Mision a Brisbane [Yami - Beat]

Beat se encontraba en la cubierta del barco, esperando la llegada al puerto de Brisbane. Solo había montado en barco una vez: para ir desde Gran Bretaña hasta la Orden Oscura y éste nuevo viaje era muy diferente. Tuvieron que viajar desde París hasta la India en tren, haciendo transbordo en muchas ciudades. Desde la India, tomaron el barco que los llevaría hasta Brisbane. Y todo el largo viaje con el mismo compañero... el insensible e inanimado Yami...

La primera impresión de su compañero no fué muy buena... lo peor fué que a Beat le recordó a su hermano Will, una de las razones por la cual se marchó de casa tan joven... De echo, Yami era una copia exacta de la personalidad de Will... tan aburrido y frío...

Dos horas después comenzó a verse la isla de Australia en el horizonte. Lo diminuto que se veía aquel trozo de tierra supuso un gran alivio para Beat. Cuando ya solo se estimaban que quedaban 20 minutos para desembarcar, Beat acudió al camarote de Yami, donde supuso que se encontraba.

-Yami! Hemos llegado! Comienza a prepararte para salir -dijo Beat al tiempo que abría la puerta sin llamar. Era algo que solía hacer con el cuarto de Will en su antigua casa...

Durante todo el viaje solo mire el paisaje que pasaba por la ventanilla, era lo único que podía hacer. Lo peor de todo era mi compañero, a simple vista parecía un debilucho, era la típica persona que odiaba.
Estaba tan tranquilo todo, hasta que Beat apareció de golpe, gritando a los cuatro vientos, era molesto.
El barco por fin se detuvo. Las personas comenzaron a salir, era detestable todos te empujaban!!.
-Exorcistas Exorcistas por aquí!!!- grito un hombre.
Lo mire, Beat se acerco primero y yo lo seguía.
-Exorcistas que bueno que llegaron…-extendió su mano, yo hice como si no vi nada.
-“Otra vez tendré que aguantar a un patético buscador…”-pensé.

Beat le estrechó la mano al buscador.

-Buenos dias señor....

-Nam. -dijo el buscador. Sin duda, era japonés.

-Nam. Yo soy Beat Climber y el nombre de este chico con cara de extreñido es Yami -comentó Beat señalando con el pulgar a Yami- ¿Hasta donde tiene que acompañarnos, señor Nam?

-Les mostraré el camino hasta un acantilado en la costa, a 15 Kilómetros de aquí. Muchos de esos extraños suicidios se han dado en ese acantilado.

-Bien, le seguimos.

Nam comenzó a caminar, mientras nos comentaba un poco lo sucedido.
-Bien…es un poco difícil de decir pero…-el buscador se mostraba un tanto nervioso- como sabrán niños no mayores de 18 años han comenzado a suicidarse sin ningún motivo, eh hablado con los padres de estos chicos y según ellos, todos eran buenas personas, estudiaban, tenían una muy buena relación con las demás personas, eran educados, pero…-se detuve y nos miro- un día, su actitud cambio bruscamente, se ponían muy depresivos y se alejaban de la gente que los rodeaba, esta llegar al suicidio- Nam siguió caminando- al principio los casos eran muy escasos pero luego fueron aumentando de forma alarmante.
Finalmente llegamos.
-Bien aquí es el lugar donde sucedieron los suicidios.-señalo el acantilado.
Me acerqué al borde y mire así abajo, era muy alto.
-E-exorcista-sama po-por favor tenga cuidado.
-“Ese tipo si que es molesto, tsk”-me puse en cuclillas- Fyuuuu…-largue un pequeño silbido y me pare.
Mire a mi compañero, tenia ganas de saber que es lo que pensaba.

La mente de Beat había comenzado a trabajar mientras Nam hablaba. Tenía una teoría sobre el origen y el motivo de los suicidios, pero aún no era lo suficientemente sólida ocmo para argumentarla frente a Yami. Beat se limitó a caminar hacia el acantilado, en dirección a Yami. Entonces le vino a la mente la idea de gastarle una pequeña bromita... además, seguramente ayudaria en la investigación y ayudaría a Yami a espabilarse.

Observó que Yami le estaba mirando, con cara de extrañado, como preguntandose en qué pensaba Beat... y ojalá Yami lo hubiese sabido

-UPS! -dijo Beat al tiempo que pateaba a Yami para que callese por el acantilado.

Confiaba en que su compañero no muriese, solo confirmase si había algo extraño en el camino hasta el agua... Si los jóvenes en realidad eran Akuma, era posible que se encontrase en el acantilado su objetivo. Sin embargo, no tenía muy claro que los jóvenes pudiesen ser Akuma, pues según Nam, sus padres dijeron no tener problemas graves y no mencionaron la muerte de ningún ser querido que hubiese podido llevar al Conde Milenio a la fabricación de un nuevo Akuma... pero cualquier excusa era buena para empujar por un acantilado a la copia de su hermano.

