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Todo el material que se publique dentro del foro es y será propiedad de su creador a menos que se indique lo contrario.
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Misión a Caucaia [Juliette B. & Arystar Krory]
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Re: Misión a Caucaia [Juliette B. & Arystar Krory]
- Spoiler:
- Perdona la tardanza, no me enteré que posteaste xD!
Si, era ella y un tremendo miedo invadió a Julie, un sentimiento de peligro hacia Christine se le vino de repente, cuando ya le habían entregado aquel jugo y bebía incluso nerviosamente.
Se sacó la gabardina, el sombrero y el parche, ocultando su ojo derecho con algo de cabello, quizá así no la reconocería.
Y vio la hazaña de aquella mujer, el como ahorcaba a su compañero frente a todo el mundo, y nadie hacía nada, eso era aún más extraño, demasiado extraño.
Se quedó paralizada pero antes de poder levantarse para intentar detener a Christine, aquella buscadora había caído en brazos de Krory, se alivió por dentro y sonrió, nadie había salido herido, no muy grave.
La gente volvió a su estado normal, como si nada hubiera pasado, cómplices de Christine, había que detenerle, saber el por que hacía todo aquello.―Julie ¿Estás bien?―Escuchó de Arystar, pero la pregunta no era para ella, debería ser para él.
―Por lo menos viva, ¿Tú estás bien?―Le contestó, mientras le miraba como normalmente lo hacía, directa y positivamente, Wincott siguió callado, eso lo hacía todo más raro, todo era... tan extraño, que las personas se quedaran sin hacer nada, que incluso no intentaran detener a aquella bestia.
Había algo que los hiciera callar, y ese algo debían descubrirlo ellos.
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Re: Misión a Caucaia [Juliette B. & Arystar Krory]
[off .-.U]
Al preguntarle su estado comprobé que Julie se había intentado camuflar de aquella buscadora. Se había quitado la gabardina, el sombrero y el parche, camuflando aquel ojo con una mata de pelo proveniente de la zona delantera de su cabello. Esto le hacía parecer más mayor, ya que sus rasgos infantiles quedabban parcialmente cubiertos por el pelo. No sabía el porque del parche, y tampoco me pareció bien preguntar algo que pudiera herirla de alguna forma, así que no toqué aquel asunto.
-Por lo menos viva, ¿Tú estás bien?- Me dijo mientras me miraba con su único ojo visible. Al contrario que las otras veces, sus ojos, o en este caso su ojo, brillaba positivamente, algo que me alegró notoriamente.
- Yo me encuentro perfectamente señorita Julie. Aunque tenía bastante fuerza era demasiado pequeña para presionarme como debía. Ahora no se que vamos a hacer con ella, esto es muy extraño... pero lo primero es lo primero, he traído a un doctor.- Dije mientras señalaba al doctor que ahora atendía Christine algo nervioso.- Es el único que encontré en el pueblo, y parece que está tan confuso como nosotros sobre el tema, además lo salvé de un akuma que rondaba por su casa.
El doctor nos miró con una expresión que me recordó al supervisor Reever cuando buscaba a Komui con desesperación. Al parecer no era capaz de despertar a Christine e intentaba levantarla, pero no podía.
-Doctor,¿Ocurre algo?- Le pregunté mientras me acercaba a él.
-Esta mujer tiene una anemia muy fuerte, sino lleva tratamiento no creo que pase de esta noche... pero después de lo que ha ocurrido no creo que hagamos bien en curarla, quien sabe si le atacará de nuevo.
-¿Cómo puede decir eso doctor?- Noté como se me desencajaba la mandíbula.- Puede que lo que haya hecho está mal, pero ella es un ser humano, no puede permitir que se muera así porque si. Será mejor que vayamos a su hogar y la dejemos allá, además mi compañera necesita asistencia y no creo que sea este el mejor lugar.
Me giré y fui de nuevo junto a mi compañera, a la cual volví a coger en el colo a pesar de lo que me dijo la otra vez. No estaba dispuesto a que mi compañera, con lo joven que era, sufriese más daños, fuera o no fuera fuerte. Pero algo me distrajo, un olor para ser exactos. Activé mi inocencia, y con ella surgieron los salvajes rasgos de nuevo, dejando al doctor asustado. El olor era semejante al del acero, y mezclado quizás con un aroma a azufre... justo el que más me gustaba.
-Hora de comer... Lo siento Julie pero me temo que tendrás que estar sentada otra vez de nuevo.- Dije posandola de nuevo en su sitio.
En medio de las personas que se hallaban sentadas en la barra, uno de ellos rompió el vaso apenas tocarlo. De aquello a su transformación solo hubo una risa, oscura y repelente. El akuma empezó a transformarse con rapidez. Era un nivel dos, algo grotescao y extravagante, pero un nivel dos al fin y al cabo. Era una especie de piruleta gigante mezclada con carácterísticas de un arlequín de colorines. Si hubiese estado Allen aquí seguramente se la habría intentado comer.
-Kikiki, exorcista- tamaaa.- Decía aquel akuma con una gran sonrisa macabra.- Venga a jugar conmigo y así podré comer dulcessss...
