Misión a Zurich - Suiza [Yami & Suzaku]

Los tres nos encogimos levemente ante el tono del chico… bueno mi padre y yo, Damien se reía.

"¡Esa no es forma de dirigirse a alguien!" le semi-gruñí al hombre de negro, "no tenemos ninguna obligación de darte nada si no se nos antoja."

"Woah, woah," en un tono calmado mi padre me echo detrás de él. "Llévatelo, no tenemos ningún uso para eso en ese estado."

"¡¿QUÈ?!¡Claro que todavía sirve!" revoleé los brazos en un intento por alcanzar el reloj en manos de Yami.

Damien analizó la situación unos segundos, sosteniéndose la barbilla con una mano, "mmm… dicen que van a la hoguera ¿verdad?" sin esperar respuesta, continuó, " vengo de por ahí y me temo que no es seguro que se acerquen."

Me calmé de inmediato, "¿por qué? ¿Qué pasó?"

"¿Eres de la ciudad y ni siquiera sabes qué ocurre en ella?" se encogió de hombros.

"Al parecer alguien encendió la hoguera antes de tiempo y ahora no hay manera de controlar el fuego."

"¿Sabías? ¿Por qué nadie me cuenta nada?" miré a todos los presentes, sintiéndome bastante ingenua.

Observe a la muchacha, no me sorprendió en lo absoluto su reacción, pero tampoco pensaba hacerle caso.
Tome el reloj que el anciano me estaba dando, luego mire al mocoso que estaba allí- “así que hay mas gente que sabe de esto eh??” pensé.
-Díganme que es lo que exactamente esta sucediendo en esa hoguera??- le pregunte a los 2 hombres, evitando mirar a la chica que al parecer era bastante “distraída”.- tengo entendido de que están sucediendo cosas “extrañas”, por así decirlo- mire la cara de las personas ahí presente y se notaba que estaban un poco confundidos supuse que podría ser porque éramos forasteros y sabíamos demasiado del tema, y fue hay donde el maldito buscador me interrumpió.
-Lo siento…-dijo el hombre e izo una reverencia- no nos hemos presentado aun…mi nombre es Shino y soy un buscador…-me miro con una sonrisa- y el es Yami-sensei un exorcista, se que puede sonar extraño pero hemos venido a ayudar…es por eso que vamos a necesitar que nos digan todo lo que saben sobre el tema-dijo Shino y volteo a ver nuevamente a los sujetos.
-“Maldito buscador…”-pensé.

El lugar no era tan horrible, después de pasar al hotel y dejar mis cosas decidí que sería bueno mirar un poco...

-Índigo-san- dijo una vocecilla tras de mis

-¿otra vez tú?- era el Akuma del principio

-si gusta puedo indicarle un buen lugar para empezar- comento con timidez, me divirtió ese gesto así que decidí seguirlo.

Pronto llegamos al centro de la cuidad, las personas mantenían un ambiente festivo no muy lejos note a un exorcista parecía interactuar con varias personas “muy bien” una sonrisa enmarco mi rostro

–quiero un pequeño drama ¿por qué no traes a tus amigos para que jueguen?- le dije a mi acompañante- envía otros cuantos a donde haya más gente- comente por última vez, el Akuma asintió con la cabeza y desapareció en las sombras.

Camine hacia el exorcista manteniendo una distancia considerable, quería ver de cerca la batalla no muy lejos las personas empezaron a gritar. En el cielo dos Akumas nivel 1 aparecieron rápidamente disparando sin sentido “genial” uno se acerco a mi “¿no podía ser más imbécil?…¿por qué se acerca?” tome una rápida decisión

– ¡oh Dios! un monstro- grite parecía muy convincente, en lo personal era ridículo pero serviría, el Akuma se asusto un poco

–estoy actuando- dije un tanto enojado, el Akuma entendió y puso de su parte disparando a todos lados, me limite agacharme “veamos que sucede”…

Parpadeé, "¿Exorcista?" miré a Yami una vez más. Quizás esa era la respuesta al por qué el chico era tan raro.

"Frederick Maier, un gusto," pasó a presentarse mi padre por cuestión de educación, "ella es mi hija Velvet y el mocoso de allá es Damien, un amigo," nos señaló a cada uno respectivamente.

"Bueno, sobre la hoguera… no soy de por aquí. Ya les dije lo que sé."

"Según algunos compradores, el fuego está encendido hace días y no hay forma de controlarlo."

