Reclutamiento España [Anna- Alice]

Elipthi Khanon escribió:

Johnny escribió:Desde que fue electo el nuevo Gobernador en una de las ciudades más cercanas a la capital de España, han empezado a suceder extraños sucesos en ella. Se han reportado más de veinte casos de desaparición de niños y jóvenes por toda la localidad, a eso de la medianoche. Lo que hace aún más extraña la situación, es la aparición de Akumas de forma discreta allí, sólo se sabe de su presencia gracias a las ropas que se encuentran al amanecer cubiertas de cenizas que bien podrían ser los restos de las víctimas.

Lo que relaciona al Gobernador con esto, es su extraña manera de sobrellevar las cosas, asegurando que eso pasará y sin tomar verdaderas medidas de acción contra esto. Cabe resaltar que esa persona fue contactada por la Orden para saber más detalles, y rechazó inmediatamente toda comunicación con la Congregación. El por qué es todo un misterio, pero hay sus sospechas.

La exorcista Alice Blenhein abordará este caso.

El viaje había sido largo, ahora mismo ya iba en una carreta que la llevaría a aquella ciudad de españa. El improvisado trsnporte, preparado por la orden, no era "tan" improvisado. Un chofer que conocía muy este lugar, vestido elegantemente, al parecer servía a la orden y ayudaba a los exorcistas perdidos. Además que el carruaje estaba tapizado de una tela suave y fina, igualmente que los asiento eran mullidos y confortables.- No creo que sea necesaria tanto lujo...- murmuro Alice, quien se hallaba sentada sola en los asientos, con los brazos cruzados sobre su pecho y sus piernas cruzadas, esperando por fin llegar al lugar designado.

- Se-señorita Alice.- llamo el conductor un poco temoroso. Al encontrarse había confundido a la exorcista por una pequeña. Aunque le siguió llamando pequeña luego de ver el traje que llevaba puesto, que la marcaba como una exorcista, le siguió diciendo así y eso molesto a Alice.- ya-ya casi llegamos...

Al escuchar aquellas palabras saco su cabeza por la ventana, sintiendo la fresca brisa sobre su rostro y removiendo sus largos cabellos. A lo lejos podía ver una ciudad, grande a su parecer. Luego de un par de horas mas llegaron hasta la entrada allí tuvo que despedirse del conductor.- Gracias por traerme.- le agradeció Alice alegremente, el conductor suspiro al ver que la exorcista estaba de buenas.

- No hay de que señorita Alice, tenga cuidado.- Y una vez el conductor se hubo ido, la chica se dio la vuelta para ver la ciudad frente a ella. Un largo camino le preparaba, la gente se quedaba mirando aquella misteriosa chica que había entrado a la ciudad, después de todo ese tipo de traje no se veía todos los días. Al parecer recién amanecía por que a lo lejos se escucho una campana, la reconoció enseguida, era el inicio de las clases para los chicos que iban a ellas.

Siguió caminando mientras hacia un grupo de chicos paso corriendo al lado de ella, al parecer iban atrasado a la clases ya que chocaron con una anciana y ni siquiera se detuvieron a ayudarla.- Que clase de lugar es este...- se pregunto ella, aquellos chicos que se habían ido corriendo, parecían de una alta clase, sus trajes bien limpios y refinados le delataban.- Esta usted bien.- le pregunto la exorcista a la anciana, recogiéndole las cosas que se le había caído y pasándosela.

- No eres de por aquí ¿cierto? Pareces una muñeca.... eres muy dulce...- exclamo la anciana agradeciendo aquella actitud de ella, se notaba que aquella mujer no tenía tanto dinero por sus ropajes algo sucios. Alice solo le sonió ante aquel comentario, lo último que hubiera pensado que le dijeran era aquello, después de todo para ella misma, aquel halago estaba lejos de lo que era en verdad. Se despidió de la anciana y siguió su camino.

Primero debía buscar pistas, ya que a la medianoche era cuando sucedía todo. Una sonrisa afloro en su rostro, el mejor lugar era aquel donde trabajaba aquel gobernador que era mencionado en el reporte de la misión. Pero había un problema, no sabía donde podría estar y ¿Cuales eran las posibilidades de poder conseguir hablar con este? Al menos que lo hiciera a la fuerza, pero no creía que eso último se viera bien para imagen de la orden oscura.

Un dia como cualquiera un dia como cualquier otro, Anna se levantó con una sonrisa en su rostro y abrio las enormes ventanas de su cuarto, recibio un poco el aire del dia que movia poco a poco sus cabellos. respiro por unos minutos el aire fresco y luego regresó a su habtacion a prepararse. Vistió su tipico uniforme de escuela blanco y se recogio su cabello en dos coletas. Arregló sus libros, uno por uno, hoy no tenia muchas clases asi que solo llevo lo escencial como calculo y literatura, cerró su bolso y se dispuso a salir de su cuarto, pero en ese momento...un ruidito la detuvo y provocó que esta voletara a la direcciond el ruido.

De entre unas sabanas salia aquello que activo una amable sonrisa en el rostro de la chica, un muñeco de cabello rojo y vestiduras japonesas se limpiaba los ojos. aun con gestos de cansancio miro a la joven sonreirle.-Hoy tambien tienes escuela?-.Preguntó curiosamente mientras termianba de linpiarse los ojos, el pequeño se levantó y caminó raoidamente hacia la chica, este le abrazó por la cintura ya que era mas pequeño que ella.-La escuela es aburrida, Kiseki quiere que la señorita Anna se quede con el-. le dijo en tono suplicante, junto con unos ojos brillantes que harian que cualquier amante de los niños lo abrazara y obedeciera al instante.

-No puedo faltar a la escuela Kiseki y lo sabes-Dijo la joven por fin ariculando palabras, era cierto, como unica miembro de la familia debia sostener los negocios que llevaba la misma, pero aun no estaba lista para soportar el peso de los escritores, asi que era mejor para ella acabar la escuela primero. Pero, el ver a su amigo suplicandole hizo que una parte de ella no se pudiera resistir. Colocó una mano sobre su barbilla y cerró los ojos, tratando de pensar en una forma de poder ambos ser compalcidos, aunque ella tampoco queria ir a la escuela era parte de su responsabilidad, pero tambien queria quedarse a tpoda costa con el pequeño.

Entoces una loca pero buena idea llegó a su cabeza, regreso adentro de su cuarto y reviso su armario, saco algo de ropa haciendo en su cama una enorme montaña, hasta que sacó una capa de color negra, regreso hasta donde el chico y se la colocó, la capa al muñeco le quedaba grande, pero fue lo suficiente como para cubiri su cuerpo de la cabeza hacia abajo, tapando tambien sus brazos y garras. La joven amarró bien la capa al cuello del joven y usó un prendedor para evitar que se le cayera.

-Señorita Anna? y esto?-Dijo el muñeco con curiosidad, un tanto extrañado, miro a la joven aun con interrogantes en su rostro, la joven hizo un ademan para indicarle que hablara despacio.

-Vas a venir conmigo..pero deberas esperarme en el jardin de la escuela esta bien?-Dijo ella en voz baja sonriendole al muñequito, este cambió rapidamente su rostro de curiosidad a una sonria amplia y alegra, sin dudarlo dos veces sonrio y dijo un "si!" mientras esta vez ambos salian de la casa, no habia ningun sirviente en la casa puesto que aun no habian llegado, asi que era facil que salieran sin tener que ocultarse. cuando lograron estar fuera de la casa, ambos caminaron alegremente mientras conversaban, con aquella capa, Kiseki parecia un niño como cualquiera, ambos parecian hermano y hermana aun cuando no se parecian en nada.

