y lanzar los rayos de la palma de sus manos nuevamente, yendo a una velocidad muy rápida.

Su pierna por un momento de hacer fuerza, haciendo que su brazo izquierdo se desviara un poco del objetivo. Esos rayos que convocaba hacían gastar mucha energía y le cansaban, pero de no hacerlo, no tendría oportunidad con ellos.

Doll seguia esperando en el callejon, se daría cuenta si la pelea en la que se encontraba Kurosaki habria acabado, pero lo que hasta ahora ha escuchado, le hace pensar que no debe salir.

- Me estoy aburriendo, esto es terriblemente horrible... ¡NO LO SOPORTO! - Lo último lo gritó muy fuerte, a lo cual tuvo que taparse su propia boca, no queria que nadie se diera cuenta que estaba ahí, nadie al menos por ahora.

- Quisiera salir... pero creo que no debería, seguramente soy tan débil que Kurosaki me regañaria, apuesto a que no me sorporta - Dijo enojada hablando consigo misma. Vió el suelo congelarse y aun oia las explosiones, se levantó del suelo y se pegó a la pared, mostró su cabeza fuera del callejón y miró todo lo que alrededor pasaba. El suelo congelado, al rubio y al pelinegro, a Kurosaki pelear y lanzar rayos desde sus manos, sonrió dulcemente.

- Gambatte~ne - "Esfuerzate" en japonés, eso pensó Doll con una gran sonrisa, mirando pelear a Kurosaki.

Cuando lanzó los rayos, bajó la cabeza, y aunque su pierna se había desnivelado, confiaba en que la había dado.

Las explosiones ocasionaron que se hiciera un manto de tierra, obligándolo a cerrar los ojos, y no poder ver nada. Estaba en riesgo de ser atacado en ese momento, por lo que con su mano derecha intentaba tapar un poco su vista, en busca de que la arena no le alcanzara los ojos, y pudiese ver un poco mejor. Confiaba en que la chica estubiera bien, era la primera que le daba su Inocencia, y recién era general.

Los años de entrenamiento hicieron fruto, y era bastante fuerte, y bastante ágil, más que nada en estrategias de batalla, puesto que podía atacar tanto en distancia media y corta, usando sus puños para golpear, y sus guantes para lanzar rayos, además de un arma secreta guardada, que nunca se la había mostrado a alguien.

Su confianza estaba en que la chica pudiese escapar de aquellos Akumas que le atacaron. No sabía si había sobrevivido, si estaba herida, si había escapado, lo único que podía hacer era confiar en ella, y intentar hacer que los noé se fueran, o matarlos, si podía.

Su cabello se ensució con la arena, y su ropa estaba ya llena de ella, pero más que eso, confiaba que su vida siguiera continuando, en busca de no morir, seguir vivo y continuar salvando vidas, y llevar más exorcistas a la orden, en busca de que hicieran lo mismo.

Doll ya estaba fuera del callejón, comenzó a rebuscar como subirse a alguno de los techos, para poder ver mejor, vió una tubería y enseguida cubrió su cara, trepó sobre la tubería hasta llegar al techo, al llegar a este saltó y se quedó mirando la pelea que sucedía, pensaba que nadie se daria cuenta que estaba sobre el techo.

- Así no será tan aburrido - Dijo Doll al mirar la pelea, pronto el manto de tierra llegó hasta el techo donde se encontraba, ella respiró un poco de la tierra y comenzó a toser, sacudió un poco el manto de tierra que se habia hecho para poder respirar, cerraba los ojos para que no se les irritara.

- Joder! Odio la tierra... - Dijo para si, mirando lo que alrededor pasaba, no lograba captar la presencia de Kurosaki y mucho menos la del par de chicos con quien el peleaba.

- ¿Y la pelea? - Se preguntó, buscando a los tres entre el manto de tierra.

Como era de suponerse al tratarse de un General, la gran bola de fuego fue esquivada por el hombre con más agilidad de lo que los gemelos pensaron. Por lo menos comprobaron que no era un exorcista debilucho cualquiera.

-Les dijo que ¡eso no funcionaría conmigo! -exclamó Ichigo antes de apuntar a ambos gemelos con una de sus manos y lanzar una rayos originados desde las palmas, las cuales se encontraban cubiertas por unos guantes que debían de ser la inocencia de aquel sujeto.

Gracias a la ligera desviación que tuvo el General en el ataque hacia Devitto, éste último logró esquivar casi por completo el rayo que iba dirigido hacia él. Aunque logró evitar que le impactase, pudo sentir el calor que emitió el rayo por la cercanía que tuvo con su cuerpo.