Vi como Beat se estaba cercando así donde estaba yo y en un momento de descuido me pateo, haciendo que me cayera al acantilado.
-Mierda…-vi como me estaba acercando a las piedras puntiagudas que amenazaban con matarme.
Pude observar una piedra que sobresalía y la sujete rápidamente, “por poco…”. Dirige una mirada asesina así Beat “lo voy a matar…”, pero algo me distrajo.
Exorcistaaaaaaa se encuentra bieeen!!!???- mira al costado de Beat, era el buscador, se podría decir que estaba entre asustado y nervioso- Beat-sama que ah echo!!??.
Luego tendría tiempo de encargarme de ese par. Volví mi vista a lo que parecía una especie de cueva.
-“Y eso?..."-

-No se preocupe, Nam. Creo que he conseguido mi objetivo. Ahora solo queda esperar a que Yami nos avise de si ha encontrado algo...

-“U-una cueva??”-era extraño, parpadee un par de veces.
Mire nuevamente arriba, necesitaba que algo los distrajese y así poder hacerlo.
-Eh?...-el buscador no entendía nada-Exorcista-sama, disculpe pero no entiendo a lo que se refiere explíquemelo, por favor- Beat comenzó a explicarle, sus miradas ya no estaban concentradas en mi.
-Perfecto..-susurre.
Comencé a escalar hasta llegar a la cueva y entre. Una vez dentro se podía sentir un olor a sangre.
-Sangre?...-me tape la nariz con el brazo, era asqueroso.
No podía ver nada la cueva estaba completamente oscura, apenas se podía ver en su interior.
Bueno, ya había sido suficiente, no aguantaba mas estar hay el olor era insoportable así que me decidí a salir.
Comencé a escalar, era vergonzoso estar en una situación así, parecía un maldito mono.
Nam me ayudo a subir, era molesto tener que ser ayudado por un simple buscador.

-Oh, Yami, estas vivo. ¿Dime, has visto algo interesante ahí abajo? -Preguntó Beat, aún siendo consciente de la cara que tenía Yami, una mezcla entre cansancio, desesperación y odio.

Mire terriblemente enojado a Beat “Vivo?, ja que pregunta mas estupida…”. Me contuve de sacar mis dagas y de cortarlo por la mitad, este tipo me sacaba de mis casillas.
Murmure unas cuantas maldiciones hacia mi compañero.
-Una cueva- dije al fin- pero eso no es todo, dentro se sentía un terrible olor a sangre.Nam puso una cara de repulsión.
-En fin-suspire- será mejor que vallamos a hablar directamente con los padres de estos chicos, es lo único que podemos hacer por ahora., luego nos encargaremos de la cueva.

-Menudo blandengue estás hecho. ¿Los japoneses comeis pescado crudo y no puedes pasar a una cueva apestosa? -comentó Beat sarcásticamente mientras se encogía de hombros y agitaba la cabeza con los ojos cerrados- Como quieras, hablemos con los padres de algunos de los suicidas. Nam, indícanos el camino a Yami y a mi hacia dos casas diferentes, para tener información de más de uno de los chicos. Tu mismo parte hacia otra después para preguntar sobre lo mismo. Nos encontraremos aquí en dos horas.

Gracias a las indicaciones de Nam, Beat llegó a la casa de la familia de uno de los chicos suicidas y consiguió averiguar que su hermano pequeño había fallecido accidentalmente, ahogado en la playa.

Beat volvió al acantilado; era el primero.