La exorcista seguía caminando entre las calle sdel lugar, con una cara si bien mosqueada por que su orgullo no le permitía aceptar que estaba perdida, además de que era la primera vez en esta ciudad.

Pero antes de eso había ocurrido algo, había llegado a la gobernación del lugar para buscar a la persona mencionada en la misión. Lamentablemente al decir que venía que la orden, la persona que le atendió le quedo mirando asombrada y le negó la entrada enseguida. Como Alice era testaruda no le hizo caso y dijo que lo esperaría, sin embargo aquella secretaria llamo a los guardias para que la sacaran. Segundos después se encontraba tirada en el piso mirando las grandes puertas ahora cerradas. En su interior maldecía con todas las palabras conocidas, que una señorita de su edad no debía pronunciar en voz alta.

Ahora se hallaba caminando buscando algo de información ¿Como había aparecido aquel tipo en la ciudad? Debía alguien saberlo, debía tener conocidos, además de representantes para haberse convertido ahora en gobernador. Pero antes de seguir con su investigación un olor muy delicioso hizo que su estomago rugiera de hambre. Sus ojos brillaron al reconocer al aroma de comida, y no era cualquier comida: era una comida deliciosa y de alta clase culinaria. Al parecer había llegado a una parte de la ciudad era de la mas alta sociedad.

Tan ensimismada estaba en sus pensamientos que no había notado a que hora el paisaje cálido y sencillo que desprendía la gente al principio había desaparecido. Esta parte de la ciudad se encontraba con muchas casas bien adornadas, restaurantes de alta clase; donde los meseros estaban de igual modo impecables.

- uhm... mira esa niña...- murmuraba la gente de allí cerca, que veía pasar la figura de Alice.- ¿Qué clase de ropa es esa...?- Alice podía escuchar los murmurllos, ya que que estas dos mujeres estaban hablando descaradamente en frente de ella.

- Debe ser una turista... pero... que pequeña tan rara.- escucho otro murmullo otra vez. Eso hizo que se detuviera y se diera la vuelta para encararlas.

- ¡Por que no vienen y me lo dicen en mi cara!- les amenazo Alice con un aura maligna alrededor. Las dos mujeres tragaron saliva al ver aquella reaccion no tan delicada de una jovencita. Ambas se retiraron rápidamente, obviamente tratando de mostrar tranquilidad y fingiendo que aquello no le había asustado.- tsk.. menudo problema...- penso Alice.

Mientras la gente que pasaba cerca, decidió mejor no decir nada ya que habían visto aquel espectaculo y el meterse en problemas de ese indole no era algo que ellos hacían, especialmente si se trataba en publico.

Camino otro poco más, cuando escucho unas campanadas, esta vez mucho mas fuerte. A pocos metros de ella se hallaba otra edificación, cuyos detalles en sus paredes, puertas, etc. Le daban un aire elegante, se notaba que allí debian dar una buena educación. Cuando se dio cuenta, ya se encontraba rodeada de chicos y chicas con uniformes iguales entre ellos. Que caminaban hacia la escuela con toda la tranquilidad del mundo.

La joven y el pequeño caminaban como si nada, ambos mostraban sonrisas cada vez que se miraba, eran bastante unidos, eran mejores amigos. Desde que Anna conocio al muñeco siempre lo ha cuidado como si fuera su hermano menor, lo trataba con el cariño que ella nunca aprendio a sentir, pero ella se sentia mas que bien, le agradaba la prescencia del pequeño en su vida.

de pronto, cerca ya de la escuela, ambos se detuvieron, en un lugar donde nadie los viera y los escuchara, para poder conatrle mejor la situacion. Ella se la acerco y se agacho un poco para quedar a su altura, de esta forma ambos estaban mirandose frente a frente.

-Señorita Anna, por que Kiseki debe que llevar esta capa?-Preguntó el pequeño con la misma curiosidad como cuando le pregunto en la casa, ella le sonrio, el chico se movia varias veces moviendo la capa que cubria su cuerpo y sus manos de un lado para otro.

-Es para que no vean tus brazos, te imaginas que dirian su ven a un chico con brazos rojos y para colmo de algun material extraño?- le comentó, sabia perfectamente la situacion de Kiseki, ella cuando lo vio por primera vez no se movia, pero al ella tenerlo repentinamente cobro vida, si alguien se daba cuenta de la situacion por la que el pequeño pasaba, lo mas seguro era que los separarian, Anna cerró los ojos y tomo la desicion de no permitir nunca que los separaran.

Ella se levantó y observó al muñeco con deteminiento, quien diria que una cosita asi seria su mejor amigo, y mas aun que estuviera vivo. Anna ayudo a Kiseki a practicamente "colarse" por las rejas de la escuela. El jovencito cayó sentado quejandose mientras decia un "Ay!" y se sobaba la espalda y la parte trasera.

-Escuchame- dijo esta acercandose a las rejas observando al cabello de fuego.-Hoy finalizo clases temprano, parece que hay una reunion de politicos en el gimnasio, asi que vendre por ti cuando salga, pero cuida de que nadie te vea esta bien?-

-Enterado! Kiseki lo promete!- el chico se tapo la boca en cuanto supo que habia gritado, Anna solto una risa sonora en cuanto lo vio cosa que logro contagiar al pqeueño. pronto, ambos se despidieron y la joven logro llegar a la escuela a tiempo.

Seguía su camino por las, ahora abarrotadas calles, hace unos segundos no había tanta gente como ahora. Pero parecía que había mucho movimiento ya que laspersonas con sus elegantes trajes salieron a pasear y a comprar cosas, algunas iban en carretas tan lujosas como en la que había venido Alice.

- Claro habra una junta de los politicos en el colegio.- exclamo un hombre vestido elegantemente, con sombrero de copa y un baston negro bastante reluciente.

- Mi hijo esta en esa escuela, le informe sobre el asunto tal vez consiga amigos influyentes. Después de todo esta en su último año de educación.- decía el otro que le acompañaba, parecía muy orgulloso de lo que decía.

Esta vez tendría que buscar información de aquellos tipos y para eso debía actuar recatadamente, de solo pensarlo le dio una repugnancia total, pero por algo era tan buena fingiendo. Inhalo un poco de oxigeno y camino delicadamente hacia los dos hombres que hablaban amistosamente.

- Disculpen mi descortesía.- llamo Alice, esta vez su tono de voz salió de una manera calma, elegante y también clara. Tanto que aquellos hombres no se fijaron en el extraño uniforme que llevaba, parecían mas atentos a las palabras que decía ella.- Se que no es correcto el escuchar una conversación ajena, pero no pude evitarlo. Serían tan amables de indicarme la dirección de aquel colegio que hablaban, debo entregar un recado de suma urgencia a uno de los politicos que asiste a esa reunión.

- Claro querida.- exclamo uno de ellos.- Solo debes caminar unas tres cuadras hacia abajo. Y lo encontrarás enseguida.- Luego de aquello le agradeció por haberle dado la dirección y se fue rápidamente al lugar, había sido muy fácil sacarle la información a aquellos tipos. Ahora solo quedaba ir al lugar en cuestión, habia altas posibilidades de encontrar al gobernador allí.

