+Misión a Helsinki (Haru ~ Lamia)+

En un frío banco metálico el exorcista, recién llegado y salido de un cálido vagón para parar en el infierno de hielo, esperaba a su compañía para esta misión leyendo el informe una y otra vez mientras movía los pies para intentar entrar en calor, arrimándose un poco más el grueso abrigo de piel cubierto de motitas blancas...

- Ha-Haru Shik-k-k-k Atchu! - un estornudo se le escapó - Haru Shik-kai... - sacó un pañuelo y se limpio la nariz - pelo azul corto... estatura... -

Movió la cabeza de lado a lado para identificar a la chica, pero nada se distinguía con la tormenta de nieve que si bien no era muy fuerte, pues nada dejaba ver.

- en momentos como este extraño a mis ovejas... -

Una fuerte ráfaga arrancó el papel de las manos del pelirrojo.

- naaaaah! Por qué? - se paró sin muchas ganas y algo mosqueado en busca del material, pero el viento le jugaba en contra alejándolo cada vez más de él - vamos, déjalo ahí... - rogó...

Sol, playa, arena, rayos solares, bikini, bañador, mar calido, verano, ... pero el verano se hace otoño y despues del otoño viene el invierno, nieve, frio, blanco... ah! - se llevo las manos a la cabeza con los guantes pero en cuanto despego los brazos del cuerpo volvio a abrazarse a si misma, intentaba centrarse en algo que no fuera el tremendo frio que hacia, en ese momento deseaba acurrucarse en una bonita chimenea calentita... con algo de comer y...

Haru movio la cabeza, no era tiempo de pensar en dulces de azucar, [aunque tampoco le agradaba mucho el dulce, pero algo caliente nunca hace daño], acababa de salir del tren y iba corriendo hasta donde habia quedado con su compañero, llegaba tarde y eso lo odiaba.

Mientras corria la nieve le caia en la cara pero de repente algo le tapo la vista.

- eh que? - antes de que pudiera reaccionar se habia dado un golpe contra algo y se habia caido de culo.

- cielos, es la primera vez que veo a una exorcista derrotada por un trozo de papel - sonrió Lamia al ver que su informe había ido a parar a la cara de la chica.

Quitó la página y le ofreció la mano para ayudarla a ponerse de pie mientras se quitaba el gorro del chaquetón.

- Soy Lamia Cancercell, arriba que el piso está muy frío - sonrió.

Algunas motitas de nieve se posaron sobre su rojo cabello.

Haru le cojio la mano y se levanto quitandose la nieve del pelo y un poco que se le habia metido dentro del traje con rapidez mientras le daba la mano, esta helada!!.

- Haru Shikai - Cuando consigue sacar el ultimo trocito de hielo el cuello del uniforme se fija mejor en el chico, pelirojo, un poco mas mayor que ella tal vez de unos 19 - 20 años.

- un placer concerle, siento.. la actuación - se toco la cabeza recordando el golpe que se acababa de dar segundos antes, que verguenza.

- por qué lo sientes? estuvo excelente! - sonrió Lamia quitándole unos últimos copitos de nieve de la cabeza y sacudiéndole un poco las ropas.

Camino un poco y se detuvo mirando de nuevo a la chica.

- mmh... tal vez me vea viejo... pero no me trates de usted. Soy tan simple mortal como cualquiera - indicó el camino para que Haru pasara adelante, caballerosamente - ahora salgamos de aquí a alguna parte donde podamos estar más a gusto, el frío me está congelando las pocas ideas que se ocurren - invitó.

Haru asintio y siguio a lamia - gracias - se rio un poco ante la caballerosidad del chico, le hacia gracia.

- si mejor, me estoy helando del frio que hace, a donde vamos? - Haru guardo las hojas que tambien le habian dado a ella doblandolas por la mitad y metiendoselas en el bolsillo del abrigo donde tambien llevaba un cuaderno y siguio andando a su lado mirando las calles, habia poca gente ya que con el frio que hacia corrian a refugiarse dentro de sus casas, tampoco se oia gran cosa, solo la nieve caer, el ruido de la gente hablando y los pasos que se daban sobre la nieve.

- pues... ahí? - apuntó un restaurant que estaba cálidamente iluminado, con una chimenea humeante decorando el tejado blanco y sin mucha gente.

Dentro, una docena de mesitas de madera redondas con una velita en medio se disponían en órden acogedor. La chimenea crepitaba y el ambiente era muy agradable.
Lamia colgó su abrigo en uno de la perchas de la entrada, sacudió los pies de la nieve que los cubrían y tomó con suavidad la chaqueta de Haru para colgarla también.

