Reclutamiento a Aragua

Despues que Ichigo se despidiera de ellos, este se encontraba en el camino donde le habia dicho Zol que estaba cerrada, desde lejos se podia observar una gran reja rodeando la torre y la unica entrada era custodida por dos personas que paresian ser sacerdotes.

-lo lamento hijo mio, pero no puede seguir su camino- desia el padre que paresia algo calvo con anteojos vestido con una sotana negra con morado -tan solo puede pasar los elegidos del señor- decia el otro que era un hombre un poco barbudo.

Mientras Ichigo caminaba, pensaba en todo lo que había pasado.

Una joven, la única viva de la familia Beoulber estaba en su casa, y de repente aparece una torre, en las noches aparecen criaturas extrañas y la entrada del pueblo era custodiada por la Iglesia Católica. No era más que un signo de Inocencia, y que esperaban a un exorcista que fuera hacia allá. A lo lejos se podía ver mejor la torre, viéndose la punta y el color gris de la lejanía, su estilo tipo medieval le sorprendía, y que si no estuviera en una época donde sus construcciones habían acabado, realmente estaría sorprendido.

Cuando bajaba una clina, una reja interfería con el paso hacia el pueblo, donde eran custodiadas por 2 sacerdotes que no dejaban pasar a personas normales. Claro, a ninguna menos a los exorcistas, y menos con el rano más alto que tenía el peli naranja, que casi ninguno podia alcanzarla.

-¡Ah!... debe ser la capa que me guarda el traje...

Este hizo que su capa, con la mano, se pudiera quitar de la vista frontal, para que se viera su traje de exorcista, su insignia y el diseño de la misma, para confirmar que era un enviado de Dios.

-General exorcista, Kurosaki Ichigo... han encontrado al enviado del señor...

Dijo igualmente en una voz seria, esperando a que le dejaran abrir. Era lógico que todas las iglesias supieran de los exorcistas, más sobre los generales, así que abrirle era como un deber para ellos.

los 2 sacerdotes quedaron sorprendidos al ver la insignia y al haber escuchado al exorcista.

-dejenlo pasar- se escucho desde atras, cuando los sacerdotes se voltean observan a una mujer algo joven pero con su cabello blanco, ojos amarillos, su piel blanca, una tunica negra con un orgamento blanco en su cuello y un gorro siendo acompañada por dos mujeres vestida de blanco -si maria-sama- dijo el sacerdote que era algo barbudo

estos se quitaron del camino de Ichigo mientras se le acerca maria -Bienvenido general-sama soy Maria de la cruz- dice maria besando la mano de ichigo -sigame por favor lo guiare hasta la torre- le dice maria.

-lo que sabemos que esta torre aparecio en el medio de la noche hace 5 dias, haciendo que de noche apareciera unas criaturas extrañas, hemos perdido muchos de nuestros purificadores e incluso en las noches se escucha un llanto en la torre a igual que unos golpes- le explica maria mientras caminaba al lado de ichigo siendo seguida por las dos mujeres de blanco

Ichigo dejó de agarrar su capa para que tapara su traje nuevamente, y escuchó la voz de una mujer decir que lo dejaran pasar. La mujer tenía un aspecto raro con el cabello blanco, nunca había visto a nadie con el cabello blanco, esa era una rareza, sin embargo, no importaba mucho este tema, por supuesto se podría tomar para después.

La mujer se acercó y tomó la mano de Ichigo, para besarla. Y este lo unico que hizo fue subir una pestaña para después seguirla caminando hacia el lugar de los hechos.

-Entonces lo de las criaturas si es cierto...

Dijo en voz baja, mientras seguía caminando.

-Entiendo. ¿no saben como destruir la torre para entrar?, ¿no han hecho nada para poder entar? quizá eso me sirva... o si no, simplemente usaré la fuerza bruta...

-Pues hay una forma de entrar pero estabamos esperando que usted llegara- le respondio maria mientras estaba casi por debajo de la torre, que desde cerca se podia observar que estaba hecha de trozos rotos de metal entre tambien armas casi derretidas dandole a la torre una atmosfera y vista siniestra.

-cuando es de noche la torre abre como una especie de puerta, cuando se abrio la primera vez mandamos a 5 explorados de los nuestros pero no volvieron ademas que de noche esta torre empieza a iluminarse por un resplandor algo extraño de color verde- le termina de decir maria esperand que dijera algo ichigo.

