Reclutamiento a Aragua

Venezuela/ Aragua, aun aragua sigue siendo un pacifico pueblo, los pastos era de un color verde hermoso, las casa parecian viejas pero por dentro hermosa.

en esta pueblo son liderados por la "Santa Iglesia Catolica" y "La Comunion de Duques" la gente del pueblo trabaja normalmente cada quien a su forma pero quien es mas conocido por los lugares es la "Herreria Beoulbe".
Su antiguo dueño habia fallecido y su sucesor fue una joven de nombre Alicia Beoulbe desde temprana edad, desde la muerte del padre han pasado muchos años y alicia se ha vuelto una experta sobre la herreria.

Alicia estaba terminando de Hacer una espada para un coleccionista que se lo habia encargado cuando a la Herrareria entra un chico alto, un poco flaco y de un peinado algo raro de color casi naranja.

-Hola Alicia, ¿sigues terminando la espada?- dice el chico preguntando de forma alegre -Aun no, falta ponerles los orgamentos y termino- le dije con una sonrisa mientras el sonreia -vaya ah! cierto, te gustaria comer en nuestra casa Alicia? papa hiso estofado de carnero- me dice -En serio?! claro que estare yo no pierdo ningun estofado de tu padre y dile a tu madre que le llevare un poco de pan- le dije extusiasmada -de acuerdo, bye- se despide el chico -Nos vemos, Marcos- me despedi de el mientras continuaba con el trabajo.

Habian pasados varias horas desde entonces, Marcos caminaba directo a la herreria de Alicia refunfuñando -por que se tarda tanto, seguramente quiere terminar la espada primero, cuando la vea la voy a......- Marco se queda soprendido al ver de repente como la Herreria estaba cubierta con un monton de metal haciendo como una especie de torre.

han pasado 3 dias desde aquel incidente y ahora la "Santa Iglesia Catolica" no permite el paso a ese lugar, ya que muchos aldeanos han dicho que unas bestias extrañas aparecieron justo en el momento que aparecio la Torre.

El general Ichigo se encontraba en las afueras del pueblo, caminando por el camino de tierra hacia el pueblo más cercano. Tenía su típica capa que escondía todas las Inocencias que contenía, en total eran 7 Inocencias. Su paso era normal, sin ver algo anormal en el camino. Su cabello seguía igual de largo, que alcanzaba sus hombros. Su color era el naranja, su expresión era seria, pero no por que así fuera él, sino por la hambre que tenía.

Su estómago gruñó, como si se tratara de un Leon, y se puso su mano izquierda en frente de su barriga, para mirar hacia abajo y suspirar.

-Rayos... nuevamente tengo hambre... hace 2 días que no como...

Se dijo arrepintiéndose de no comer más de lo que comió la última vez.

Sus guantes estaban guardados en sus bolsillos, puesto que no los necesitaba ahora. Siempre los sacaba cuando estaba en problemas, por demás cosas, no las usaba.

Los alrededores estaban llenos de trigo, y los habitantes del pueblo cortaba el trigo, trajando fuertemente con sus oz, machetes y otros objetos cortantes de granja. A este no le interesaba para nada eso, y menos las personas, o lo que estuvieran haciendo, lo que importaba ahora era él, y la comida uqe pronto probaría. No se encontraba con muchas fuerzas para si quiera usar su Inocencia, y era claro que si lo usaba, solo lo podría en pocos minutos, puesto que se desmayaría por la falta de energía.

Un hombre que transportaba frutas, hierro y vegetales por medio de una carreta siendo jalada por dos caballos de color marron mienras que el hombre silbaba una melodia muy paresida a los cantos de los marineros en alta mar.

el hombre desde lejos observo a un sujeto de cabello naranja que le intrigo un poco, cuando llego justamente al lado de el observe que este tenia su mano izquierda ensima de su estomago.

-hey ¿te encuentras bien hombre?- le pregunta el hombre que transportaba la comida, era delgado pero un poco grueso, de cabello largo liso de color azul y sujetaba el cabello como si fuera una cola de caballo.

Mientras caminaba, su estómago seguía rugiendo, pidiendo comida lo más pronto posible. Sus energías fallaban, y quizá en unas horas caería en el suelo por hambruna.

Un hombre del pueblo, uno que de manera inóspita le preguntó qué le sucedía. Este volteo y miró al hombre que le preguntó. Lo miró a la cara, con una cara de sentirse mal, y respondió en el idioma nativo de la región.

