Reclutamiento al paso de Traiza en España - Huelva

-Buenos Días Taiza, es un verdadero gusto conocerte- Le respondí cordialmente con una sonrisa contagiosa –No lo se pequeño, tengo un pequeño trabajo que hacer- seguí cambiando ligeramente mi tono de voz –pero dime ¿Qué quieres?-

El viento estaba comenzando a soplar de una manera tal que parecía estar cambiando de clima repentinamente, y algunas gotas de lluvia estaban empanzando a salir. –Vaya- dije yo al ver el cielo –parece que mi viaje a las montañas se van a ser interrumpidas- Proseguí mientras caminaba hacia el muchacho.

-Vi que las armas del policía no surgían efecto sobre la bola, cualquier persona se habría asustado y habría huido, usted no. Es imposible que el policía haya destruido las bolas, sus armas son inútiles, por descarte, fuiste tú. Quiero que me expliques que son las bolas, quien eres, como se destruyen, y sobre todo, que es el lanzatrompos- Entonces le enseñé el objeto brillante encontrado en la alambra de granada cuando todavía estaba viva.
Era inútil mentir, esta vez, no podía escaparme a la verdad, que eran las bolas, el lanza-trompos, como se destruían las bolas, y quien era él, quien era Tiedoll.

-Vi que las armas del policía no surgían efecto sobre la bola, cualquier persona se habría asustado y habría huido, usted no. Es imposible que el policía haya destruido las bolas, sus armas son inútiles, por descarte, fuiste tú. Quiero que me expliques que son las bolas, quien eres, como se destruyen, y sobre todo, que es el lanzatrompos- dijo el chico emocionado, mirándome, con unos ojos curiosos de saber que fue lo que pasaba, yo solo lo miraba con atención y con asombro, parecía darse cuenta de lo sucedido.

-No se que vistes tu, pero a veces solo hay que creer, cree en esos valerosos policías que me acompañaron- con una sonrisa –esas bolas de metal se llaman akumas, pequeño- mirando al cielo –pero para eso te tengo que explicar que son.

Saque un libro de apuntes y comencé a dibujar sencillamente un gordo con un gorro chistera –Existe alguien llamado el conde del milenio; este, desde muy antiguo, ha atacado a la humanidad con esos akumas- dibujando unas bolas con unos cañones apuntando a varias personas –Yo, como dije, soy Froi Tiedoll, un exorcista general de la orden oscura- comenzando a dibujar hombres con trajes negros - los exorcistas son aquellos enviados por Dios para eliminar y purificar esas almas perdidas convertidas por el conde-

En eso comencé a pensar y mirar hacia el cielo como si hay encontrase la respuesta -¿Qué tratas de decir con tu lanza-trompos?-

-Por la manera de contarlo, veo que es una historia larga, tenemos todo el día, explica el origen de todo, si lo cuentas todo así no entenderé nada.- respondí yo.
Soy un buen estratégico y suelo ser acertante en lo respecto al pensamiento, por decirlo así. Me baso en la lógica, en la evidencia y en la manera de algo, se cuando algo es imposible y eso me daba ventaja, pero tenía un defecto, escasa información. No estoy enterado de la mitad de las cosas del mundo, y eso me hacía vulnerable.
Me había criado en la calle, la mitad de mi vida, había aprendido mucho de esta más que del propio orfanato, era certero. Por lógica, me tendría que explicar muchas cosas, no se dio cuenta de ese detalle, ahora yo sabía para quien trabajaba y para qué, la evidencia le obligó a decirlo y ahora gracias a la información yo estaría al tanto de todo lo que Tiedoll sabía, era solo cuestión de tiempo que respondiera.
Dijo que tenía prisa, eso me daba ventaja, explicaría las cosas pronto y no se pararía a pensar algo dos veces en la mayoría, le había sacado demasiada ventaja, por su expresión y su mirar sabría que es mentira y que no, si respiraba irregularmente y miraba con ojos oscuros, (sin luz reflejante) era mentira, si lo decía tranquilo, decidido y con los ojos de otra manera, definitivamente, era verdad. Estaba en jaque y solo le quedaba un sitio para mover, y si se movía a este, sería jaque mate, eso sería en una partida de ajedrez.
Sonreí, debido a que ya tendría mis respuestas, pero Tiedoll podría ser listo y quiza lograra salir, pero estaba en la red de una telaraña con otra enfrente y la araña al lado, podría escapar, pero después caería en la otra, entonces la araña iría a la otra telaraña y ya sería un golpe final. Eso le pasaba a Tiedoll en estos momentos, y yo era la araña.

