Misión en Islandia

Ya llevábamos unas horas en el maldito barco, no debía quedar mucho para llegar, porque del fgrío que hacía, si hubiese estornudado se habría congelado el moco.

Y, para mayor molestia mía, con las prisas que me había metido el otro, ni tiempo había tenido de que me dieran el abrigo de exorcista. Os aseguro que una camiseta de manga corta no es el mejor atuendo para ir en un barco camino de Islandia.

En cuanto llegásemos, y por mi como si me amenazaba, íbamos a ir, en primer lugar, a comprarme un abriguito bien calentito. Después la misión.

-Antes que nada me voy a por un abrigo, no quiero acabar perdiendo algún dedo por congelación solo para acabar diez minutos antes.

Y dicho esto me metí a una tienda, de la que salí enseguida con un agradable abrigo.

Una figura de entre la escarcha producida por el viento salía rimbombante, difícil se podía denotar su personalidad ya que su silueta era lo único que se veía. El ser misterioso caminaba hacia la tienda de donde un uniformado de la orden oscura salía poniéndose un abrigo para engañar a la mente de aquel frío abrazador y al parecer no le afectaba el frío en lo más mínimo.

-Me presento, soy Tyki Mikk... miembro de la familia Noah y al parecer estan interfiriendo en nuestros planes.-

Dice mientras con una carabana y la diestra con el sombrero en el pecho, viendo a su oponente de reojo y muy detenidamente. Se reincorpora y con la misma sonrisa malévola, unos akumas de nivel 1 aparecen justo detrás del noah, todas sus armas apuntando hacia el exorcista y súbitamente comienzan a abrir fuego hacia el.
Tyki se comeinza a alejar de la escena un poco para evitar todo contacto y decide esperar.

Lenalee suspiró triste mientras apretaba su saco fuertemente contra su pecho esperando que este le brindase aún más calor. Tendría que haberse reprochado ese canto de victoria tan prematuro al escuchar que su hermano no tenía misiones para ella; bien era sabido que el supervisor decía una cosa primero, luego miraba los papeles esparcidos en el suelo y salía corriendo cual alma que se la lleva el diablo para corregir sus errores (o mejor dicho, mandaba a alguien más a hacer eso, porque él siempre estaba muy ocupado durmiendo como para salir corriendo).

Una misión en Islandia, un reemplazo para un exorcista nuevo; esas eran las palabras que salieron de los labios de Johnny antes de desplomarse sobre la carpeta de los datos de la misión mientras entraba en el sueño que le habían prohibido por tantos días.

Tras haber guardado algunos elementos necesarios en su valija, como varios abrigos entre otras cosas, Lenalee marchó hacia el gran túnel subterráneo donde se encontraba el río, y junto a un buscador partió hacia el muelle para tomar el barco. Pero de eso hacían ya días que habían pasado y ahora se encontraba a escasos metros del puerto de Islandia, rogando que por alguna buena ventura encontrase rápido a la exorcista con quien tendría una misión; y vaya sea de paso, darle una buena bienvenida a la orden.

Me quedé mirando a aquel hombre moreno que me hsblaba, por fin había entrado en calor y mi estado de ánimo podía clasificarse casi de bueno. UY ahora allí estaba, akuma y Joey sin aparecer ¿donde se metía cuando se lo necesitaba? (Off:Ella no sabe que su compañero se ha ido)

Salté justo a tiempo para esquivar los disparos, santos entrenamientos infernales de agilidad, me resultaban muy útiles en estas circunstancias.

-Mi nombre es Mai Kusakabe,- dije,- Y tengo intención de interferir bastante más en los planes del Conde.
Y dicho esto ´pensé "Inocencia, activate" y mi cabello comenzó a brillar y dije, más en un susurro porque no me gusta gritar mis ataques:

-Sacred Shot.

El cabello se desprendió de mi cabeza, dejando tansolo una pequeña mata muy corta de este, y salió disparado a gran velocidad contra los Akuma y el Noah, dudaba que matase a los nivel 2 de un golpe, pero si algún nivel 1 quedaba en pie sería casi un milagro.

El caos en la ciudad atrajo de inmediato su atención. Allí, en la lejanía podía divisar como largas columnas de humo se elevaban hacia el cielo, anunciando que tal vez Lenalee había llegado demasiado tarde.

