~Holiday~

por Invitado Jue Sep 06, 2012 9:19 pm

notitas:

Sumary:

★ ☆ Holiday ☆★

»Set♪out«

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—Me estás tomando el pelo —fue la respuesta de Regina al terminar de escuchar lo que las otras le acababan de contar, como si se tratara de un vulgar mito de pueblo.

—No son cuentos, de verdad existe la fecha —corroboró Alice bebiendo un sorbo del zumo que acompañaba su variopinta cena, la cual abarcaba el ¾ de la mesa usada como centro de esa peculiar reunión—Illya y yo tuvimos el nuestro en su tiempo.

—Debió ser hace mucho, ustedes son más vie- ¡qué digo! —Corrigió Darlene a tiempo, con las manos en la boca tapando además los residuos de rosquilla y chocolate—más experimentadas que nosotros.

Gracias a que Alice estaba más interesada en satisfacer su descomunal apetito, y su amiga Illya se encontraba de un humor mas especial por quien sabe qué, el comentario pasó de largo sin ser tomado enserio. Lo que quedaba era esa sombra de duda acerca de lo que acababan de explicarles, porque en primer lugar, nunca nadie, ni desde el comienzo, les había siquiera mencionado el asunto, menos en las oportunidades que les siguieron. Regina podía juzgar por las caras de sus amigas y de los dos chicos que nadie estaba al tanto de esa misteriosa cláusula del contrato.

—Nunca escuché nada parecido —rompió Daisha el silencio, algo no muy propio de ella, siendo de las que preferían guardarlo. Acababa de terminar su plato de falafel tras escuchar todo, y decidía tomar partido en la conversación.—¿Por qué nadie lo mencionó antes?

—No solo eso —añadió Regina reventando distraídamente una albóndiga en los restos de pasta de su plato, gesto que reflejaba bien sus emociones para el momento—¿por qué suena como si fuera algo que se quedó en el pasado?, ¿qué después de su generación no se hicieron más?

—Regina —Illya alzó la vista hacia la rubia y le dedicó una limpia sonrisa, tan pulcra que en cierto modo llego a dar escalofríos a Alice que casi se atoraba con su bolo alimenticio de verla—, nuestra “generación” no dista tanto de tiempo de la vuestra. Recuerden que la mayoría de nosotras somos contemporáneas en edad, ¿cierto~?

—Eso fue un regaño indirecto —murmuró James, riéndose tonta y despreocupadamente de la cara blanca de la reina italiana, quien obviamente se sentía un poquito regañada. Cyris en cambio le dio un pequeño golpecito de codo al brazo del español para que se detuviera, o habría problemas. La última vez los habían tenido, y el griego no estaba dispuesto a ir otra semana a la lavandería y pasar la noche limpiando desastres que otros ocasionaban.

—Y eso no dice nada —refunfuñó entre dientes, haciendo caso omiso; era mejor así a que le entraran ganas de tirarle la albóndiga en la cara y acabara todo en una guerra de comida, como la última vez—, digo, no dice ni explica el porqué nos estamos enterando precisamente ahora.

—Es muy simple, nos han estado engañando todo este tiempo —irrumpió alguien de fuera, ese alguien acababa de darle un pequeño susto a Regina colocando repentinamente sus manos en los hombros a modo de pequeño empujón, un saludo cordial a su modo, de su otro compañero de sangre azul. Basil contuvo la risa por consideración al humor de la otra, y porque no le apetecía ser el catalizador del inicio de algún tipo de problema en el comedor de la Orden, al menos no esa noche. —¿De qué hablan?

—Pensé que lo sabías, “señor-escucho-conversaciones-de-otros”, al menos anúnciate —le espetó apuntándole con la mitad de la albóndiga en su tenedor, que como esperaba, el italiano acabó por quedársela; reconocía bien esos gestos de tregua temporal dentro de su peculiar amistad. De vista, Regina saludó a los otros dos que venían acompañando al italiano. —Nos acaban de decir que tenemos un día libre.