Al llegar se encontro con un enorme problema, las paredes eran tan altas que no creía poder saltarlas aun con todo el entrenamiento que había hecho. Tampoco se arriesgaría a ir por la puerta de enfrente para que la corrieran de nuevo del lugar. Así que busco otro tipo de entrada, rodeo la escuela completamente hasta que encontro unas rejas ¡Bingo! Penso ella con una sonrisa de victoria adornando su rostro. Además aquellas rejas no eran tan altas como las grandes paredes de antes, volvió sobre el camino que había tomado antes y logro conseguirse un palode madera, mas bien lo robo de alguna tienda, este palo era el casi el triple de su tamaño.

Llevo sus ojos hacia el cielo, por la posición del sol podía pensar que ya iba hacer mediodía. Tenía 12 horas antes de la medianoche para descubrir todo y averiguar antes que otra pobre victima despareciera.- Inocencia activate...- murmuro en una voz baja, llevando su mano hasta su cuello. No ocurrió nada asombroso ni mucho menos, pero su inocencia ya estaba activada, aunque que no lo aparentaba fisicamente. No tenía idea de lo que había dentro asi que por esas razones había activado su inocencia y si sus conjeturas eran ciertas, era mejor prevenir antes de lamentar.

Miro hacia su derecha luego hacia su izquierda, cuando no hubo nadie en aquella calle. Se alejo lo mas que pudo de la reja y luego corrió con toda la velocidad que pudo y uso aquel palo de madera para poder saltar las rejas. Uso el largo del palo para que pudiera alcanzar mayor altura, cuando hubo pasado la reja solto aquel intrumento y este callo al suelo. Alice caía entonces al otro lado de pie y agitada por el esfuerzo. Pero ya estaba dentro.

Miro el lugar en donde estaba, cuando distinguió una figura ¿Alguien le había visto? Estaba segura de ello, al tener activada su inocencia podía sentir las ondas sonoras que causaban los objetos y cosas vivientes al moverse. Rió nerviosamente ante la sola idea de que alguien le hubiese descubierto ¿Estaría en problemas?

Cuando se separaron, ya llegando a las puestas de la escuela, todos los estudiantes caminaban hablando unos con otros, hablando sobre los deberes del día anterior, o sobre la susodicha reunión que se realizaría en la escuela, la joven simplemente suspiro, ella hubiera deseado mil veces quedarse con Kiseki, ya que el siempre la hacia sentir mejor, pero la escuela era una responsabilidad que ella como la única de una respetada familia de artistas no podía evadir, aun así ella seguía considerando que para ella, la escuela no era más que un infierno.

Llegó como si nada a su salón de clases, en el momento en que ella cruzo las puertas, reino el silencio, Anna era conocida por sus notas, a pesar de estas ser unas de las mas altas, ni por sus altos dotes artísticos, pero mas conocida era por ser el blanco de molestias de la clase, una estudiante común que quería hacer amigos, no era mas que una rechazada en por sus compañeros por tratarla de loca, todo por el echo de ser huérfana y su gusto por cosas que a los demás no le interesaban.

-Que te parece, la señorita por poco llega tarde…-dijo una de las estudiantes que se sentaba junto a ella. Aun cuando murmuraba en voz baja, ella lograba escucharlas.

-Tal vez se quedo hablando con sus amigos…-comento otra también en tonos de susurros.

-Tiene amigos?-pregunto otra riendo silenciosamente.

La joven estalló al momento en que escuchó esa frase, volteo mirando a las tres con un aura llena de ira mientras las otras, un tanto asustadas, se levantaban de sus asientos he iban a otro lado, pero en eso logro escuchar más risas que le eran dedicadas a ella.

-Evelein, el director te quiere en el gimnasio, quiere que hagas una presentación para abrir la reunión- comento el profesor que recién llegaba a dar la clase.

“salvada por la campana”pensó ella mientras suspiraba, guardaba de nuevo sus libros y salía del salón mientras observaba como los demás la miraban con celos, ella simplemente sonrío con aires satisfactorios y se fue.

Por otra parte, un solitario niñito movía los pies en el aire mientras esta sentado en una de las ramas de uno de los tantos árboles del jardín de la escuela.

-Kiseki aburrido, me gustaría ver que hace la señorita Anna, pero no puedo dejar que me vean…- dijo el pelirrojo dando un largo y sonoro suspiro, el jovencito se tapo los labios en cuanto noto que había hablado en voz alta y rezó para que nadie lo viera. Por fortuna nadie lo vio, pero el si logro ver algo.

El pequeño soltó un “Eh?” en cuanto vio lo que estaba pasando frente a sus ojos, una joven de vestimenta extraña saltando por encima de las rejas que el había pasado ya una vez para lograr entrar a la escuela, y vio como la joven cayó de pie. El se lanzó de la rama y cayo tamben de pie, ya que no era tan alto como las rejas de la escuela, y se acerco un poco mas para notar la situación, cuando ya se había dado cuenta, ya estaba en un rango de visión para esa persona. El chico miro a todos lados nervioso, no sabia si esconderse o no. Pero simplemente penso en alguna rpegunta que hacerle, si ella era una estudiante, el muñeco estaria en serios problemas.

-Etto..señorita por que entro de esa manera?-Pregunto el pequeño algo nervioso, aun asi los ojos esmeraldas del muñeco expresaban curiosidad, queria saber la razon, pero "como la curiosidad mato al gato" no sabria como actuar si ella lo delataba.

Allí estaba, habia saltado la reja que la separaba de la escuela, con una habilidad envidiable. Ahora se encontraba nerviosa ya que había sido descubierta, todo un plan tirado a la basura ¿Qué haría? ¿Qué diría?

-Etto..señorita por que entro de esa manera?

Alice miraba asombrada aquel chico, supuso que era un chico por el tono de voz, ya que aquella capa larga tapaba parte de su cuerpo y sobre todo su cabeza. Pero mientras mostraba una actitud sorprendida frente al extraño, por dentro de ella se liberaba una batalla mental. En donde era reprendida por su falta atención antes de haber saltado. Sus pensamientos le llevaron a que se tranquilizara, no por nada había llegado tan lejos en la orden.

- Bue-bueno...- exclamo ella con una cara sumamente apenada, mientras que con su mano izquierda se rascaba la cabeza pensando que esto iba para mal. Por fin decía algo luego de tan largo y tenso silencio.- Yo.. verás..- trato de decir ella.- Me perdí...- término de hablar con una sonrisa inocente y juntando sus manos al frente de su pecho.

Como siempre, a pesar de su inteligencia, no había pensado antes de hablar. Y aquella escusa era, para cualquiera con medio cerebro, una simple mentira o que no sabía mentir. Maldijo internamente su poca capacidad para idear un plan en aquella situación.

¿Qué ocurriría si aquella persona era un estudiante? Aunque por sus ropas no lo parecía y ese colegio se notaba que era de ricachones ¿Que tal si era algún akuma? Tampoco podía serlo, su inocencia estaba activada y tan solo con haber hablado eso le hubiese lastimado enseguida. Entonces ¿Quien era? Sus hipotesis terminaron allí cuando sintieron dos voces alejadas que al parecer estaban pasando cerca de donde estaban ellos.

- Me imagino que debió ser terrible para aquella familia la desaparición de su primogenita, tenía tan solo 14 años aquella jovencita.- Pudo escuchar claramente la palabra "desaparición" en aquella oración, eso la dejo pensando.

