Mision en Suva [Sadic Horus - Ichigo]

La entrada a la ciudad se veía tranquila esa mañana, mas todavía no había nadie. La gente salía a abrir sus negocios, los pasos de los caballos se oían por las empedradas calles del lugar. Todo parecía pacifico por ahora.

Mas a lo lejos ya al fondo de la ciudad, en la costa. El mar se movía lentamente por el vaíven de las olas, este estaba desierto no había nadie en la playa y los barcos estaban anclados y algunos dañados. Mas se veía un grupo de de cuatro personas, dos chicas y dos chicos, que preparaban un bote a escondidas, fueron subiendo sus pertenencias para asegurarse que nadie les viera, partirian muy pronto.

Mientras en el fondo del mar se movía algo, parecía una larga serpiende pro su forma, andaba serpenteando el suelo del mar, comiendo algunos peces y protengiando algo lo que parecía ser su nido.

Un tren arrivaba al lugar, pareciese que del lejano oriente del lugar pues los pasajeros bajaban con un tipo de vestimenta totalmente diferente a la que en aquel lugar se acostumbraba a usar, el agotamiento se notaba en todos, a excepción de un chico que tan serio se quedaba viendo por la ventana aquel cielo tan azúl. Esperaba que todos los pasajeros bajasen para que después el tren comience a avanzar "aparentemente" sin nadie a bordo, pues Horus continuaba su camino un poco más inocuo. Al cabo de un lapso corto de tiempo (no más de una hora), Horus y un personaje de misteriosa procedencia, portando una capa color arena y cubierto de la boca, se ponen de pie para ir caminando lentamente hacia el último vagón.

Ambos pasajeros saltaron del vagón hacia una pradera donde caerían suavemente acolchonados por las bellas flores. El tren se alejaba rápidamente al mismo tiempo que su velocidad iba aumentando, señal de que el sonido característico del tren se hacía de un tono más agudo.

Rápidamente ambos sujetos se levantan con unca cara tan fría y seca y ausentes de sentimiento para continuar caminando y adentrarse más en aquella pradera. La parte de hasta abajo de la túnica que llevaba el buscador comenzaba a mojarse debido al rocío de las plantas y a ser perfumada, mientras que en Horus, permanecían sus botas húmedas.

-Aquí es... Suva- La voz seca del buscador y algo alegre pues necesitarían descanzar un momento debido al exhaustivo viaje que han hecho, a lo cual Horus sólo se limita a verlo y a seguir su camino en silencio. EL buscador saca de su túnica dos bolas de arroz envuelta en papel, una dándosela a Horus y la otra para él. Comenzarían a comer mientras Horus leía la información de la misión y espera a su compañero exorcista justo en la entrada principal del lugar

Un bote desembarca al otro lado de Fiyi, por seguridad del Exorcista, junto a otros dos exploradores enviados por la Rama Asiática.

-Bien solo falta una parada más y llegamos a Suva-Decía el joven Ichigo, llegando desde Asia hasta Oceanía, un largo trayecto, en lo que en lo único que se podía entretener era admirando el extenso mar, las aguas del lugar, sus chicas en la playa y su cultura, este no sería una parada muy larga, sino que había que descansar unos momentos antes de caminar a la parada del tren, luego de un pequeño descanso, los exploradores e Ichigo, caminaron unos 3 kilómetros antes de poder encontrarse con la parada del tren, que los dejaría una ciudad antes de Suva, ya que era su última parada, les ahorraría un largo camino, varias horas pasaban desde la mañana, haciéndose casi el medio día, viendo el horizonte del plano atravez de la ventana, algo así no se veía mucho en Japón, ya que había un cierto límite en el cual se podía estar.

-Señor ya llegamos...-Aparecía uno de los exploradores ante Ichigo, quien estaba ignotizado ante las planicies y flores del extenso lugar, pensando en lo que era de su tierra natal, de su antigüa vida, y de sus padres y compañeros, por un lado, se sentía alegre de tener una aventura lejos de la vida diaria de la cual estaba tan acostumbrado, y de la cual, pensaría extrañar pronto.

