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Todo el material que se publique dentro del foro es y será propiedad de su creador a menos que se indique lo contrario.
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Misión a Wellington. [Katisha Harunoai y Stefan Von der Beck]
D. Gray man Rol :: El mundo :: Oceanía
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Re: Misión a Wellington. [Katisha Harunoai y Stefan Von der Beck]
Aún me estaba reponiendo de aquel estruendoso golpe contra el armario y esperando a que el dolor en mi espina se redujera un poco cuando pude escuchar de nuevo aquella voz preguntando por mi nombre. Estaba algo adolorido pero supe por aquel golpe que había derribado el armario y lo había hecho caer junto conmigo al suelo, al abrirse pude ver a la señorita Katisha atada de pies y manos y con un trozo de adhesivo cubriendo su boca. Por un lado sentí un gran alivio, pero por otro seguía preocupado y sorprendido de como el Akuma se había tomado tantas molestias solo para encontrarme. Para él, este era un retorcido juego del gato y el ratón, para mi desgracia, yo era el ratón.
Fernando entró y encarceló al Akuma con una rapidez impresionante, él si sabía lo que se debía hacer en estas situaciones pero seguía dependiendo de que nosotros hiciéramos nuestro trabajo. Dejando de lado cualquier distracción me giré hacia mi compañera y procurando no acercarme inapropiadamente, tomé las cuerdas y torpemente comencé a liberarla.
-Vamos a tener que trabajar en equipo -le hablé a mi compañera mientras removía lentamente la cinta en su boca intentando no lastimarla. No quería exponerla a algún peligro, pero si me pasara algo realmente grave a mi, sería más peligroso pues la dejaría sola.
-Que bicho tan molesto -el Akuma logró romper aquella barrera multicolor cuyos colores asemejaban a la cola de mi cometa y con un solo golpe se libró de Fernando, siquiera se molestó en terminarlo cuando volteó a vernos a ambos. - ¿Listo para jugar?
-Listo
A pesar de mi mala racha, este era un juego el que realmente debía ganar.
Fernando entró y encarceló al Akuma con una rapidez impresionante, él si sabía lo que se debía hacer en estas situaciones pero seguía dependiendo de que nosotros hiciéramos nuestro trabajo. Dejando de lado cualquier distracción me giré hacia mi compañera y procurando no acercarme inapropiadamente, tomé las cuerdas y torpemente comencé a liberarla.
-Vamos a tener que trabajar en equipo -le hablé a mi compañera mientras removía lentamente la cinta en su boca intentando no lastimarla. No quería exponerla a algún peligro, pero si me pasara algo realmente grave a mi, sería más peligroso pues la dejaría sola.
-Que bicho tan molesto -el Akuma logró romper aquella barrera multicolor cuyos colores asemejaban a la cola de mi cometa y con un solo golpe se libró de Fernando, siquiera se molestó en terminarlo cuando volteó a vernos a ambos. - ¿Listo para jugar?
-Listo
A pesar de mi mala racha, este era un juego el que realmente debía ganar.
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Re: Misión a Wellington. [Katisha Harunoai y Stefan Von der Beck]
Me quedé observando como mi compañero me liberaba, mis piel al fin pudo respirar y de cierto modo fue un alivio. Me puse de pie y active mi inocencia ignorando completamente mi herida, la cual pr cierto había mejorado satisfactoriamente.
"Debemos actuar con cuidado" Pensé cuando recordé la vez cuando el akuma había estado a unos minutos de asesinarnos a ambos anterirormente sin ningún esfuerzo, y en la condición en la que me encontraba probablemente no me daría tiempo de un impulso inprovisto. Caería directamente y no estaba segura si solo inconsciente o algo peor.
El akuma lucía ansioso y reía mientras se balanceaba de un lado a otro pensando a quien atacaría primero. Como un niño pequeño decidiendo su mascota, según sabía, los akumas de nivel 2 tenían perzonalidad. Y este parecía tener una muy infantil según note.
El akuma pareció decidirse por Stefan al principio, preparó el ataque y de último momento cambio su dirección hacia mí, yo me tire al suelo sin otra opción mientras que la pared de atrás explotaba en un enorme ruido sordo.
"Debemos actuar con cuidado" Pensé cuando recordé la vez cuando el akuma había estado a unos minutos de asesinarnos a ambos anterirormente sin ningún esfuerzo, y en la condición en la que me encontraba probablemente no me daría tiempo de un impulso inprovisto. Caería directamente y no estaba segura si solo inconsciente o algo peor.
El akuma lucía ansioso y reía mientras se balanceaba de un lado a otro pensando a quien atacaría primero. Como un niño pequeño decidiendo su mascota, según sabía, los akumas de nivel 2 tenían perzonalidad. Y este parecía tener una muy infantil según note.
El akuma pareció decidirse por Stefan al principio, preparó el ataque y de último momento cambio su dirección hacia mí, yo me tire al suelo sin otra opción mientras que la pared de atrás explotaba en un enorme ruido sordo.
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Re: Misión a Wellington. [Katisha Harunoai y Stefan Von der Beck]
Estruendo y escombros volando por todos lados fueron lo que pude percibir en aquella nube de polvo que se había formado. Giré a todos lados tratando de buscar a mi compañera cuando un gran pedazo de pared se desprendió de su lugar e iluminó la habitación. Vi a la pequeña Katisha quien como yo trataba de disipar su visión, la tomé delicadamente de la muñeca y ambos salimos por aquel hueco hacia lo que parecía el patio del hospital, o mas bien, un cementerio.