- Si, es una lástima.- declaro el que la acompañaba.- Será mejor apresurarnos, al parecer una estudiante dará un discurso...- Dejo de escuchar la conversación cuando escucho que no hablaban mas de aquello. Miró rápidamente a los lados, pero lo único que vio fue verde y mas verde, arbustos árboles, entre otras plantas. No había opción corrió hacia unos arbustos y se lanzo a ellos para ocultarse.

- No me delates, por favor.- Alice le murmuro y rogo al chico ya dentro del arbusto. Si lo delataba no le quedaba mas que huir.

-Bueno yo...me perdí...-fue lo que pudo escuchar de la joven mientras esta le miraba de forma nerviosa.

¿Se perdió? Se…perdió? El muñeco aun cubierto por aquella capa larga abrió los ojos un poco mas algo incrédulo, había prácticamente volado sobre las rejas y dice que se había perdido, Kiseki no supo como tomarlo, puesto que este podía decirse que había echo lo mismo.

-Mm...a Kiseki le cuesta creer eso…pero bueno de todas formas yo también hice lo mismo.- dijo este con una sonrisita mientras ahora, observaba a la misma joven que se ocultaba entre los arbustos, este se confundió pero cuando vio a unas personas, se alarmó y también se escondió.

-No me delates por favor- dijo ella en un murmuro mientras le pedía que no dijera nada.

-tranquila, Kiseki no dirá nada, después de todo si lo digo me descubrirán a mi, y ella se enojaría mucho.- dijo este soltando una risita inocente, aunque también algo nerviosa.

Después de unos minutos ya no vieron a nadie, ambos suspiraron aliviados de no poder ser encontrados, pero el pequeño exclamo un “eh?” cuando escuchó unos aplausos, se levantó y comenzó a caminar hasta llegar a una gran edificación, observo a través de una ventana a muchos estudiantes de los últimos grados dando aplausos a los invitados de ropa elegante y bastante cara, todos estos sentados frente a una mesa y junto a estos un micrófono, donde a este se acercaba una persona que hizo que el muñeco sonriera de par en par.

-Es la señorita Anna!- dijo este animado mirando por la ventana, pero cuidando así que nadie lo viera.

Adentro, una nerviosa Anna se debatía entre la vida y la muerte, “Hipotéticamente” hablando, mientras caminaba hasta estar junto a aquella mesa escuchó mas y mas murmullos dirigidos a su persona, eso la desanimo, tanto que tenia ganas de salir corriendo y irse de allí lo mas rápido que podía, pero el nombre de su familia estaba en juego.

“Relájate, esto terminara rápido”” pensó esta con ánimos de hasta suicidarse, se colocó frente al micrófono, respiro hondo y comenzó a narrar su discurso, cuanto mas avanzaba en este, mas la gente se quedaba boquiabierta, su discurso era perfecto, claro, conciso, lleno de ideas y llamativo, cosas que seria raro ver en un discurso que fue echo hace casi 5 minutos. Cuando Finalizó hubo varios aplausos, mientras esta se retiraba, un hombre se levantó y se acerco al director y a la joven.

-Señor gobernador permítame presentarle a la anfitriona y a nuestra mejor estudiante, ella es la señorita Evelein.-Dijo el director con cierto orgullo por su estudiante.

-Es un placer conocerle señor.-dijo Anna haciendo una reverencia.

-El placer es mío, me han contado mucho sobre ti en esta escuela, sobre todo que eres la única que queda de la respetada familia de artistas Evelein.-aquel hombre tomo con cortesía la mano de la chica y en un gesto de caballerosidad, la besó, este luego observó desde su posición a la joven..-Eres tan hermosa como todos dicen.-

Anna se mostró sorprendida ante el comentario, observo con detenimiento a quien le presentaban, era un señor adulto, pero por su porte, su edad no debía pasar de los 40 años, cabello negro y ojos castaños, lo que mas le sorprendió a la chica fue como este después de besar su mano, la miraba de una manera un tanto… “lujuriosa”. Esta retiro su mano de inmediato y ambos hombres se sorprendieron, ella como mujer supo dar una buena, pero feminista excusa.

-Lamento mis modales señor, pero no es correcto tocar a una dama sin su permiso.- dijo esta mirándolo seriamente, mientras veía como el hombre retomaba su posición y sin decir nada hizo un gesto de perdón..-señor director, si me disculpa me iré a casa.- ultimó de forma rápida y se dirigió hacia la puerta.

Ya cuando salio del lugar, esta suspiro cansada mientras se relajaba un poco, pero un grito infantil que decía su nombre, la saco de sus pensamientos y giro hacia donde la llamaban, era Kiseki quien animado alzaba sus grandes y rojizos brazos para indicarle donde estaba, aun cuando esta no sabia que el muñeco estaba acompañado, este olvido por completo por que llevaba dicha ropa y hizo eso sin previo aviso, ella se acerco a el rápido y lo calmo.

-que sucede? Te pedí que te quedaras escondido-dijo ella en cierta forma de regaño, Kiseki se lamento un poco por eso, pero Anna vio una figura y pudo denotarla, Kiseki estaba acompañada por una chica de ropas extrañas..-espera un momento, quien eres tu?!- le ordeno esta de forma amenazante.

-Espere señorita Anna, esta señorita ayudo a Kiseki a esconderse, además ella también se coló, es buena chica.-dijo el chico en un tono infantil, sin darse cuenta que había delatado a la otra chica.

Anna lo miro incrédula, había forma de que tuviera razón? Peor por que esta chica estaba allí? Por que habría razón para entrar a escondidas? Ellos ya tenían una, pero no sabrían si escuchar la de ella, aun así, ella había ayudado a su amigo, si no hubiera sido así tal vez ahora mismo el no estaría. Anna suspiro y miro a su muñeco con una sonrisa.

-esta bien te creo...pero solo por que lo dices tú.- dijo esta haciendo que el pequeño sonriera, cosa que la contagio a ella, pero luego cambio su mirada cuando observaba a aquella chica..- mucho gusto, soy Anna, si no es muy descortés, puedo preguntar que te trae por aquí?.-

Luego de esconderse en aquellos arbustos, y ver sorprendida como aquel chico también lo hacia, este último había salido del escondite cuando no había peligro. Además que unos aplausos atraído, tanto a el chico, como a ella. Esos aplausos significaban algo, cerca de allí seguramente estaban celebrando algo importante.

Cuando vio al pequeño alejarse, decidió seguirlo, ya que también estaba interesada en aquel ruido de aplausos.-Es la señorita Anna!- Se acerco a donde estaba aquel muchacho, mirando por una ventana. ¿Señorita Anna? Se pregunto ella, al ver adentro vio ha una chica dando un discurso o eso parecía, se podía oír "algo" a travez de aquel espejo. Además de que algunos de los presentes murmuraban cosas que obvio, Alice no podía oir para nada.

Estuvieron un buen rato observando el lugar, Alice en silencio analizando minuciosamente cada persona que estaba allí adentro. Chicos en sus impecables uniformes sentados oyendo el discurso. Unos tipos mucho mas mayores, vestidos elegantemente, dedujo que eran los politicos que debían reunirse. Por lo que una sonrisa afloro en su rostro, estaba en el lugar corresto y el tiempo correcto.