El silencio antinatural regresó a la boca de los exorcistas, que no se podían creer algo tan simple como lo era tener un día donde no tuvieran que salir a exponer sus vidas matando akumas, recuperando fragmentos de inocencias, lidiando con aliados del Conde y viviendo las situaciones más bizarras de sus vidas. No era para menos, después de todo cada uno de ellos sabían que esa iba a ser su vida hasta el día de sus muertes, y algunos más optimistas lo veían como una larga parada hasta que la guerra terminara y el bien triunfara sobre el mal como en las historias de héroes. Vivian para servir, era normal tener tiempo libre, solo que nadie había hecho mención y por ende, era como si no existiera, hasta que Illya decidió abrir la boca.

—¿Qué tiene eso de extraño? —preguntó Nikolai sonando ligeramente escéptico, no entendía a qué venía tanta consternación por algo tan simple como tener un día no laborable. Tras él, Jaylen se encogía levemente de hombros, tan callada y ausente que nadie le había notado gracias a su tamaño convenientemente menudo. No le apetecía tomar parte de la conversación, pero eso no le impedía compartir la opinión del noruego en absoluto silencio.

—Nada, por supuesto —respondió Basil con tranquilidad—pero yo tampoco estaba enterado de eso.

—No tienen que ser tan serios al respecto —soltó Illya cargándose el ambiente con su risa despreocupada, ni ella ni Alice se esperaban que sus compañeros estuvieran tan metidos en sus responsabilidades como para obviar una posibilidad tan sencilla, pero en fin, le resultaba algo entretenido ver ese efecto en ellos, le recordaba vagamente a como había sido ella hace un par de años. Miró a Alice un momento y esta le devolvió el gesto limpiando sus comisuras con la servilleta al terminar su banquete, ambas sonrieron con calma e Illya retomó la palabra. —Es cierto que desde la instalación en la nueva sede se ha olvidado un poco, todos han tenido más trabajo de lo usual, y tal vez es por eso que no se ha hablado más al respecto.

—Y porque la última vez que se nos dio el día libre destruimos media Orden Oscura, Illya —añadió Alice como quien habla del clima, ante sus propias palabras decidió explicar mejor lo que quería decir—, no es que nosotras lo hubiéramos causado, más bien fue culpa del supervisor y su afán de descubrir quien estaba saliendo con su hermana —en sus labios se formó una sonrisa divertida, similar a la de Illya—recuerdo que el pobre Metron no pudo dejarse ver en la Orden hasta que el supervisor quedara firmemente convencido de que no tenía nada con su hermana.

—Sí, pobrecillo~, desde ese día le tiene fobia al lo que signifique un día de descanso —añadió Illya riendo casi entre dientes—, pero sabes que también fue culpa de los otros, por clausurar el comedor y usarlo como salón de fiestas y… —las dos continuaron hablando de tantos sucesos tan extremos como fuera de lugar, que a los demás ya no les cupo duda del asunto, con eso todos terminaron de comprender por qué habían vivido engañados durante esos meses.

Siendo uno de los exorcistas más recientes para el mes, o tal vez por su misma naturaleza de aceptar las cosas con normalidad, encontraba perfectamente entendible ese panorama. La mayoría de los exorcistas atravesaban la caótica etapa de la pubertad, y con el régimen casi militar bajo el que vivían era demasiado obvio que al aflojarles la correa un poco armaran semejante desastre que llevara después a una represión todavía más absoluta, como él hacerles ver que solo vivirían para el trabajo. Nikolai lo había visto en su anterior lugar de residencia, al recordarlo decidió apartar inmediatamente el pensamiento de su cabeza para no acabar haciendo comparaciones que después le generaran algún tipo de aversión a su nuevo hogar.

Por otra parte le resultaba curioso el origen de la conversación, si alguien lo había sacado a colación era con la intención de algo más que el simple comentario, y como no veía que fuera por quejas a las “injustas” medidas de la Orden, ese algo debía esconderse entre las anécdotas de las dos que llevaban más tiempo allí. Era cuestión de esperar que la razón viniera por sí misma.

—Esta mañana escuchamos sin querer que en dos días habrá un evento especial en el castillo, algo como una ceremonia —comentó la alemana de los rifles, como quien no le interesa el asunto—, y creo que estarán pensando en deshacerse de nosotros.

—Les bastaría con tenernos en toque de queda dentro de cada habitación, pero ellos ya se hacen una idea de lo que pasaría si mantienen a ciertas personas encerradas por 24 horas sin nada que hacer —completó Alice con una idea clara de nombres y rostros de quienes podrían ser algunos candidatos—, no se ha dicho nada todavía, pero creo que por lo escuchado nos mandarán a algún sitio con el arca.