Cada vez el akuma me parecía más raro y en cierta parte ahora era yo el que me quería comer.Y tendría aquella oportunidad ya que el akuma se avalanzó hacia mi con una gran velocidad. Fue tal el impacto que los dos salimos disparados de la cantina. Pero tuve suerte, ya que logré caer sobre hierba, lo cual amortiguo algo mi caida.
El akuma flotaba sobre mi, sonriéndome mientras simulaba una sonrisa infantil.
-Oooo, el exorcista no quiere jugar conmigo... me voy a poner triste señor, pero si no quiere jugar conmigoo, jugaré yo con usted.
El akuma empezó a girar sobre si mismo mientras estaba en el aire. Estaba dispuesto a atacarle, mostrándome mis dientes mientras me agachaba para saltar sobre el, pero un sonido empezó a oirse en mi cabeza. Era muy molesto y no conseguía librarme de él, me tapé los oidos pero tampoco sirvió para nada y si seguía así no podría defenderme. En aquel momento noté como el akuma bajaba y como si estuviera tumbado se colocó a la altura de mi cara. Intenté morderle, pero un sonido más fuerte me volvió a atacar. El akuma, mientrastanto, parecía divertirse mucho.
-¿Qué pasa colmillitos?¿No te gusta mi melodía?Con lo bonita que esss... Pero quiero jugar más conmigo, ¿estás de acuerdo?- Dijo mientras me cogía la barbilla y se acercaba mucho a mi. El contacto era tan sumamente repulsivo y atrayente a la vez que me tuve que echar hacia atrás por culpa de aquel martirio.
- No quiero jugar contigo akuma, solo quiero comprobar si sabes tan bien como aparentas.- Dije mientras me ponía en posición defensiva.
El akuma al oir eso parecía más entusiasmado que antes. Lo único malo en este asunto era aquel sonido que me atormentaba, ¿Cómo podría detenerlo?
Al preguntarle su estado comprobé que Julie se había intentado camuflar de aquella buscadora. Se había quitado la gabardina, el sombrero y el parche, camuflando aquel ojo con una mata de pelo proveniente de la zona delantera de su cabello. Esto le hacía parecer más mayor, ya que sus rasgos infantiles quedabban parcialmente cubiertos por el pelo. No sabía el porque del parche, y tampoco me pareció bien preguntar algo que pudiera herirla de alguna forma, así que no toqué aquel asunto.
-Por lo menos viva, ¿Tú estás bien?- Me dijo mientras me miraba con su único ojo visible. Al contrario que las otras veces, sus ojos, o en este caso su ojo, brillaba positivamente, algo que me alegró notoriamente.
- Yo me encuentro perfectamente señorita Julie. Aunque tenía bastante fuerza era demasiado pequeña para presionarme como debía. Ahora no se que vamos a hacer con ella, esto es muy extraño... pero lo primero es lo primero, he traído a un doctor.- Dije mientras señalaba al doctor que ahora atendía Christine algo nervioso.- Es el único que encontré en el pueblo, y parece que está tan confuso como nosotros sobre el tema, además lo salvé de un akuma que rondaba por su casa.
El doctor nos miró con una expresión que me recordó al supervisor Reever cuando buscaba a Komui con desesperación. Al parecer no era capaz de despertar a Christine e intentaba levantarla, pero no podía.
-Doctor,¿Ocurre algo?- Le pregunté mientras me acercaba a él.
-Esta mujer tiene una anemia muy fuerte, sino lleva tratamiento no creo que pase de esta noche... pero después de lo que ha ocurrido no creo que hagamos bien en curarla, quien sabe si le atacará de nuevo.
-¿Cómo puede decir eso doctor?- Noté como se me desencajaba la mandíbula.- Puede que lo que haya hecho está mal, pero ella es un ser humano, no puede permitir que se muera así porque si. Será mejor que vayamos a su hogar y la dejemos allá, además mi compañera necesita asistencia y no creo que sea este el mejor lugar.
Me giré y fui de nuevo junto a mi compañera, a la cual volví a coger en el colo a pesar de lo que me dijo la otra vez. No estaba dispuesto a que mi compañera, con lo joven que era, sufriese más daños, fuera o no fuera fuerte. Pero algo me distrajo, un olor para ser exactos. Activé mi inocencia, y con ella surgieron los salvajes rasgos de nuevo, dejando al doctor asustado. El olor era semejante al del acero, y mezclado quizás con un aroma a azufre... justo el que más me gustaba.
-Hora de comer... Lo siento Julie pero me temo que tendrás que estar sentada otra vez de nuevo.- Dije posandola de nuevo en su sitio.
En medio de las personas que se hallaban sentadas en la barra, uno de ellos rompió el vaso apenas tocarlo. De aquello a su transformación solo hubo una risa, oscura y repelente. El akuma empezó a transformarse con rapidez. Era un nivel dos, algo grotescao y extravagante, pero un nivel dos al fin y al cabo. Era una especie de piruleta gigante mezclada con carácterísticas de un arlequín de colorines. Si hubiese estado Allen aquí seguramente se la habría intentado comer.
-Kikiki, exorcista- tamaaa.- Decía aquel akuma con una gran sonrisa macabra.- Venga a jugar conmigo y así podré comer dulcessss...
Cada vez el akuma me parecía más raro y en cierta parte ahora era yo el que me quería comer.Y tendría aquella oportunidad ya que el akuma se avalanzó hacia mi con una gran velocidad. Fue tal el impacto que los dos salimos disparados de la cantina. Pero tuve suerte, ya que logré caer sobre hierba, lo cual amortiguo algo mi caida.
