Mision a Halifax [Winters S - Zoltan S]

Los Noah, al disiparse la nube de polvo que se había levantado al destruirse ambas bombas que lanzaron contra el General, rieron ante la visión de ambos exorcistas con sus máscaras púrpuras cubriendo sus ojos. Ahora eran invisibles a sus ojos y poseían cierta ventaja sobre el de dorado uniforme debido a esto.

-¿vais a dar la cara mocosos, quiero despedazaros muy lentamente? -la risa de Sócalo era algo que los chicos odiaban, por lo que, apuntando nuevamente con sus revólvers al general, apretaron los gatillos en perfecta sincronía.

-Bomba Roja -pronunciaron ambos al mismo tiempo, sin la necesidad de decirlo en voz alta, puesto que bastaba con su comunicación mental.

La bomba salió directamente hacia el General y, para entretenerse un poco, cambiaron su posición con rapidez, quedando frente al exorcista menor. Con movimientos simultáneos, Jasdevi pateó en el estómago a Ryota, disparándolo hacia atrás por la fuerza del impacto.

-Y ahora, ¿quién vence a quién? -preguntaron al General, utilizando su ilusión para expandir sus voces como si éstas provinieran del claro cielo del desierto-. Bomba Roja -mandaron un nuevo ataque contra el exorcista de los yoyos, distrayéndose momentáneamente por su entretención al atacar al chico.

Mientras trataba de ver donde estaban el par de mocosos noto que poco a poco se acercaba hacia mí un calor de la misma intensidad que las bolas de fuego que me lanzaron hace un rato, di un gran salto hacia arriba y pude escuchar como una pequeña explosión se producía bajo mis pies, tras caer al suelo puedo escuchar como hablan los dos insectos.

-Y ahora, ¿quién vence a quién?- se pudo escuchar por todo el alrededor.

-Sois unos cobardes, venir a luchar si os atrevéis, o ¿es que me tenéis miedo?- pregunte de forma fría.

En ese momento comencé a girar mi arma a mi alrededor para prevenir nuevos ataques, mientras lo hacia las ganas por destripar a esos dos crecían en mí, no podía dejar de pensar en que no pararía hasta que su sangre recorriera mi arma y sus miembros fuesen separados de sus cuerpos.

-Vamos insectos venir de una vez y dar la cara, os escondéis como las ratas que sois- dije riendo sin parar.

Después de recibir el impacto de ambos gemelos en pleno estomago, salio disparado por la potencia del golpe contra una pared cercana pero aun estaba dentro de aquella ilusión de desierto y algo adolorido se levanto sin saber que pasaba.
-si, debe ser una ilusión pero…¿como mierda saldré? – se cuestiono mientras se sacudía pero inmediatamente sentía que algo se aproximaba y también empezaba a sentir un fuerte calor acercándose –mierda, de seguro me están atacando!!- pensó mientras se cubría el cuerpo con sus brazos para evitar mayores daños, pero aun así logro ser alcanzado por casi todo el ataque quedando herido algo leve y también quedando contra la pared y con su traje de exorcista algo quemado –es obvio, ya no puedo permanecer quieto- pensó mientras trataba de caminar.

-Sois unos cobardes, venir a luchar si os atrevéis, o ¿es que me tenéis miedo? Vamos insectos venir de una vez y dar la cara, os escondéis como las ratas que sois -la poca y nada paciencia de Jasdevi se acabó en el momento en que el hombro pronunció dichas palabras.

-¡¿Miedo?! ¡¿De ti?! -exclamaron iracundos antes de doblarse de risa por las palabras del General-. No estamos escondidos... tú no nos vez. Mira que hay diferencias.

Aprovechando el calor de su ilusión, Jasdevi volvió a mandar unas cinco bombas rojas contra el General y dos contra Ryota. Sin embargo, pronto los Noah comenzaron a aburrirse. Se tendieron en el suelo, Jasdero comenzó a desenredarse su largo cabello dorado y Devitto se divertía viendo los inútiles intentos de Ryota por librarse de su bomba púrpura.

-Hmm... esto está aburrido -le dijo Devitto despegando su mirada del chico.

-Este sol le hace mal al cabello la~~rgo y dorado de Dero -comentó Jasdero, jugando con un mechón rubio y con su antenita al mismo tiempo.

-No creo. Esto es una ilusión... el sol no está tan potente -le respondió Devitto, siguiendo el hilo de conversación y perdiéndose junto a su hermano en sus conversaciones sin sentido en plena batalla en donde no podían ser vistos por sus enemigos.