—De vacaciones, por un día —concluyó su compañera con una sonrisa.

No sabía si alegrarse o maldecir que su análisis no estuviera errado, y aunque realmente en el fondo le importaba un rábano, el mirar las caras de sus compañeros le hacía dudar si estaba realmente bien en tomarse la noticia tan a la ligera. Ya sabía por propia experiencia que no estaba bien del todo subestimar las cosas que ocurrieran –menos después de hacerse exorcista- porque después acababa tentando a alguna divinidad trol que terminaba por hacer que se arrepintiera de ser tan estoico, eso ya se lo había demostrado el que convivía casi siempre con él.

—Bien, entonces que sea lo que ellos decidan, ya veremos cómo divertirnos después —dijo James sin parecer preocupado, mas bien, se le veía emocionado ante la perspectiva de salir a un nuevo lugar.

—Seguro, es todo lo que nos queda por hacer —comentó también Cyris, que al contrario de su compañero de al lado no parecía muy entusiasmado, no era de ser muy optimista en cuanto a esperar algo de parte de los nuevos superiores de la Orden, menos después de todos los regímenes impuestos, las normas a veces demasiado cerradas para la convivencia, así como la entrada y salida de la misma, entre otras cosas. Prefería no hacerse ilusiones.

—Sería más creíble que nos mandaran a un campo de concentración de akumas, o algo por el estilo —opinó Basil con ligero desdén, sin ganas de crearse falsas expectativas tampoco.

—O a una isla desierta —sugirió Regina.

—Con monstruos o caníbales —añadió Darlene para hacer más disparatada la proyección, ella lo imaginaba como una nubecita dibujada con crayolas donde se iban agregando cada vez mas ideas de otros para complementar.

—No puede estar desierta si hay caníbales, cuentan como población —se metió Cyris matando vilmente el curso de esa hilarante conversación—, hasta ahora me parece más creíble lo que dice Basil, probablemente busquen algo donde podamos ser de utilidad.

—O simplemente no molestar —lo interrumpió James, para nada afectado con el negativismo realista de sus compañeros, las buenas energías le podían y mucho—, me gusta la idea de la isla desierta, tendríamos una playa para nosotros solos: con sol, arena, chicas con playeras mojadas~

—Si hay caníbales lo agradecería por tu parte —siseó Jaylen un poco más visible que antes, y lo suficientemente audible para que Regina después apoyara esa moción con un gesto. James se rió sin dar importancia a las otras dos chicas que parecían tener algo en contra de su buen humor.

Illya también rió poquito, y después sonrió satisfecha de haber logrado medio entusiasmar a sus compañeros, no esperaba gran cosa después de todo, cada quien tenía su manera de ver y asumir las distintas situaciones, de todas formas ya se veía que lo iban aceptando y por tanto relajando su perspectiva.

—Cualquier cosa, seguro nos avisan por medio de los golems, hay que estar pendientes.

Lo estuvieron, inconscientemente, algunos uno por su lado dedicaba al menos unos segundos para mirar el aparato por si se le ocurría emitir algún sonido. Otros simplemente lo ignoraron, pero la idea bailoteaba en sus cabezas sin llegar a ser insistente o molesta, solo por curiosidad aparecía, recordarles el hecho de que incluso en su trabajo de por vida había un “fin de semana” para colgar las armas y descansar sin necesidad de hacerlo inconsciente en una enfermería con heridas molestas.

En la tarde del siguiente día se les informó más detalladamente a todos de lo que iba a ocurrir, el supervisor decidió reunir a todos los exorcistas que se encontraban disponibles en la Orden –a los demás ya les pasaría el mensaje vía golem- para darles las indicaciones personalmente. Resultaba ser que en el castillo se celebraría un evento, al parecer alguna importante entidad de la realeza decidió usar el lugar como sitio donde festejar su pomposo matrimonio, y el Vaticano no le había dado mayores peros. El único inconveniente era la sarta de adolescentes y jóvenes que no figuraban en lo absoluto, y que como bien había supuesto Alice, era mala idea tenerlos encerrados por un día sin nada qué hacer. Por lo que, como cabía esperarse, les enviarían fuera de la Orden a un lugar determinado horas antes de la celebración, con la instrucción de regresar al portal en cuanto se cumplieran las 24 horas.