El sol estaba terminando de ocultarse y daba lugar a la tenebrosa noche, aquel ambiente húmedo sumado al escenario y un nivel 2 persiguiéndonos opacaban mis esperanzas de salir ilesos.
-¿Puede ver donde esta el Akuma? -le pregunté a mi compañera mientras atraía mi cometa para que permaneciera cerca de nosotros.
Ahora estábamos al aire libre y podría maniobrar con facilidad, me sentía bien y mi compañera también, todo era cuestión de aprender a trabajar en equipo.
El sol estaba terminando de ocultarse y daba lugar a la tenebrosa noche, aquel ambiente húmedo sumado al escenario y un nivel 2 persiguiéndonos opacaban mis esperanzas de salir ilesos.
-¿Puede ver donde esta el Akuma? -le pregunté a mi compañera mientras atraía mi cometa para que permaneciera cerca de nosotros.
Ahora estábamos al aire libre y podría maniobrar con facilidad, me sentía bien y mi compañera también, todo era cuestión de aprender a trabajar en equipo.
Invitado
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Re: Misión a Wellington. [Katisha Harunoai y Stefan Von der Beck]
p-parece ser que esta por ahi a la derecha-Señalé donde yacía el akuma con una sonrisa divertida mientras nos acechaba detrás de unas lápidas y reía maliciosamente mientras acariciaba con sus largos dedos el borde de éstas mismas, parecía estar esperando algo que yo con gran curiosidad intentaba descifrar. Pronto lo descubrí.
El akuma nos había estado siguiendo ya por bastante tiempo....demasiado para nuestro gusto y como todo enemigo había analizado nuestras debilidades.
Nuestro paso se volvía cada vez más lento y pesado, me gire hacia mi compañero para darme cuenta de que sus mejillas estaban ya rojas y respiraba agitadamente. El akuma pareció darse cuenta de que a él le costaba mucho correr tanto en tan poco tiempo y esperaba a que este cayera y a su vez yo simplemente escapara o me quedara paralizada como la última vez matándonos a los dos.
Yo podía correr más, desde pequeña me habían hecho correr grandes distancias pues mis padres insistían en que debía tener una perfecta condición física.
Con terror observé como por fin mi compañero paraba para dejarse caer a la fria y blanda tierra y comenzar a respirar aún más agitado intentando recuperar el aliento.
El akuma dejo ver su enorme sonrisa llena de filosos y punteagudos dientes que sinceramente no quería saber como era el contato contra piel humana. Me arrodillé donde yacía mi compañero y lo agite suavente intentando no presionarlo. Stefan-kun, stefan-kun solo un poco mas -Le intenté animar con tranquilidad que claramente iba desapareciendo en mi voz. Solo un poco más, lo prometo -Dije mientras avistaba un pequeño altar de los que se usan para enterrar a varias personas de una misma familia o que tengan que ver con dichas personas. Podía dejar que stefan se recuperara un rato meintras yo intentaba hacer algo con el akuma sin que este corriera riesgo alguno, además el akuma tenía que maniobrar bastante para llegar hasta donde nos encontrabamos.
Pero me confie demasiado y olvide un aspecto importante en esto: los akumas pueden volar
Se acercapa rápidamente y yo seguía dándo aliento a mi compañero
El akuma nos había estado siguiendo ya por bastante tiempo....demasiado para nuestro gusto y como todo enemigo había analizado nuestras debilidades.
Nuestro paso se volvía cada vez más lento y pesado, me gire hacia mi compañero para darme cuenta de que sus mejillas estaban ya rojas y respiraba agitadamente. El akuma pareció darse cuenta de que a él le costaba mucho correr tanto en tan poco tiempo y esperaba a que este cayera y a su vez yo simplemente escapara o me quedara paralizada como la última vez matándonos a los dos.
Yo podía correr más, desde pequeña me habían hecho correr grandes distancias pues mis padres insistían en que debía tener una perfecta condición física.
Con terror observé como por fin mi compañero paraba para dejarse caer a la fria y blanda tierra y comenzar a respirar aún más agitado intentando recuperar el aliento.
El akuma dejo ver su enorme sonrisa llena de filosos y punteagudos dientes que sinceramente no quería saber como era el contato contra piel humana. Me arrodillé donde yacía mi compañero y lo agite suavente intentando no presionarlo. Stefan-kun, stefan-kun solo un poco mas -Le intenté animar con tranquilidad que claramente iba desapareciendo en mi voz. Solo un poco más, lo prometo -Dije mientras avistaba un pequeño altar de los que se usan para enterrar a varias personas de una misma familia o que tengan que ver con dichas personas. Podía dejar que stefan se recuperara un rato meintras yo intentaba hacer algo con el akuma sin que este corriera riesgo alguno, además el akuma tenía que maniobrar bastante para llegar hasta donde nos encontrabamos.
Pero me confie demasiado y olvide un aspecto importante en esto: los akumas pueden volar
Se acercapa rápidamente y yo seguía dándo aliento a mi compañero
Invitado
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Re: Misión a Wellington. [Katisha Harunoai y Stefan Von der Beck]
[Off: Eh, ¿desde cuando Stefan se volvió asmático? D':]
Comenzamos a movernos en aquel oscuro lugar intentando salir de aquel cementerio, pues aparte de tenebroso era un terreno muy desfavorable para nosotros los que nos desplazabamos a pie. El lugar parecía interminable, solo eran más tumbas y tumbas a donde nos alcanzaba la vista, en eso llegamos a un gran altar mientras podíamos seguir escuchando el metálico sonido que producía el Akuma que nos perseguía de una forma tenebrosamente alegre.
