Misión a Naypyidaw [Naruto & Amber]

Nunca antes había visitado un país tan lejano como Birmania, y menos creí que llegaría a hacerlo; aunque hubiera preferido ir en solitario, o quizás con mis padres, la compañía de mi compañero en el tren no me molestaba en absoluto. El paisaje era desconocido y atractivo para mí, puesto que los viajes siempre me habían gustado...además, el motivo era aún más atrayente.
-¿Cómo prefieres que te llame?- pregunté posando la vista en mi compañero, apoyado el rostro en una mano y el codo en un costado del asiento del tren -Disculpa si he estado todo este tiempo sólo mirando por la ventanilla, pero soy sincera al decir que me siento emocionada.
Continué mirando por la ventanilla, llevándome una mano a la joya que tenía en el pecho. No sabía si Naruto habría sospechado que aquella era mi arma, pero ya tendría tiempo para mostrarle lo que Delilah era capaz de hacer luego.

*todo el viaje la he pasado mirando el techo del tren y rara ves volteaba a ver a mi compañera que seguia sumida en sus pensamientos, que pensaba?, le molestaba mi presencia?, muchas preguntas rondaban en mi cabeza pero despejaba esas ideas para volver a concentrarme en la mision, porque esas extrañas montañas aparecian, hasta que una voz me saca de mis pensamientos, volveo a mirar de donde viene y veo a mi compañera hablandome*
Nami: Como gustes, igual eso no me parece muy importante
*sonriendole y escuchando lo que me vuelve a decir*
Nami: Descuida, ademas, el tema de unas montañas tambien es un poco aburridor, en especial para una dama como tu, igual yo tampoco estoy tan animado que digamos
*sonriendote y volviendo a mirar el techo esperando a que el trenk llege hasta su limite ya que no se puede ingresar completamente al pueblo*

Suspiré. ¿Cómo podía considerar aburrido un tema como aquel? ¡Sin duda era una ocasión única para ver algo fuera de lo común! Aunque desde que me había convertido en una exorcista, ya nada era igual.
-¿Te molesta si te llamo Nami, entonces?- pregunté con una sonrisa, mientras me cruzaba de piernas y desviaba la vista hacia la ventana nuevamente.
La verdad, lo que más me inquietaba del tipo de misión en que estaba era el hecho de que usaba un vestido bajo el abrigo de la Orden. Seguro me sería algo complicado al luchar, pero confiaba en que Delilah no me fallaría.
-¿Quisieras contarme algo sobre ti?- dije observando a mi compañero nuevamente -No planeo estar en silencio lo que resta del viaje, aunque si tú lo prefieres así, me adaptaré.
Me levanté de mi asiento, frente al suyo, y me senté a su lado intentando lograr un ambiente algo más ameno.

*sin darme cuenta me habia metido en mis pensamientos que habia olvidado el mundo a mi alredor, hasta que una suave vos que me hablo me hizo despertar y voltiendo a ver a mi compañera nuevamente que me dirigia la palabra*
Nami: Hmm.. no me molesta, ademas te dije que me podias llamar como quisieras

*voltie la mirada a la ventana y observaba el cielo, volvi a escuchar tus palabras pero sin dirigirle la mirada esta vez*
Nami:¡No! para nada, prefiero una buena combersacion, solo pense que tu querrias el silencia
*mirandote mientras comienzo a pensar algo para contarle sobre mi vida*
Nami: Pues Tengo 20 años... Etto.. Me gusta leer sobre cualquier cosa, tambien me gustaba... Jugar fubtol.... *mostrando una cara de tristesa pero al darme cuenta de ella la cambio por una sonrisa* Y me gusta mucho comer jejeje, en especial el helado de vainilla, me gusta en el desayuno, almuerzo y cena, me parece la comida perfecta
*notando que estoy hablando de mas*
Nami: Jejeje.. perdon, creo que me emocione un poco

*volteando a mirar por la ventana el cielo que se notan alguna nubes que se mueven por el suave viento, sumiendome nuevamente en mis pensamientos pero algo me saca de alli, volteo a mirarte esbozando una pequeña sonrisa*
Nami: Y a ti ¿Que te gusta? Amber-chan ^^

-Me gustan los misterios y las cosas paranormales- dije sinceramente, sonriendo al notar lo lleno de vida que parecía ser mi compañero -Y sé tocar muchos instrumentos, mis mil y un tutores me enseñaron muchas cosas- agregué.
Pensar en mis padres me entristecía bastante, pero bueno, qué se le iba a hacer. De todos modos, tenía la idea de que ellos hubieran preferido que fuera una joven feliz que no se aferra siempre al pasado.
-Yo tengo dieciocho años, así que nuestra diferencia de edad no es demasiada- continué -Es un placer saber que compartes el amor por la lectura, al igual que yo...antaño solía leer muchísimo, lo que ahora no se puede demasiado- comencé a hablar en mi habitual tono lento, como arrastrando las palabras -Ya sabes, el trabajo.
El tren se detuvo unos momentos después de que pronuncié la última palabra. Miré por la ventanilla, dándome cuenta de que ya nos encontrábamos en la estación. Me puse de pie, acomodándome el vestido, mirando como la gente transitaba apresuradamente por el pasillo.