El akuma flotaba sobre mi, sonriéndome mientras simulaba una sonrisa infantil.
-Oooo, el exorcista no quiere jugar conmigo... me voy a poner triste señor, pero si no quiere jugar conmigoo, jugaré yo con usted.
El akuma empezó a girar sobre si mismo mientras estaba en el aire. Estaba dispuesto a atacarle, mostrándome mis dientes mientras me agachaba para saltar sobre el, pero un sonido empezó a oirse en mi cabeza. Era muy molesto y no conseguía librarme de él, me tapé los oidos pero tampoco sirvió para nada y si seguía así no podría defenderme. En aquel momento noté como el akuma bajaba y como si estuviera tumbado se colocó a la altura de mi cara. Intenté morderle, pero un sonido más fuerte me volvió a atacar. El akuma, mientrastanto, parecía divertirse mucho.
-¿Qué pasa colmillitos?¿No te gusta mi melodía?Con lo bonita que esss... Pero quiero jugar más conmigo, ¿estás de acuerdo?- Dijo mientras me cogía la barbilla y se acercaba mucho a mi. El contacto era tan sumamente repulsivo y atrayente a la vez que me tuve que echar hacia atrás por culpa de aquel martirio.
- No quiero jugar contigo akuma, solo quiero comprobar si sabes tan bien como aparentas.- Dije mientras me ponía en posición defensiva.
El akuma al oir eso parecía más entusiasmado que antes. Lo único malo en este asunto era aquel sonido que me atormentaba, ¿Cómo podría detenerlo?
Última edición por Acid_Caramel el Lun Feb 01, 2010 7:34 pm, editado 2 veces (Razón : los colorinchos ùwú)
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Re: Misión a Caucaia [Juliette B. & Arystar Krory]
Quizá Christine no saldría viva de esa, o quizá si e intentaría matarlos a como de lugar, ya era un poco extraño que ahorcara a Krory, ¿Qué haría con Julie? Wincott seguía pesimista, aún más pesimista de lo normal.
Por lo menos todo estaba bien, y justo se iban a ir a un lugar mejor para atender tanto a Christine como a Julie, de nuevo en la espalda de su compañero, aunque ella podía caminar perfectamente, quizá él no quería que se hiciera más daño del causado, aunque solo había sido un golpe.
Sentía algo cálido en su bolsillo, era la flauta. Cuando la flauta estaba algo caliente es que había algún o algunos akumas cerca, y lo sintió, sintió la flauta estar aún más y más caliente, y volvió a estar sentada de nuevo en la silla, un akuma de nivel dos había tomado su forma frente a sus ojos.
Y se lanzó sobre Krory, Julie no pudo evitar parase de repente e ir a ver lo que sucedía, no podía dejar solo a Arystar, no en esa situación.
Exorcista en el césped, Akuma flotando, una melodía extraña retumbaba en los oídos de la exorcista, la verdad no sabía por qué, pero era algo que la desconcertaba y desconcentraba.
Tomó su flauta y sin activarla comenzó a tocar una dulce melodía, suave y serena, si acaso su compañero se distraía con ella podrían destruir a la máquina infantil que tenían por enemigo.
―Vamos, vamos, destrúyelo―Pensaba, sin embargo al akuma no le parecía una dulce melodía lo que ella tocaba, le parecía repugnante, horrible, algo que no debía ser escuchado por nadie.
―Tú...―Dijo infantilmente la máquina, acercándose poco a poco a la exorcista, no sabía que iba intentar, pero si alguien iba a morir, que fuera ella y no su compañero.
Por lo menos todo estaba bien, y justo se iban a ir a un lugar mejor para atender tanto a Christine como a Julie, de nuevo en la espalda de su compañero, aunque ella podía caminar perfectamente, quizá él no quería que se hiciera más daño del causado, aunque solo había sido un golpe.
Sentía algo cálido en su bolsillo, era la flauta. Cuando la flauta estaba algo caliente es que había algún o algunos akumas cerca, y lo sintió, sintió la flauta estar aún más y más caliente, y volvió a estar sentada de nuevo en la silla, un akuma de nivel dos había tomado su forma frente a sus ojos.
Y se lanzó sobre Krory, Julie no pudo evitar parase de repente e ir a ver lo que sucedía, no podía dejar solo a Arystar, no en esa situación.
Exorcista en el césped, Akuma flotando, una melodía extraña retumbaba en los oídos de la exorcista, la verdad no sabía por qué, pero era algo que la desconcertaba y desconcentraba.
Tomó su flauta y sin activarla comenzó a tocar una dulce melodía, suave y serena, si acaso su compañero se distraía con ella podrían destruir a la máquina infantil que tenían por enemigo.
―Vamos, vamos, destrúyelo―Pensaba, sin embargo al akuma no le parecía una dulce melodía lo que ella tocaba, le parecía repugnante, horrible, algo que no debía ser escuchado por nadie.
―Tú...―Dijo infantilmente la máquina, acercándose poco a poco a la exorcista, no sabía que iba intentar, pero si alguien iba a morir, que fuera ella y no su compañero.