-Stefan-kun, stefan-kun solo un poco mas- Insistía mi compañera pues después de tanto trotar buscando salida me estaba cansando, pero todo el camino debería dar resultado.
Hacía un buen tiempo que había dejado mi cometa en el suelo mientras el hilo de tono verde seguía alargándose y rodeando todo nuestro camino y el del Akuma, me estaba preparando para ejecutar un plan improvisado, uno donde deberíamos tener cerca al nivel dos y rezar por que no se haya dado cuenta de que el cometa no nos seguía hacia ya un tiempo. Cuando lo creí oportuno y bueno para mi salud me detuve y me senté exagerando mi cansancio y tratando de preocupar a mi compañera; solo así el Akuma dejaría su morbosa persecución y se dispondría a atacarnos de una buena vez.
-Solo un poco más, lo prometo-
-Todo va a estar bien, solo quiero que se prepare. -tomé a mi compañera del brazo para que se hincara en el suelo junto conmigo para prepararnos, tomé el casi fino hilo de mi cometa con otras manos cuando el tan esperado invitado hizo su aparición.
-Así que aquí están, ratoncitos. -sonrió el Akuma con aquella mueca tan escalofriante.
-Pase lo que pase... -seguí hablándole a mi compañera de espaldas al nivel 2- ...tan solo preocúpese en golpear al Akuma.
Respiré profundo y sujete fuertemente el hilo previamente amarrado bien en mis nudillos, me dí la vuelta y con todas mis fuerzas comencé a hacer que el hilo regresara y envolviera al Akuma lo más posible; el involucrado se dio cuenta rápidamente e intento escapar más la cola de mi arma no se lo permitía, era solo cuestión de tiempo para que terminara de enredarlo. El único inconveniente sería que al usar tanto hilo no podría manejar la parte principal de mi Inocencia para atacarle, pero Katisha si.
Comenzamos a movernos en aquel oscuro lugar intentando salir de aquel cementerio, pues aparte de tenebroso era un terreno muy desfavorable para nosotros los que nos desplazabamos a pie. El lugar parecía interminable, solo eran más tumbas y tumbas a donde nos alcanzaba la vista, en eso llegamos a un gran altar mientras podíamos seguir escuchando el metálico sonido que producía el Akuma que nos perseguía de una forma tenebrosamente alegre.
-Stefan-kun, stefan-kun solo un poco mas- Insistía mi compañera pues después de tanto trotar buscando salida me estaba cansando, pero todo el camino debería dar resultado.
Hacía un buen tiempo que había dejado mi cometa en el suelo mientras el hilo de tono verde seguía alargándose y rodeando todo nuestro camino y el del Akuma, me estaba preparando para ejecutar un plan improvisado, uno donde deberíamos tener cerca al nivel dos y rezar por que no se haya dado cuenta de que el cometa no nos seguía hacia ya un tiempo. Cuando lo creí oportuno y bueno para mi salud me detuve y me senté exagerando mi cansancio y tratando de preocupar a mi compañera; solo así el Akuma dejaría su morbosa persecución y se dispondría a atacarnos de una buena vez.
-Solo un poco más, lo prometo-
-Todo va a estar bien, solo quiero que se prepare. -tomé a mi compañera del brazo para que se hincara en el suelo junto conmigo para prepararnos, tomé el casi fino hilo de mi cometa con otras manos cuando el tan esperado invitado hizo su aparición.
-Así que aquí están, ratoncitos. -sonrió el Akuma con aquella mueca tan escalofriante.
-Pase lo que pase... -seguí hablándole a mi compañera de espaldas al nivel 2- ...tan solo preocúpese en golpear al Akuma.
Respiré profundo y sujete fuertemente el hilo previamente amarrado bien en mis nudillos, me dí la vuelta y con todas mis fuerzas comencé a hacer que el hilo regresara y envolviera al Akuma lo más posible; el involucrado se dio cuenta rápidamente e intento escapar más la cola de mi arma no se lo permitía, era solo cuestión de tiempo para que terminara de enredarlo. El único inconveniente sería que al usar tanto hilo no podría manejar la parte principal de mi Inocencia para atacarle, pero Katisha si.
Invitado
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Re: Misión a Wellington. [Katisha Harunoai y Stefan Von der Beck]
[Off: Gomene, no soii buena narrando cuando alguien se cansa x3]
Todo va a estar bien, solo quiero que se prepare. Segido de esto mi compañero me jalo del brazo para donde el se encontraba y yo fui hacia el sin oponer resistencia alguna.
El akuma sonrio escalofriantemente ya a unos ecasos metros de nosotros. Yo tragué saliva y me preparé.
Pase lo que pase...tan solo preocúpese en golpear al Akuma.
Cuando escuche esto me puse un tanto nerviosa por lo que pudiese sueder, pero el no hacerlo sería un gran peligro y probablemente más mortal que el no hacerlo.
Observé como Stefan atrapaba al akuma con su cometa, éste intentaba escapar pero la inocencia no se lo permitía.
Maldito mocoso...¡¡Sueltame!! El akuma estaba haciendo...¿un berrinche?...si...un berrinche....nunca me imaginé algo como esto
Me incorporé y me concentré lo más posible. Mi ataque no podría vencerlo, pero si aturdirlo por una cantidad razonable de tiempo si lograba concentrarme lo suficiente. Luego sería mas fácil derrotarlo de una vez por todas.
Me sentí un ratón en ese momento, verdaderamente un roedor. Pero confié...los gatos podían tener siete vidas, pero los ratones tienen más de 10 contando sus grandes cantidades, aunque en este momento eramos solo 2 ratoncitos. Debíamos ser ratones astutos en ese caso...