Dándole sus maletas al buscador, y pidiéndole disculpas por hacerlo pasar por su paje, Lenalee activó sus botas negras para luego dar un gran salto, elevándose por los cielos cual frágil mariposa, para atacar a sus enemigos con toda la fuerza que ella poseía.

Un akuma de nivel 2 sintió en carne propia el dolor de subestimar sus botas, verle tomando su rostro entre sus manos, este casi quebrado por el golpe ocasionado, le dio la ventaja necesaria para buscar a sus camaradas. Las peleas de a uno serían la especialidad de muchos, como Kanda, pero para ella, una espalda cubre a la otra, y ambas causan la victoria segura.

- “Mai! Joey!” – les llamó a viva voz, asegurándose de no ser seguida o de darle una buena dosis de su fuerza a aquel akuma que interviniese – “¿dónde estarán?” – se preguntó mientras recorría la ciudad, que parecía haberse infestado ya, viva señal de que la inocencia estaría cerca.

(Off: Lenalee no sabe si a Joey lo agarraron en Islandia en una pelea o si ya partió, por eso le llama. De paso, no sabe cuanto a durado la pelea actual)

Aproveche la explosión causada por mi ataque y, como en un par de segundos mis cabellos habían vuelto a su sitio, salí corriendo para seguir peleando contra los demás Akuma que llenaban la ciudad, pero sin quitar en ningún momento un ojo del lugar donde había lanzado mi primer ataque. Era consciente de que si bajaba la guardia con el Noah podía darme por muerta.

Entonces vi a una chica en el aire, llevaba un abrigo de exorcista y sus botas brillaban, en clara señal de que aquella era su inocencia. Como habíamos salido tan de repente yo no tenía ni abrigo de exorcista siquiera, pero corrí hacia ella y volví a atacar, esta vez a los Akuma que la chica tenía cerca, para llamar su atención.

-¡¡OYE!! ¡¿ERES EXORCISTA?!- Le grité, aunque ya sabía la respuesta, y esperé a que ella comprendiera que yo también lo era, no me faltaba otra que qué me confundieran con una emnemiga

El ataque que iba a gran velocidad contra el noah fue esquivado con sólo mover la cabeza hacia un lado, evitando por completo todo contacto con el golpe. Al notar la presencia de otro exorcista regresa rápidamente hacia la batalla y convoca a un akuma de nivel 2 junto con varios otros akumas de nivel 1, éstos últimos atacando a los habitantes desesperados de lugar que despavoridos tratan de escapar antes de morir a manos de aquellos mounsstruos que no habían visto nunca antes.
El de nivel 2 se va en contra de la exorcista de cabellos brillantes, el akuma tiene forma de salamandra demasiado rápida y ágil que puede lanzar fuego por su boca cual mismo infierno puede crear. Atacándola con varias boals de fuego hacia todo su cuerpo y cerca de ella para aumentar la temperatura del lugar; mientras que Tyki postra aquellos oscuros y escabros orbes en la chica que parece estar saltando en el cielo pues aún no comprendía del todo su innocencia.
El noah caminando lentamente y mezclandose entre todos los ciudadanos corriendo y llegando a una distancia media de la chica de verdes y largos cabellos, abre su siniestra en la cual se comienza a denotar una acumulación de energía color morado oscuro y formando un hermoso pero mortal insecto brinca a gran velocidad y muy sigilozo hacia dicha chica y decide impactar dicho tease en el vientre de la fémina de botas brillantes. Una sonrisa ilumina su rostro y sus ojos eternamente tranquilos esperan acertar su ataque sólo para herirla y que no pueda pelear por el momento. A pocos centímetros de ella suelta al tease para que éste impacte el vientre a agran velocidad y con el mismo impulso sale hacia su lado derecho y cae un poco brusco en el tejado de una de las casas, haciendo que se rompa un poco y las tejas se desacomoden.
-Jhm jhm jhm... ustedes no comprenden exorcistas-Palabras lanzadas a ambas féminas siendo atacadas por la salamandra y el miembro e la familia Noah. Su sonrisa diabólica nunca desaparecía mientras los eventos pasaban como el quería que pasaran.

Lenalee se detuvo brevemente en una cornisa al reaccionar ante el llamado, pero antes siquiera de poder voltear y ver a la exorcista (debido a que su voz sonaba femenina), sintió un fuerte impacto en su estomago que le mandó volando por los aires, estrellándose contra el tejado de un edificio cercano, tejas volando por doquier.