Miro a Taiza con mucha extrañes, estaba pensando demasiado y se había quedado así por un tiempo. –Bueno, si tienes bastante tiempo- mientras se paraba –me tendrás que acompañar a las montañas- le dije, cogí mis cosas y estuve caminando un rato. –Vámonos Taiza-kun-

Caminando vio varios paisajes, todos montañosos. Algunos con ríos y arboles, otros, con rocas y animales; pero todos con vida. El camino estaba hay a pesar de las vueltas, yo solo quise entrar en silencio mientras caminaba, quería ver las reacciones de este muchacho.

Llegamos hasta la falda de la montaña luego de 2 horas de caminata, estaba cansado de tanto caminar, me sente en una roca y mirando al cielo dije: -Iufff.. si que ha sido una gran caminata-

-Gracias Tiedoll, bueno, hablabas de inocencias y akume... ¿como era?... Okomo... ha¡¡ ya, era Akuma, ¿que es la inocencia?, ¿que son los akumas? explicame eso antes, y despues de dices lo del milenio del conde y los exorcistas.
Estaba agradecido, me había acompañado hasta la montaña solo para satisfacerme, ni si quiera me amenazó. Era una buena persona.
-Cuenta, estoy impaciente-digo contento
Entonces pense, dijo algo como que el milenio del conde y los exorcistas buscaban una humildad o algo así, quiza fuera el lanzatrompos lo que lo hizo venir aki. Bueno, eso no lo sabía yo, solo el, Tiedoll, el pintor que ocultaba algo.
Esta vez no me dedique mucho a pensar, me limite a esperar, mirando al suelo y descansando, se me encendio una bombilla en la cabeza, no pense mucho en ello, pero era probable, me hizo sonreir ante la posiblilidad.

El chico parecía querer mas explicaciones –Mas a su tiempo- le dije mientras veía como las nubes formaban extrañas formas, pero bien conocidas. Una de esas, eran el rostro de kanda [off: imagínense por el amor al chocolate xD], otra es también mi hijo del reloj que había conocido en el norte de Europa, y así, con muchas mas nubes veía varios recuerdos míos. Eso me hizo sonreír.

-Solo debes pensar en proteger las personas- dije después de un molestoso silencio y parándome de nuevo para renovar la caminata –así que, si tienes la inocencia, puedes proteger y si no las tienes, también- bajando mi mirada y viéndolo a él de nuevo.

-la inocencia es el instrumento que da dios a los hombres para proteger y combatir al conde- señale al lanza-trompos del muchacho –solo falta creer en el-

Sin darme cuenta, una de las rocas se había movido hacia mi protegido. Como si fuese un cuento de fantasía, salieron brazos y piernas para que acto seguido lo abrazara –Exorcista, si me das tu inocencia, no matare al chico- decía.

-¿Tiedoll? - digo asustado - ¿que es esta cosa?
Intente soltarme, pero fue para nada, era resistente.
-Creo que tengo un grave problema.
Y era cierto, estaba en graves problemas, *¿que podía hacer un inexperto como yo en este caso?* pense.
Me intente animar metiendome la mentalidad de que Tiedoll me salvaría con su inocencia, pero, ¿Esto es un akuma? no vi nunca cosa igual, *Seguro, tiene que serlo* me decia a mi mismo.
Controlado por el panico, abrazado a una roca parlante, y sin saber que era, asustado.