Preparé mi golpe y apenas tuve oportunidad me lance contra el akuma, acerté el golpe y al instante hice a mi inocencia penetras su cuerpo. El akuma se sacudió bruscamente y también se retorció. Yo terminé y el akuma se sacudió aún con más fuerza soltando un grito y esta vez logró hacer que nos separamos de el, enseguida yo hice que mi inocencia actura causando una equeña explosión desde el centro del akuma. Este salió disparado hacia la lejanía mientras soltaba un alarido de dolor.
Yo rodé por el pasto mientras que mi compañero iba a dar contra una lápida, enseguida me incorpore con varios rasguños pero completa. Corrí hacia donde yacía mi compañero.
Son muy molestos saben?!!!- Yo me giré sorprendida, mi ataque no había logrado dejarlo aturdido, pero si había logrado dejarlo malherido y este se retiró volando hacia fuera del hospital y luego se perdió en la lejanía.
Yo me setí mal pues no pudimos derrotarlo en ese momento, pero lograda por el golpe que le había acertado. El próximo no habría compasión y seguro lo venceriamos, y además en el estado en el cual se encontraba ahora sería más fácil vencerlo, ahora a nosotros también nos vendría bien un descanso pues después de ese golpe sinceramente me sentía algo aturdida, me deje caer en la tierra soltando un suspiro de alivio y una sonrisa.
Pero luego un débil gemido me sacó de mis pensamientos, me incorporé y me acerque a mi compañero
Stefan-kun te encuentras bien?
Todo va a estar bien, solo quiero que se prepare. Segido de esto mi compañero me jalo del brazo para donde el se encontraba y yo fui hacia el sin oponer resistencia alguna.
El akuma sonrio escalofriantemente ya a unos ecasos metros de nosotros. Yo tragué saliva y me preparé.
Pase lo que pase...tan solo preocúpese en golpear al Akuma.
Cuando escuche esto me puse un tanto nerviosa por lo que pudiese sueder, pero el no hacerlo sería un gran peligro y probablemente más mortal que el no hacerlo.
Observé como Stefan atrapaba al akuma con su cometa, éste intentaba escapar pero la inocencia no se lo permitía.
Maldito mocoso...¡¡Sueltame!! El akuma estaba haciendo...¿un berrinche?...si...un berrinche....nunca me imaginé algo como esto
Me incorporé y me concentré lo más posible. Mi ataque no podría vencerlo, pero si aturdirlo por una cantidad razonable de tiempo si lograba concentrarme lo suficiente. Luego sería mas fácil derrotarlo de una vez por todas.
Me sentí un ratón en ese momento, verdaderamente un roedor. Pero confié...los gatos podían tener siete vidas, pero los ratones tienen más de 10 contando sus grandes cantidades, aunque en este momento eramos solo 2 ratoncitos. Debíamos ser ratones astutos en ese caso...
Preparé mi golpe y apenas tuve oportunidad me lance contra el akuma, acerté el golpe y al instante hice a mi inocencia penetras su cuerpo. El akuma se sacudió bruscamente y también se retorció. Yo terminé y el akuma se sacudió aún con más fuerza soltando un grito y esta vez logró hacer que nos separamos de el, enseguida yo hice que mi inocencia actura causando una equeña explosión desde el centro del akuma. Este salió disparado hacia la lejanía mientras soltaba un alarido de dolor.
Yo rodé por el pasto mientras que mi compañero iba a dar contra una lápida, enseguida me incorpore con varios rasguños pero completa. Corrí hacia donde yacía mi compañero.
Son muy molestos saben?!!!- Yo me giré sorprendida, mi ataque no había logrado dejarlo aturdido, pero si había logrado dejarlo malherido y este se retiró volando hacia fuera del hospital y luego se perdió en la lejanía.
Yo me setí mal pues no pudimos derrotarlo en ese momento, pero lograda por el golpe que le había acertado. El próximo no habría compasión y seguro lo venceriamos, y además en el estado en el cual se encontraba ahora sería más fácil vencerlo, ahora a nosotros también nos vendría bien un descanso pues después de ese golpe sinceramente me sentía algo aturdida, me deje caer en la tierra soltando un suspiro de alivio y una sonrisa.
Pero luego un débil gemido me sacó de mis pensamientos, me incorporé y me acerque a mi compañero
Stefan-kun te encuentras bien?
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Re: Misión a Wellington. [Katisha Harunoai y Stefan Von der Beck]
El Akuma estaba forcejeando por un muy buen tiempo, haciendo que mis pies se arrastraran por aquel terreno a la par de que perdía poco a poco la circulación en mis manos, afortunada y acertadamente mi compañera reaccionó golpeando fuertemente en Akuma mientras aún lo tenía inmovilizado. El akuma sufrió un daño crítico, tan crítico que apenas podía balancearse, pero no lo suficiente como para no lanzar una última ráfaga que nos levantó como plumas al viento e hizo que me estrellara con una de las lápidas.
Tantos golpes en mi espalda me estaban comenzado a afectar pues de la nada comencé a ver borroso, me tallé los ojos con mi mano derecha y logré ver que mi cometa volaba en el cielo sobre mi y el nivel 2 se alejaba maldiciendonos de una forma que causaría un mal sabor de boca a cualquiera.
-Ngh.... -al dejar de ponerle atención al Akuma fue cuando sentí el dolor punzando en mi espalda y me quejé un poco.
-Stefan-kun, ¿te encuentras bien? -la respuesta era obvia, me digné a dirigirle mi mirada, sabía de ante mano lo demacrado que me veía por tantos golpes y arrastres por todo Wellington.