-Inocencia.

Dijo después de las últimas palabras de la mujer. Miró alrededor, y todavía se podría ver que era de día, aunque no por mucho, ya que era de tarde, y quizá en una o 2 horas anochecería, y vería por fin lo que la chica informaba.

Sin esperar mucho, de sus bolsillos sacó dos guantes oscuros, con una cruz en la parte de arriba, en ambas. Este se las puso, mirando hacia arriba, mirando la punta de la torre.

-Que una chica esté ahí durante 5 días debe ser algo horrible... yo me encargaré de esto, sino hay de otra... ¿no se han visto Akumas en lso alrededores?

Quería saber antes de comenzar a esperar a la noche, para poder entrar a la torre y rescatar a la chica.

-pues las criaturas extrañas que mencionan los pobladores son akumas pero no atacan a la torre provienen de la torre, bueno de todad formas les informare a los Buscadores que esten prerados- dice Maria mientras se hiba anunciar.

ya habian pasado varias horas, era de noche y ni señales de los akumas o de la torre abriera su puerta, los buscadores estaban terminando de armar sus esquipos.

-hua....hua....hua....hua...- de repente en todo el lugar se empezo a escuchar una voz como si estuviera llorando -hua...hua....por favor.....ayudenme- dijo la voz que paresia ser proveniente de la torre.

de la torre aparece una puerta hecha del mismo metal de la torre pero cuando se abre la puerta sale varios akumas de nivel 1 listo para el combate. "tash!" "tash!" se empieza a escuchar el golpe de un objeto con un metal.

-¿Akumas que no atacan a las personas?... ¿proviene de esa torre?

Dijo primeramente mirando a la mujer, para luego volver a ver hacia la torre.

(¿Qué rayos sucede ahí?)

Se preguntaba, ante tantas incoincidencias. ¿Akumas que no atacaban humanos?, ¿una incencia que tenía a esos akumas?, ¿atrapaba a quizá un elegido del señor?, realmente era algo sumamente extraño, que pronto sabría qué pasaba.

Se acostó en el pastizal, mirando el cielo, mientras atardecía, aunque no se dormía, por la emoción interna que tenía destruir a varios Akumas, y desvelar el misterio que ocultaba la torre.

Por fin se hizo de noche, y el general tenía los ojos cerrados, más no estaba dormido. En cuanto el sol se ocultó, el chico abrió los ojos, y levantó la parte superior de su cuerpo, mirando la torre, con una cara seria.

La torre empezó a brillar, y la voz de una chica se empezaba a presenciar, pedía ayuda, y lloraba.

La torre formó una puerta con su mismo metal, y en cuanto cayó, varios Akumas de nivel 1 salieron de la misma. Gritando en sus máscaras y agarrando vuelo, para disparar desde una buena altura.

El general se levantó lentamente, y admiró a los Akumas, para sonreír y decir en voz baja.

-Actívate... ¡Punch Bomb!

Sus guantes brillaron por un momento, para después mostrarse nuevamente los guantes oscuros, viendo que brillaba su cruz en un tono verdoso.

-Hora de la diversión

Empezó a tomar la postura de su estilo de pelea; boxeo. Y corrió hacia uno de los 7 Akumas que se hicieron presentes, para saltar fuertemente y lanzar un golpe al mismo, para hacerlo explotar e ir a por el próximo, que estaba a una altura más baja. Sus pies cayeron encima del segundo Akuma, y lanzó un puño hacia abajo para destruirlo. La explosión lo hizo volar hacia la posición de un tercer Akuma, y destruirlo con su guante izquierdo desde abajo.

Cuando iba de caida, giró sobre si mismo para disminuir la caida, y tocar suelo con sus pies, sin sentir el dolor del golpe.

Saltó con el fuerte impacto hacia un AKuma que se encontraba en uan zona baja, destruyendo a un cuarto Akuma, para después estar frente a la torre, y 3 de los restantes Akumas se encontraban detrás de él, próximos a atacar a los seguidores de la señora.

Ichigo puso sus dos guantes encima de sus hombres, y señaló con su dedi índice a uno de los Akumas, con su mani izquierda, y a otro, con su mano derecha, y disparó sus rayos, destruyendo a ambos AKumas, sin si quiera llegar a verlos.