Al terminar el discurso, la chica denominada Anna fue presentada ha una persona mayor. Ya habían terminado o eso creía. Fuera lo que fuera debía quedarse allí para poder hablar a solas con aquella persona o en compañía le daba lo mismo, mientras sacara información necesaria.

Mientras estaba en sus pensamiento la chica había salido y el chico aquel corrió hacia ella, como si fuera una hermana mayor. Alzando sus brazos como queriendo abrazarla. Siendo ignorada completamente, Alice vio por un momento el extraño color que tenían los brazos de ese chico encapuchado. Se froto los ojos para ver si no había visto mal, pero ya la chica le había tranquilizado como para comprobarlo nuevamente.

-espera un momento, quien eres tu?!- Recién entonces la chica, que antes había hablado allí en frente de un gran numero de personas se daba cuenta de su prescencia en el lugar. Alice miro con ojos curiosos y llenos de dudas al hacer esa pregunta, se podía ver volar un signo de interrogación encima de su cabeza.

-Espere señorita Anna, esta señorita ayudo a Kiseki a esconderse, además ella también se coló, es buena chica.- enseguida Kiseki defendió a Alice, antes de que la señorita pudiera hacer algo por temor a descubrir la verdadera forma de su amigo. Luego de escuchar esas palabras se relajo, al parecer parecía creerle mucho a él.

- mucho gusto, soy Anna, si no es muy descortés, puedo preguntar que te trae por aquí?.- Al final se presentaba muy educadamente hacia la Alice. La chica tomo atención en cada movimiento de ella, sobre en la pregunta, no podía andarle diciendo a cualquier sobre lo que estaba haciendo allí, era una regla como exorcista que era, además inmiscuir a la gente así era peligroso.

- Un gusto soy Alice...- le respondió ella gentilmente.- Y pues estoy por aquí por que...¡Claro! - recordo de repente la misión al completo y grito emocionada golpeando la palma de su mano, cual niña hubiese descubierto algo.- Tu debes saber algo sobre las desapariciones que estan ocurriendo, desde que eligieron a su nuevo gobernador. Necesito saber donde esta aquel gobernador, es urgente debo entregar un importante mensaje para él.- términode decir ella, mirando de reojo el lugar donde todavía estaban reunidos los politicos.

Aquello que dijo Alice no era mentira después de todo, en verdad debía entregar un mensaje, mas bien hacerle unas preguntas al gobernador, en resumen hablar con él. Y de verdad que lo estaba buscando, desde que había llegado al lugar.

Mientras ellas conversaban, alguien estaba mirandolas hablar de lejos. Era un hombre mayor sus cabellos eran rubios y largos,el cual estaba amarrado con una coleta. Llevaba unos anteojos y se podía ver a atravéz de ellos un color azul profundo, en sus manos podían verse un par de libros. Aquellos anteojos brillaron derepente, mientras su vista se mantenía puesta sobre Alice.

- Buenas tardes profesor Gabriel .- saludaron unas pequeñas de segundo año que pasaban por ahí. El rubio también sonrió gentilmente ante el saludo acompañada de una sonrisa angelical, para luego volver a poner sus ojos sobre alice, de una manera amenazante y fría.

El tal profesor camino lentamente hacia ellas con una sonrisa gentil en su rostro cuando estuvo en su campo de visión hablo.- No es bueno que esten enfrente de este edificio y hablando tan fuerte.- les dijo sonrientemente, como si fuera su amigo de toda la vida.- Y será mejor...- exclamo luego para tomar la muñeca de Alice brusca y repentinamente- Que usted... señorita venga conmigo y que usted señorita Anna vuelva a su hogar si no tiene nada que hacer, no creo que quiera meterse en problemas alguien de una familia tan acaudalada e importante.- no le tomo la minima atención al chico encapuchado que le acompañaba. Su atención estaba completamente centrada en Alice.

- ¡Oye.. no...m!- enseguida otra mano le cubrió la boca a Alice para que dejara de hablar. Algo le había molestado cuando la chica hablo, pero supo disimularlo muy bien.

- Será mejor que no diga nada... - le dijo aquel profesor.- Señorita exorcista~...- le susurro cerca de su oído para que solo ella le oyera, pudo sentir aquel cambio en su voz, de una gentil paso a una amenazante. No se resistió, no quería que gente exraña se viera involucrada en ello. El otro tipo le dejo hablar pero no soltosu muñeca.

- Debes disculparme...- le dijo a Anna suavemente, mientras el profesor fruncía el ceño molesto por solo oírla hablar. Segundos después, este último tiraba de su brazo para que empezara a caminar y alejarse de Anna, fijándose que no le siguiera. Llegaron hasta a una habitación, al parecer era su despacho.

Sin ninguna delicadeza empujo a Alice, quien cayó al suelo quejándose.- Eres muy lista exorcista, dejar a esa mocosa allí y tu venir aquí para morir sola, mi líder me recompensara cuando le diga que mate a una exorcista.- exclamo este, mientras uno de sus brazos se transformaba en lo que parecía ser un cañón, el cual despedía un humo negro. De su boca también empezó a salir un humo asi de oscuro que fue invadiendo aquella habitación.

Aquel cañón apunto justo en la espalda de Alice, la cual se encontraba tirada en el suelo boca abajo. Esta sonrió de una manera muy poco habitual, giro su cabeza para ver al akuma y su arma apunto de matarle, mientras el lugar seguía llénandose de ese asfixiante humo. Uno de sus ojos le veía de manera fría el otro estaba oculto tras su largo cabello oscuro. El tal denominado profesor miro sorprendido aquel cambio en la exorcista.

- No te conviene sobrestimarme... desgraciado...- le lanzó esta de manera mordaz. Desde afuera de aquel despacho se podía ver el humo negro salir por las aberturas del lugar y luego un pequeño remezón que solo se sintió en quel lugar. Minutos después Alice salto por la ventana, rompiéndola en el proceso. Tosiendo por haber respirado aquel gas.

- No fue buena idea.. hacer eso...- murmuro esta mientras caminaba desorientadamente hacia afuera, y al parecer muy mareada, quien la viera le miraría preocupado y también le daría mucha gracia la forma en que caminaba. Sacudió su cabeza rápidamete para poder despertarse de aquella confusión que tenía, mientras llevaba una mano hacia su cabeza al sentir un poco de dolor.

Se presento de forma normal, un tanto amable y confiable, Anna siempre era así con las personas, pero tenia cierto grado de desconfianza, después de todo, tenia malas experiencias con sus compañeros de clases, la joven se presento con una mirada agradable, se llamaba Alice, un nombre bastante bonito para una chica igualmente bonita, pero lo que mas extraño a Anna fue las ropas que traía la chica, se le hacia raro pues jamás había visto ese estilo de vestimentas por los sectores.

-..Claro!!- dijo la chica bastante emocionada, como si de algo se acordara, eso asusto un poco a la pelirroja, era algo que no se esperaba-Tu debes saber algo sobre las desapariciones que están ocurriendo, desde que eligieron a su nuevo gobernador. Necesito saber donde esta aquel gobernador, es urgente debo entregar un importante mensaje para él.-

La joven parpadeo un par de veces antes de responder..-pues…si te refieres a las desapariciones si he oído de ello, y me acaban de presentar al gobernador, no se si sea buena persona o no, pero ya juzgue un libro por la portada, de cierta forma de cae mal.-dijo esta con cierto desanimo recordando la mirada del gobernador hacia ella.