-Se esta escapando -pensé alarmado, mi cuerpo y mi compañera sabían que debíamos de quedarnos a descansar pero mi mente tenía muy claro que debíamos de acabar esto ya. Me ayudé con mi brazo derecho para poder levantarme y salir corriendo, creo haberme puesto de pie tan rápido que al salir corriendo me mareé un poco y caí al suelo de nuevo, fuera lo que fuera me levanté de nuevo y salí corriendo a perseguir al Akuma sin importarme nada.
Fue entonces cuando me di cuente de lo frustrado que estaba. Estaba corriendo como loco ignorando el camino de devastación que el Akuma iba dejando mientras yo lo perseguía junto con mi cometa. Gente muerta, lugares destruidos, aquel sentimiento no tenía nada que ver conmigo, solo con que quería protegerlos a todos.
-¡Alto! ¡Detente de una buena vez! -grité con una voz un tanto grave. Tendría que alcanzarlo antes de que la fatiga me atrapara a mi.
-¡Ya no quiero jugar contigo! -me habló el Akuma que seguía huyendo, en eso llegamos a una disyuntiva que le hizo detenerse para elegir el camino, una pausa en la que aproveche de lanzar mi cometa sobre él y lograr capturar al un agonizante nivel dos con la cola de mi cometa, comenzaron a salir unas cuantas chispas pues la cola también era parte de la inocencia, corrí y salté para quedar sobre él y bajar mi cometa a toda velocidad directo a su cabeza. No fue sencillo, realmente tuve que esforzarme y entre gritos de dolor y maldiciones sangre bastante oscura comenzó a chorrear y ensuciar todo el lugar con una potencia increíble hasta finalmente terminar completamente con aquel monstruo.
Caí de lleno al suelo generando un sonido sordo, siquiera me moleste en limpiar mi cara que estaba llena de aquel líquido tan desagradable, me quedé ahí tendido sobre la acera de aquella oscura ciudad dejando que mi pañuelo cayera por si misma sobre mi y esperando que eso fuera todo.
Tantos golpes en mi espalda me estaban comenzado a afectar pues de la nada comencé a ver borroso, me tallé los ojos con mi mano derecha y logré ver que mi cometa volaba en el cielo sobre mi y el nivel 2 se alejaba maldiciendonos de una forma que causaría un mal sabor de boca a cualquiera.
-Ngh.... -al dejar de ponerle atención al Akuma fue cuando sentí el dolor punzando en mi espalda y me quejé un poco.
-Stefan-kun, ¿te encuentras bien? -la respuesta era obvia, me digné a dirigirle mi mirada, sabía de ante mano lo demacrado que me veía por tantos golpes y arrastres por todo Wellington.
-Se esta escapando -pensé alarmado, mi cuerpo y mi compañera sabían que debíamos de quedarnos a descansar pero mi mente tenía muy claro que debíamos de acabar esto ya. Me ayudé con mi brazo derecho para poder levantarme y salir corriendo, creo haberme puesto de pie tan rápido que al salir corriendo me mareé un poco y caí al suelo de nuevo, fuera lo que fuera me levanté de nuevo y salí corriendo a perseguir al Akuma sin importarme nada.
Fue entonces cuando me di cuente de lo frustrado que estaba. Estaba corriendo como loco ignorando el camino de devastación que el Akuma iba dejando mientras yo lo perseguía junto con mi cometa. Gente muerta, lugares destruidos, aquel sentimiento no tenía nada que ver conmigo, solo con que quería protegerlos a todos.
-¡Alto! ¡Detente de una buena vez! -grité con una voz un tanto grave. Tendría que alcanzarlo antes de que la fatiga me atrapara a mi.
-¡Ya no quiero jugar contigo! -me habló el Akuma que seguía huyendo, en eso llegamos a una disyuntiva que le hizo detenerse para elegir el camino, una pausa en la que aproveche de lanzar mi cometa sobre él y lograr capturar al un agonizante nivel dos con la cola de mi cometa, comenzaron a salir unas cuantas chispas pues la cola también era parte de la inocencia, corrí y salté para quedar sobre él y bajar mi cometa a toda velocidad directo a su cabeza. No fue sencillo, realmente tuve que esforzarme y entre gritos de dolor y maldiciones sangre bastante oscura comenzó a chorrear y ensuciar todo el lugar con una potencia increíble hasta finalmente terminar completamente con aquel monstruo.
Caí de lleno al suelo generando un sonido sordo, siquiera me moleste en limpiar mi cara que estaba llena de aquel líquido tan desagradable, me quedé ahí tendido sobre la acera de aquella oscura ciudad dejando que mi pañuelo cayera por si misma sobre mi y esperando que eso fuera todo.
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Re: Misión a Wellington. [Katisha Harunoai y Stefan Von der Beck]
¡S-Stefan-kun! -En lo primero en lo que pense fue en correr hacia él
¡¡Exorcista-sama!!
¿Eh? -Me giré confundida hacia donde provenía la voz, una figura encapuchada se dirigía hacia nosotros...fruncí el seño e intente mejorar mi vista entrecerrando los ojos y colocando mi mano en mi frente-Fernando-san-Dije sorprendida y aliviada
Exorcista-sama...¿Se encuentran bien? -Pregunto con un tono de preocupación. Yo me gire hacia donde yacía mi compañero y ambos corrimos hacia él torpemente a causa de las varias raices y rocas que abundaban en ese lugar, yo me quede a unos metros de ahí observandole con preocupación mientras el buscador se acercaba hacia el.