Este tipo era suicida, estaba deseando que lo matase. Por segunda vez me contuve de no matarlo, ya a la tercera no creo que tenga tanta suerte.
-Tsk, porque demonios no te metes tu a esa maldita cueva!!!-le grite enfurecido- en primer lugar fuiste TU el que me lanzo y digo porque no te tiraste TU??? Además soy argentino y no Japonés!!!-tome aire, necesitaba calmarme.
El buscador no sabia que hacer, así que opto por decirnos por donde debíamos ir.
En el camino comencé a maldecir a mi compañero otra vez, era la primera vez que lo hacia tantas veces en un solo día.
-Bien, con que aquí es la casa…-toque el timbre a ver si había alguien-no hay nadie-seguí insistiendo pero nada.
Estuve a punto de marcharme pero justo llegaron los propietarios y me detuvieron.
-Emm…Uds. Son los que viven aquí?-pregunte a la mujer, que estaba acompañada por lo que parecía su sirvienta.
-Si, porque?, quien es Ud.?.
-Mi nombre es Yami y soy un exorcista, vengo averiguar sobre…-mire el papel que Nam me había dado, hay contenía la dirección, el nombre de la familia y del suicida.-Sakura?.
-Co-como la conoce?-salto la sirvienta.
-Si no les molesta me gustaría hablar de este tema adentro, les parece?-ambas chicas asintieron con la cabeza y entramos.
Me encontraba sentado en un largo sofá crema, que se encontraba en el living. En frente mío se encontraba una mesita no muy alta y 2 sillones más.
-Y bien…-prosiguió la chica enfrente mío- que es lo que quieres con mi Sakura?.
-Ud. es la madre?.
-Si.
-Puedo preguntar donde esta el padre?.
En ese momento entro la sirvienta con una bandeja, que contenía 2 porciones de pastel y 2 tasitas de te.
-El amo murió en un accidente, ya hace 2 años atrás- se sentó en el sillón de alado de su ama.
-Aja…-bebí un poco del te- bien, iré directo al grano, lo que necesito que me digan es que le sucedió a Sakura, que fue lo que le sucedió para que suicidara.Las 2 mujeres se me quedaron viendo, al parecer no les gustaba hablar del tema.
-No lo se, yo y ella no hablábamos mucho, el único momento que podíamos estar juntas era en la hora de la cena pero tampoco me decía una palabra y …-le interrumpí.
-Ya, ya no sabe con quien fue la ultima vez que hablo su hija?- pude notar que la sirvienta me miraba con desprecio, pero no le di importancia.
-Creo que…fue con su Prof. de música, el le enseñaba a tocar el piano, es una muy buena persona- sonrío y comenzó a comer el pastel.
-Su profesor…que clase de persona es?-vi como la chica comenzó a reírse.
-Jaja dudo que ese hombre sea el que allá matado a Sakura, puede que suene muy grosero lo que voy a decir pero ese sujeto es un tonto.
Pasaron varios minutos, hasta que decidí en irme.
Camine hasta donde nos debíamos encontrar con Nam y el anciano sarcástico.
Justo cuando llegue Beat se encontraba allí esperando, lo mire.
-Y bien que has descubierto?- me recosté en un árbol y espere a su respuesta.

-El hermano pequeño del chico suicida murió ahogado en la playa antes que él. Si pasó algo semejante con los demás, creo que ya puedo imaginar de que puede tratarse.

En ese momento, llegó Nam. Explicó que la mejor amiga de otro de los chicos suicidas también había muerto antes que él.

Beat ya daba por seguro que otro ser querido para la persona que se suicidó en la casa a la que fué Yami había muerto antes que él, así que ni siquiera le preguntó. Beat barajaba la idea de que los suicidas fueran Akuma. Sin embargo, era muy extraña la idea de que se hubiesen creado tantos akuma en tan poco tiempo por casualidad... había algo raro en las primeras muertes (el chico ahogado, la mejor amiga del otro chico....)

Beat se limitó a quitarse su abrigo de exorcista y se lo entregó a Nam.

-Bueno, ''finolis'' -dijo Beat refiriéndose a Yami- Creo que iré entrando en esa cueva. Algunos podemos aguantar un poco de mal olor. Tu investiga un poco más o acompáñame si quieres, me trae sin cuidado.

Beat caminó hacia el borde del acantilado y se dejó caer.

En el descenso, activó la Inocencia de Nero, su escudo, y activó su círculo cortante de energía para clavarlo en la escarpada pared y frenarse. Cuando Nero estaba completamente encajado en la pared y parado, la entrada de la cueva se encontraba a los pies de Beat, así que desactivó la inocencia y se dejó caer para poner los pies en la entrada de la cueva, un poco saliente.

-Nos encontraremos dentro cuando quieras bajar, finolis! -gritó Beat a Yami desde abajo.

Beat comenzó a caminar hacia el interior de la cueva.

“Fi-finolis?” me quede sorprendido, este tipo si quería morir.
-Pss vete tu solo!!-le grite.
No pensaba ir con el, mi actitud podía ser el de un niño pero no lo soportaba.
-Vamos iremos por otro lado- le dije al buscador, este me siguió.
Estábamos caminando, no muy lejos del acantilado, ya era de noche y apenas se podía ver. El buscador me extendió una linterna y la prendí.
-Muy bien por aquí debe haber una p…-antes de terminar la frase, caí en lo que parecía un enorme hueco oculto.
-Mierda…-caí de pie y comencé a mirar a todos lado.
Agarre nuevamente la linterna, que yacía tirada.
-Y esto?-al entender donde estaba sonreí maliciosamente-jaja, te gane maldito anciano, yo sabia que podía entrar la cueva sin tener que bajar por ese detestable acantilado.-mire para arriba- Nam bajaaa!!!!-grite.
Nam bajo y se coloco alado mío.
-Y que hacemos ahora??-se notaba que estaba asustado.
-No es obvio debemos recorrer la cueva- comencé a caminar, Nam iba por detrás.
Estaba “feliz" por mi hallazgo, ya quería ver que cara pondría mi compañero al ver por donde entre.