Salida V - VIII

La segunda salida de los subterraneos del V al VIII, se podrá ver al principio un camino echo de piedras, muy bien cuidado. A los alrededores grandes plantas la decoran, asi que el verde es el color de moda en ese camino. Sigan caminando por allí, no se preocupen no hay enemigos, pero estad atentos.
Una vez que el camino termine, se encontrarán en un claro del bosque, grande y circular ¡Cuidado! Encontrarán un par de akumas niveles dos en el lugar, los cuales esperan a los ACM para su salida que ha sido ordenada por el conde. Estos al verlos lo dudarán en atacarlos.

[Posteando aquí, los usuarios respectivos podrán dar por finalizada la saga Idealista Milenario]

Kento habia caminado durante un rato hasta percatarse bien tarde de donde estaba.

Era como si se encontrase en un bosque, todo lo que habia alli era vegetacion y arboles de un verde casi intenso, salvo por el suelo, que era lo que aun seguia delatando que estaba en el castillo, quien hubiese hecho eso debia de tener un buen gusto de la estetica, pero en ello tambien podria aguardar las mas desastrosas de las sorpresas

El joven apenas podia caminar, de modo que se escondio como buenamente pudo en un arbol y se escondio esperando a ver algun compañero pasar por alli, las preguntas no dejaban de asaltarle a la mente....

-¿Donde estaran los demas?....¿Que habra sido de Saiyo?.....¿Quien ha montado esta locura?

Camine por aquel pasillo tan extraño admirando la diferente vegetación que había en el, avance varios metros sin ver a nadie, era posible que ese lugar no condujese a ningún sitio y que me equivocara a la hora de entrar, no había manera de saberlo hasta llegar al final.

-Hola ¿hay alguien por aquí?- pregunte viendo si encontraba una respuesta aunque fuese de un enemigo para saber así si iba bien encaminado.

El joven estuvo respirando al principio con dificultad, parece que los golpes le habian dejado los pulmones un poco dañados aunque poco a poco su respiracion se tornaba mas normal

-Hola ¿hay alguien por aquí?-una vo se oyo de lejos y Kento se asomo por el arbol con cuidado, logro distinguir el uniforme de exorcista y la cara le sonaba un poco de cuando todos estaban reunidos antes de entrar

-¡Aqui!- el muchacho se asomo usando su guadaña como apoyo y se acerco a el- Menos mal que encuentro a alguien...

-Hola yo soy Ray, veo que estas bien, ¿pero qué hacía allí escondido?- dije extrañado al ver al otro exorcista, -bueno da igual sigamos adelante y salgamos de este pasillo- dije mientras comenzaba a caminar.

Después de un largo recorrido llegue a la salida de aquel pasillo, una vez fuera contemple a dos humanos que al vernos se transformaron en akumas de nivel 2, ambos tenían la misma forma, median unos tres metros de altura y en lugar de brazos tenían unas grandes y afiladas cuchillas, al verlos no pude resistirme y saque los yoyos de mis manga y los agarre con fuerza.

-Malditos akumas, ya estoy harto de vosotros, os exterminare a todos- dije mientras agarraba con fuerza ambos yoyos, -inocencia activada- grite mientras me preparaba para la pelea.

En ese momento mi cara y carácter cambiaron radicalmente, pase de hablar en tono amable y amistoso a hablar con odio y rabia, rápidamente comencé a correr hacia el lado izquierdo donde estaba uno de ellos y me prepare para atacarlo.

-Hola Klaud -dijo el muchacho con una sonrisa un poco debil-De momento creo que somos los unicos en llegar aqui, no se que ha sido del resto.

Pese a que no estaba en condiciones de luchar, dejo el brazo izquierdo quieto dado que apenas podia moverlo y adopto una posicion defensiva agarrando su guadaña con una sola mano

-Apenas puedo moverme, aunque si mido bien mi avance puedo al menos desgarrarles con algun corte, asi podre facilitarles las cosas

Justo cuando iba a lanzar mi ataque veo aparecer a la generala klaud, su llegada significaba que no tendríamos tantos problemas para terminar con los niveles 2, yo estaba en buenas condiciones si no contaba el cansancio que comenzaba a recorrer mi cuerpo, pero el otro exorcista se le veía tocado.

-Parece que somos los únicos, ya solo nos queda eliminar a estos akumas- dije preparándome para el ataque.

Sin pensarlo más lance mis yoyos y golpee con fuerza a el primero de los akumas, continúe moviéndome a su alrededor mientras le golpeaba hasta que pude rodearlo con ambos yoyos, una vez atrapado use una gran fuerza para lanzarlo contra uno de los arboles.

-Esto será difícil, pero no me detendrán- pensé mientras me giraba hacia el otro nivel 2.

De lo que no me percate al lanzar al primero de los akumas era que el otro se había colocado a mis espaldas, al darme la vuelta contemple como una de sus cuchillas bajaba rápidamente hacia mí, salte hacia atrás para evitarla pero la cuchilla cada vez estaba más cerca de mí, mientras el otro akuma se lanzo rápidamente hacia mi posición.

Todo no fue como lo quiso...


Aquella general de cabellos rubios con su macaco fue lo que lo llevo a la ira, y a su misma derrota. Realmente había perdido, por eso, su ira no tenía límites. Nunca había observado poderes tan grandes, una que pudiera hacerle mucho daño, peor sucedió.