Por otra parte, Kiseki no entendía para nada de lo que ambas chicas hablaban, se limito a parpadear un par de veces algo confundido, el aun cuando era el muñeco de una joven muy ocupada, seguía siendo un muñeco, así que cosas como esas no tenían por que ser parte de su vida, le costaba trabajo entenderlo, así que prefirió que ese tema no seria parte se su interés, suspiro un poco pesado pensando que aun era un niño para estas cosas.

Sin embargo, el niño vio algo y llamo la atención de las dos, un hombre se les acercaba observándolas con detenimiento, pero más a una que a otra. Kiseki abrió sus ojos de par en par cuando vio como este tomaba a Alice fuertemente con su mano, y como la joven no podía librarse de su agarre, Anna se coloco delante de el para que no dijera nada, pero por fortuna de el pequeño, este no le presto atención, el profesor como lo llamo su joven dueña, le pidió a la misma que fuera a casa, mientras ahora le decía algo a Alice, algo que el no alcanzo a escuchar pero que supuso que era serio, ya que e joven con solo ver a esa persona, se sintió extraño, observado y temeroso.

-Debes disculparme- Dijo Alice a la joven Evelein cuando ambos, profesor y ella, se fueron del lugar, dejando a una confundida Anna y a un asustado Kiseki en plena salida del gimnasio de clases.

-señorita...que hacemos ahora..?-pregunto el muñeco preocupado por aquella joven, y asustado por lo que acabo de ver.

-supongo que no tenemos otra opción, aun no se por que Alice esta aquí, además...nadie me dice que hacer, andando Kiseki.- Dijo esta decidida, ya sin importarle si el pequeño salía a publico o no, este soltó un “si!” mientras ambos salían de los lados del gimnasio.

Ambos salieron rápidamente de allí y comenzaron a buscar, la escuela esta prácticamente sola ya que la mayoría de estudiantes no tenían clases y los de últimos grados estaban en la reunión, pero pronto saldrían, así que las cosas se pondrían feas sobre todo si veían a Kiseki con ella, no tenían mucho tiempo así que debían buscar a Alice y preguntarle muchas cosas, sobre todo con lo que ella misma le había preguntado. Buscaron en varias partes de la escuela pero no encontraron muchos, y tuvieron que esconderse de varios profesores para evitar ser vistos, o mas bien, ella tuvo que esconder a Kiseki para que este no fuera visto. También debía inventarse buenas excusas, ya había dicho en la reunión que se iría, tenia que explicar que hacia allí, y más si la veían con un muñeco que se mueve, estaban apunto de desistir en su búsqueda ya que habían buscado por casi toda la escuela, pero en ese momento, Kiseki la alerto sobre algo y esta miro un tanto a al cielo, observo desde un horizonte cubierto por árboles salía una especie de humo, Anna dedujo en ese momento que lo que mas quedaba cerca de los jardines aparte del gimnasio era…

-los almacenes…Kiseki andando!- le aviso esta mientras corría hacia donde salía el humo, el muñeco de inmediato la siguió, cuando ambos llegaron, uno de los despachos estaba rebosando de ese humo extraño y sofocante, Anna tuvo que cubrirse para evitar respirarlo, Kiseki noto que allí justo después de una ventana, estaba Alice tambaleándose un poco por el humo, ambos se acercaron para ayudarla, y comenzaron a moverse de allí en cuanto pudieron, pero antes de eso, el muñeco alcanzó a escuchar unos ruidos que provenían del mismo despacho.

-a donde vamos ahora?- pregunto el muñeco preocupado.

Anna lo pensó un poco, ya estaban lejos pero tenían que buscar un lugar en donde estar mejor, y en donde nadie pudiera verlos, una idea vino a su mente cuando saco de uno de los bolsillos de su uniforme, una llave de color paletada..-Kiseki, ayúdame con Alice, iremos al auditorio.-le pidió esta mientras ambos ayudaban a la chica a moverse mejor, podía caminar, pero no con agilidad, de modo que, ambos estaban con ella por si se caía o algo. Durante el camino, Anna también tambaleaba un poco, debía ser por culpa del poco humo que alcanzo a inhalar.

El auditorio era grande, parecía una gran casa blanca con adornos dorados, ambos entraron con ayuda de la llave que Anna llevaba, por dentro era bastante espacioso, un enorme escenario y muchas sillas que hacían mas parecer del auditorio una sala de cine, Kiseki ayudo a Alice a sentarse en una de las sillas mientras Anna cerraba la puerta con llave y revisaba las demás puertas, que por fortuna también estaban cerradas, también reviso si no había nadie en el lugar, si, la suerte los acompañaba, estaba vacío.

-señorita Anna, y este lugar?-pregunto su muñeco curioso.

-este auditorio fue donado por mis padres cuando se fundo la escuela, parte de las ganancias de las presentaciones que hacen aquí son mías, además, por ser la hija d elos dueños tengo la llave.-Dijo esta mostrándole la llave, estaba llegando con ellos después de revisar el lugar, pero a mitad de camino tropezó ocasionando que cayera de rodillas algo agitada.

-señorita!! Esta bien??-Kiseki se acerco preocupado mientras la miraba, esta le sonreía mientras le decía con la mirada que estaba bien. El pequeño le ayudo a levantarla.

Anna se levanto y ya no había problemas, ella se acerco a la otra joven y la sacudió un poco para saber si por lo menos estaba consiente, que era lo mas probable, pero debía estar aun mareada por el efecto del humo.

-Alice…oye Alice, te encuentras bien..?-

Aquel desagrable humo en verdad le había mareado, pero al parecer ahora se encontraba bien. Abrió los ojos lentamente al sentirse mejor, se encontraba en un lugar bastante espacioso, parecía un auditorio o algo cercano a ellos. Al abrir los ojos vio a la chica que antes había visto. Primero su expresión se notaba algo curiosa al mirarla, para luego sorprenderse e alejarse varios metros de ella.

Se levanto y se reviso entera, palpando su cuerpo por sobre la ropa para asegurarse que estaba completa. Suspiro largamente al ver que estaba bien, había perdido la orientación por un momento, pero al parecer estaban en un lugar seguro.

Se volvió hacia la chica y al pequeño chico que parecía su hermano.- Disculpa.. no debí haber reaccionado así.- exclamo frotándose la parte posterior de su cabeza, desordenando un poco sus largos cabellos negros de paso. Parecía bastante apenada, después de todo había reaccionado algo mal a la ayuda que le estaba prestando esa chica.

- Pero creo que aquí nos separamos...- le dijo Alice esta vez un poco mas seria y dejando de desordenar sus cabellos.- Debo hacer un trabajo y como viste es muy peligroso que te involucre a tí y ha tu...- miro al chico que seguía con aquellas ropas, le miraba entre preocupada y sorprendida, parpadeo un par de veces antes de volver ha hablar.- El no es tu hermano ¿cierto?

- Cuando él te vio, en ese momento... vi algo, no te asustes no dire nada, pero sus manos...- trato de explicarle ella, mientras su dedo indice rascaba su mejilla sutilmente.- Sus manos no parecían de una persona normal.- término con sumo cuidado aquella últimas palabras, no quería estar metiéndose en problemas o haber tocado algun asunto sensible para la chica o el chico.

Mientras tanto, en otro lugar, un hombre estaba en en lugar en que antes habia estado Alice y compañia. Miro el lugar con burla para luego reír casi maniaticamente.