Tan solo uno quedó vivo, y apuntando sus dos dedos índice a un único Akuma, disparó, destruyendo al faltante, sin si quiera sudar una gota.

-Pan comido...

Hablaba mientras caminaba hacia dentro de la torre, con sus Inocencias activadas.

Ichigo entro a la torre observando una escalera hecha de escudos oxidados y dañados pero desde arriba se podia observar una luz verde muy fuerte que se hiba y venia como si fuera un bombillo mientras se escuchaban los golpes del metal.

mientras este subia se podia observar como 8 akumas mas bajaban desde arriva para atacar al exorcista apuntandolo, mientras se escuchaban la voz de la niña.

-papa...mama....salvenme.....por favor- decia la voz entre lloriqueos, y mas fuerte se escuchaba los golpes hasta que se pudo escuchar una voz algo extraña -Muerete de una vez niña- decia una voz algo gruesa e irritable -es por eso que odio a los niños- decia otra voz chillona -cayense y sigan trabajando, yo seguire manteniendo el portal abierto- decia una voz algo femenida peor l mismo tiempo se escuchaba horrible.

Mientras caminaba hacia dentro de la torre, miles de dudas le cruzaron la mente, Inocencia, Akumas, rehén, muchas cosas pasaban, pero ninguna tan improtante como el presente.

Al pasar el umbral, se podía ver una escalera hecha de escudos viejos, y al final de ella se encontraba un color verde pulsante, iba y venía, y a tan solo un paso que dio a un escalón, 8 Akumas más de nivel 1 vinieron a recibirlo. Ya tantos Akumas le empezaban a molestiar, y no pasaron ni 5 segundos, cuando 8 explosiones consecutivas se escucharon. Ichig había destruido a cada Akuma con sus dedos índices. No quería acabar mucho con su energía recién que tenía, y pronto vendría su horario de comida, y siempre uqe sucedía, sus energías fallaban.

El peli naranja sopló el humo que salía de sus dedos, de tantos rayos que soltó, y siguió escalando, para llegar al final de la escalera.

-Ya voy para allá, pequeña... ya pronto saldrás de aquí.

Decía con voz alzada, para que lo escuchara, tanto ella como quienes estuviera cerca de la chica, los cuales destruiría sin problemas, en caso de ser Akumas de bajo nivel. Su molestia aumentaba, y hacer tantos problemas para buscarla era algo que no soportaba. Era ahora, o nunca.

al instante que llego Ichigo al final de la torre pudo observar que causaba la luz verde era la chica alicia siendo protegida por una aura alrededor de ella proveniente de las dos lanzas tambien observa los causantes del sonido de metal golpeando.

era dos hombres de aspecto extraños, uno era como un hombre que paresia ser una armadura viviente pero su brazo era una gran hacha, el otro era un sujeto que era totalemente negro como una sombra con tatuajes rojos que vestia tan solo un pantalon rojo y dos dagas, a simple Vista se podian ver que eran dos ACM.

Y cerca de un escudo sentado habia una mujer de aspecto casi humano, era un akuma de nivel 2 que tenia un portal abierto que los akumas de nivel 1 atravesaban para llegar al lugar.

-vaya, vaya un general- decia el de la armadur que era el dueño de la voz algo gruesa e irritable -jejeje si lo matamos el conde nos recompensara- decia el de los tatuajes que era dueño chillona -pues por que no nos divertimos con el?- decia la akuma, la chica se estaba quedando dormida dentro de la esfera de inocencia.

al decir eso el hombre de los tatuajes aparece atras de ichigo lanzando un atque con su daga, mientras que el de la armadura se lanza de frente con su gran hacha para picarlo en dos.

Por cada escalera, Ichigo ya estaba mucho más cerca del final. Primero se notaba su cabello naranja mientras subía, después sus ojos marrones y después la capa que traía puesto, para ver a cada momento com ocrecía, hasta pisar el escalón final, y estar frente a frente con los que iniciaron todo.

3 enemigos, al parecer, sería cosa muy fácil para un general acabar con ellos. Y Ichigo tan solo llevaba unos meses de estar de general. A veces odiaba el trabajo, y realmente que el dinero no le rindiera para días era algo que detestaba, pero personas amables como aquella familia que le otorgó comida y lo trató tan bien, eran las cosas que agradecía. Personas buenas que le brindaran seguir con vida, cosas así no las podía perder, por lo que morir, no era una opción.