Esa era una de las desventajas de salir tan seguido de la ciudad, me era difícil mantenerme al tanto de todo lo que sucedía, no sabía como hacía mi padre para enterarse de cada una de las novedades.

"Han intentado de varias maneras extinguirlo pero las llamas no ceden. Incluso los mismos ciudadanos se juntaron para ver si podían lograr algo, pero hasta el momento todo es inútil. No hay cantidades suficientes de agua o arena que lo apaguen. Supongo que si vienen a solucionarnos el problema, deben de tener alguna forma alternativa para lidiar con el fuego…"

Desvié la mirada hacía un costado, algo se había movido. El caballo nuevamente estaba inquieto aunque no parecía haber un motivo aparente.

Damien se me acercó, hablando en voz baja para no molestar en la charla que tenían mi padre y los dos extraños. "¿Viste eso?"

Alzando la cabeza, miré hacia la dirección que Damien apuntaba. "¿Ver qué?"

"No sé, fue como que algo voló hacia la tierra…"

En ese momento una fuerte explosión irrumpió en el lugar. A la distancia se oían gritos y mas de estas explosiones, mucha gente comenzó a correr hacia nuestra dirección, como huyendo de algo.

"¿Qué fue eso? ¿Qué pasó?"

"Viejo, pa-parecen bombas." Tanto Damien como yo retrocedimos unos pasos.

"¿Estamos bajo ataque? ¿Por qué?" mi voz temblaba y lo único que me evitaba salir corriendo era el shock. Podía oír como cada una de las "bombas" impactaba con el suelo, se veía volar tierra por todos lados, gente gritando. El sonido aumentaba en su potencia, se estaba acercando. Mi hermosa ciudad se había convertido en una zona de guerra en cuestión de segundos.

Comencé a retroceder inconcientemente, el miedo se había apoderado de mi cuerpo y a lo único a lo que parecía responder era al mecanismo de lucha y huída. Me detuve al chocarme contra algo. Haciendo un esfuerzo sobrenatural por quitar mis ojos de tan mounstroso show, giré levemente la cabeza y sentí cierta tranquilidad al ver que sólo era el exorcista.

Sin darle tiempo a reaccionar, grité. Detrás de él parecían flotar dos especies de pelotas gigantes.

"¡¿Qué-qué es eso?!" las señale descaradamente.

Entre toda la confusión sentí como alguien me tironeaba del brazo, "¡Hay que salir de este lugar!" era mi padre, nunca lo había visto tan exaltado.

"¡Vamos!" recién comenzábamos a correr cuando Damien se detuvo.

"¡Damien! ¡¿Qué haces?! ¡Corre, rápido!"

Se había quedado mirando a un hombre que se encontraba agachado en lo que parecía querer evitar el ataque. "¡Oiga, levántese!" corrió a ayudar al hombre y en el proceso miró en dirección del exorcista y el buscador. "¡Ustedes también corran! ¡¿Qué esperan?!"

Estábamos hablando tranquilamente,hasta que a lo lejos pude observar a una especia de “criatura” muy parecida a un Akuma serca de hombre "estan hablando?" me prgunte, pero no le di importancia, ya que un Akuma nunca estaría alado de un humano.
De un momento a otro, todo se volvió un caos. Las personas corrían de un lugar a otro, se escuchaban gritos de hombres y mujeres. Al principio no entendía que estaba sucediendo hasta que vi.…
-Un Akuma?...-era una especie de maquina gigantesca y redonda apuntando hacia las personas- Eh?...no hay solo uno hay mas!!!???-me sobresalte al ver la gran cantidad de Akumas alrededor, quede en un estado de shock, “esta es mi primera misión y ya vienen esas cosas?”me pregunte a mi mismo, aun sin poder entender nada.
El buscador comenzó a sacudirme, al parecer había notado en el estado en el que estaba.
-Exorcista-sama, Exorcista-sama!!!!....-gritaba el hombre desesperadamente- haga algo deprisa!!!.- fue hay donde pude escuchar el grito de ese mocoso, gire rápidamente hacia mi derecha.
-Idiota!!!...-le grite al muchacho- Que estas haciendo!!!?? Tu debes correr…-corrí hacia donde estaba el- ve con ellos – señale a la muchacha de antes y al anciano- yo me encargare de este sujeto…Date prisa!!!!.El buscador vino hacia donde estaba yo, lo mire seriamente y le dije.
-Escucha…llévalos a un lugar seguro a TODOS, incluyendo a este hombre- dije levantando al hombre del suelo- yo me encargare de esto…bien??.
El buscador me miro con una cara de preocupación y me sonrío.
-Esta bien…-dijo- pero ten cuidado, por favor.
Mire al buscador con cara de asco.
-Deja de decir tonterías y veta de una vez!!!...-le grite por ultima vez y este agarro al niño y al hombre y se fueron hacia donde estaban los demás.
Cuando vi como se alejaba el buscador de mi, no pude evitar mirara a aquel hombre, “ese era el mismo sujeto de aquella vez”, pensé mientras recordaba aquella escena
-Bueno…no importa debo empezar a moverme- me pare saque mis dagas y comencé a girarlas, no podía dejar de estar un poco nervioso, mis manos temblaban, pero sentía unas ganas de comenzar la “diversión”.
De repente un Akuma, aprecio detrás de mí y comenzó a dispararme,pude esquivar sus ataques. Me dirige hacia dond estaba el Akuma y lo corte a la mitad, este exploto.
Sonreí- Bien ahora quien es el siguiente?- pregunte excitado ante aquella nueva situación.