Contados fueron los que pusieron alguna objeción, y estaba en el “deber” los demás de arrastrarlos, como buenos compañeros que eran… o solo para fastidiar.

—Y estaremos cerca del mar —seguía comentando el milanés doblando las pocas mudas de su compañerita para acomodarlas prolijamente en la maletita viajera, con un cuidado casi fraternal así como sonaban sus palabras—, y en la arena hay caracoles, estrellas de mar.

—Clareon gustar mar —Faith, sentada en una sillita, estaba más que entretenida –o eso parecía, con ella era más difícil discernir lo que era por su actitud distraída y lejana de la realidad a veces, o porque siempre tenía más tiempo para con su invisible compañero que para con el mundo- con su querida chistera que mirando a Terrakht hacer prácticamente todo el trabajo que ella “debería” hacer. Por alguna razón solo era capaz de seguir sus palabras y hacer como tercero en la conversación. —Estrellas, Clareon querer estrellas. Caracoles mío~

Por Ther estaba bien encargarse de la pequeña, en cuanto Illya lo sugirió quedó encantado con tomar esa posición y hacer de adulto responsable frente a ella, era sabido que por más fuerte que fuera a comparación de otros –en cuanto a nivel de inocencia- su estado mental la hacía vulnerable frente a un montón de jovencitos sin mucha paciencia para con los más pequeños. Eso le recordó quien iba a ser uno de los que estarían a cargo del grupo, y un pequeño acceso de migraña quiso florecer en su cabeza al fruncir ligeramente el entrecejo.

Mas le valía a Athan hacer bien su trabajo.

¿Cómo le iría a los demás en el plan de disuadir a los más reticentes?

—Sei dijo que se encargaría de Nimúe, según él no sería difícil de convencerla siempre que no mencionáramos que estaremos cerca de la playa, por suerte ella no estaba en la reunión y sabe nada—Basil devoraba el último rollito de sushi del envase que sostenía, muy cómodo a lo largo de uno de los asientos de la biblioteca, donde se suponía estaba prohibido comer—, de todas maneras lo creo capaz de llevársela a cuestas si se opone.

—No creo que Nine se haga de rogar, no es tan asocial como parece —Nikolai colocó la última enciclopedia de astronomía y otra que refería específicamente a las constelaciones, en el último tramo del estante ayudado de la escalera rotatoria—en realidad, me preocupa más Seth, fue el que más empeño mostró en quedarse.

—Normal, es un tsundere paranoico—hizo un gesto con la mano de restarle importancia—en un caso más extremo se le puede meter en un saco de papas, amordazado, atado de manos y pies, lo llevamos a rastras y ya está~

—¿No podías pensar en algo más civilizado? —la pregunta tenía el mismo tono de voz de siempre, haciendo difícil para el italiano saber si de verdad estaba reclamando algo sobre su violenta sugerencia, o solo lo decía por decir.

—Me lo dice el que usa su cántaro como esfera de bolos —fue su defensa rápida, acompañada de una sonrisa que no tenía una pizca de gracia.

—Es un niño —aclaró Nikolai con calma.

—Claude también lo es —le respondió con la misma calma natural del otro.

—Claude es caso aparte, se lo merecía —esta vez sí pudo adivinar cierto timbre de ¿irritación? Ante la mención del otro niño, y Basil sabía que no era para menos por lo ocurrido en ese incidende.

—¿Y Seth no se lo merece por ocasionarnos estos inconvenientes?, si lo niegas pensaré que le guardas algún tipo de preferencia —se cruzó de brazos como queriendo darle punto y final a ese hilo de la conversación.

Era en esos segundos muertos cuando al noruego le provocaba usar su cántaro como esfera de boliche en cierto italiano, pero por el bien de su amistad no llegaba a tanto y se obligaba a ser tolerante, como lo era Basil cuando a él le daba por colaborar con Komui y sus diabólicas invenciones que provocaban más de un desastre, y más de un dolor de cabeza. Era de justos perdonar los males del otro.

—¿Sabes quién se está encargando de disuadirle? —preguntó Nikolai bajando al fin de la escalera, con eso terminaba de dejar todos los libros que debía en donde los había sacado antes del viaje, para no dejar nada pendiente, y todavía tenía que empacar.