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Re: Misión a Caucaia [Juliette B. & Arystar Krory]
El sonido estaba a punto de destrozar mis tímpanos. No sabía que finalidad tenía ese ataque aparte de torturar, pero viendo a mi alrededor pude comprobar que a los animales no les afectaba. A lo lejos también pude divisar unas personas, que señalaban la escena con algo de temor y confusión, pero tampoco parecía afectarles. ¿Sería acaso un ataque individual? En ese caso tendría que intentar pararlo cuanto antes, o acabaría perdiendo el conocimiento. El dolor era tal que noté como un líquido resbalaba por mis labios, me había mordido el labio para evitar gritar, pero poco me faltaba...
Pero algo debió distraer al akuma, ya que me soltó y se dirigió hacia otro lado. El sonido seguía, pero algo más débil. Cuando vi a por quien iba abrí los ojos sorprendidos.
Julie no me había hecho caso y se hallaba en el área de combate con su inocencia en mano. Tocaba algo, seguramente su melodía, pero apenas la podía escuchar. Al parecer al akuma no le gustaba la melodía y conforme se acercaba a ella, el sonido de mi cabeza iba desapareciendo. Quizás no lo suficientemente rápido, pero por lo menos lo hacía.
-Tú...- Dijo el akuma acercándose a Julie.- ¿No eres muy pequeña para jugar con mayores? Me parece que voy a tener que castigarte~
El akuma empezó a dar vueltas sobre la cabeza de Julie, riéndose y haciendo una especie de gestos. Todavía en el suelo, intentaba levantarme y ayudarla, pero el sonido me había dejado algo mareado, o confuso, y mis articulaciones apenas querían responder.
-Vamos a ver... con la rubita ya jugué, con la bestia también... pero contigo no enanita ¿A qué quieres jugar?
Así que al final era eso. Christine y el animal habían estado manejados desde el primer momento y quizás todo el pueblo, o a lo mejor no y resultaban ser muy ariscos.
-¿Qué tal si dejas a la niña y vienes a jugar con uno de tu tamaño?- Le dije algo molesto.- Creo que ahora ya no me duelen tanto tus ataques, será mejor que empiece a comer...
El akuma enarcó una ¨ceja¨ o lo que supuestamente tenía encima de los ojos y rió con fuerza, como un depredador a punto de cazar a su presa, aunque esta vez sería al revés. Mientras se acercaba de nuevo a mi decidí doblar las piernas todavía en el suelo. No sabía como atacaba, pero era experto en batalla cuerpo a cuerpo y si había alguna forma de derrotarlo, era de esa forma.
- Que bien, un vampiro para comer~
Empezó a girar sobre si mismo otra vez y de nuevo la melodía empezó a sonar de nuevo, provocando aquel sonido tan molesto. Pero esta vez no me iba a coger. Cogiendo impulso desde aquella tierra tan seca por las altas temperaturas, me abalancé sobre el akuma profiriéndole un gran mordisco. Como era de esperar, el akuma se retorció para intentar zafarse de mi, cosa que me divertía.¨El cazador cazado¨ pensé mientras absorvía aquella sangre.
La ligera brisa se llevó los restos de polvo que quedaron y con el dedo pulgar cogí los restos de sangre que me caían de la comisura y lo chupé. La energía perdida entre el viaje, la bestia y el calor sofocante regresó a mi.
Me acerqué a mi compañera, todavía con la inocencia activada. Ese akuma no era el único, y ahora que ya no sentía tanto calor podía notar más olores... y olía a akumas.
-Vamos Julie, todavía queda trabajo... pero la próxima vez haz caso al doctor, aunque si no llega a ser por ti quien sabe lo que me podría haber pasado... Por cierto ¿Dónde está el doctor?- Dije buscándolo con la mirada
Pero algo debió distraer al akuma, ya que me soltó y se dirigió hacia otro lado. El sonido seguía, pero algo más débil. Cuando vi a por quien iba abrí los ojos sorprendidos.
Julie no me había hecho caso y se hallaba en el área de combate con su inocencia en mano. Tocaba algo, seguramente su melodía, pero apenas la podía escuchar. Al parecer al akuma no le gustaba la melodía y conforme se acercaba a ella, el sonido de mi cabeza iba desapareciendo. Quizás no lo suficientemente rápido, pero por lo menos lo hacía.
-Tú...- Dijo el akuma acercándose a Julie.- ¿No eres muy pequeña para jugar con mayores? Me parece que voy a tener que castigarte~
El akuma empezó a dar vueltas sobre la cabeza de Julie, riéndose y haciendo una especie de gestos. Todavía en el suelo, intentaba levantarme y ayudarla, pero el sonido me había dejado algo mareado, o confuso, y mis articulaciones apenas querían responder.
-Vamos a ver... con la rubita ya jugué, con la bestia también... pero contigo no enanita ¿A qué quieres jugar?
Así que al final era eso. Christine y el animal habían estado manejados desde el primer momento y quizás todo el pueblo, o a lo mejor no y resultaban ser muy ariscos.
-¿Qué tal si dejas a la niña y vienes a jugar con uno de tu tamaño?- Le dije algo molesto.- Creo que ahora ya no me duelen tanto tus ataques, será mejor que empiece a comer...