Se detuvo en el último escalón, mirando a sus 3 contrincantes. También admiró la esfera de energía uqe mantenía atrapada a al chica; Alicia. La misma esfera la mantenía protegida de los Akumas, para que no la mataran, pero esto también interfería con la evolución de la misma Inocencia, y no podía tomar la forma de algún arma.

-Dejen a al chica en paz...

Mostraba molesto la expresión del peli naranja. ya estaba cansado de tantas vueltas, quería terminar de una vez por todo, y más que una chica quedara atrapada nada más por seres insignificantes como esos Akumas. Estaba realmente molesto, y sacarla era su proriedad, pero para ello debía, o matar a los Akumas, o sacarlos del castillo, para que la Inocencia pudiera dejar de protegerla y tomar forma.

Antes de poder decir algo, los dos hombres le atacaron, uno por la espalda, con una daga, y otro de frente, lanzando un ataque con la hacha, reemplazando la mano.

El general no sonrió, pero sin siquiera mover sus piernas, movió su mano izquierda para agarrar la daga que iba directamente hacia su espalda, y agarrarla. Al igual que con al otra arma, usó su mano derecha para agarrar el filo de la hacha, y detenerla. Ambas armas empezarón a tornar un brillo rojizo fosforesente, y en 2 segundos, Ichigo soltó las dos armas, explotando ambas.

Hubo un poco de humo por la explosión, y en un momento, ambas armas desaparecieron.

-Si quieren vivir un poco más, dejenme en paz y váyanse del castillo. De lo contrario...

Fue entonces cuando el exorcista sonrió, y puso su brazo en su respectivo costado.

-Intenten atacarme, y lo sabrán.

-m-mi Hacha!- decia el hombre de la armadura asombrado como destruyo su hacha -he tan solo destruiste mi daga, es hora que muestre mi habilidad otorgado por el conde-sama!!!- decia el de los tatuajes convirtiendose en una especie de lobo negro.

el lobo empieza auyar haciendo que la sombra del general ichigo se levantara y empezara atacar su propio dueño con sus mismas tecnicas.
-tienes razon mi amigo, buaaaaaaaah- decia el hombre de la armadura sacando otra hacha aun mas grande -mueeeereeeeee- decia la armadura lanzandose enzima de el.

mientras que la akuma extiende sus brazos y empieza a disparar un monton de agujas hacia el general.

Ichigo bajó la cabeza, suspirando.

-Les estaba facilitando las cosas... pero si así lo desean... se encontrarán con su creador.

Cuando levantó su cabeza, mostró su cara seria y fría, para después esquivar el puño que venía de detrás de él, perteneciente a la sombra, que atacaba con los guantes. Al mismo tiempo, saltó hacia un lado, esquivando la enorme hacha que tenía el otro hombre, y poniéndose en posición de boxeo.

La sombra se lanzó hacia Ichigo, lanzando varios golpes hacia el pecho y cara, e Ichigo los evitaba, usando sus brazos para evitar los golpes, y chocando sus brazos contra los de su sombra, para así no hacer que los guantes no le explotaran, ni en su cuerpo, ni en sus brazos, sabiendo perfectamente cual era su debilidad.

Se agachó ante el último y lanzó una patada giratoria por el suelo. La sombra 3D saltó fuerte, y lanzó un golpe hacia abajo con sus guantes. El joven peli naranja usó sus guantes para ponerlos en el suelo, y hacer explotarlo, para ser enviado hacia atrás, y ser resvalado, cayendo de pie. Resvaló unos 5 metros, por la tierra en el lugar, quedando a unos cuantos metros de la esfera de energía que protegía a la chica.

-No soy fácil de vencer, por lo que veo...

Se levantó y nuevamente puso su postura de boxeo, para después correr hacia la sombra para atacarla a puños. Pero la misma figura oscura, que era idéntica a Ichigo, aunque sus facciones eran todas oscuras. Era prácticamente idéntico al original. La sombra lanzó rayos de sus dedos índices, e el general se hechaba de un lado hacia el otro, intentando quedar fuera de la línea.

Al estar a unos 4 metros, agarró fuerza con su mano izquierda y lanzó un rayo de la palma de su mano, grande, y lo lanzó hacia su propio enemigo. El otro Ichigo puso sus guantes para recibir el ataque. ¿En serio el mismo podría recibir su propio ataque?, pero si solo se metía de frente cuando...