Perdió su camisa de arriba, dejando una blanca que tenía debajo, ensuciada por la tierra. Por la zona del estómago se podía notar una quemadura, echa por la Inocencia, al igual que en su mano derecha.

Se encontraba corriendo en la única dirección que el túnel seguía, sin descansar ni un segundo.

(Maldita... te encontraré)

Lo pensaba, para no llegar a alarmar que el sonido podía alertar a los que iban adelante.

No pasó más de 20 segundos después de ello que al fin encontró al pequeño trío de Exorcistas, sonriendo abiertamente.

Se detubo a unos cuantos metros.

-Aquí... estás

Empezó a correr, llenando su puño de una llama incandesente. Empezó a correr tan rápido que podía correr por los muros, sin afectar a su gravedad, en busca de llegar a la posición de aquella general.

-Esto no va bien...¡tengo que hacer algo!

Haciendo acopio de sus ultimas fuerzas consiguio ponerse mas o menos firme y la guadaña emitio un brillo mas fuerte ademas de conseguir bajar un poco la temperatura del lugar, el joven exorcista tomo como objetivo el akuma que estaba atacando por detras y le dio un golpe que lo elevo un poco

-Esto te enseñara a no ser rastrero- rapidamente el exorista se coloco enfrente de el de un salto y se dispuso, por fin, a desatar lo que tenia de poder- ¡Liberacion Invernal!

El exorcista lanzo una serie de golpes consecutivos con bastante velocidad, no solamente desde un punto, si no que segun golpeaba atacaba por detras, los lados, la frente sin dejarle reaccionar hasta que ya no pudo mas y ya asesto un ultimo golpe, el akuma no estaba destruido, pero si lo bastante dañado para no ser una amenaza.

Kento, falto de fuerzas empezo a sentir como su conciencia se perdia

-No esperaba llegar al limite ahora....lastima

-Siento no poder hacer mucho mas....acabad con ellos... dicho esto, finalmente se desplomo en el suelo.

Contemple como el otro exorcista lanzaba un poderoso ataque sobre el akuma que estaba a mis espaldas dejándolo gravemente herido pero a costa de perder las fuerzas y de desmayarse, al ver esto el otro nivel 2 detuvo su ataque al ver lo que le sucedía a su compañero, aproveche ese momento para rodearlo con los yoyos y lanzarlo hacia la salida del castillo, mientras comencé a golpear al otro nivel 2 en las zonas en las que el exorcista de la guadaña le había herido haciendo que esas heridas se agrandasen y lo dejaran mas herido y débil.

-Maldita maquina asesina ahora veras- dije con rabia.

Rodee con ambos yoyos al akuma y con fuerza lo lance hacia donde estaba el otro, aquel akumas estaba tocado por lo que no era para prestarle mucha atención, mientras me acerque hacia el otro exorcista.

-Vamos dime algo, responde- dije mientras lo movía.

Mientras socorría a el exorcista desmayado, pude ver como la generar acababa con los niveles 2 sin ningún esfuerzo, pero en ese momento apareció el mismo tipo que nos ataco antes, avanzaba directamente hacia la generar con la intención de acabar con su vida, mientras veía esto apreté con fuerza ambos yoyos.

-Este chico esta en este estado por haber peleado duramente contra los akumas y yo mientras solo tengo unas pocas contusiones y algo de cansancio, no soy capaz de quedarme aquí de brazos cruzados- pensé mientras miraba hacia la salida.

Sabía que aquel tipo era más fuerte que yo pero no podía permitir que se saliese con las suyas por lo que me quede mirando la siguiente jugada que haría y de esta forma ver si podía intervenir en algún momento.

Presentía que aquel golpe no haría daño, y fue presente que necesitaría algo mejor para vencerle. De acuerdo a ello, pensó en atacarle de frente. La mejor de sus actitudes. Aunque de nada sirvió hacerlo, ya que había detenido su golpe en seco. Como si la velocidad y las llamas no le pudiesen hacer nada.

El imapcto le hizo retroceder, arrastrándose de pies. Y mostrando sus dientes por no poder hacer nada.

Ahora atacaría nuevamente, con nuevos golpes y combos, para ver si podía pasar aquella "barrera" del mono. Aunque no era justamente su objetivo, sino golpearla a ella.

Corrío nuevamente y hizo una llama en su mano izquierda, una bola algo grande, aunque con mucha fuerza, que necesitase mucho oxígeno, intentando lanzarla nuevamente, pero de repente, algo sucedio. Detrás de él se formó un portal extraño, saliendo de ella Lero. El noah antes de atacar se paralizó, y giró un poco su cabeza para mirar sobre su hombro.

-Jack-Tama, Conde-tama ordena que regreses de inmediato-Lero. Ya todos los demás se fueron y queda usted- Lero

Jack mostró los dientes y apagó la llama, poniéndose derecho y sacudiendo sus ropas. Ya no tenía nada contra los Exorcistas, momentáneamente, quizá a la próxima se los encontrara, o no, de todas formas, no estaba preparado aún, pero estaba frustrado al no poder haber hecho algo contra la de cabellos dorados; Klaud. Y su mono gigante; Lau Jimin.

-Ya nos... volveremos a pelear... raro Exorcista.

Saltó hacia atrás, entrando directamente al portal. Por último, Lero miró hacia lso Exorcistas, y el mismo se asustó, encontrándose solo al otro lado del portal, por lo cual entró apresuradamente y automáticamente se cerró, dejando a los Exorcistas solos.