Era ridículo el teatrito que había empezado, la gente corría por todos lados, me quede un momento mirando la conmoción y no pude evitar reírme un poco, de lejos pude ver que el exorcista parecía intimidado.

De la nada un mocoso me grito

"¡Oiga, levántese!" no dije nada y me levante lentamente luego el exorcista hizo acto de “heroísmo” corrió mientras salía de su letargo

"yo me encargare de este sujeto…Date prisa!!!!..." grito y le exigió varias cosas a su buscador, me irrito su actitud, en cambio me limite a mirar la escena di unos cuantos pasos pero el buscador nos guio al mocoso a mí a lo que según el exorcista seria un lugar “seguro”

-¿pero qué sucede?- hable por primera vez con mi ya galardonada actuación -no puedo creer lo que pasa, yo tan solo venia de viaje- continúe “lamentándome” mientras corríamos y me limpiaba la fina gabardina negra que se había llenado de tierra “estúpidos Akumas les romperé la cara cuando esto acabe” pensé “como se atreven a ensuciar mi fina ropa” dirigí un momento la mirada a donde se había quedado el exorcista parecía que había destruido a un Akuma “muy bien ¿qué hará con lo lo que prepare?” pensé mientras repasaba mi estrategia “veamos si resiste”

Alcanzamos rápidamente a la chica y al anciano, en cuanto los mire la chica llamo mi atención “su gesto” me encanto en extremo, estaba aterrorizada no pude evitar mirarla me detuve en cada una de sus facciones “exquisito” sonreí internamente

– ¿se encuentran bien?...- pregunte a ambos realmente “preocupado”

-gracias muchacho- le dije al mocoso, coloque mi mano sobre su hombro en un gesto solidario, empezaba a esforzarme mucho mas con mi actuación, hasta podría decir que conmovía, mire el reloj justo habían pasado 6 minutos “que empiece el verdadero drama” los Akumas comenzaron a dispersarse, atacarían a la gente como prioridad y huirían ocultándose del exorcista, sencillo pero efectivo.

Repentinamente una bomba dio en nuestra posición tome a la chica y la protegí con mi cuerpo, los demás no me importaron, ella parecía en shock, el humo se dispersaba lentamente,

-¿Te encuentras bien?- pregunte mirándola fijamente y muy “angustiado”…

Había mucho polvo volando por todos lados y más que nada parecía afectar a mi padre, no se trataba de un anciano pero tampoco era joven, la corrida y todo el revuelo agravaban su estado. Lo sujeté del brazo como un reflejo del miedo que me poseía, había perdido de vista a Damien y mientras mi instinto me decía de salir corriendo de ahí, no podía abandonar a mi amigo. Comencé a estresarme aún peor al sentir como los ataques a la ciudad continuaban.

"Velvet ¡Corre!" me empujó mi padre, su voz ronca.

No le contesté, de verdad quería irme de allí pero se sentía muy incorrecto hacerlo. No podía salvarme a costa de ellos. Estaba mal, muy mal…

En medio de mi debate, aparecieron, como si mis pensamientos los hubieran invocado. Damien junto con el hombre extraño y el buscador corrían en nuestra dirección. Sin cruzar palabras nos seguimos alejando, guiados por Shino.

Nos detuvimos en uno de los costados de la ciudad, una gran pared nos separaba del campo de batalla, parecía ser un lugar seguro.