El akuma enarcó una ¨ceja¨ o lo que supuestamente tenía encima de los ojos y rió con fuerza, como un depredador a punto de cazar a su presa, aunque esta vez sería al revés. Mientras se acercaba de nuevo a mi decidí doblar las piernas todavía en el suelo. No sabía como atacaba, pero era experto en batalla cuerpo a cuerpo y si había alguna forma de derrotarlo, era de esa forma.
- Que bien, un vampiro para comer~
Empezó a girar sobre si mismo otra vez y de nuevo la melodía empezó a sonar de nuevo, provocando aquel sonido tan molesto. Pero esta vez no me iba a coger. Cogiendo impulso desde aquella tierra tan seca por las altas temperaturas, me abalancé sobre el akuma profiriéndole un gran mordisco. Como era de esperar, el akuma se retorció para intentar zafarse de mi, cosa que me divertía.¨El cazador cazado¨ pensé mientras absorvía aquella sangre.
La ligera brisa se llevó los restos de polvo que quedaron y con el dedo pulgar cogí los restos de sangre que me caían de la comisura y lo chupé. La energía perdida entre el viaje, la bestia y el calor sofocante regresó a mi.
Me acerqué a mi compañera, todavía con la inocencia activada. Ese akuma no era el único, y ahora que ya no sentía tanto calor podía notar más olores... y olía a akumas.
-Vamos Julie, todavía queda trabajo... pero la próxima vez haz caso al doctor, aunque si no llega a ser por ti quien sabe lo que me podría haber pasado... Por cierto ¿Dónde está el doctor?- Dije buscándolo con la mirada
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Re: Misión a Caucaia [Juliette B. & Arystar Krory]
- Spoiler:
- Éste será mi último post x3
Un pequeño sonido aturdía a la pequeña Julie, mientras el akuma le decía palabras inescuchables en cierto modo para la exorcista, Wincott miraba desde arriba preocupado, pero no sabía exactamente que decir, en ese momento no podía estorbar en lo más mínimo.
Por lo menos Arystar estaba alimentado y con energía, lo contrario a Julie, que estaba cansada por el día agitado, y el golpe, el golpe ya no importaba, el dolor se había ido completamente, o casi completamente, aunque lo había ignorado desde un principio.
Y a pesar de que hubiera desobedecido las órdenes de Krory, sonrió dulcemente. Por fin aquella infantil máquina había sido destruida, y sus polvos se diluían con el viento frío del atardecer.―Vamos Julie, todavía queda trabajo... pero la próxima vez haz caso al doctor, aunque si no llega a ser por ti quien sabe lo que me podría haber pasado... Por cierto ¿Dónde está el doctor?―
―¿El doctor? Creo que aún sigue dentro de la cantina, junto a Christine... y yo que había pensado que era una traidora―Comentó y respondió, pensó que la mala era Christine, pero ella en realidad solo había sido utilizada, ¿Qué más hubiera pasado si el akuma hubiera sido destruido? Quizá hasta ellos vivirían bajo su mando y control.
Otra vez la flauta se puso cálida, habían más akumas en los alrededores, quizá querían venganza por su compañero caído, aunque... a veces pensaba que aquellos akumas actuaban sin voluntad propia, al azar, sin pensar lo que hacen, ¿Será así? o... ¿Todo lo hacen con una intención? ¿Sobrevivir? ¿Morir? ¿Vengar algo que nadie sabe?
Muchas dudas pasaron justamente por ese momento, la exorcista comenzó a caminar un poco triste, guiándose por la cálidez de su flauta.―Esto no me gusta―Pensó el pequeño loro, mientras seguía a su dueña en el cielo, verificando que no hiciera nada estúpido, como siempre hace, según él.
Wincott miró hacia el frente, una manada de niveles unos flotaban cerca del parque, aumentó su velocidad y el animal inconciente que estaba ahí anteriormente, ya no estaba, solo había un rastro de polvo, pobre, el no tenía culpa de nada y tuvo que morir a manos de esas máquinas.
La exorcista seguía caminando, hasta comenzar a correr, llegó al parque y activó su inocencia, comenzando a tocar una melodía, los hilos verdes volvieron a hacer su aparición destruyeron tres akumas, pero faltaban al menos diez.
Esquivó algunas de las balas, pero un akuma que se hayaba detrás de ella, le propició una balacera, que dos o tres de sus municiones, le dieron en la espalda.
Y lo sintió, sintió las balas y sentía un pequeño dolor que aumentaba poco a poco, al igual que varias estrellas comenzaban a salir en su piel. Soltó enseguida su flauta, algo sorprendida, nunca había imaginado que algo así le fuese a ocurrir... a ella.―¡JULIETTE!―Gritó el loro.
¿Ese era el famoso mal presentimiento que ambos sentían? ¿Era así como la vida de la exorcista acabaría? ¿Moriría por tres balas en su espalda?
Tomó su flauta del suelo nuevamente, siguió tocando durante un momento, por lo menos destruiría algunos de los akumas restantes.
Sonrió otra vez, aunque no debería, Wincott iba a aterrizar en picada, intentaba llegar a ella lo más rápido posible.
―Gracias―Murmuró, mientras soltaba lentamente su inocencia. Mientras cerraba los ojos, y como su padre le había contado o rumoreado, su vida comenzaba a contarse frente a sus ojos, mientras las estrellas negras invadían su cuerpo, era su fin.―Krory―Dijo suavemente.―No te preocupes―Si acaso él estaba ahí, frente a ella... queria agradecerle todo lo que hizo, todo lo que no debió hacer, en su último día.