Si no hubiese sido porque sería totalmente indigno de su personalidad, hubiese insultado ante el dolor provocado tanto a su espalda como a su vientre por aquel impacto. Aún sentía las vibraciones del dolor recorrer sus huesos y lastimando sus músculos, el polvo emanado del edificio impidiéndole ver más allá de su nariz. Debía moverse pronto y encontrar refugio junto a la otra exorcista, aquel quien le había atacado no era un akuma débil, y por el momento, no se sentía confiada para atacarle, no sin saber lo que pudiese hacer.

(OFF: Lenalee no pudo ver ni a su atacante ni a Mai, entonces no sabe como son).

(Off: Tyki, te importaria escribir en parrafos cortos? Esque ando mal de vista y mi pantalla no va muy bien, me estoy destrozando los ojos ó.o)

Sentí un horrible dolor, podía notar como todo mi cuerpo ardía y salté de inmediato para huir de las llamas. Active mi inocencia y lancé mi ataqwue con todo mi cabello contra el Akuma, esperando que eso fuera suficiente.

Entonces pensé algo, ¿Y si la otra chica no sabía quien atacaba?

-¡¡Aquí hay un Noah!!- Grité para advertirla y que se andara con cuidado.

El cabello había vuelto a mi y no esperé a ver el resultado del ataque, eché a correr, atenta a cualquier cosa, parac salir de la nube de humo y poder ubicarme.

Evitando elevarse de nuevo por los aires para no ser interceptada, Lenalee aprovechó el agujero que su cuerpo había hecho contra el techo del edificio para introducirse en este, encontrando personas aterrorizadas en su interior.

Pidiéndoles que se escondiesen en algún refugio subterráneo si tenían para evitar aún más muertes, ya que la ciudad estaba infestada, bajó las escaleras a toda prisa, aunque un poco cojeando. Le dolía mucho la herida que le habían inflingido y sentía como se le acalambraban un poco las piernas. Aún así intentó mantenerse fuerte. Debía encontrar a la otra exorcista que le había llamado y mantenerse a salvo.

Saliendo de la vivienda, corrió por los callejones tratando de dar con ella y fue allí cuando escuchó lo que más temía.

- “¡¡Aquí hay un Noah!!” – La sangre se le heló en las venas ante aquella advertencia. No estaban a su nivel, no sin Allen-kun, Kanda-kun o incluso Lavi-kun cerca. Yendo hacia donde provenía la voz se topó con un par de akumas nivel 1 que pudo derrotar fácilmente, pero el temor que ese comentario le había dado, persistía un poco en ella.

Corría en dirección donde, recordaba, había visto a la otra exorcista. Derroté algunos nivel 1 que se cruzaron en mi camino. Solo podía esperar a que ninguna de las dos nos encontráramos al Noah, Tyki Mikk había dicho llamarse.

Entonces la vi, corría en dirección a donde yo estaba. Dije, un poco fuerte para que se oyera entre los gritos y explosiones.

-¡¡Eres tú!!- Estaba segura que se había notado felicidad y alivio en mi voz. Corrí hasta colocarme a su lado y vi que estaba herida, yo solo tenía quemaduras.- ¡¿Estás bien?!

La apasigüada personalidad de Tyki lo ha conducido a pelear contra la chica que ha recibido su ataque, mientras la otra este peleando contra el akuma de nivel 2, pero para asegurar la victroria de la salamandra infernal decide apoyarla con varios tease que en su momento andan volando y planeando alrededor de la fémina de cabellos brillantes.
El paso asegurado y rápido de Tyki por el tejado hasta llegar donde un enorme cráter en el techo de una de las casas por el cual baja junto con un akuma de nivel 1 el cual ataca y mata a varias víctimas que no consiguieron satisfactoriamente escapar de la vivienda.
El noah consigue dar con la chica peli-verde que algo agotada se veía cual salvando a los pueblerinos, y atravesando las paredes como un místico fantasma llega a postrarse a las espaldas de la ahora identificada Lenalee mientras que con la diestra intenta meter su mano por las vértebras lumbares para atrofiárselas y conseguir la parálizis de su cuerpo aunque no tenía intención alguna de matarla y sólo de deternela para que no interfiriere en los planes del conde del milenio