Estábamos agitados, podía sentir al corazón retumbándome en la cabeza. Miré a mi padre y después a Damien, quien me sonrió. Siempre hacía eso y siempre parecía poder calmarme así.

"¿Se encuentran bien?" era el hombre de antes.

Sólo asentimos con la cabeza, ninguno podía formar una palabra.

Palmeó el hombro de Damien, "gracias muchacho."

Apenas habíamos recobrado el aliento cuando una de las bombas impactó cerca de nuestra ubicación. Todo voló por los aires, incluidos nosotros. Era una fuerza que nunca había experimentado, me hacía sentir lo diminuta y débil que era. Como una muñeca de trapo, era revoleada hacia donde se les ocurriera a los demonios. Estaba maldecida y condenada.

Choqué contra el suelo aunque fue menos doloroso de lo que esperaba, quizás la muerte era más generosa con sus huéspedes antes de llevárselos.

Muerte. Que palabra tan fría y amarga.

"No quiero morir, no quiero morir, no quiero morir…" me repetía una y otra vez en una voz casi audible entre tanto ajetreo.

"¿Te encuentras bien?" escuché algo distante. Enfoqué mi vista en el hombre que se encontraba enfrente de mí, había amortiguado mi caída. Lo mire unos segundos antes de hundir los dedos en su traje, apretando con fuerza el material al mismo tiempo que apretaba los dientes. Cerré los ojos, estaban humedecidos.

"¡No quiero morir!" repetí una vez más, "¿por qué a mí? No le he hecho nada a nadie…soy una buena persona," sollocé bajando la cabeza, seguía temblando.

"¡¡Los akuma se están dispersando!!"

Era la voz de Shino, pero sólo su voz ya que no se podía ver bien gracias a toda la tierra que flotaba en el aire.

"¡Viejo!" también pude distinguir la voz de Damien, aunque mucho más lejos.

"Mocoso, busca a Velvet… ¡y huyan de la ciudad!"

"¡¡¡Pe- pero…!!!"

"¡PAPÁ!" grité lo mejor que pude, tratando de guiarlos con la voz hacía mí. No sabía qué hacer, estábamos encerrados. Hacia un lado teníamos todo el revuelo de los ataques mientras que hacia el otro estaba la gigantesca hoguera. Era decidir entre morir por una explosión o morir incinerada.

"¡Velvet!" apareció Damien junto a nosotros, una línea de sangre le caía desde la frente hasta la barbilla. "Hay que irnos que aquí…" Usando fuerza que quién sabe de dónde sacó, me levantó del suelo de un tirón, separándome del hombre.

"¡No, no! ¿Qué hay de papá?" lo obligué a soltarme revoleando el brazo.

"No sé, ¡el- el viejo desapareció de repente!" era la primera vez que lo veía tan exaltado y tan pálido. Me agarró nuevamente e intentó arrastrarme fuera de allí.


[OFF: esto es una telenovela wtf.]

Después de unos minutos, me desperté adolorido. No podía moverme del todo bien y sentí un terrible dolor de cabeza. Pase mi mano por mi frete y cuando la volví a ver estaba…
-Sangre?...-dije confundido. Trate de recordar algo, las imágenes pasaban demasiado rápido por mi mente.

xxxFlashBackxxx

Estaba luchando contra los Akumas nivel 1. Éramos yo y 6 Akumas.
-“Maldición…estoy completamente rodeado…”-pensé muy molesto ante la situación.
Agarre con fuerza mis dagas, una en cada mano, y me lance contra uno de ellos, al principio pude esquivar sus ataques pero después todo se complico.
Cuando salte, al esquivar su ataque, dos de los Akumas me atacaron a laves, trate de aterrizar en el techo de una casa, pero cuando me di cuenta los otros Akumas restantes comenzaron a atacarme, esto izo que la casa se derrumbarse, conmigo arriba y quede completamente atrapado.
Justo cuando estaba por salir de allí, escucho una gran explosión, por desgracia esto izo que las partes que aun no se habían caído, se cayesen por completo, dejándome peor que antes e inconsciente.



Trate de levantarme con mucha dificultad. Salí de la “casa” destruida, o mejor dicho de los escombros.
-Eh?...y los Akumas??...Donde están??...-Me sorprendí al no ver a los Akumas, era extraño antes había un montón de Akumas y ahora…nada.
Mire con mas atención el lugar de los hechos y me di cuanta de que todo estaba echo añicos. No podía ver a la gente, ni mucho menos al maldito buscador y los demás, por ningún lugar.
-Mierda…me olvide de preguntarle a donde se iban a ir…-comencé a caminar, aun no aprecia nadie.-Será mejor que me valla a la hoguera…talvez solo talvez estén allí…-dije serio y comencé a caminar asta la hoguera.