―Estaré... bien―Y su cuerpo se consumió en polvo.
―¡JULIETTE! ¡Tú... no...!―
[Cambio de Escena]
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Re: Misión a Caucaia [Juliette B. & Arystar Krory]
[off: krory-depresión mode on TT]
Notaba a Julie cansada, sin fuerzas siquiera para poner expresión alguna. Al parecer el golpe había sido más dañino de lo que podía ser en un principio, ya qe Julie apenas se movía o expresaba algo. Si era exorcista un golpe de ese calibre no le tenía que haber dañado así, pero Julie era todavía una niña, por lo que pensé que solo estaría cansada por el calor.
-¿El doctor? Creo que aún sigue dentro de la cantina, junto a Christine... y yo que había pensado que era una traidora
La escuché con un tono triste en su voz. La verdad es que nos habíamos portado mal con aquella pobre buscadora, y se me ocurrió regalarle unas flores como forma de disculpa. Además aquella zona estaba repleta de diversas flores, así que podría hacerle un buen ramo.
Tal fue mi ensimismamiento buscando cual quedaba mejor que no me di cuenta de que Julie se había levantado y se había puesto andar sin rumbo fijo... solo hacia delante...
-Bueno Julie, ya tengo todo, será mejor que te lleve a...a...¿Julie?- Pregunté mirando hacia todos los lados.- ¿Dónde se habrá metido? Es muy peligroso andar sola en su estado. Ay, que mal, si le pasa algo Komui me hará un revisión...¡Julieee!
Salí corriendo de aquella zona verde, intentando evitar las flores y los matorrales, lo menos que quería hacer era estropearlos.
Mientras corría, un olor me alertó. ¨Akumas¨ pensé mientras corría. Eran bastantes, aunque por lo que sentí debían ser niveles uno. ¿Dónde estaría Julie? Cada vez corría más y mi inocencia volvió a activarse de nuevo, con ansias de sangre.
- ¡JULIETTE!- El loro había gritado frente a la escena que se me presentó en aquel momento.
Sin darme cuenta me había desecho del ramo de flores, quedando lirios, rosas y amapolas replegadas por toda aquella zona, en la que supuestamente se hallaba aquella bestia y que ahora solo quedaban meros vestigios de ella.
Cuando divisé por completo a mi compañera, mi corazón se paró por unos instantes. Una cantidad considerable de akumas habían aparecido, y aunque Julie se había encargado de tres de ellos, uno le había dado por la espalda. Julie cayó... mientras que yo, corría, corría para intentar salvarla, para extraer el veneno. No, otra muerte más no, no lo iba a permitir... sobretodo en alguien tan joven y a la que tenía que haber protegido.
Julie musitó un ¨gracias¨mientras soltaba la inocencia. Las estrellas le cubrían ya parte del rostro. El loro estaba desesperado al igual que yo, solo me quedaban un espacio de 4 metros para llegar a ella. No, no podía...
-Krory. No te preocupes.- Musitó débil. Su voz sonaba dulce y melancólica. Ya me había tirado a recogerla.- Estaré bien...
Y justo cuando mis dientes iban a tomar contacto con su delgada piel, Julie desapareció entre mis brazos. Una fina capa de polvo cubrió mi uniforme y parte del aire. No podía ser cierto... Se había ido y yo no pude hacer nada...
-¡JULIETTE! ¡Tú... no...!- Gritó Wincott al ver a su dueña desaparecer.
Si los animales pudiesen llorar Wincott habría llorado, pero no podía... Así que lloré por él... y por mi. Las lágrimas caían rápidas y sin freno posible. Sabían agrias y me asqueaba su sabor y su contacto.
- Vosotros...¡Vais a morir!- Rugí hacia los akumas causantes de aquel mal.
En aquella lucha me deje llevar por mis impulsos... Ya no valía pensar. Con furia me abalancé a cada uno de los akumas que había destrozado de aquella joven risueña y con carácter. La sangre corría por mis venas a una velocidad inusual, quizás por la ira de aquel momento. Cada uno de los akuma se retorcía ante mis fauces, intentando luchar por su miserable vida, por así decirlos.
Los 11 akumas restantes apenas me habían durado minutos, pero mi organismo apenas podía procesar toda la cantidad de veneno recolectada... y me sentía débil.
- Señor Arystar...¡Señor Arytar!- Gritaba una voz algo familiar.- Dios mío ¿Se encuentra bien?- Era Christine, ya recuperada, que intentaba espabilarme.- Madre mía, siento lo de antes, he sido... he sido una incompetente Señor Arystar... ¿Y Julie?
Mi expresión se ensombreció... seguido de un movimiento negativo con mi cabeza. La exorcista empezó a llorar y a quejarse de su incompetencia por no habernos podido ayudar.
-Christine... estás viva, eso ya es algo bueno. El error que tuviste tú lo podría haber tenido cualquiera.- Dije todavía echado en el suelo.- Wincott...¿Qué tal estás?
El loro me había dado la espalda. Quizás me veía culpable por no haber podido ayudar a su dueña cuanto más lo necesitaba. Y no lo culpaba por ello. Si hubiese sido un poco más cuidadoso esto no habría pasado...