-Demasiado cerca -pensó con una mueca de desagrado, enseñando casi amenazadoramente los dientes hacia Ichigo, pero obligándose a cerrar los ojos por la densa capa de tierra que se levantó.

Por su parte, Jasdero no corrió con la misma suerte que su hermano. Pese a que era más flexible que Devitto, aquello no bastó para poder esquivar por completo el ataque dirigido hacia su persona. Pudo evitar una parte del rayo, pero su hombro derecho y un poco más abajo de él, en el brazo, resultó herido por el ataque del General.

-¡El General atacó a Dero! -lloriqueó posando su mano en la herida, de la cual comenzaba a manar sangre.

Al ser una herida causada por un ataque de una inocencia, la habilidad Noah de rápida recuperación no surtió efecto inmediatamente. Más que dolor, era un casi insoportable ardor que se extendía por toda la zona afectada.

Devitto, escuchando el quejido de su hermano, fue inmediatamente hacia su encuentro ayudándose por el vínculo que los unía. Entre aquel manto de tierra suspendida no podría haber visto nada, pero siendo el rubio a quien buscaba su aventura en un ambiente en que podía ser perfectamente atacado por su enemigo no resultó tan problemática. Devitto siempre podría encontrar a Jasdero.

-Maldita sea. ¿Por qué tienen que joder tanto? -se quejó el pelinegro, siendo que paradójicamente ellos mismos habían querido acción para no aburrirse.

-Devi, Dero está lastimado, Hii~ -y como siempre, el rubio buscaba consuelo en su gemelo, quien parecía siempre saber qué hacer en ese tipo de situaciones.

-Cálmate Jasdero, ese General ya las pagará -le aseguró Devitto sonriendo altaneramente, al tiempo que Jasdero se limpiaba las lágrimas y sonreía junto a su hermano.

¿El General quería jugar con ellos? Pues ellos responderían y, por supuesto, no estaban solos. Un monstruo vizcoso y hecho de cadáveres de humano apareció en el juego para brindarles más diversión.

-Hee Hee~ -

La tierra empezó a dispersarse, y pronto tendría que bajar sus manos para poder ver mejor. Pero el constante viento hacía que se fuera y regresara, hasta que por fin, llegó un momento en el que se dispersó. Parecían muy débiles, pensaba él, podría hacer algo al respecto, y vencerles, pero algo así solo significaba que podrían ser mejores. Al fin y al cabo la sangre de noé corría por sus venas.

La arena se disipó, y bajó sus manos, para encontrarse con una enorme sorpresa, algo que sospecharía, pudiera existir. Un monstruo creado solo de cadáveres, los cuales formaban esa enorme bestia.

-¡¿Nani?! [¡¿Qué?!]

Dijo dando un paso hacia atrás, sorprendido.

-¿Nani ka kore? [¿Qué demonios es esto?]

Miró a la "cara" de aquella bestia, y mostró los dientes, notando que no era tan fácil pelear contra un noé. Eso ya lo sabía, y aun así seguía sorprendiéndose.

Puso sus brazos y manos en forma de boxeo, cerrando sus manos y doblando los brazos, para empezar a correr, y querer explotar aquella bestia lo más pronto posible, si de algo pudiese ser, podría atacar a los noé, quienes lo manejaban en el camino, recordando que ellos también estaban ahí.

Esquivaría cualquier cosa que se le viniera, yendo a los lados, y notando todo a su alrededor, mientras corría hacia aquel monstruo lo más rápido que podía.

[Para terminar rápido, ¿puedo manejar al monstruo? o lo controlas tú?]

Siguio buscando ver a los tres que se encontraban en una pelea, tan pronto como la tierra se dispersó por completo, logró captar su mirada en aquella bestia de cadaveres.

- ¿Que... Demonios? - Se preguntó, era algo extraño ver algo así en la actualidad, no sabía que hacer, ¿Ayudarlo o no?. Puede controlar su inocencia desde lejos, sería fácil, pero la descubririan, bajó la mirada, se sentía una inútil, por lo que se puso a pensar. Pasó un poco de tiempo y lo decidió.

- Lo haré... - Contestó y enseguida alzó las manos al cielo, lo que hizo que las flores que antes ya habian sido activadas, salieran de su bolsillo, que por cierto estaba roto, ya que son filosas. Bajó una de sus manos y dejó en alto la otra, con la mirada baja, lanzó todas las flores hacia el monstruo que ahí estaba fue un poco de fuerza, por lo que hizo algunas cortadas en aquel monstruo, sonrió durante un rato.

- Así se dará cuenta que sigo aquí... jiji - Se rió y lanzó otras flores filosas hacia la bestia, haciendo más cortadas.