—Aileen, creo —respondió sin esforzarse demasiado en recordarlo, terminándose el último rollito de sushi de un solo bocado—también es una de las encargadas del grupo.

—Lo sé, ella me aconsejó postularme y me negué. No soy tan responsable.

—No quieres serlo.

—Eso.

Los gritos y exclamaciones en un idioma que ninguno de los dos entendió llegaron a sus oídos cortando de cuajo la conversación, por las voces reconocía a un niño y una mujer que discutían acaloradamente, y por último los estruendos de cosas rompiéndose al caer contra el suelo, cosas de cerámica y vidrio, a eso les sonaba. Como el escándalo era bastante pronunciado y llamaba exageradamente la atención se asomaron a ver qué ocurría, encontrándose con una vista tanto dispar de lo que habían escuchado.

—Y dijo que Aki era un engendro del mal, que no merecía la vida, y se fue corriendo a buscar su mascota después de romper todos los adornos intentando matarlo—contaba Aileen a Regina, quien sacudía suavecito de los hombros mientras hablaba, hablaba y hablaba. A espaldas de la italiana se podía ver a Edgar luchando contra el felino negado a apartarse de su cara tras el gran susto provocado por los múltiples intentos de asesinato, y es que desde la llegada del danés su cara había sido reclamada como la afiladora de uñas del gato que pertenecía a Aileen. —Regiii~, no sé que voy a hacer para convencerlo, está demasiado enfocado en que va a ser un martirio. Y ahora que Taz se perdió…

—¿El topo? —soltó Basil sin anunciarse de nuevo, eso de escuchar conversaciones ajenas y hablar repentinamente se le estaba haciendo costumbre.

—¿Qué sucedió con Seth? —preguntó Nikolai como queriendo suplir la retórica del italiano e ir al punto.

Regina intentó poner en orden sus ideas antes de contestar, porque ella también había salido junto con Edgar de acomodar sus cosas –le había pedido ayuda porque pensaba llevarse algunos de sus trabajos, y el “algunos” se quedaba corto frente a sus voluminosas maletas- cuando el escándalo llamó la atención de ambos. Había reconocido la voz de Aileen y eso fue lo que llamó su atención, aunque por otro lado no le extrañaba que estuviese metida en un pequeño escándalo, entonces Aki había ocupado atención en Edgar mientras la india explicaba la situación:

—Salió corriendo a buscar a Taz, acusó a Aki de estar dándole caza porque el otro día estaban jugando —explicaba mucho más tranquila—, le dije muchas veces que Aki no persigue esa clase de roedores pero no me escuchó, para él los gatos son iguales en todas las clases y tamaños —suspiró con un poquito de cansancio y enseguida sonrió dando un aplauso—¡pero!, al animarlo a buscar me dará tiempo de hacerle la maleta antes de que se dé cuenta, el resto será convencerlo después.

—Bien pensado, pero no servirá de nada si no lo convences primero… —añadió Edgar cuando al fin logró quitarse al gato de encima, mostrando unas mejillas con finas líneas rojas tras una expresión serena, su rostro suplicaba ir a la enfermería.

—Tiene razón —soltó Regina volviéndose hacia su compañero—, te acompaño a la enfermería, no me seguirás ayudando con esa cara —después miró al resto para despedirse—, mucha suerte con el chico, Ai.

Suerte, iba a necesitar algo más que suerte la verdad. Seth era un chico difícil, pero no imposible, y estaba casi segura de que ese viaje podía contribuir mucho a su desenvolvimiento con sus compañeros. Athan era de los pocos que había conseguido un poco más que gruñidos y evasivas de él, decidió que si había una forma de convencerlo él debería conocerla. Aileen marchó despidiéndose de los chicos, que siguieron de largo a hacer sus respectivas maletas sin mencionar nada más acerca de los problemas de otros para con el viaje de vacaciones.