-No he comido en 2 días... y me estoy muriendo de hambre. Intento llegar al pueblo para comprar comida...

Este se puso su mano en el bolsillo, con, y no escuchó monedas.

-¿Eh?

Le daba un ataque casi de que no traía monedas. Se golpeo el otr bolsillo con la palma de su mano derecha, y nada, no traía dinero.

-Rayos... tampoco...

Bajó la cabeza.

-Tampoco traigo dinero...

Suspiró.

El chico de cabello naranja le contesta y se va como si nada, este no le importo y siguio pero en el pueblo nuevamente el hombre se encontro con el hombre de cabello naranja, este tan solo agarro un pai que tenia en la carreta y se lo da al hombre de cabello naranja diciendo.

-Toma para que aguantes el hambre- el hombre le dijo sonriendole mientras le realiza una pregunta -veo que no eres de por aqui, si quieres ven a mi posada para que comas, yo invito- mientras esperaba una respuesta del chico de cabello naranja.

Ichigo ve como el hombre se va, y Ichigo nuevamente suspiró, para voltear y dar unos pasos más hacia el pueblo. Dado unos pasos, ve la punta de una torre, ¿torre? en américa no se habían construido torres, solo eran pertenecientes a Europa. ¿Que rayos hacía una torre en tal pueblo?

Escuchó pasos que iban hacia él, y volteo, para volver a ver al hombre que le había preguntando anteriormente. Le entregó dinero y lo invitó a su posada a comer. El peli naranja abrió los ojos, y casi se le hacía agua la boca, para contestar.

-¿En... en serio? Por supuesto que iré. Gracias...

Este, sin mover las piernas, miró hacia la izquierda, en dirección hacia al torre, y decidió preguntar al hombre, ya que debía ser del pueblo.

-Disculpe... ¿me puede decir que hace una torre en este pueblo? creía que no habían torres aquí.

-entonces esta decidido- dise el hombre con una sonrisa, cuando el hombre preparaba la carreta de las cosas que hiba a llevar a su posada escucha la pregunta del chico.

-pues esa torre aparecio de repente ase 5 dias, es una torre que esta hecha de casi un monton de metal, ahi antes estaba una herreria pero creo que ya no esta, ademas se dice que en las noches aparecen una criaturas extrañas alrededor de la torre- le contesto el hombre mientras termianaba de montar todo a la carrosa -pero quien sabe mas sobre eso es la familia peña que son los que estan mas cerca de esa torre pero yo no conosco- dice el hombre mientras se rasca.

el hombre se monta en la carreta tomando las riendas -por cierto mi nombre es Zol y el tuyo?- pregunta el hombre

-¿Criaturas extrañas?

Preguntó el peli naranja cuando vio que el hombre casi partía.

(Se debe tratar de Inocencia... que coincidencia...)

Se dijo a sí mismo, mientras pensaba. Llevaba varias Inocencias en sus bolsillos, y al parecer obtendría una más, sin encontrar a un moderador de la inocencia. Esa torre tenía que ser Inocencia, pero se seguía preguntando del por qué criaturas extrañas... ¿podrían ser akumas rodeando la zona? tenía que desvelarse pronto estas preguntas que se hacía.

-¿No ha llegado a ver alguna de esas criaturas?... alguna sombra... algo...

El hombre dijo su nombre, presentándose, y Ichigo reaccionó, recordándole que no había dicho su nombre.

-¡Ah!, cierto... Soy Ichigo Kurosaki. ¿Dónde queda su posada?

-mi posada queda dandole vuelta a esa esquina pero me voy a carreta por que carga todo esto es muy dificil- le responde el Zol -bueno montate chaval- dice el hombre.

despues que se montara, el hombre apenas al cruzar la esquina, al final de la calle se podia ver un edifio algo grande de 4 pisos, ancha y de color blanco.
cuando se acercaron se podia observar como dos chicas 12 entre 14 años de edad, cabello de color morado claro con dos coletas largas, ojos de color azul celeste y un especie de vestido de color blanco con orgamentos negros ademas que las dos chicas eran gemelas, estas al ver la carreta corren diciendo -llego papa! llego papa!- decian con alegria -ya he llegado y vengo con un amigo- respondia el hombre.

