~The Mirror~ [ORIGINAL]

por Invitado Mar Jul 14, 2009 10:13 pm

The Mirror

Autor: Yo (Anne Black, cuando publico ^^U)
Capítulos: One-shot, es decir capítulo único.
Fandom: Original
Disclairmer: La trama y los personajes que aparecen en ella me pertenecen, supongo que la inspiración es producto de mi trauma con los espejos.
Advertencias: Trama extraña y con bastante incoherencias, según yo.
Resumen: "Esto es tan real como lo soy yo… o tal vez, tan irreal como lo eres tú"
Nota: Este escrito se lo debo a la presión de una tía para que participase en un concurso literario. Es algo viejito, pero supongo que no debe estar taaaaaan malo, porque saqué el primer lugar de mi categoría con él, aunque no me termina de convencer -_-U. Cualquier cosa, los personajes que aparecen aquí me estaban acosando de hace tiempo y aquí encontraron lugar para ver la luz xD.

Desde hace algunos días atrás, se sentía débil, cansado y desanimado. No tenía idea del por qué, ni siquiera sabía que esto le estaba afectando, hasta que comenzó a sentirse solo. Agotado, tiró su bolso contra su cama y se apoyo en torno a esta, sentado en el suelo. El sueño comenzó a invadirle, durmiéndose inmediatamente.

Dormitó por varios minutos, quizás horas, despertándose por el frío que empezaba a sentir. Entumecido, se levantó del suelo y, aún algo adormecido, se acercó cojeando por el calambre que sufría su pierna izquierda hasta la ventana, corriendo la cortina para mirar por la ventana, generalmente oculta tras ella, empezando a divagar.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por un golpe seco – similar al de un objeto cayendo al suelo- proveniente del ático. No se movió del lugar y, algo tensado, se dispuso a escuchar, alerta de cualquier otro sonido que le dijese que no estaba solo en casa o, al contrario, había sido mera casualidad.
El golpe volvió a repetirse con más intensidad.

Salió de su habitación silenciosamente, cogiendo su raqueta de Tenis, por precaución. Se acercó hasta una puerta y la abrió con cuidado para no hacer ruido, comenzando a subir las escaleras que llevaban al ático, pegado a una pared con la adrenalina producto del miedo y ansiedad, recorriéndole.
Cuando ya estaba por llegar a la cúspide, no dudo en subir los últimos escalones a gatas, para poder observar escondido a lo que – o a quien- estuviera allí. Permaneció unos minutos así, semi-oculto tras un escalón, en una posición incómoda, que implicaba estar encaramado en varios escalones. Tras un rato, decidió revisar la habitación.

Observaba con cautela cada lugar del ático, hasta que el mismo sonido que momentos antes había escuchado le sobresaltó. Rió nerviosamente al ver una ventana abierta, cuya presencia había notado, pero por su nerviosismo había pasado por alto. Ésta se azotaba contra la pared cada cierto tiempo a causa del viento. Aliviado, dejó su raqueta a un lado, dispuesto a cerrarla. Una vez hecho esto, pasó una mano por su desordenada cabellera, mientras se dirigía a las escaleras, pero algo se lo impidió.

Un gran y antiguo espejo se encontraba allí, descubierto y brillante. La sábana que le cubría, descansaba a sus pies. Seguramente se había caído por el viento. Embelesado por el tallado que podía observar en sus bordes, se acercó.

Admiró el trabajo del espejo, de figuras indefinibles, elegantes y cautivantes por la madera del marco. Hermoso, maravilloso, asombroso, serían palabras que no lograrían transmitir su esplendor.

Luego, quiso mirar su reflejo, con la esperanza de que mostrara una figura más agraciada a la suya, ya que él no se consideraba así. Observo su figura delgada; su mata de cabello castaña, desordenada e indomable y sus ojos de un resplandeciente verde.

-“Soy Drake Ignatus Trueblood Ledoux”- dijo con orgullo falso ante el nombre que acababa de inventar sin razón aparente. Sólo había cruzado por su mente y le había parecido divertido decirlo.

Su reflejo le sonrió burlesco. Sin previo aviso, el sueño comenzó a invadirlo, cayendo rendido al suelo. Una de sus manos tocaba el espejo, sintiéndolo frío al tacto. Cerró los ojos, sucumbiendo ante el poder de Morfeo.