Mientras que unos cuartos más adelante, el nombrado primero en la lista de desertores se hallaba desesperado. Si no fuera porque su cabello era blanco natural haría de una triste ironía por el estrés y la angustia que cargaba encima con respecto al hecho de salirle canas. En ningún rincón, mesa, pasillo, alrededores, debajo de los muebles de las salitas de estar, ¡en ninguna parte había rastro de su compañerito!, y eso le estaba desquiciando incluso más que la idea de viajar a un lugar desconocido con un montón de desconocidos –sabía quiénes eran de cara, pero para Seth eran puros extraños en su mayoría- que estarían jugando y haciendo cosas en las que él no se sentiría del todo cómodo, no sabría ni tendría intenciones de integrarse a formar parte de ese montón de adolescentes locos de atar, y… un montón de cosas más que eran nada frente a la urgencia que tenía por encontrar a Taz.

—Sabía que debía haber abierto a ese animal en canal a ver si de verdad se lo tragó… —se lamentó Seth con un gruñido molesto, de verdad no quería pensar que el gato de Aileen era un homicida, pero su naturaleza desconfiada y el hecho de haber visto a la mascota de la india en actitudes sospechosas con su amigo roedor le alertaba cada uno de sus sentidos y abría puertas a todas las posibilidades. Arrodillado frente a una butaca, revisó debajo de esta, poniendo atención en las esquinas, a Taz le gustaba arrellanarse en estas y hacerse bolita.

—¿Se te perdió algo? —Seth no tuvo que voltear para saber de quién se trataba, la voz y el tono de esta, entre valemadres y un tanto desconectado, se lo dijeron todo. Afortunadamente era él y no otro, Sei era de las pocas personas con las que podía tener una conversación propiamente dicha, y era algo así como un hermano mayor de esos que no tienen reparos en enseñarte tanto lo bueno como lo malo de las cosas. Su principal razón para llevarse “bien” era que, a diferencia de algunos, no se sentía con la presión de esforzarse por ser un poco más abierto cuando alguien le agradaba de verdad, ni entraba en esos dilemas. Eso era principalmente porque sabía –ambos lo sabían- que Sei no esperaba nada de eso, de hecho, no esperaba absolutamente nada.

Cuando el tanzano levantó la cabeza para ver al metro noventa de su compañero se encontró con un par de piernas que colgaban de su hombro derecho, y que la frente de Sei goteaba algo rojo, cómo sangre. Seth no disimuló en lo absoluto la alteración, y por ello el mayor habló para acallar las preguntas.

—Ya me la quitaré luego, no es una hemorragia cerebral después de todo —habló con tono perezoso, acomodando a la persona que llevaba en su hombro de manera que no incomodara a ambos, aunque Seth no podía entender de qué podía servir ese gesto si Nimúe seguía usando la espalda de su hermano como cojín para clavar tijeras.

—No, pero te dejaré como una coladera como no me bajes ahora, maldito gigante —refunfuñó la chica, retorciendo el filo de las tijeras en un punto cercano a la clavícula de Sei, quien fingía no importarle el dolor que le estaba causando. —Me engañaste, no dijiste que tendríamos que ir al infierno.

—Tienes razón, y como no lo dije, no te he dicho ninguna mentira —refutó el menor de los Neverleid—es solo un vacío legal.

La otra gruñó un montón de groserías en alemán y Sei volvió a repetir la pregunta al albino.

—¿Qué es lo que buscas?

—Taz se perdió, y en el mejor de los casos debe estar en alguna parte que no sea el estómago de la bestia gatuna infernal de Aileen —soltó preocupado y rabioso, apretando los puñitos, olvidando por un momento que podrían matar a su interlocutor—, no tengo idea de donde pueda estar, y ahora como todos andan idiotas por lo del viaje…

—¿Has pensado que quizás Taz si quiera unas vacaciones y se ha colado en algún equipaje? —sugirió rápido, y sin mucho sentido, el más alto.

—Pero sí… —Seth quería refutar aquello pero, dentro de todo lo incoherente que sonaba tenía sentido. Él como exorcista se había negado el día libre, pero dentro de ello también le negaba la oportunidad a Taz de distraerse, de ver otras cosas, de descansar de ser una mera arma a un simple animalito lindo. Verse en esa posición egoísta le hizo sentirse mal.

—Levanta, vamos a buscarlo —animó Sei quien apenas hizo una mueca cuando su hermana logró perforarle alguna parte del hombro que le envió ciertas descargas de dolor. Tenía razón con eso de que iba a quedar como un colador, pero nadie se moría por ser uno siempre que no afectara una zona vital, y conocía demasiado bien a su hermana como para no llegar a ese extremo… todavía.