¡¡Exorcista-sama!! ¿Se encuentra bien? -Preguntó acercandose a éste y buscando con la vista alguna herida superficial lo suficientemente grande como para dejarle en ese estado.
Yo me quedé hechizada al notar la danzante cometa que volaba descendiendo alrededor de mi hasta quedar reducida a un simple pañuelo y tomarlo entre mis manos para luego acercarme a donde yacían el buscador y Stefan.
¡¡Exorcista-sama!!
¿Eh? -Me giré confundida hacia donde provenía la voz, una figura encapuchada se dirigía hacia nosotros...fruncí el seño e intente mejorar mi vista entrecerrando los ojos y colocando mi mano en mi frente-Fernando-san-Dije sorprendida y aliviada
Exorcista-sama...¿Se encuentran bien? -Pregunto con un tono de preocupación. Yo me gire hacia donde yacía mi compañero y ambos corrimos hacia él torpemente a causa de las varias raices y rocas que abundaban en ese lugar, yo me quede a unos metros de ahí observandole con preocupación mientras el buscador se acercaba hacia el.
¡¡Exorcista-sama!! ¿Se encuentra bien? -Preguntó acercandose a éste y buscando con la vista alguna herida superficial lo suficientemente grande como para dejarle en ese estado.
Yo me quedé hechizada al notar la danzante cometa que volaba descendiendo alrededor de mi hasta quedar reducida a un simple pañuelo y tomarlo entre mis manos para luego acercarme a donde yacían el buscador y Stefan.
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Re: Misión a Wellington. [Katisha Harunoai y Stefan Von der Beck]
Estaba ahí tirado boca abajo, mi misma posición no me dejaba respirar tan fácilmente por lo que usando mi última reserva de energía me volteé para quedar acostado viendo al cielo, comencé a inhalar y exhalar tan profundo como mis pulmones me lo permitieran. Olía mal a causa de la sangre del Akuma y tenía frío a causa de la noche, sin embargo, estaba vivo. Me percaté de ello cuando comencé a escuchar de nuevo gente gritando mi nombre para asegurarse de que estuviera bien. Escuche a Fernando el buscador y aun que siquiera podía gesticular me sentí aliviado de que tanto él como Katisha estubieran bien. ¿Yo? Tampoco estaba fuertemente herido, solo agotado... Muy agotado.
-Estoy bien. -tuve que responder o seguirían gritando mi nombre. -Estoy bien. -repetí para que lo creyeran.
Pasaron los minutos y nos quedamos a las afueras del cementerio un buen rato, después de un tiempo las personas comenzaron a salir de sus casas con una curiosidad incontenible, algunas se quedaban mirando detrás de alguna puerta o ventana, otros se acercaban a ayudar con la reconstrucción de los edificios dañados y unas cuantas enfermeras del hospital llegaron a donde nosotros para curarnos aun que fuera superficialmente. Fernando recibió unos vendajes en los brazos pues tenía unas grandes raspaduras, Katisha también salió ilesa con unos raspones que le limpiaron, por mi parte me sentí apenado de como la enfermera tuvo que ponerme una gasa en la mejilla y unos cuantos más en la espalda.
-Parece que todo va bien, todos.., -pensaba mientras trataba de olvidar la vergüenza que me hacía pasar aquella enfermera- ¡Las gemelas!-
-¡Señor, cuidado!- La enfermera se sobresaltó cuando me levanté de golpe volteando a todos lados con la mirada entrecerrada pues seguía cansado, me tambaleé un poco pero Fernando me ayudó.
-Cuidad, exorcista-san.
-Fernando, ¿sabe donde quedaron las gemelas?
Hacía ya un tiempo que las había dejando en la cafetería después de aquellos destellos del atardecer, fuera de eso nunca supe nada de ellas.
-Estoy bien. -tuve que responder o seguirían gritando mi nombre. -Estoy bien. -repetí para que lo creyeran.
Pasaron los minutos y nos quedamos a las afueras del cementerio un buen rato, después de un tiempo las personas comenzaron a salir de sus casas con una curiosidad incontenible, algunas se quedaban mirando detrás de alguna puerta o ventana, otros se acercaban a ayudar con la reconstrucción de los edificios dañados y unas cuantas enfermeras del hospital llegaron a donde nosotros para curarnos aun que fuera superficialmente. Fernando recibió unos vendajes en los brazos pues tenía unas grandes raspaduras, Katisha también salió ilesa con unos raspones que le limpiaron, por mi parte me sentí apenado de como la enfermera tuvo que ponerme una gasa en la mejilla y unos cuantos más en la espalda.
-Parece que todo va bien, todos.., -pensaba mientras trataba de olvidar la vergüenza que me hacía pasar aquella enfermera- ¡Las gemelas!-
-¡Señor, cuidado!- La enfermera se sobresaltó cuando me levanté de golpe volteando a todos lados con la mirada entrecerrada pues seguía cansado, me tambaleé un poco pero Fernando me ayudó.
-Cuidad, exorcista-san.
-Fernando, ¿sabe donde quedaron las gemelas?
Hacía ya un tiempo que las había dejando en la cafetería después de aquellos destellos del atardecer, fuera de eso nunca supe nada de ellas.
Última edición por Hnos. Von der Beck. el Dom Jul 26, 2009 1:11 am, editado 2 veces
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Invitado
Re: Misión a Wellington. [Katisha Harunoai y Stefan Von der Beck]
No preocupe por favor exorcista-sama, ambas niñas están a salvo en una pequeña posada que encontre en el camino hacia aqui. En este momento deben estar descansando-Sonrió el buscador mientras ayudaa a mi compañero a sentarse de nuevo en la camilla.