El mocoso había salido de quien sabe donde arrebatándome a la chica “demonios”las cosas empezaban a complicarse

-ire por tu padre- le dije a la chica mientras me alejaba rápidamente del lugar “que asco tendré que seguir con el drama”pensé.

Me perdí entre los escombros esperando alejarme de los mocosos, di un salto sobre una casa

-Indigo- sama- el Akuma me había interceptado continúe corriendo velozmente mientras daba saltos de techo en techo -creo que encontré algo interesante- comento siguiéndome -lo guiare- concluyó, me limite a continuar mi camino

-hazme un favor envían un Akuma para los mocosos …y otro para el señor que estaba con ellos- sonreí -en cuanto te de la señal tendrás que eliminar al exorcista… Akuma nivel 2... por el momento haz lo que te diga- dije antes de caer, a lo lejos podía ver la flama arder el ambiente de esa zona estaba lleno del veneno Akuma al parecer habían eliminado a la mayoría “quiero que se sientan miserables”camine lentamente, me quite la ropa

-Atmosfera- pronuncie en un susurro, pronto me desvanecí...

Estaría un tiempo en esa forma, deseaba ver que ocurría sin peligro a que me vieran -lleva la ropa cerca del viejo- ordené al Akuma , el asintió con la cabeza, era la hora de "morir”…

Mire hacia atrás, el hombre se alejaba de nosotros. Iba directo al centro del ataque, iba a buscar a mi padre.

Tenga cuidado… Dios, por favor… que mi padre este bien… te lo suplico. Apreté los dientes una vez más, la angustia hundiéndose en mi pecho a toda fuerza. El corazón se me cerraba y no por la falta de aire.

Miré a Damien. Me tenía fuertemente agarrada de la muñeca mientras me guiaba por las ruinas de la ciudad. Corríamos lo más rápido posible, de vez en cuando solía trastabillar debido a alguna roca o escombro. Me era difícil seguir su paso.

"¿A dónde vamos?" le pregunté, la voz rasposa y entrecortada.

"A la hoguera" respondió simplemente. "Si tenemos suerte el fuego ahuyentará a los monstruos."

No dije nada, simplemente me limité a observar. Ya no se oían los gritos, parecía haberse calmado todo, un silencio tétrico invadía el lugar. Tampoco había rastros de las personas, me llamó la atención ver ropa desperdigada por el suelo, además de que el aire parecía viciado, ¿quizás por la pólvora de las balas?

Seguimos alejándonos del centro de la cuidad usando nuestros ropajes para cubrirnos la nariz y boca. Rodeamos la hoguera, trotando con pasos pesados, el cansancio se hacia obvio. Sería nuestro escudo por ahora. Si esto fallaba, lo único que nos quedaba era huir del lugar por completo, algo imposible a pie.

Nos acercamos con cuidado al fuego. Observando de lejos todos los objetos por ahí tirados.

"Esto es increíble…" exhalé, mirando con asombro.

"Las cosas están en perfecto estado, no se queman ¿qué demonios esta pasando?"

Con cuidado me acerqué y tomé la punta de uno de los objetos que salía del círculo de fuego. Le pegué un tirón e instantáneamente lo que parecía ser una cadena usada para la nieve cayó pesada frente a mí. Sujeté varios de los eslabones en mi palma, estaban tibios, sin señas de haber estado expuestos al fuego.

Me invadió una extraña sensación pintada de nostalgia. Incontable veces había sostenido un metal así cuando trabajaba con los relojes.

"Me pregunto si..." Damien estiró el brazo, acercándolo a la gran fogata solo para retraerlo rápidamente al sentir el intenso calor y la picante sensación en la piel. Sacudió la mano y se la acercó a la boca, "quema. No es tan generoso con las personas," dijo aún mirando los objetos intactos atrapados en el fuego.