—¿Interrumpo, Athan?

En un rincón de la Sección Científica, el castaño terminaba de empaquetar un par de cosas, y de repasar si todo lo que estaba registrado en la lista se correspondía con la realidad. Era todo lo que pensaban llevarse para lo que iba a ser una acampada en la playa: toldos, tiendas, cavas, alimentos, herramientas, entre otras cosas y detalles que los cuidadores como él estaban encargados de llevar. La Orden había reunido a unos cuantos voluntarios de entre los exorcistas que rondaran los veinte años o más de ello, y así poder mantener un control más riguroso que en años anteriores. La realidad es que pensaban asignarles gente de Crow, para sentirse más seguros, pero misteriosamente, en el último instante consideraron suficiente la presencia de exorcistas responsables, como Athan, Aileen y…

—Claro que no, tú nunca interrumpes Ali —fue su respuesta jovial, usando el mote de cariño que le tenía a la india, al poner la mirada en su compañera reparó en el saco donde algo se agitaba con cierta urgencia por salir, y si no conociera a Aileen como en verdad la conocía, sabía que la bolsa era de una tela exageradamente fuerte y rustica para contener lo que fuera que tuviera retorciéndose vivo. —A caray~, ¿qué te traes allí?, espero que no sea la cena.

—Para nada~ descuida —le aseguró la castaña sonriendo de oreja a oreja, había algo malicioso en su gesto y Athan fingió no darse cuenta de ello, porque ambos ya sabían que esperarse del otro—, es un regalito. Me costó mucho atraparlo. —Antes de que la mirada de Athan se tornara ligeramente reprobatoria, Aileen añadió otras cosas más—, es para incentivar a Seth con el viaje, no quiere escuchar a nadie, pensé que si hablabas con él…

—No te preocupes, Sei dijo que se encargaría —respondió el griego restándole absoluta importancia, volviendo de nuevo a su estado animado y jocoso, mientras descubría en un envase una generosa porción de pie de manzana, y ofrecía una parte a la chica quien aceptaba gustosa. —Creo que con esto no habrá nadie que se quede en la Orden. Ahora todo depende de que tan bien le vaya a Illya y Alice convenciendo a Metron, por lo que entendí no tiene buenos recuerdos de los días libres.

—Eso escuché —fue la respuesta de Aileen después de deleitarse con el primer bocado del postre, sin molestarse demasiado en ser más educada de lo necesario al comer con las manos y una servilleta—, no es que no confíe en las habilidades persuasivas de Sei pero… ¿seguro que convencerá a Seth?

—No lo sé, eso deberías saberlo tú mejor que yo, creo —rió Athan sin un ápice de preocupación por el resultado de lo que tramaban, igual, esa actitud a veces solía ser engañosa con él… la gente solía tomarlo por demasiado bonachón llegando a malinterpretarlo y tomarlo por idiota, después las circunstancias les hacía reconsiderarlo seriamente. Por eso Aileen confiaba en él, porque era un buen tipo, y un tipo listo sobretodo. —Confiar en tus compañeros es parte del trabajo.

—Lo sé, pero no puedo evitar pensar que es insuficiente, no sé hasta qué punto esté mal meternos en las decisiones de nuestros compañeros aunque sea por su bien, y tratándose de personas tan cerradas como Seth… ¡ni Jaylen le tomó tanto decidirse. —expresó haciendo un gesto exagerado con los brazos que hizo carcajear a Kafkis, al punto de casi atragantarse con el bocado.

—Con ella fue sencillo porque la playa parece estar conectada con cordilleras, y a ella le gusta la montaña por lo que escuché de Nikolai —rememoró—, también es porque tiene buenos amigos.

—Ya se… —no quería sacar el tema de porqué se habían conformado con James en el papel de cuidador en lugar del noruego, porque ninguno de los dos quería obligar a nadie, aunque tampoco estaban muy cómodos con que alguien tan… similar a un cervatillo salvaje que mas como cuidador era perfecto para todo lo contrario. —Igual, ahora solo debo dejar a Taz en algún equipaje y listo, no dudo que al momento Seth lo encuentre y termine de anclar su venida.