Había aparecido un akuma en forma rara de roca, era pequeño y por lo tanto escurridizo, sin embargo, tenía que actuar rápido. –Arte- en una exaltación que prácticamente hizo que el akuma templara. Mentalmente ordene que aplastara al pobre –Ese es un akuma- comente mientras me sentaba –y definitivamente busca algo, y creo que no es mi inocencia- apuntando al joven que estaba tan solo pasos míos y pocos del akuma aplastado por mi arma.

El aire comenzó a agitarse un poco y un silencio incomodo salió de repente en mi callar. -¿Cómo dices que hace tu lanzatrompos?- quería verlo con más detalle y ver si en verdad era lo que presentía.

Eso me recordó que tenia que ir a Barcelona de aquí a unos meses para comprar algunas pinturas que exclusivamente venden allá, solo podía decir que me entusiasmaba la idea de regresar el lugar en donde había encontrado uno de mis hijos.

-Bueno, solo e tenido sueños, pero si quieres saberlo... de mi lanzatrompos salían miles de trompos disparados que destrozaban al akuma, pero eso a sido en sueños, no se que hara en realidad- Dije yo.
Era la auntentica verdad, y Tiedoll me ha salvado la vida, debía contarselo.
-¿Mi inocencia tambien puede destruir el akuma rocoso parlante?- Dije.
Pero tenía otra pregunta -¿Como se crea un akuma?

-Con entrenamiento, esfuerzo y mucho cariño; llegaras a, no solo vencer a ese tipo de akumas si no uno mas fuertes; y con respecto a tu pregunta, eso es un tema que nadie sabe por el momento, solo sabemos que existen y el conde milenario los crea- mirándolo fijamente.

–Ahora vamos a ver que hace tu lanzatrompos- con una sonrisa, así que mande a mi inocencia que aun estaba activada a que le sirva como saco de arena en un gimnasio de boxeo. –Golpea al muñeco blanco o el te golpeara- cerrando mis ojos y un una sonrisa que no daba lugar a reclamo

-lo intentare, hummm... !Activate inocencia mía¡ -No paso nada- Creo que asi no es, emm... !lanzatrompos dispara y dispara¡ Vale no funciona, a lo mejor hay que pulsar algo -Busco un boton en el lanzatrompos- una pregunta, ¿Como activas tu tu inocencia Tiedoll? No se activarla, todavía. -Mientras decía eso intentaba hacer algo con el trompo y no hacia nada, **De alguna manera tiene que ser** pense. Entonces tuve una idea, pensar en un akuma. Pense en la bola de metal o hierro que disparaba y entonces el lanzatrompos se iluminó.
-Tiedoll, creo que no hace falta que respondas-Dije yo sonriente.

-Tiedoll, creo que no hace falta que respondas- Dijo sonriente el chico, parecía haber pensado en una forma así que me decidí en ver si eso era verdad. Así que prepare a mi muñeco para que diera un golpe, suave, pero lo suficiente que si no se defendía, le iba a doler después.

Era raro entrenar a mis alumnos de esta manera, solo al ver que este parecía iniciativa para la pelea, quizá intentarlo.

Así que le ordene finalmente que haga un golpe directo hacia el muchacho con solo la palma de su mano –Ataca al muñeco, Taiza- Grite para que reaccionara.

-Golpea el muñeco Traiza- decia Tiedoll.
Ahora la inocencia estaba activada, se debía poder lanzar el trompo de alguna manera, pero la cuestion vuelve a ser la misma, ¿como? Pense en recordar todo lo que hizo Tiedoll.
Cuando utiliza el muñeco no decía nada, asi que no hacia falta pronunciar nada, entonces era... si quiza era eso, con la mente, bueno. **No eso es pasarse** pense, pero a pesar de eso lo intente, **disparate mucho y mucho mas** pense, pero no paso nada, **quiza halla que pensar en activarla** pense en el lanzamiento de los miles de trompos, una y otra vez, pero nada, entonces, por ultima vez, pense **entonces, es otra habilidad, una, que yo por ahora no se cual es, lo mejor es intentar con distintas habilidades, quiza una sea la correcta**