-Está protegiendo al hombre de la armadura...

Dijo en voz baja, mirando por detrás de la sombra, y ver que ahí se encontraba el hombre de la armadura. El peli naranja sonrió, al ver el punto débil de la sombra, y era quien la proyectaba. Si no fuera por su debilidad de que cuando alguien ataca, y tenía que proteger algo, se encontraba al ataque de frente, no ubiese descubierto tal cosa.

-Mi debilidad es tu debilidad...

Ichigo nuevamente corrió hacia u sombra, lanzando bastantes golpes hacia su persona, y la sombra esquivaba de la misma forma en que esquivó a ella; con los brazos. Casi se turnaban para lanzar golpes y esquivar, ambos evitando ser golpeados por lso guantes. Casi parecía ser una batalla a toda velocidad, casi ni viéndose cuando lanzaban el golpe y ya era cuando evadían. Parecía una batalla épica, hasta que la pierna de Ichigo no pudo sostener todo su peso y no pudo evitar uno de los golpes de su sombra. Aunque afortunadamente hizo que su cabeza se moviera a un lado, pasando el golpe al lado de la cabeza, y haciéndole un rasguño en su mejilla.

(Rayos... sufro de cansancio... Sim embargo...)

Este saltó fuertemente hacia atrás, respirando agitadamente de lo cansado que estaba, y viendo qué táctica podía usar para acercarse al hombre de la armadura.

Creó bastantes estrategias, pero la más alocada parecía ser la más efectiva.

(Tendré que arriesgarme, sino lo hago, podría morir...)

Ichigo corrió fuertemente hacia la sombra, y saltando lo más que pudo hacia arriba, se dio la vuelta, para apuntar hacia la pared de la torre, y cargar los rayos que próximamente lanzaría. Los lanzó, y la resión lo hizo salir más fuerte hacia la sombra, a una gran velocidad. El peli naranja se volteo y lanzó una patada hacia la barbilla de su sombra, impactando de lleno contra ella y lanzándola hacia atrás.

Sus rayos seguían saliendo de sus guantes, y su cansancio aumentaba, pero estaba a punto de acabar todo cuando lanzara sus rayos hacia el de la armadura.

Cuando alcanzó unos metros hacia el caballero, dejó de lanzar rayos, y se volteo, estando frente a frente contra el lobo.

Lanzó nuevamente rayos hacia el lobo, y los traspasó los mismos, cayendo metros hacia atrás, siendo golpeado por los escalones y por fin, el cuerpo de aquel lobo se encontró en el último escalón, muerto.

Miró hacia atrás, viendo la figura de su sombra en el cielo, y cómo poco a poco se iba desvaneciendo, hasta que desapareció.

-¿Te olvidabas de mi?

Se escuchó un grito a su espalda, y un hacha golpeo contra su hombro, abriendo una gran herida, y manchándolo de sangre, quedando incrustada el hacha. Ichigo bajó la cabeza y sus ojos no se vieron, resistiendo el dolor. La figura de Ichigo se quedó quieta, como si estuviese dormido parado. Hasta que el hombre retiró el hacha con fuerza, saltando hacia atrás y riendo alocadamente. La sangre salía de la herida, y manchaba la capa del general.

El exorcista se volteo lentamente. Parecía muerto, sus extremidades se movían sin energía, aunque su cuerpo seguía activo.

Su figura desapareció un instante, y reapareció delante del hombre, agarrándole la cabeza y levantándolo a partir de la misma. El hombre parecía sorprendido, ¿como después del ataque podría tener energía para tal cosa? con su mano derecha agarraba la cabeza del hombre, y apareció el tono rojizo aparecer en la cabeza, después en el cuelo y empezó a dominar el cuerpo, pero eso no era todo. Lanzó un golpe con su mano izquierda hacia el estómago del hombre, explotando en la misma y matándolo al instante, que cuando soltó su mano derecha, hubo una segunda explosión, acabando con la vida del otro hombre, enviándolo a un mejor lugar.

En general seguía con su mirada baja, y sus ojos estaban blancos. Se encontraba inconciente, pero su fuerza de voluntad seguía latente, manejando su cuerpo ante el deber, y no morir, como si otr persona dominara su propio cuerpo.