Conforme giraba mi arma y tras oír las palabras de aquellos insectos, pude sentir como cinco impactos chocaban como mi inocencia, si las palabras de mis dos adversarios eran verdaderas todo era tal y como pensaba.

-Desde que apareció aquel humo purpura aparecí en medio de este desierto, todo forma parte de sus juegos- pensé mientras observaba la zona, -por el lugar por donde recibí los golpes y por lo que parece que el novato fue golpeado por algo que le hizo retroceder esos dos deben de estar por allí- pensé mirando una zona concreta.

Di un gran salto hacia arriba y tras girar mi arma la lance hacia la zona en la que creían que estaban por las deducciones que hice, en realidad mi arma iba justo al lado de donde estaban, una vez mi inocencia impacto contra el suelo se produjo una pequeña explosión que devasto veinte metros a la redonda de la zona de impacto.

-Vamos mocosos dar la cara que quiero rajárosla- les grite a ambos.

Luego de recuperarse y volver a caminar de apoco aun herido por el daño de la bola de fuego anterior que logro soportar con bastante dificultad

-Joder, odio a esos tipos-dijo mientras seguía caminando pero luego sintiendo otra vez un calor parecido al de la anterior bola de fuego.

-De seguro es otra de esas bolas, ¿no saben hacer otros trucos?- dijo mientras inmediatamente al sentir ese fuego sin pensarlo salto hacia su lado derecho pudiendo esquivar gran parte de la primera bola aun que quemándole un poco el pie derecho y ambas bolas chocan contra una pared.

-Vamos quiten esta ilusión ¿acaso no pueden pelear contra nosotros sin usar trucos sucios?- grito el joven exorcista al par de gemelo mientras se levantaba del piso otra vez.

[Off: Recuerden, cualquier insulto es con el mayor amor posible =) No los tomen a pecho porque sí los quiero~]

En medio de su conversación para pasar el rato, los Noah no se dieron cuenta del ataque por parte del General sólo hasta que escucharon un extraño sonido muy cerca de ellos y, al voltearse, vieron el arma de Sócalo girando rápidamente y estrellándose justo a un lado de ellos.

-¡¿QUÉ MIER...?! -alcanzaron a exclamar antes que la explosión los mandara a volar lejos, muy lejos, de donde estaban antes de ser afectados por el ataque del General.

Ambos salieron expulsados en distintas direcciones, casi opuestas entre sí. Jasdero terminó colisionando con un muro que pertenecía a una casa, tan fuertemente que rompió el material de la pared, y Devitto terminó sufriendo la ley de gravedad, cayendo pesadamente sobre el suelo hasta que su peso lo detuvo por sí solo, luego de haberse arrastrado por el impulso casi media calle lejos de donde estaban.

Debido al potente impacto del arma de Sócalo, la ilusión de la Bomba Púrpura de los gemelos se detuvo y las máscaras del mismo color en los rostros de los exorcistas desaparecieron, permitiéndoles ver a los Noah.

-¡¡NOOOO!! ¡¡EL HERMOSO CABELLO DE DERO!! -exclamó con dolor en sus palabras Jasdero, quien, tras haberse incorporado quitándose los escombros de encima, notó que su cabello había resultado dañado en el ataque-. ¡¿CÓMO SE ATREVEN A DAÑAR EL BELLO CABELLO DE DEROO~?! -exclamó entre lágrimas el Noah.

-Maldito mal parido. Ya verás con quién te has metido, anciano estúpido -murmuró Devitto entre dientes, totalmente enfurecido, una vez que se incorporó con cierta dificultad.

Jasdero y Devitto, quienes ya se habían visto mutuamente y habían notado que tanto Sócalo como Ryota se encontraban justo en medio de ellos. Aún con el enojo destilando por sus poros, ambos se levantaron encorvados y, agachando la cabeza para evitar ver a los exorcistas, esbozaron unas enormes sonrisas y rieron a carcajadas maniáticas.

-El Conde, de un tiempo en que está riendo aunque en realidad está enfadado~ -musitaron los gemelos, materializando así una versión del Conde Milenario, la cual inmediatamente se lanzó al ataque de ambos exorcistas-. Hee Hee, tendrán suerte exorcistas... si salen vivos de ésta.

Una vez efectuado mi ataque la ilusión se rompió, pude ver con claridad a los dos insectos que se habían atrevido a atacarme, cada uno se encontraba en un lado distinto y cuando me preparaba para ir a partirlos en dos ambos, hacen aparecer al conde milenario de la nada. El conde callo delante de mí y comenzó a girar su arma en círculos con una sonrisa en su rostro y los ojos brillantes.

-Otro truco mas- dije con rabia.