*noto como Amber se levanta y como el tren se ha detenido veo como la gente sale apresuradamente como si el tren volviera a moverse y me parecio algo tonto, me levanto del aciento y agarro una male que estaba arriba y me hacerco a amber pero agarro la maleta de ella*
Nami: Ven, yo te la llevo *sonriendole un poco mientras que los dos salimos del tren mirando a nuestro alrededor una pequeña estacion pero con mucho movimiento de personas que bajaban del tren y que ivan a subir*
Nami:Hmm.. tenemos que saber hacia donde queda el pueblo*comienzo a mirar a mis alrededores un poco mas alla a lo que llega mi vista y veo montañas a nuestos lados y mi vista sigue vageando buscando alguna señal que me paresca conocida de la informacion que nos dieron*

-Supongo que podemos preguntar a un policía o algo así- dije señalando a uno, el cual, aunque pareciera estúpido, estaba siendo golpeado con un bolso por una anciana.
Caminé a paso rápido hacia el funcionario público, el cual ya estaba libre de los golpes de aquella mujer entrada en años. Hice una leve reverencia, y acomodándome el cabello, sonreí.
-Disculpe señor, necesitamos ayuda- comencé, indicándole a mi compañero y dándole a entender de que no me encontraba sola -Necesitamos llegar al pueblo, ¿Podría darnos algunas indicaciones?
El hombre se frotaba el brazo con una expresión algo adolorida, pero al oír mi voz se giró de inmediato. Me observó de arriba abajo y se echó unos pasos hacia atrás; seguro creía que iba a golpearlo también. Luego sonrió.
-Claro señorita, haga el favor de seguirme- dijo con un tono de voz mucho más grave del que hubiera creído que tenía.
Sonreí nuevamente y caminando lentamente hacia Nami, tomé mi maleta y le tomé del brazo.
-Bueno, fue fácil- comenté en mi habitual tono suave -Lo que me preocupan son las montañas, más ahora que estoy usando un vestido- terminé riendo.

*Me distraje mirando las montañas cuando siento que soy jalado por mi compañera pero no me dejo quitar las maletas*
Nami: Yo las llevo, descuida
*Nos dirigimos hasta donde estaba el funcionario publico, el cual este nos llevo por un pequeño cendero. Caminamos un buen rato por el yo seguia viendo el camino tratando de recordarlo para no perderlo y no me percate de que estaba haciendo mi compañera*
*Tras caminar otro largo rato llegamos a una pequeña separacion de caminos, donde el Funcionario nos dirigio la palabra tras estar un buen rato callado*
Policia: Sigan por esten sendero, es casi siempre el se usa para llevar y traer mercado del pueblo, pero no nos hemos podido comunicar mucho con los del otro lado, nadie ha vuelto... creemos que los secuestran o algo haci... haci que, por favor no vallan hacia ese pueblo... son muy jovenes para terminar secuestrados.. *notandose una cara de preocupacion en el policia*
*me quedo observando la cara de preocupacion que tiene el señor pero le dirijo una leve sonrisa al policia*
Nami: Descuide, no nos pasara nada, sabemos cuidarnos solos, ¿Verdad Amber-chan? *sonriendote tambien*

Asentí sonriendo.
-Ya verá como en unos días volveremos por este mismo camino- dije mientras me despedía del hombre y le agradecía por su ayuda.
Ya que Nami me impidió que cargara mi maleta, me dediqué a seguir tomada de su brazo, como papá me ponía el suyo al salir, como todo un caballero. Observé el camino, intentando retenerlo en mi memoria, y luego posé la vista en mi compañero.
Ha estado bastante distraído...¿O es idea mía?, pensé con una expresión completamente neutra en el rostro.
La caminata duró unos quince minutos, aproximadamente. Frente a nosotros, una alta pared rocosa nos cerraba el paso, lo que me hizo tragar saliva. ¿Cómo se suponía que íbamos a subir?
-Y aquí vuelve mi gran dilema- comenté suspirando -No tengo idea de cómo subir....
Me llevé una mano a Delilah, acariciando la piedra negra que tenía incrustada suavemente. No creía que los hilos que salían de ella, por muy fuertes que pudieran ser, me sirvieran para escalar.
-¿Alguna idea?- agregué mirando a todos lados, analizando la situación, o más bien esperando que alguien o algo apareciera.