- Deja de reír así.- una mujer se acerco hacia donde estaba él.- Ese tonto... acaso no vio que habia otra inocencia mas, aparte de la chiquilla que le derroto.

- Eso mismo me pregunto, tal vez era un niña muy mona como para dejarla ir... o una gran molestia.- término el otro. La mujer supo enseguida a lo que se refería.- ¿Como va el gobernador? Espero que no hable de más- pregunto mientras caminaban, alejándose del lugar de los hechos.

- Hace el trabajo segun lo que acordamos.- hablo la mujer.- Amenazar a un humano mujeriego y pederasta es demasiado fácil. Y no hablara, después de todo nosotros le ayudamos a ganar las elecciones.- una sutil sonrisa malefica adorno el rostro de aquella mujer, mientras iban caminando como cualquier persona en el lugar.

- hm... eso espero, en este lugar pronto solo habrá akumas. Los demás akumas estan buscando ya ha aquella niña, preocupemonos de otras cosas por mientras.- hablo el otro.

- Entonces debemos prepararnos para la medianoche y buscar a nuestra próxima victima.- Ambos se mezclaron entre la multitud de gente que había fuera de la escuela, para luego alejarse de ellos y tomar otra apariencia diferente a la primera, pero aún seguían teniendo el aspecto de humanos.

- Espero ya no tener que aparentar ser mas una humana, quiero volver a mi aspecto akuma.- se quejo la que tenía apariencia femenina. Con última mirada cada uno tomo su propio camino.

Dentro y en las cercanías de la escuela, los profesores -que ya eran akumas- buscaban a la exorcista en cuestión, obviamente sin llamar mucho la atención ya que aún debían guardar las apariencias. La información de que la jovencita Evelein estaba con ella, se filtro rápidamente, ahora buscaban a dos personas. Pero no las encontraban por ningun lado.

A la vez que la reunión de politicos ya había terminado, y los alumnos iban saliendo lentamente del lugar, como siempre murmurando entre ellos. Intercambiando opiniones sobre como estuvo aquella reunión. Los politicos aún seguían adentro, al parecer, conversando las últimas noticias sobre las desapariciones que ocurrían en la región.

Se sorprendió mucho cuando Alice despertó y reacciono de tal forma que hasta Anna soltó un pequeño grito un tanto asustada, Observo las acciones que hacia, suponiendo que revisaría si estaba bien, ella cerro los ojos y trato de aguantar la risa, una escena así le parecía graciosa, lo mas extraño de todo, fue que ella estaba sonriendo con alguien aparte de Kiseki, después de todo, Anna no tenia amigos, así que llevarse bien con alguien era algo que debía tomar tiempo, Esto alegro al pequeño y sonrío con mucha ternura. Anna escuchó después como la joven se disculpaba y esta dejo de intentar reírse, se calmo un poco y se levanto estando frente a ella.

-descuida, no pasa nada, supongo que debo darte la razón al estar en un lugar desconocido con dos personas que acabar de ver-dijo esta sonriendo, pero su sonrisa cambio cuando la joven continuo hablando, una extraña sorpresa tomo su rostro cuando escucho la palabra “peligro” ¿Qué podía ser tan peligroso?, pero sus ojos se abrieron de par en par asustada cuando esta, toco el tema de Kiseki.

-Sus manos no parecían de una persona normal.- dijo Alice ante la sorpresa de la chica.

Anna no sabia simplemente que decir, y Kiseki estaba extrañado de que dijera eso, pero...el muñeco de pronto recordó que al querer encontrarse con su dueña, había alzado los brazos, debió haber sido eso por lo que ella decía ahora tal comentario. El muñeco bajo un tanto la cabeza mientras Anna bajaba la cabeza y soltaba un largo y sonoro suspiro, pero luego para sorpresa del mismo Kiseki, Anna observo a la chica con una sonrisa, también le dirigió una sonrisa tierna a el, este estaba mas que sorprendido, estaba anonadado.

-Eso es tal vez por que el no es una persona normal, Kiseki…es un muñeco…-Dijo Anna ya un tanto mas calmada, aun así le daba extrañeza hablar de su amigo de esa forma. Ella se arrodilló hasta estar a la altura del muñeco y le quito la capa para verlo de nuevo con las ropas de siempre..-lo compre hace un par de meses en una tienda de antigüedades antes de que lo tiraran, por mas extraño que parezca, el no se movía hasta antes de comprarlo.-dijo mientras se levantaba a observar de nuevo a la chica.

-Kiseki no quiere que lo separen de la señorita Anna, ella ha sido muy buena conmigo, fue quien me despertó…-Rogó el pequeño mientras cerraba los ojos, unas cuantas lagrimas se podían ver caer de estos ojos.

-aun cuando sea un muñeco, Kiseki es mi mejor amigo, mas bien el único, el y yo nos entendemos completamente, aunque bueno, si no me crees no importa, peor esa es la verdad.- concluyo Anna con una sonrisita inocente pero nerviosa.

Ninguno de los dos sabía como Alice lo tomaría, para cualquiera, esa seria una historia inventada de algún cuento de hadas o de unos niños que pretenden hacerle una broma pesada a alguien, aun así ambos esperaron, esperaron a que la chica frente a ellos diera una respuesta, y si así fuera, que fuera la que ellos querían.

De pronto, ambos voltearon al escuchar unos ruidos por las afueras del auditorio, pero aun sí los hubieran escuchado, las puertas estaban cerradas y les era imposible, entrar sin la llave, la cual Anna la tenia, aun así, los ruidos comenzaron a hacerse cada vez mas fuertes conforme se acercaban. Se preguntaron que podría ser para hacer un ruido tan fuerte.

-Eso es tal vez por que el no es una persona normal, Kiseki…es un muñeco…-Eso era lo que había escuchado Alice; un "muñeco". Esta bien, había escuchado cosas mas raras antes y había visto cosas bien raras en su larga vida o de lo que recordaba.

.-lo compre hace un par de meses en una tienda de antigüedades antes de que lo tiraran, por mas extraño que parezca, el no se movía hasta antes de comprarlo.- La joven exorcista, escucho aquello con atención. En verdad era extraño lo que contaba y claro que le creía. Además ahora le veía al completo, el cuerpo del chico en sí parecía al de un muñeco.

-Kiseki no quiere que lo separen de la señorita Anna, ella ha sido muy buena conmigo, fue quien me despertó…- Fue el ruego de Kiseki que desperto a Alice de sus cavilaciones. Mente propia, sentimientos propios y un gran amor y respeto hacia Anna; esas fueron las palabras que pasaron por la mente de ella en aquel momento.

-aun cuando sea un muñeco, Kiseki es mi mejor amigo, mas bien el único, el y yo nos entendemos completamente, aunque bueno, si no me crees no importa, peor esa es la verdad.- Observo la expresión nerviosa de Anna, al parecer había ocultado todo este secreto por bastante tiempo y recién ahora podía decirlo libremente.

- ...- un pequeño silencio siguió luego de ello.- ... Me parece genial- fue lo que salió de los labios de Alice, su tono se oía animado y además con un toque de curiosidad que le parecía parecer una niña.- Bueno, se que esto que me cuentas no es normal, pero creeme he vivido varias experiencias extrañas.- exclamo mirando hacia otro lado del lugar con el ceño fruncido, para luego volver a mirar a Anna alegremente.