Lance un corte hacia la figura del conde que le hizo retroceder hacia atrás, pero algo no era como esperaba ya que el conde corrió hacia mí y me lanzo un espadazo que cubrí con mi inocencia haciendo me retroceder dos metros hacia atrás. Aquello me molesto mucho, mi ataque no le hizo nada y sin embargo el suyo era más fuerte de lo normal.

-Aunque no sea el verdadero es tan fuerte como el- dije contemplándolo con mis blancos ojos.

Ambos comenzamos a correr el uno hacia el otro y cuando estuvimos enfrente nuestras espadas chocaron con fuerza repetidas veces, había comenzado una intensa lucha que no se detendría hasta que uno de los dos callera.

La lucha con el conde continuo sin descanso, el ruido de ambas armas al chocar se podía escuchar en toda la plaza, en aquel solitario lugar solo quedábamos yo junto a los tres inútiles mas el conde. Los golpes del conde eran demasiado fuertes y reales para ser una simple ilusión, pero la verdad era que esos dos no podían ser capaces de traer al conde y hacerlo aparecer de la nada.

La lucha continuaba sin que ninguno de los dos retrocediera ni un paso, finalmente y tras varios golpes un fuerte encontronazo entre ambas espadas hizo que los dos retrocediéramos un par de metros cada uno. Aquello llego a molestarme bastante ya que no era normal que alguien me hiciera retroceder, rápidamente comencé a girar mi arma mientras daba un salto hacia delante y le daba un corte al conde, pero encontrar de lo que creía aquello no le afecto en lo mas mínimo, la respuesta del conde fue lanzar un espadazo que pude bloquear pero me hizo retroceder de nuevo.

-Ya esto alto de estos juegos, acabare con todos, ya agotaron mi paciencia- dije gritando.

Contemplaron satisfechos como el General notaba que el Conde no era tan débil como él creía y la expresión de horror de Ryota al ver a quien creía que era real.

-¿ehhh?!!, ¿el conde?!!!! -exclamó el joven sin siquiera moverse, para deleite de los Noah.

-Tranquilo exorcista, que no te dejaremos sin nada que hacer -le dijeron al unísono, esbozando las tétricas sonrisas de gozo y venganza-. El odio de Jasdevi te hará compañía.

Y nuevamente, el monstruo de cadáveres humanos hizo aparición, pero esta vez se dirigió exclusivamente hacia el menor de los exorcistas.

Mientras Devitto se reía del chico, Jasdero acariciaba su cabello en un intento por arreglar el daño que recibió ante el ataque del General y su colisión contra un muro. Devitto, notando la tristeza de su hermano, se volteó y le dio unas amistosas palmadas en la espalda.

-Ya, ya Dero -le decía con voz que, a oídos del rubio, era en un tono consolador-. Cuando volvamos al Arca te conseguiré más cabello, incluso más del que tenías antes.

-¿En serio? -preguntó dubitativo el Noah y al ver la afirmación del pelinegro, volvió a recuperar su ánimo.

Mientras las batallas se desarrollaban, los Noah contemplaron divertidos con algo de comida que materializaron como botana para ver a los exorcistas. El General y la imagen del Conde llevaban la lucha más intensa e interesante, puesto que Sócalo arremetía contra la regordeta figura que luchaba con su larga espada.

Tras un corte por parte del de uniforme dorado, que no pareció afectar en lo mínimo al Conde, éste último lanzó un espadazo que el hombre logró bloquear, pero la fuerza lo mandó hacia atrás un par de metros.

-Ya esto alto de estos juegos, acabare con todos, ya agotaron mi paciencia -gritó Sócalo, a lo que los gemelos, quienes se encontraban comentando la lucha como si de comentaristas se tratasen, lo observaron y rieron en son de burla.

-Sí, sí... lo que digas viejete -le dijeron mientras desviaban la vista hacia el cielo y notaban una larga línea rosa con un punto naranja a lo lejos-. ¿Lero? ¿Qué hace ese paraguas parlante acá, no debería de estar sufriendo con Road?

Y tal como dijeron los gemelos, el paraguas parlante del Conde hacía aparición en Halifax.

-Genial esto no acaba nunca- exclamo el exorcista aun levantado como podía y le costaba mantenerse en pie debido a todo el daño recibido en la pelea.

-debemos terminar esto luego que ya poco me queda para mantenerme así, al próximo ataque de seguro ya no puedo levantarme además que aprese que al general sádico ese no le esta siendo fácil derrotar al conde ese y ese par de allá también son fuertes pero parece que poco y nada les importa pelear con nosotros mas bien se preocupan de otras cosas- pensó mientras tomaba firmemente el yoyo viendo la pelea del general y el conde que parecía ser muy intensa y luego de unos cuantos ataques vio como el general retrocedía por uno de los golpes que alcanzo a bloquear del conde y luego volteaba a ver a los gemelos que le decían algo y luego aparecía de la nada una figura hecha de cadáveres.