Nami: Hmm... si Tengo una idea, pero alejate un poco
*me coloco adelante de ella mirando hacia la roca respiro profundamente y grito*
Nami: ¡Roca! ¡Mueve! *me quedo esperando que algo suceda por unos minutos. Viendo que no sucede nada me coloco las manos en el cuello y te miro con una sonrisa*
Nami: jejeje no paso nada, crei que iva a funcionar, Hmm..
*me coloco a pensar mirando a mi alrededor, me acerco a tocar el espesor de la roca y que tan dura es, le doy un suave puño, luego te vuelvo a mirar*
Nami: jeje tengo otra idea, pero todo es si usted me permite llevarla en mis brazos *mirandote esperando una respuesta y con una sonrisa en mis labios*

Me quedé completamente perpleja al ver la forma en que mi compañero gritaba a la pared rocosa, y sin poder evitarlo, sonreí divertida.
-Ojalá las cosas fueran tan fáciles- comenté.
Luego oí lo siguiente. ¿Tomarme en brazos? Medité unos segundos...nadie había hecho eso conmigo antes, pero ya que no había otra opción, no había más que hacer. Además siempre había una primera vez.
-De acuerdo, sólo no me dejes caer- dije extendiéndole mi mano, esperando ansiosa ver qué era lo que tenía en mente.

*tome cuidadosamente la mano que se me otorgo y la levante cargandola en mis brazos, fui hasta la roca y la quede observando unos momentos y luego mencione unas palabras*
Nami: Roca! Muevete! y te entregare a esta princesa *se me escapo una suave sonrisa de mis labios mirando la cara de mi compañera*
Nami: jeje es broma, es broma *Todavia sonriendole por el chiste que acababa de hacer*
Nami: Bien! Ahora si encerio *Respire suavemente y volvi a decir* Inocencia... Activada
*los cadenas salieron colgando por mis brazos y apresuradamente di un salto y cuando mi salto llego a su punto mas alto hice que apresuradamente una cadena se enterrara en la roca con su parte afilada, para quedar los dos suspendidos en el aire, movi otra cadena para que se enterrara mas arriba de donde se habia enterrado la anterior y nos jalo para subir mas, y haci sucesivamente continue hasta que pudimos ver la cima, una cadena se enterro y nos comenzo a jalar hasta arriba para quedar a unos metros de la cima de la gigantesca roca, pero donde se habia enterrado la cadena estaba un poco humado por las lluvias de montaña y la cadena se desprendio, hice que la cadena que todavia estaba colgando se dividiera, agarrara suavemente a mi compañera, la cadena se estiro muy rapido de tal forma que coloco suavemente a mi compañera en la cima de la montaña sin nigun rasguño, mientras yo caia al vacio, pero unas cadenas se enterraron en otra saliente y quede suspendido
Nami: Jejeje casito.. *dirigiendote una sonrisa*

La experiencia fue realmente emocionante para mí, y admito que la adrenalina me subió bastante durante el ascenso. Vi como Nami caía, por lo que no sabía si funcionaría demasiado, activé mi arma en un murmullo y utilizando Mist envolví uno de sus brazos con los hilos, concentrándome para que no se liberara el ácido de ellos.
-Sujétate fuerte- dije con las manos puestas sobre Delilah.
Las patas comenzaron a hacer retroceder los hilos que habían soltado, acortando la especie de 'cuerda' con que sujetaba a mi compañero. Puse una mano en ellos, tirando con toda la fuerza que me era posible.
-Lamento no poder hacer mucho, pero ya sabes, las damas somos débiles- dije cuando ya se hubo acercado lo suficiente, lo que estaba agotándome bastante -Ya sabes, las damas de sociedad necesitamos a nuestros caballeros.
Una vez estuvo arriba me senté en el suelo, sin importarme si mi vestido se ensuciaba. Me sentía un poco cansada, pero seguro que mientras investigábamos podría reponer fuerzas.

*me siento en el suelo apollandome en las manos mientras miro hacia arriba*
Nami: Gracias Amber-chan, en verdad me haz salvado, jeje de nuevo gracias *dirigiendole una amigable sonrisa y agregando unas palabras* Pero sabes.. Es verdad que las Damas como tu nesecitan un caballero *cambiando la sonrisa por una cara un poco seria* Permiteme ser ese caballero que te proteja, permiteme dar mi vida por ti, y aun haci aunque te nieges lo voy a hacer jeje *volviendo a cambiar mi exprecion por una sonrisa, descanzo unos segundos y me repongo levantandome del suelo, limpiandome un poco y extendiendole una mano Amber para que se pueda levantar mas facil*
Vamos: Vamos, todavia tenemos bastante que hacer *volviendole a sonreir amigablemente*