Yo tenía una gasa en el ojo izquierdo que no me ayudaba mucho para ver lo que sucedía, pues me había entrado tierra durante mi desventura rodando en la fria tierra del cementerio y al parecer había amenazado con contraer una infección, pero fue tratado a tiempo. Me sentí frustrada cuando sólo podía escuchar lo que Stefan y el buscador decían pues del lado de mi ojo herido era donde se encontraban, quería que la enfermera terminara pronto de desinfectar una pequeña herida en mi pie derecho y poder unirme a ellos.
El buscador se acercó a mi justo cuando la enfermera se retiraba de la habitación.
Exorcista-sama, he escuchado algo bastante interesante de una viejecilla del pueblo, me ha prometido contarme mas cuando estuviera con ustedes. Pero recomiendo que antes de eso descansen un poco.-Me susurró al oido de manera bastante discreta, parecía que no quería que mi compañero lo escuchase-Pero por favor, no le diga nada de ésto a Stefan-dono, me parece que si se entera lo más probable es que quiera salir cuanto antes para conseguir información.
Yo asentí con una pequeña sonrisa mientras el buscador cerraba la cortina que separaba mi camilla con la de mi compañero para que pudiera tener un poco más de privacidad al descansar y se dirigió a la salida. -Descansen, exorcistas-sama-Sonrió antes de cerrar la puerta detrás de sí. Yo me acomodé en mi almohada mientras pensaba en lo que el buscador recien me acababa de decir, tomé la punta de la cortina dispuesta a abrirla para encontrarme con Stefan pues me pareció correcto decirle sobre eso a pesar de la petición del buscador, pero luego dude pues si me preocupaba que mi compañero llegase a querer conseguir la información cuanto antes.
Y ahí estaba yo con mi mano en la cortina, dudando si abrirla o no.
Yo tenía una gasa en el ojo izquierdo que no me ayudaba mucho para ver lo que sucedía, pues me había entrado tierra durante mi desventura rodando en la fria tierra del cementerio y al parecer había amenazado con contraer una infección, pero fue tratado a tiempo. Me sentí frustrada cuando sólo podía escuchar lo que Stefan y el buscador decían pues del lado de mi ojo herido era donde se encontraban, quería que la enfermera terminara pronto de desinfectar una pequeña herida en mi pie derecho y poder unirme a ellos.
El buscador se acercó a mi justo cuando la enfermera se retiraba de la habitación.
Exorcista-sama, he escuchado algo bastante interesante de una viejecilla del pueblo, me ha prometido contarme mas cuando estuviera con ustedes. Pero recomiendo que antes de eso descansen un poco.-Me susurró al oido de manera bastante discreta, parecía que no quería que mi compañero lo escuchase-Pero por favor, no le diga nada de ésto a Stefan-dono, me parece que si se entera lo más probable es que quiera salir cuanto antes para conseguir información.
Yo asentí con una pequeña sonrisa mientras el buscador cerraba la cortina que separaba mi camilla con la de mi compañero para que pudiera tener un poco más de privacidad al descansar y se dirigió a la salida. -Descansen, exorcistas-sama-Sonrió antes de cerrar la puerta detrás de sí. Yo me acomodé en mi almohada mientras pensaba en lo que el buscador recien me acababa de decir, tomé la punta de la cortina dispuesta a abrirla para encontrarme con Stefan pues me pareció correcto decirle sobre eso a pesar de la petición del buscador, pero luego dude pues si me preocupaba que mi compañero llegase a querer conseguir la información cuanto antes.
Y ahí estaba yo con mi mano en la cortina, dudando si abrirla o no.
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Re: Misión a Wellington. [Katisha Harunoai y Stefan Von der Beck]
Después de ser atendidos llegaron más personas y nos llevaron al hospital para que nos curaran mejor, entramos en una de las habitaciones que no estaban en tan mal estado y el médico nos diagnostico a cada uno. Una enfermera me ordenó quitarme la chamarra y playera pues tendría que aplicarme una mejor curación en la espalda, al final me termino vendando y salió para dejarme descansar boca abajo, por otro lado ,ambos, Fernando y la señorita Katisha estaban conversando temas que me parecían indescifrables. Al final Fernando corrió las cortinas y acabó dejando la habitación; no pude contener mi curiosidad por saber que ocurría.
Me senté en la cama con esfuerzo y me encime la playera que traía, al final casi cojeando caminé donde la Señorita Katisha, corrí la cortina y para mi sorpresa ahí estaba mi compañera con un rostro de sorpresa digno de alguien a quien despertaban de repente.
-Pequeña... -me quedé ahí sin saber que decir, tenía la pregunta en mente más no sabía como abordarla sin parecer desesperado.
Me senté en la cama con esfuerzo y me encime la playera que traía, al final casi cojeando caminé donde la Señorita Katisha, corrí la cortina y para mi sorpresa ahí estaba mi compañera con un rostro de sorpresa digno de alguien a quien despertaban de repente.
-Pequeña... -me quedé ahí sin saber que decir, tenía la pregunta en mente más no sabía como abordarla sin parecer desesperado.
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Re: Misión a Wellington. [Katisha Harunoai y Stefan Von der Beck]
Aún no estaba segura si decirselo o no, sería lo correcto decírselo. Sin embargo en ese estado me preocupaba que quisiera salir en busca de esa información. Al final me decidí que decirselo resultaría lo correcto, estaba a unos segundos de correr la cortina pero una mano lo hizo antes que yo pudiera lograr alcanzarla.