-¿No me pueden dejar tranquilo par de idiotas?- dijo el joven enojado mientras lanzaba su inocencia activada hacia el monstruo de cadáveres haciendo que esta lo golpeara produciendo una pequeña explosión y luego de ese golpe traía su yoyo y esta vez lo lanzaba cerca de los gemelos haciendo una explosión cerca dejando mucho humo para que no pudieran ver mientras seguía la pelea con aquel monstruo esquivando alguno de los golpes de la criatura con lo poco de fuerza que le quedaba al joven exorcista.

Al ver como esos mocosos pasaban de la pelea y lanzaban a otro monstruo de fango al inútil del otro exorcista, eso llego a cabrearme del todo, estaba harto de ver como pasaban de la pelea por lo que era hora de ponerse serie, di un gran salto en el aire y comencé a girar más rápidamente mi arma, vi como el conde se quedaba abajo esperándome.

-Madness develop- grite mientras lanzaba mi arma contra el suelo.

Al igual que pasara antes hubo una gran explosión pero esta vez de mayores dimensiones, la explosión levanto el suelo arrasando la plaza, el conde salió volando y se perdió en el cielo sin que pudiera saber donde callo, el monstruo de fango desapareció es pequeños trozos que se esparcieron por el lugar, pude ver cómo tanto el inútil del exorcista novato como los idiotas de los otros dos mocosos también salían volando sin poder ver donde caían.

-kikikiki, eso os pasa por enfadarme- dije riendo una vez que caí al suelo y recogí mi arma.

A mi alrededor solo quedaba un rastro de destrucción que no me importaba lo mas mínimo, una vez que todas mis presas habían desaparecido comencé a marchar hacia el barco con mi inocencia sin desactivar para prever nuevos ataques.

Sin prestarle atención a las batallas que se desarrollaban a sus espaldas, Jasdevi esperó con impaciencia y cruzando los brazos la llegada del paraguas parlante del Conde. Éste no tardó en llegar hasta donde los gemelos lo esperaban y lucía tan agitado como siempre.

-¡Jasdevi-tama! ¿Qué están haciendo, Lero~? –preguntó nervioso por la cercanía que mantenían los Noah con las batallas.

Los gemelos intercambiaron una mirada silenciosa y extrañada, casi sin emoción en sus ojos, antes de apuntar con sus revólvers justo al rostro de calabaza del paraguas, con todas las intenciones de disparar.

-No nos jodas el día, Lero –corearon los Noah.

-¡¡Aaah!! ¡Jasdevi-tama, ¿Qué hace, Lero~?! –preguntó alarmado el objeto del Conde, retrocediendo lentamente para no verse dañado por las balas de Jasdevi. Sin embargo, al desviar la mirada hacia más atrás de los Noah, pudo notar como un yoyo venía a gran velocidad hacia donde estaban-.¡Jasdevi-tama, cuidado! Lero~

Los gemelos se voltearon justo a tiempo para ver como el yoyo de Ryota se impactaba contra el suelo, justo a su lado, creando una explosión que expulsó a los Noah y a Lero un par de metros hacia un lado.

En medio del humo que provocó la explosión, los gemelos se incorporaron y, pese al humo que entorpecía sus vistas, lograron distinguir una silueta a lo lejos que identificaron como la del exorcista. Mientras lanzaban unos cuantos improperios contra el joven, lo apuntaron con sus revólvers, mas antes de poder lanzar un ataque, escucharon como el General exclamaba algo y una explosión de gran magnitud afectaba a la plaza en donde estaban, afectando a todos menos a Sócalo.

Jasdevi, Lero, la imagen del Conde y Ryota pronto se vieron volando por los aires hacia un rumbo desconocido.

-¡¡General del demonio, ya verás cuando te encuentre!! –exclamó Devitto furioso siendo tomado del brazo por Jasdero y éste, con su mano libre, tomaba el mango de Lero, quien se abrió y comenzó a descender lentamente, al más puro estilo del Conde.

-Creo que no hay nada más que hacer, Devitto –comentó Jasdero viendo a un pájaro volar muy cerca de ellos.

-Como sea, volvamos al Arca. Por lo menos no había inocencia allí –agregó Devitto, ignorando los lamentos de Lero, mientras ambos hermanos hacían aparecer un portal que los llevaría nuevamente al Arca.

(Cambio de Escena)