las gemelas observan a ichigo de abajo hacia arriba y diseversa, entre ellas se hablan cuchicheando, miran a Ichigo y se rien entre ellas en voz baja mientras se sonrrojaban -Oigan ayuden!- decia Zol un poco cabreado -siiiiiii- respondia las gemelas mientras cargaban bolsas pequeñas.

el hombre cargando dos cajas de manzanas entra a la casa y cuando sale, sale junto con una mujer algo bella de cabello largo de color morado oscuro largo, ojos de color azul celeste y utilizaba una gafas; corria hasta donde ichigo -disculpe las molestias que le a causado mi esposo, soy Luna la esposa de Zol- decia la mujer inclinando un poco el cuerpo mientras Zol y sus hijas guardaban las cosas a gran velocidad.

-Ah, claro.

Respondió el adulto Ichigo caminando a un lado de la carreta para montarse. El hombre golpeo su caballo y el caballo respondió moviéndose lentamente. El peso de la carreta lo obligaba solamente a caminar, y no a aumentar la velocidad.

Al cruzar la esquina, Ichigo todavía miraba aquella gran torre que se asomaba por la colina, extrañado de que algo así pudiera suceder. El señor no le respondió sobre aquellas criaturas, quizá no las había visto, o quería saltar el tema, de cualquier forma lo llevó a su casa. A lo lejos se podían ver dos lindas chicas, de entre unos 12 y 14 años de edad, con dos coletas largas, cabello morado y vestido blanco.

Era notorio que se parecían, eran gemelas. Ambas respondieron, al ver la carreta, diciendo "papá", "papá" (¿papá?) se respondía en su mente. Luego vio que era cierto que el hombre era mayor, y que si aprecía tener familia.

Cuando se detuvieron frente a la casa, el hombre bajó de la carreta, al igual que Ichigo. Las chicas cuchicheaban a unos metros de Ichigo, y se burlaban, sonrojándose un poco. Eran niñas, eran igual que todas ellas, hablándose entre si. De todas formas, no era nada amenazante, y tan solo el la svio un momento, para que ambas fueran a ayudar a su padre.

La mirada del joven peli naranja cruzó con todo el alrededor; árboles, pasto, casas, era un lugar muy hermoso y tranquilo de vivir, a diferencia de las ciudadelas de Europa, donde las personas se empujaban por comprar alguna cosa. Todo lo contrario en esta area rural, donde había más que espacio disponible para las personas.

El hombre entró un momento, y al salir, salió con una hermosa dama de cabello morado oscuro, y largo. Ojos de color celeste. Sus hijas se parecían bastante a ella, aunque las gafas era lo que la diferenciaba de ellas.

La mujer habló con el extranjero, y el general volteo, viéndola de arriba a abajo, contestándole.

-¿Molestia? no,no, para nada... Soy un simple extranjero que viene con hambre y el señor me invitó a comer... soy yo la molestia. Soy Kurosaki Ichigo.

Contestó algo serio, pero con educación.

-no se preocupe cuando usted venga a nuestra ciudad, venga para aca siempre sera un gusto resivirlo- dijo Luna a Ichigo en ese mismo momento Zol estaba en la entrada de la entrada muriendose del agotamiento, mientras que luna va a donde su marido a ayudarlo.

las hijas de zol se acercan a ichigo -disculpa ¿usted vino por la torre?- dice una de las gemelas -vienen mas extranjeros para aca dese que escucharon sobre esa torre- dice la otra gemela -de todas formas por favor pasen a la posada "Colina del Colibri"- dicen las gemelas al mismo tiempo mientras entran a la posada.

desde adentro de la casa se podia sentir una aura de tranquilidad y paz, habia un fresco muy agradable y se podia oler el aroma de la comida que estaba sirviendo Luna - por favor sientese aqui- dice luna arrimando una silla que estaba en todo el frente de Zol, con varios platos de comida en la mesa.

-Dijiste sobre las criaturas no ichigo? pues yo no e visto ni uno de esos bihos raros para mi son faunas que estan creando para atraer mas turistas- dice zol -creo que no deberiam hacer eso por que antes hai vivia los Beoulbe- decia su esposa luna -y la unica que seguia viviendo ahi era alicia- dice una de las gemelas -pero desaparecio repentinamente- decia la otra gemela.