Pequeña...
Me sobresalté al notar que se trataba de mi compañero quien había abierto la cortina, observé como este con esfuerzo se podía mantener de pie y lo herido que se encontraba. Con algo de nervios baje de mi cama y me acerque a el casi trotando.
Espera, no deberías esforzarte...t-tienes que descansar-Dije mientras lo llevaba algo bruscamente a su cama evitando su mirada. Una vez que llegamos ahí con cuidado le ayude a sentarse y enseguida intente evadir el tema de lo que el buscador me había dicho.
¿Estás comodo? ¿Necesitas algo?-Pregunté en un tono un poco fingido ¿Un vaso de agua? Si quieres yo puedo traertelo... Afirmé incorporandome e intentando llegar a la puerta de la enfermería sin que el hablara, aún no tomaba el valor como para decírselo y no me ayudaba mucho verlo en esa condición casi sin poder caminar, tendría que esperar un poco más.
Pequeña...
Me sobresalté al notar que se trataba de mi compañero quien había abierto la cortina, observé como este con esfuerzo se podía mantener de pie y lo herido que se encontraba. Con algo de nervios baje de mi cama y me acerque a el casi trotando.
Espera, no deberías esforzarte...t-tienes que descansar-Dije mientras lo llevaba algo bruscamente a su cama evitando su mirada. Una vez que llegamos ahí con cuidado le ayude a sentarse y enseguida intente evadir el tema de lo que el buscador me había dicho.
¿Estás comodo? ¿Necesitas algo?-Pregunté en un tono un poco fingido ¿Un vaso de agua? Si quieres yo puedo traertelo... Afirmé incorporandome e intentando llegar a la puerta de la enfermería sin que el hablara, aún no tomaba el valor como para decírselo y no me ayudaba mucho verlo en esa condición casi sin poder caminar, tendría que esperar un poco más.
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Re: Misión a Wellington. [Katisha Harunoai y Stefan Von der Beck]
Estoy consiente de toda la lástima que debería estar dando ahora, una niñita mucho más pequeña que yo se compadecía de mi estado, tanto que estaba desesperada por ayudarme en lugar de preocuparse por su propio estado; con más facilidad que la mía pudo levantarse e incluso me ayudó a sentarme de nuevo. No quería tomar asiento pero estaba tan cansado que me dejé llevar de nuevo hacia la cama sin alguna clase de resistencia.
Se encontraba nerviosa, tanto que hasta parpadeaba de más mientras me ofrecía todo tipo de cosas para que me relajara, yo no podía hacer sin llegar a preocuparme más, cerré los ojos y dibujé una sonrisa mientras esperaba a que terminara da hablar.
-Señorita Katisha, ambos necesitamos saber donde están las gemelas, eso es todo lo que deseo, buscar la Inocencia viene después. -No era del todo cierto, también quería regresar a la Orden, casi era miedo lo que sentía.
Se encontraba nerviosa, tanto que hasta parpadeaba de más mientras me ofrecía todo tipo de cosas para que me relajara, yo no podía hacer sin llegar a preocuparme más, cerré los ojos y dibujé una sonrisa mientras esperaba a que terminara da hablar.
-Señorita Katisha, ambos necesitamos saber donde están las gemelas, eso es todo lo que deseo, buscar la Inocencia viene después. -No era del todo cierto, también quería regresar a la Orden, casi era miedo lo que sentía.
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Re: Misión a Wellington. [Katisha Harunoai y Stefan Von der Beck]
Un pequeño sorojo apareció en mis mejillas y me lleve la palma de mi mano a mi rostro algo frustrada -¿Tan mala para mentir soy?-Pregunte avergonzada meintras dejaba un ojo libre para observar a mi compañero. Me acerqué de nuevo y tome asiento en la pequeña banca a un lado de su cama. -Fernando-san dice que ambas se encuentran a salvo en una pequeña posada...al parecer una que se topo camino hacia aqui....-Sonreí-No deberías preocuparte por ellas,de seguro Fernando-san esta cuidando bien de ellas-Dije relajando un poco mi expresión para luego soltar un silencioso bostezo. En ese momento pude recodar el frio que sentí cuando vi al akuma de nivel 2 por primera vez, fue un alivio destruirlo. Pero igual me sentí asustada, solo de pensar que habían akumas mucho más fuertes que el.
Esboze una pequeña sonrisa al recordar que Komui-san y el resto de l sección científica prometían protegernos lo mejor que pudieran.
Nos quedamos unos minutos ahí, hasta que una enfermera llegó y ordeno descanso con un tono de reprimenda y una terrorifica expresión en su rostro haciendo que yo por instinto corriera hacia mi cama y me recostara en ella, pero me sentí algo mal al notar que el que resulto mas regañado fue mi compañero, a quien amenazaron con sedarle si no se dormía pronto pues debía permanecer en reposo para recuperarse pronto. Sin nada más que hacer, cerré mis ojos y quede profundamente dormida.
Esboze una pequeña sonrisa al recordar que Komui-san y el resto de l sección científica prometían protegernos lo mejor que pudieran.
Nos quedamos unos minutos ahí, hasta que una enfermera llegó y ordeno descanso con un tono de reprimenda y una terrorifica expresión en su rostro haciendo que yo por instinto corriera hacia mi cama y me recostara en ella, pero me sentí algo mal al notar que el que resulto mas regañado fue mi compañero, a quien amenazaron con sedarle si no se dormía pronto pues debía permanecer en reposo para recuperarse pronto. Sin nada más que hacer, cerré mis ojos y quede profundamente dormida.
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