-Lo siento...- Murmuré mientras me desmayaba... estaba agotado y no sabía la razón.
Una luz me despertó. Me levanté de repente, como en una pesadilla... pero la pesadilla ya era la realidad. Había perdido a una compañera y eso ya no tenía solución.
Observé la habitación con calma. Por lo visto, la señora del hostal se había vuelto más amable, ya que la habitación estaba más limpia y agradable a la vista. En un rincón de la habitación estaba Christine, dormida como un tronco. Seguí observando la instancia. Todo estaba igual salvo la mesilla, donde se hallaba la flauta de Julie. Ahora estaba sin brillo, apagada... lamentándose de la pérdida de su portadora quizás.
-Veo que ya despertaste.- Dijo una voz familiar. Era Wincott, que al igual que la flauta, se hallaba apagado.- No vengo a hablar...de... ya sabes quien. Vengo a hablar de la inocencia. Al parecer la inocencia residía en el animal, pero hubo la equivocación de pensar que estaba poseído por un akuma. Más bien fue al revés, el akuma no podía con aquel animal, y os hizo creer que era cosa de su poder, por eso también lo hizo con algunas personas.- Dijo señalando a Christine.- Así que, la inocencia ya no está Arystar...
Sus palabras tenían resentimiento y rencor. Herían como cuchillos y cada vez me atormentaba más.
-¿Y qué vas a hacer Wincott? ¿Regresarás a la Orden?
-No creo... necesito tiempo, me dolería mucho recordarla ahora... adiós exorcista...- Dijo el loro mientras salía por la ventana.
Tras la ida de Wincott poco me quedaba hacer allí. Todo volvió a la normalidad, salvo el calor que parecía más insoportable que otros días.
En cuanto a Julie... solo pude dejarle unos ramos de flores en el centro del parque. Aquella vez elegí un ramo de lirios blancos. Pureza, inocencia... todo lo que tendría que ser Julie ahora, y no polvo... No pude evitar volver a llorar otra vez. Puede que no fuera un familiar, pero si una compañera, y como tal, tendría que haberla ayudado en su momento...y no dejarla partir.
Mientras subía al tren observé como aquel grupo de niños pequeños se despedían con energía, como el médico salía corriendo a atender un desmayo por el calor, como la mujer de la posada reñía a la buscadora por algún motivo... Las pequeñas cosas de la vida son las que daban senitdo a la misma.
-Julie estés donde estés, prometo no dejarme vencer nunca...- Dije sujetando fuerte su flauta.
Nunca más me dejaría vencer...Nunca más.
[cambio de escena]
Notaba a Julie cansada, sin fuerzas siquiera para poner expresión alguna. Al parecer el golpe había sido más dañino de lo que podía ser en un principio, ya qe Julie apenas se movía o expresaba algo. Si era exorcista un golpe de ese calibre no le tenía que haber dañado así, pero Julie era todavía una niña, por lo que pensé que solo estaría cansada por el calor.
-¿El doctor? Creo que aún sigue dentro de la cantina, junto a Christine... y yo que había pensado que era una traidora
La escuché con un tono triste en su voz. La verdad es que nos habíamos portado mal con aquella pobre buscadora, y se me ocurrió regalarle unas flores como forma de disculpa. Además aquella zona estaba repleta de diversas flores, así que podría hacerle un buen ramo.
Tal fue mi ensimismamiento buscando cual quedaba mejor que no me di cuenta de que Julie se había levantado y se había puesto andar sin rumbo fijo... solo hacia delante...
-Bueno Julie, ya tengo todo, será mejor que te lleve a...a...¿Julie?- Pregunté mirando hacia todos los lados.- ¿Dónde se habrá metido? Es muy peligroso andar sola en su estado. Ay, que mal, si le pasa algo Komui me hará un revisión...¡Julieee!
Salí corriendo de aquella zona verde, intentando evitar las flores y los matorrales, lo menos que quería hacer era estropearlos.
Mientras corría, un olor me alertó. ¨Akumas¨ pensé mientras corría. Eran bastantes, aunque por lo que sentí debían ser niveles uno. ¿Dónde estaría Julie? Cada vez corría más y mi inocencia volvió a activarse de nuevo, con ansias de sangre.
- ¡JULIETTE!- El loro había gritado frente a la escena que se me presentó en aquel momento.
Sin darme cuenta me había desecho del ramo de flores, quedando lirios, rosas y amapolas replegadas por toda aquella zona, en la que supuestamente se hallaba aquella bestia y que ahora solo quedaban meros vestigios de ella.
Cuando divisé por completo a mi compañera, mi corazón se paró por unos instantes. Una cantidad considerable de akumas habían aparecido, y aunque Julie se había encargado de tres de ellos, uno le había dado por la espalda. Julie cayó... mientras que yo, corría, corría para intentar salvarla, para extraer el veneno. No, otra muerte más no, no lo iba a permitir... sobretodo en alguien tan joven y a la que tenía que haber protegido.
Julie musitó un ¨gracias¨mientras soltaba la inocencia. Las estrellas le cubrían ya parte del rostro. El loro estaba desesperado al igual que yo, solo me quedaban un espacio de 4 metros para llegar a ella. No, no podía...