Seguido, escogió una mesita más o menos escondida del resto porque muchos ojos alrededor no eran de su agrado, levantó la mano y llamó al garzón que se acercó en un segundo.

- qué desean ordenar? - preguntó el joven vestido de traje. Sus ojos azules se posaron en ambos y Lamia tomó primero la palabra.

- yo quiero una taza de leche de cabra por favor - sonrió.

- bien señor, la dama qué se sevirá? - continuó el empleado.

Haru entro con lamia y se dejo cojer el abrigo frotandose los brazos hasta que entro el calor, el lugar no estaba mal, bien iluminado y decorado, se dirigio a la mesa que le indicaba su compañero y se sento.

- Un chocolate caliente estara bien - cuando el camarero se hubi ido se dirigio a lamia, estaban refugiados asi que no tenia miedo de que alguien les escuchara asi que aunque bajando la voz, comenzo a hablar

- Para que crees que nos habran mandado aqui? parece un pueblo tranquilo para que haya akumas no crees? - no queria ser pesada pero no podia relajarse y aparentar que iba tranquilamente de vacaciones sabiendo que tarde o temprano tendria que hacer su trabajo, y que cualquiera que le rodeaba podia ser un akuma.

- mientras veníamos no pude escuchar ni sentir nada extraño... parece un pueblo bastante pacífico, pero se está congelando - compartía el pensamiento de las "no vacaciones" de la chica.

- dónde podríamos empezar? akumas no aparecen, pero todo está tan frío, tan... muriéndose... Incluso las personas no dejan sus casas y... bueno, hasta el camarero huele a cadáver - sonrió - me deprime estar aquí, tienes aguna idea de dónde podría estar alojándose lo que sea que esté causando esta onda de frío tan larga? -

El servidor pronto trajo los pedidos y sirvió leche y chocolate bien calientes a los invitados. Lamia dio un sorbo a su tacita cerrando los ojos disfrutando y calentando el cuerpo.

- nose... - antes de que pudiera haber terminado sonrio viendo a su compañero disfrutar de la leche caliente - te gusta? pareces bastante complacido - se rio un poco y antes de dejarle contestar removiendo un poco su chocolate le dio un sorbo.

- creo que deberiamos de dirigirnos hacia donde mas frio haga... al fin y al cabo todo acabara concentrandose en algun lugar - haru movia la taza en circulos y le daba pequeños sorbos para no quemarse mientras observaba a la gente, le daba pena ver a tanta gente asi ... como moribunda del frio, dejo la taza y se froto un poco las manos ya que la diferencia de calor de ellas a la taza habia hecho que se quemara un poco.

- buena idea... entónces, prepárate para salir otra vez - admitió medio desilucionado pues el lugar estaba muy ameno.

- cuando era niño vivía criando ovejas, cabras y demases... todas las mañanas salía con mi hermano y nuestros rebaños, y una taza que llenabamos de leche como si de agua se tratase... - sonrió disfrutando el contenido caliente de su tacita - y por qué chocolate para tí? - preguntó observando el pedido de la chica e intentando distraerla de su visible preocupación por los demás en el recinto.

Afuera el viento rugía y rugía siempre en una dirección, arrastrándo papeles, basuras e incluso el caminar de la gente.

- no ahi prisa, esperemos un ratito - no tenia muchas ganas de salir del calorcito.

Se puso a escuchar la historia mientras le daba pequeños sorbos al chocolate - pues.. - se rie un poco - simplemente me gusta, aunque no soy muy hecha a los dulces - se rie quitandose el bigotito que le habia formado con el chocolate - pero bueno... una vez nunca hace daño.

Haru miro por la ventana como caia la nieve, parecia aumentar la tormenta, eso no seria una buena señal seguramente.

- te fijas en el viento? - señaló Lamia al notarlo - sólo sigue una dirección... no se arremolina como es normal en una tromenta de nieve... -

Bebió un poco más de leche y siguió mirando a través del cristal de la puerta de entrada.

- tal vez tenga algo que ver después de todo... - dijo como perdido en el viento que corría y rugía, como hipnotizado con el ruido que producía.

Haru asiente cuando lo dice - si, algunas veces es calmado y otras es de lo que mas poder tiene - haru termina de beberse el chocolate y sigue observando por la ventana esperando a lamia pensando de donde podria venir tan extraño viento.

- que crees que ocurre? - Haru observo a las personas, no le gustaba estar entre la gente.. todo aquel que ahora era humano luego podia ser akuma, suspiro y volvio a mirar hacia donde miraba su compañero, lo importante ahora era centrarse en la mision