Athan apoyó la moción con la sola condición de que alimentaran al pobre y le dejaran una prisión con cama calientita donde se sintiera como en casa, hasta la mañana siguiente cuando todo empezaría. El primer y tal vez único día de sus vidas que tuvieran vacaciones.
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notas al pie de página:

por Invitado Vie Sep 07, 2012 6:38 am

"Maldita bestia gatuna infernal de mil dem... e____eU"

Me ha encantado xDDDDD Ese ambiente ocioso y cómico que le das a la historia es simplemente genial xDU No sabía que Seth fuera un niño, pero empieza a caerme bien con su odio hacia cierto animal gatuno (?) xDU

Simplemente genialle, Dream-chan, y además con una redacción soberbia: fácil de leer, entretenido y perfectamente narrado!

¡Enhorabuena y ánimo con la siguiente parte! xP

por Invitado Vie Sep 07, 2012 7:22 am

Fantaaaaastico Dream <3 Ya lo estaba esperando el fic *.* Me encantan esos toques de humor que pones, hacen que la lectura sea relajada y agradable. Por cierto, adoro por una parte la personalidad de Seth x3
También me encantaría saber qué incidente tuvo Claude con Nikolai xDD

Espero la continuación, a saber qué cosas pueden ocurrirles en la playa Jaja Saludos~

por Invitado Vie Sep 07, 2012 8:51 am

Drea~m ~~mi genialosa y futura waifa(?)~~, qué decirte que no vayas a escuchar ya?

¡De verdad, me ha encantado!

No sólo por la redacción y la forma de narrarlo -que como siempre, ~~te sobraste~~ estuvo bien-, el modo tan ligero en la que los personajes interactúan y lo fluido que fue de principio a fin, fue genial.

~~Seguramente ya te lo habrán chivado por ahí...~~ Me he divertido mucho leyéndolo, y la verdad estoy segura que hay escenas parecidas que podrían vivirse sin estar en un UA. Lo he disfrutado mucho, porque siempre me ha causado curiosidad el modo en que deben convivir nuestros niños -y los no tan niños también-. Las anécdotas de las chicas me causaron mucha curiosidad y me pregunto por cuantos "traumas" habrá pasado Metron -pobrecito- por culpa de otros.

No sé que más decirte a parte de que la espera mereció la pena. Esperaré el próximo con paciencia -o eso intentaré Uu!-.

Ciao~

~~Pd: gracias por esa sutil linea en la que se refleja la animosidad irracional de Jaylen hacia algunas personas. Y ahd escribir con la bb me duerme la mano(?).~~

por Invitado Vie Sep 07, 2012 9:39 am

*w* me ha encantado ewe espero más XD pobre James <-< todo el mundo lo tiene como el ligon XD que tiene su corazon heeee!!! XDD, aunque él se lo busca -w-

^^ me ha gustado la trama, se hace divertida para mi gusto .w. lo cual provoca que me encante *w* y la lea, cuando puedas sube más -w- tomate todo el tiempo del mundo, quiero saber como se lo van a pasar todos en las vacaciones!!!

James: me gusta la idea de la isla desierta, tendríamos una playa para nosotros solos: con sol, arena, chicas con playeras mojadas~

LOL !!!

por **Sigma-chan** Sáb Sep 08, 2012 12:43 am

Bien! Ya le hacía falta a Ther "soltarse el pelo y quitarse la ropa" XDU venga a la playa!

No pude evitar imaginarme una escena donde junto con Faith hacen un castillo de arena :3

Saludos y hasta el siguiente capi.

por Invitado Dom Sep 09, 2012 12:46 am

Aaaah, me gustó mucho el primer capítulo de esta historia, me hizo reír mucho :WOHOHO:

sobretodo el comentario de Cyris

—No puede estar desierta si hay caníbales, cuentan como población —se metió Cyris

Con el que mata las esperanzas y sueños de Darlenee sobre la posibilidad de mounstruos y caníbales xD Cyris malvado xD Jajajaja.

Por otro lado, adoré la forma en que están arreglando las cosas para irse de vacaciones, la manera en que Ther le habla y ayuda a Faith me pareció muy tierna :shine:

y el gato de Aileen xD

¡Ya quiero leer en qué tipo de líos se van a meter con tanto integrante travieso que tiene el grupo!

Espero poder leer pronto el siguiente capítulo oh_006

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