-Krory. No te preocupes.- Musitó débil. Su voz sonaba dulce y melancólica. Ya me había tirado a recogerla.- Estaré bien...
Y justo cuando mis dientes iban a tomar contacto con su delgada piel, Julie desapareció entre mis brazos. Una fina capa de polvo cubrió mi uniforme y parte del aire. No podía ser cierto... Se había ido y yo no pude hacer nada...
-¡JULIETTE! ¡Tú... no...!- Gritó Wincott al ver a su dueña desaparecer.
Si los animales pudiesen llorar Wincott habría llorado, pero no podía... Así que lloré por él... y por mi. Las lágrimas caían rápidas y sin freno posible. Sabían agrias y me asqueaba su sabor y su contacto.
- Vosotros...¡Vais a morir!- Rugí hacia los akumas causantes de aquel mal.
En aquella lucha me deje llevar por mis impulsos... Ya no valía pensar. Con furia me abalancé a cada uno de los akumas que había destrozado de aquella joven risueña y con carácter. La sangre corría por mis venas a una velocidad inusual, quizás por la ira de aquel momento. Cada uno de los akuma se retorcía ante mis fauces, intentando luchar por su miserable vida, por así decirlos.
Los 11 akumas restantes apenas me habían durado minutos, pero mi organismo apenas podía procesar toda la cantidad de veneno recolectada... y me sentía débil.
- Señor Arystar...¡Señor Arytar!- Gritaba una voz algo familiar.- Dios mío ¿Se encuentra bien?- Era Christine, ya recuperada, que intentaba espabilarme.- Madre mía, siento lo de antes, he sido... he sido una incompetente Señor Arystar... ¿Y Julie?
Mi expresión se ensombreció... seguido de un movimiento negativo con mi cabeza. La exorcista empezó a llorar y a quejarse de su incompetencia por no habernos podido ayudar.
-Christine... estás viva, eso ya es algo bueno. El error que tuviste tú lo podría haber tenido cualquiera.- Dije todavía echado en el suelo.- Wincott...¿Qué tal estás?
El loro me había dado la espalda. Quizás me veía culpable por no haber podido ayudar a su dueña cuanto más lo necesitaba. Y no lo culpaba por ello. Si hubiese sido un poco más cuidadoso esto no habría pasado...
-Lo siento...- Murmuré mientras me desmayaba... estaba agotado y no sabía la razón.
Una luz me despertó. Me levanté de repente, como en una pesadilla... pero la pesadilla ya era la realidad. Había perdido a una compañera y eso ya no tenía solución.
Observé la habitación con calma. Por lo visto, la señora del hostal se había vuelto más amable, ya que la habitación estaba más limpia y agradable a la vista. En un rincón de la habitación estaba Christine, dormida como un tronco. Seguí observando la instancia. Todo estaba igual salvo la mesilla, donde se hallaba la flauta de Julie. Ahora estaba sin brillo, apagada... lamentándose de la pérdida de su portadora quizás.
-Veo que ya despertaste.- Dijo una voz familiar. Era Wincott, que al igual que la flauta, se hallaba apagado.- No vengo a hablar...de... ya sabes quien. Vengo a hablar de la inocencia. Al parecer la inocencia residía en el animal, pero hubo la equivocación de pensar que estaba poseído por un akuma. Más bien fue al revés, el akuma no podía con aquel animal, y os hizo creer que era cosa de su poder, por eso también lo hizo con algunas personas.- Dijo señalando a Christine.- Así que, la inocencia ya no está Arystar...
Sus palabras tenían resentimiento y rencor. Herían como cuchillos y cada vez me atormentaba más.
-¿Y qué vas a hacer Wincott? ¿Regresarás a la Orden?
-No creo... necesito tiempo, me dolería mucho recordarla ahora... adiós exorcista...- Dijo el loro mientras salía por la ventana.
Tras la ida de Wincott poco me quedaba hacer allí. Todo volvió a la normalidad, salvo el calor que parecía más insoportable que otros días.
En cuanto a Julie... solo pude dejarle unos ramos de flores en el centro del parque. Aquella vez elegí un ramo de lirios blancos. Pureza, inocencia... todo lo que tendría que ser Julie ahora, y no polvo... No pude evitar volver a llorar otra vez. Puede que no fuera un familiar, pero si una compañera, y como tal, tendría que haberla ayudado en su momento...y no dejarla partir.
Mientras subía al tren observé como aquel grupo de niños pequeños se despedían con energía, como el médico salía corriendo a atender un desmayo por el calor, como la mujer de la posada reñía a la buscadora por algún motivo... Las pequeñas cosas de la vida son las que daban senitdo a la misma.
-Julie estés donde estés, prometo no dejarme vencer nunca...- Dije sujetando fuerte su flauta.
Nunca más me dejaría vencer...Nunca más.
[cambio de escena]
Invitado
Invitado
Re: Misión a Caucaia [Juliette B. & Arystar Krory]
TT sob....
En fin, evaluacion:
Exorcista Arystar Krory
Originalidad: 3
Concordancia: 3
Interpretacion: 3
Realismo: 3
Respeto de las normas: 3
Total: 15
Un krory de lujo =D
En fin, evaluacion:
Exorcista Arystar Krory
Originalidad: 3
Concordancia: 3
Interpretacion: 3
Realismo: 3
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Un krory de lujo =D
Coralie Monich
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