-cierto, ademas esos tontos de la "Santa Iglesia catolica" tiene la unica via para ir al publo "Las Animas" y no permiten el paso. esos idiotas- decia el padre despreocupadamente -Cariño...- decia sol enfadada -lo siento, no los vuelvo a insultarlos- decia el padre preocupado mirando a su esposa

Ichigo asintió ante la invitación de Luna, y miró hacia la entrada, y tan solo dar un paso, las gemelas se le acercaron. Una le preguntaba sobre si venía por la torre, mientras que la otra daba información de que quizá solo era para traer turistas.

-Solo soy un extranjero que va de gira por el mundo... (que puede morir de hambre si alguien no le ayuda)

Esto último lo pensó, mientras que las chicas lo invitaban a ir hacia la posada.

Este entró y miró los adentros de la estación. Mirando las mesas, y sillas acomodadas perfectamente, viendo la barra. Dentro de la misma se podía sentir un aura de tranquilidad y prosperidad. Donde nadie esperaría que sucediera algo malo. También el aire se sentía el olor a comida, propia de la comida que estaba sirviendo la señora Luna.

Este se acercó a la silla que le dijo la mujer, la silla estaba en una mesa, en la cual se encontraba el señor Zol. Este se sentó y miró al hombre, mientras la mujer ponía la comida en la mesa.

-¿Atraer turistas?... ya veo...

Aunque algo que lo cambió fue que ahí vivía una sola persona; Alicia. ¿Podía ser lo que el creía que era?, ¿o solo puras supersticiones? Otra cosa que lo cambió fue que desapareció. Eso lo respondía todo, tenía que ser obra de Inocencia.

-Con que la iglesia católica tiene cerrada la única entrada...

Dice mientras prueba un poco de la comida, no tanto, para no quitar tanto tiempo.

-Puedo hacer algo al respecto... a diferencia de los demás, tengo un cierto poder sobre todas las iglesias, y podré saber lo que hay detrás de todo. ¡Ah!...

Dice mirándolos a todos.

-Gracias por la comida, se los deberé.

Contesta nuevamenete, mientras sigue comiendo de la comida.

-en verdad tienes ese poder?- decia una de las gemelas exaltada -oooh vaya, entonces usted debe ser muy importante, por que no lleva a papa- decia la otra gemela -oigan niñas...- decia el padre intentando callarlas -por que papa fue Zol Killer buahha- decia las gemelas cuando Zol las agarra y les calla la boca -Cariño puedo hablar contigo?- decia Luna sonriendo alegremente - si cariño- decia zol mientras hiban a la cocina junto con luna algo preocupado.

-nooo que alguien me salve..nooooooo- decia zol desesperado intentando de huir de su esposa -c-creo que nosotras nos vamos- dijo una de las gemelas y estas subieron las escaleras rapidamente, en eso sale luna -no se preocupe vuelva cuando quiera- decia luna con la misma cara alegre y sale zol sucio y golpeado por todo el cuerpo -y por favor rescate a Alicia es la hija de mi mejor amigo- decia Zol agarrandole las manos a ichigo.

Este escuchaba, mientras seguía comiendo casi desesperadamente, e intentaba no comer tan rápido, como su estómago realmente se lo podía por la gran hambre que tenía.

Escuchó cuando la mujer le pidió a su esposo venir la a cocina, y los gritos que se escucharon. Ichigo prefirió no entrometerse, y seguir comiendo, con una gota en su sien.

Por fin había terminado de comer y su estómago se encontraba con una sonrisa, y el peli naranja se encontraba a un con su mirada seria, como siempre.

El joven se levantó, y la esposa le sonrió, pidiéndole que volviera cuando quiera, mientras el hombre se acercaba y le agarró la mano a Ichigo, mientras que le pedía que salvara a aquella joven atrapada en la torre. Ichigo podía hacerlo, con sus poderes, y este asintió la cabeza.

-Claro que lo haré... es mi trabajo.

Una vez que el hombre lo soltó, se volteo un poco, despidiéndose con la mano para encaminarse hacia el lugar indicado.

-Gracias por la comida, me pasaré por aquí cuando vuelva con la chica.

Afirmaba, para luego caminar hacia las calles nuevamente, y diriguirse al pueblo ,para acercarse al lugar prohibido por la Iglesia Católica, y aprobechar los poderes que el había otorgado la orden Oscura para diriguirse hacia la enorme torre, que tenía como rehén a la chica.