- No te preocupes Kiseki nadie te separara de Anna.- le dijo al chico sinceramente.- Escuchame Anna lo que pasa en verdad no es normal, hay gente que si lo tomaría como si fuera normal, la minoría...- murmuro ella.- Pe-pero no te asustes.- le dijo moviéndo las palmas de sus manos freneticamente, sabiendo que lo dicho había salido espontaneamente de sus labios y no habia pensado en decirlo así.

- mh... las cosas extrañas pasan por las inocencias.- trato de explicar Alice de la manera mas simple posible.- Kiseki tal vez tenga una dentro y que el pueda hablar y moverse con aquella libertad es gracias a que esa inocencia es...- penso en una palabra en vez de decir "compatible" que era la que mas se usaba en aquellos casos.- ... ¡tu pareja!- término de hablar ella soltando una palabra muy ambigua.

- Anna, tal vez tu seas una ex...- El sonido de afuera interrumpio sus palabras, Alice giro para ver lo que pasaba.

- "Demonios..."- penso en su interior, mientras por fuera su rostro demostraba mucha preocupación. Tomo la capa que antes cubría a Kiseki y se la coloco de nuevo, le murmuro que no se la quitara por nada del mundo. Luego se acerco a la entrada, poniendo su oreja sobre la puerta, un sonido mucho mas fuerte le hizo retroceder enseguida hacia atrás.

- Anna, ocultate con Kiseki ahora...- le dijo Alice, reconocía ese sonido si su hipotesis estaba en los cierto venían por Kiseki y no era para nada bueno.- Cuando el camino este libre, encargate de buscar algun lugar seguro por favor... que no sea esta escuela.- apreto sus puños preparándose para un ataque.- Y ... será mejor que se tapen los oídos.

Fue su última advertencia, antes de aspirar aire y llenar sus pulmones, soltando todo aquel aire en un inmenso grito que arraso con las puertas y con los que estaban allí, aquellos que trataban entrar eran algunos profesores y alumnos. Los que sobrevivieron, a aquel ataque de la chica, lentamente se transformaron en bolas gigantes de metal con cañones que Alice no tardo en derrotar.

Esos akumas apenas habían estado convida alunos días y seguramente no habían tenido tiempo de matar personas para poder evolucionar. Además su número no era tan grande, había visto un número mayor de ellos reunidos en anteriores misiones. Cuando las almas de los akumas por fin pudieron descansar, suspiro algo agotada.

El humo que quedo de las explosiones, lentamente se fue disipando dejando el camino libre para ellos.- Anna hay que irnos... debe haber algún lugar... no hay tiempo luego te explicare todo.- fue lo que dijo rápidamente y espero las indicaciones de Anna, después de todo ella conocía mejor la ciudad que la propia Alice.

Aquel sonido fue una señal de alerta para el trio, sabian perfectamente que algo tan grande no podia significar nada bueno, Alice fue un poco mas rapida y aviso a Anna y a kiseki queb se ocultaran, ellos lo hicieron y siguieron su ultima advertencia.

-Sera mejor que se tapen los oidos.-

Sin previo aviso y para el asombro de ambos, la joven lanzo un sonoro ataque contra la puerta, lanzandola a volar y junto con ella, a varios profesores y estudiantes, lo que mas les sorprendio o mas bien aterro a ambos, fue como estos volvian a quedar de pie despues de eso y como repentinamente se tranformaban en unas extrañas criaturas, grandes esferas metalicas con centenares de cañonen apntandoles uno tras otro, si no hubiera sido por Alice, que habia acabado con ellos, tanto Anna como Kiseki hubieran estado en graves...gravisimos problemas.

la joven tardo mas de unos segundos en reaccionar, se levanto y tomo a Kiseki de la mano llevandoselo y le pidio a Alice que la siguiera, ahora, estaban saliendo del auditorio y buscando una forma y un lugar donde permanecer mas seguros, pero primero, debian salir de la ecuela. Anna penso en ir a su casa, pero una duda invadio su mente cuando recordo la reunion, ya algun profesor debia estar en su casa preguntando el por que no habia regresado cuando lo dijo, asi que supuso de por si que ese no seria para nada un lugar seguro, de pronto, se detuvo cuando vio unas rejas...una de ellas estaba entreabierta, eran las otras salidas de las escuela, las que llevaban al bosque.

-Podemos salir por ahi, el bosque es bastante grande y la salida nos lleva al centro de la cuidad, vengan por aca- dijo ella llevandolos por dichas rejas para salir de la escuela.

Anna guio a Kiseki y a Alice por el espeso bosque, era grande y lleno de verdes arboles y arbustos, caminaron lo suficiente como para ya no sentirse perseguidos, y cuando ya no podian mas por el cansancio, se detuvieron.

Kiseki se sentia un tanto cansado, nunca habia caminado tanto y lo que habia pasado lo tenia desconsertado.-mi se siente perdido, kiseki quiere saber por que estamos escapando?-

-Lo unico que se, es que la explicacion no es muy logica.-Le dijo Anna para calmarlo un rato, aun cuando tambien ella estaba intrigada, algo le decia que no debia preguntar, pero ya habian llegado muy lejos y ella se destacaba, por ser una chica, un poco mas que curiosa.-Alice, antes de que salieramos del auditorio, ibas a decirme algo, ademas...me intrigo algo que dijiste...¿Que es la "Inocencia"?-

ella espero paciente la respuesta de la joven mientras la miraba seriamente, sabia mas que nadie que ella sabria la respuesta, de pronto, esucho un ruido y los tres llevaron sus miradas en direccion hacia donde esucharon, ahora en frente de ellos, estaba un joven con el uniforme de la escuela, era alto, de cabello castaño y ojos rojizos, este los miraba a los tres con una sonrisa llena de satisfaccion.-Los encontre, y valla que no fue facil...Hola Anna, te saltaste varias clases lo sabias?.-Dijo este con ahora una sonrisita inocente mientras alzaba la mano para saludarla, este por el contrario recibio una mirada odiosa por parte de la joven.-Oye no me mires asi,no has oido el dicho que "Si las miradas mataran..."-

-Si fuera asi, por mi parte media clase estaria muerta no lo crees Fair?-dijo esta, rifieriendose al joven por su apellido, nunca le gusto tratar de tu a sus compañeros, ahora no seria la oportunidad para hacerlo.-No me digas que tu tambien eres una de esas criaturas que nos atacaron?, aunque en cierto punto no me sorprende, tu de por si ya eres medio bestia.-Dijo esta soltando una sonrisa burlona .

-A mi si hay cosas que me sorprenden, quien iba a pensar que una basura como tu terminaria siendo compatible con la inocencia.-El joven se detuvo a mirar la situacion, Anna lo fulmino con la mirada cuando la llamo "Basura", el observo como el pequeño que estaba detras de ella lo miraba un tanto asustado, y cuando supo que lo estaba mirando, este se escondio un poco mas detras de su dueña.-Es ese niño verdad?...hagamos algo, hoy estoy de humor...por que no me entregas la inocencia ahora y asi te dejo vivir te parece?- le comento mientras extendia su mano frente a los tres.

-Pierdete Fair...en verdad esperas que te entregare a kiseki? se ve que no me conoces.-Anna no lo penso dos veces y lo miro con odio nuevamente, ella no permitiria que le arrebataran a su kiseki, ya habia llegado muy lejos y por nada del mundo se echaria para atras.