Estuve caminando por horas.
-Nunca creí que tardaría tanto…-suspire rendido.
Estaba muy cansado, no había parado desde que pelee con esos Akumas y me encontraba en muy mal estado.
A mí alrededor no pude ver gente, solo sus ropas tiradas y sucias, era lamentable.
-Malditos Akumas…cuando los vea, lo van a pagar muy caro…-dijo molesto, deseando poder matar un Akuma.
A lo lejos pude ver el humo de la hoguera, “Por fin…” pensé aliviado.
Solo me faltaban unos cuantos pasos para poder llegar a mi destino, pero lo que vi me dejo impresionado.
-E-es esa chica y el mocoso…-dijo en un hilo de voz.
Estaban sanos y salvos, no tenían ninguna herida, solo suciedad nada más.
-“Al parecer el maldito buscador izo bien su trabajo…-pensé, pero a la misma vez me extraño una cosa-Donde esta el?...y el anciano?...no cera que…ellos…-no podía ni pensarlo, era completamente ¿extraño?.
Me acerque a ellos y los mire, no sabia que decir.
-Donde están los demás…?-pregunte temiendo a la respuesta.

Por fin los mocosos y el exorcista habían logrado encontrarse, estaba a unos metros de ellos confundiéndome con la espesa niebla causada por el veneno akuma. A pesar de ello la flama y sus cercanías parecían despejadas de aquella neblina “Ya veo… ahí esta la inocencia” decidí alejarme flotando del lugar ocultándome no muy lejos, ahí volví a mi forma humana

-Índigo-sama he hecho lo que me pidió, aunque no sé si el anciano vive- dijó el akuma nivel 2 mientras colocaba sobre mi cuerpo una fina bata

-Envía cuatro akumas hacia la fogata, su objetivo será el exorcista y el mocoso, que logren separar a la chica de ellos- dije removiendo mi cabello -y consigue un mejor atuendo… detesto esta bata- continúe caminando, encontraría un escondite para observar la situación. Pronto pude ver que los akumas se dirigían a la fogata… esto sería divertido…

Al estar de cuclillas junto a la hoguera tuvimos que levantar la cabeza para poder ver al exorcista a la cara, parecía bastante maltratado y agotado pero por lo menos estaba vivo.

Damien le dio una mirada compasiva mientras que yo me limité a morderme el labio.

Volví a mirar a la hoguera, "nos separamos de mi padre y de tu compañero cuando esa bomba cayó cerca nuestro."

"El viejo nos dió la orden de salir de allí, usando todo el revuelo como camuflaje." Damien se levantó y sacudió un poco la tierra de sus rodillas. "También sentí la voz de Shino, aunque no sé que fue de él…si tenemos suerte, debe de estar con el viejo."

"El extranjero que estaba con nosotros corrió a buscarlos..."

Me acerqué al exorcista "los venciste ¿verdad?" le pregunté mirándolo esperanzada mientras apretaba la cadena en mis manos, "ya podemos volver y buscar a mi padre y olvidar todo esto" insistí como intentando convencerme a mí misma.

Damien se percató de dicha cadena y miró la mano que se había quemado con el fuego, "no se que conexión tengan, pero esto no es normal," señaló al fuego pero mas precisamente a los objetos que no se quemaban.

"Es verdad" susurré, "pude sacar esto del montón" dije mostrándole la cadena oxidada.

Me alivie un poco al escuchar la respuesta, pero todavía estabamos “atrapados” por los Akumas.
Mire lo que sostenía la chica.
-Así que…esto fue lo único que pudieron sacar eh…-dije observando aquella cadena.
Me dirige así la chica, parecía entre preocupada y asustada a la vez.
-No…-dije serio- solo destruí unos pocos…pero…-proseguí- podemos ir a buscar a tu padre y a Shino-sonreí tratando de darle un poco de tranquilidad, aunque sea un poco- y luego podrán irse a casa.
Mire la fogata que estaba frente mío, esa cosa parecía que no se apagaría nunca.
Estuve a punto de acercarme asta allí, hasta que escuche un ruido…eran…
-Akumas?...-me gire rápido y me quede impactado-son 4…-sonreí sádicamente-ya era hora de que aparecieran ja!.Saque nuevamente mis dagas, me acerqué lentamente a los invasores.
-Escuchen quédense detrás mío…-los mire y seguí caminando- esto será rápido.
Corrí así ellos, el primer Akuma comenzó a atacarme, pero logre esquivarlo.
-Tendrás que hacerlo mejor…-le dije desafiándolo.
Corte al akuma en dos, este exploto al instante y el segundo akuma vino.
-Pero que demo…-dije sorprendido.
Los otros dos Akumas restantes se estaban acercando al mocoso.
-Co-corre!!!...-le grite, pero el otro Akuma, el que estaba conmigo, parecía que no me iba a dejar ir-Mierda…