Frío. Sentía mucho frío, comenzó a frotar sus manos contra sus antebrazos, en busca de algo de calor. Recogió sus piernas hacía su torso, mientras abría los ojos con pereza. Se levantó con cierta dificultad del suelo y miró a su alrededor, reconociendo el lugar como el ático de su casa. Alguien le toco un hombro, haciéndole voltear con rapidez.
-Buenas Tardes-saludó una réplica exacta a él. Quizás la única diferencia sería el aire elegante e indiferente que poseía su clon, contrarrestando al suyo, pasivo y soñador.
-Debo estar soñando- se dijo así mismo, anonado.
-No lo estás -le contradijo su copia- Esto es tan real como lo soy yo… o tal vez, tan irreal como lo eres tú- afirmó con voz aterciopelada.
-No lo comprendo-se extrañó el joven ante sus palabras. Su doble le sonrió con cierta comprensión.
-A partir de ahora, tú no eres tú, sino que yo lo seré- explicó su réplica-tú no eres real- puntualizó con cierta sátira en su voz.
-Eso no es cierto-objetó el chico, con leve dolor de cabeza-Yo…-
-Dime ¿Cuál es tu nombre?-le cortó el otro.
-Yo…-comenzó, algo desorientado por la pregunta-Mi nombre es…- continuó, agudizando su dolor de cabeza.
- No lo sabes- afirmó su calco- El mió es Drake Ignatus Trueblood Ledoux-se presentó solemnemente- Yo soy real, tengo un nombre. Si no lo tienes ¿Cómo puedes ratificar que realmente existes?- cuestionó.
-Yo…yo soy real porque siento- respondió vehemente- tengo sentimientos- agregó con menos ímpetu. Su imitación se limitó a reír.
-Dime ¿Qué sientes ahora?- pidió su otro yo.
-Yo…- cerró los ojos por unos segundos.-Nada- contestó con neutralismo, por primera vez sin sentirse confuso desde el inició de la charla.
-Eso quiere decir que no eres real- sentenció el otro chico.
-Exacto- contestó con sequedad, sumido en un trance. Su réplica le sonrió satisfecha, mientras algo dentro de él se removía inquieto, gritaba y golpeaba con desesperación.
-Muy bien…- se regocijó, avanzando hacía el espejo-Adiós, Allan…para siempre-se despidió con una reverencia, comenzando a cruzar el espejo- No- cambió de parecer- Adiós, Drake- dijo antes de desaparecer por el espejo.

En ese momento, algo dentro de él se quebró. Corrió hacía el espejo, queriendo cruzarlo, pero este se alzaba firme, majestuoso y sólido. Muy sólido para su desgracia.

Desesperado, se dirigió al lugar donde estaban las escaleras, pero esta constaba de algunos escalones, tras estos, sólo había negrura. Su mano tanteó a través de la espesura de la oscuridad, congelándose y con dificultad de movimientos. Al sacarla de las tinieblas, la vio cubierta de una sustancia pegajosa y espesa.
Volvió al espejo, viendo el reflejo de la habitación y el suyo propio que comenzaba a desvanecerse. Apoyo su mano cubierta aún de la oscura sustancia, golpeándolo, pero este no sufría alteración alguna. No se ensuciaba, ni tenía algún amago de trizarse ante los insistentes golpes.

Su reflejo volvió a hacerse visible, pero los movimientos no correspondían a los propios. Se acercaba con la sábana horrendamente blanca.
-No- pidió él, con un gesto de súplica al comprender el plan de quien lo suplantase. Se observó sonreír con malicia, antes de ver sólo blanco.
-Lo siento, pero no quería seguir allí…- escuchó decir a su imitador con su voz-trescientos años de soledad viví… no quiero más- fue lo último que escuchó, junto a los pasos que se alejaban por las escaleras.

Lloró desconsoladamente su suerte, apoyado contra el frió espejo, al comprender su realidad.

Golpearía con desesperación el espejo cada vez que alguien anduviese cerca de él; lloraría y gritaría, sin que nadie le escuchase y menos, se compadeciese; se volvería un ente uniforme con el paso del tiempo; olvidaría su voz, su cuerpo, ojos. Todo aquello que alguna vez le perteneció y, quizás, sólo quizás, volvería a la vida siendo otra persona, tras condenar a quien se acercase embelesado al espejo, a la soledad eterna.

Anhelaba ese día. Sin duda ahora comprendía más a Drake ¿o debería decir Allan? Eso ya no era de importancia. Él nunca más regresaría y eso lo sabía muy bien. Nadie lo haría.

Por el momento, se encontraba encerrado en el reflejo del último lugar que el espejo haya visto, con única compañía y conector con lo que llamaba realidad, a aquel espejo bello y traicionero.

Listo, ya terminó vuestro tormento -_-U... Recibo de todo, mientras no sean críticas destructivas... Si es chocolate o un Lavi de peluche, yo feliz n__n

por Invitado Mar Jul 14, 2009 10:34 pm

Waoooo!!! onee-chan escribes muy bieen!!! n__n

por Invitado Vie Jul 17, 2009 5:32 am

X,X fantastica escribes muy muy biien

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