-¿Eh?-Respondía Ichigo al voltear hacia el explorador, ante darse cuenta del tiempo que había perdido en tan solo pensar.-Emm... disculpa... enseguida voy...-Ichigo se levantaba y caminaba hacia la salida, de lo que era el pueblo antes de Suva, algo flojos estaban pero estaban muy cerca del a ciudad como apra descansar otro rato, caminaron hacia la ciudad, según fueron indicados por los ciudadanos de la nombrada ciudad, unas horas después llegaron a la entrada de la ciudad.

-Suva... llegamos...-Decía Ichigo con algo de ánimo ante llegar a la ciudad.

En la lejanía del alba, donde el sol renaciente había hecho su primera aparición se alcanzaban a ver las respectivas sombras inconfundibles de dos buscadores y de un exorista cual recién llegados y despistados ambigüos llegaban con sus vestimentas al lugar (incluyendo a Horus y a su acompañante). Horus sentado en el piso y recargado en un pilar que desgastado estaba acomodaba la servilleta perfectamente y la guardaba en su bolsa diestra mientras que con la siniestra se acomodaba los lentes un poco para enfocar bien la iamgen de los tres venidos.

Su semblante antiguo cambiaba al ser iluminado por la luz, su tes blanca se comenzaría a apiñonar conforme pasaba el tiempo, pero sin más retardos decide reincorporarse para que su compañero lo alcance a ver y puedan iniciar la misión.

-Bienvenidos!!!- Dice el buscador mientras emocionado alza la mano y muestra una cara de aprobación y alegría, todo lo opuesto a Horus, que serio estaba esperando, cual bellas esperanzas fueran muertas por aquel sentimiento tan insípido que conlleva consigo mismo, como hielo perpetuo y corazón de piedra.

-Vaya se supone que estaría aquí mi compañero... pero no lo ve...-Una voz de podía escuchar desde lo lejos, una voz no reconocida por el receptor hacía que volteara hacia aquella voz ajena, una persona con un traje beige que le semi-tapaba la cara, era señal de ser uno de los integrantes de la Orden, un explorador para ser reconocido popularmente, su ánimo se extendía junto a su voz, por lo que fue llamado la atención, junto a él se podía observar otra imagen, unos cabellos blancos y el reflejo de la luz en sus ojos era señal de una persona.

-Entonces llegamos tarde...-Respondía Ichigo para si mismo, y para sus compañeros, los tres fueron caminando hacia la persona quien les había llamado, los dos exploradores que acompañaban a Ichigo, por el contrario de su compañero, ambos no se se sentían seguros del lugar, y el peligro en la misión les aterraba todavía mas.

-Vaya... al parecer llegaron primero...-Respondía Ichigo al llegar al nivel de los dos antes llegados, sin esperar respuesta, miró quien acompañaba al explorador, asumiendo que era el exorcista, su compañero.

-Tu debes ser mi nuevo compañero... soy Kurosaki Ichigo...

-Me llamo Sadic Horus- Dice volteando a ver fijamente a su compañero en símbolo de respeto y cortesía, para que después diera un hondo respiro y acomodara aquella insignia particular exorcista colgando de una cadena rara que usaba como cinturón, pero un poco más suelto. El buscador vió fijamente a ambos exorcistas para después ir a una esquina donde la sombra le brindase algo de fresco y comenzaría a sacar un mapa.

-Vengan por favor señores, les entregaré un mapa y mientras los buscadores les dirán información adicional acerca de lo sucedido- Hablándole a los exorcistas presentes para que les pueda dar indicaciones, mientras les entregaba un mapa a cada uno de la zona que estaba cerrada y en peligro, que a lo lejos se conseguía ver un poco, pero tapada por los edificios estaba. El tiempo se pasaba algo lento pues el lugar no pareciese estar muy animado pues aquel complejo aquífero era una forma de diversión y vida para la mayoría de los habitantes.

De repente, un muchacho, de la edad promedio corría desesperado hacia el centro del pequeño Suva. Con las ropas desgarradas y suciedad y lodo por todo el cuerpo comenzaría a gritar con fé de que alguien atienda su llamado. -Ayuda por favor!!! estan atacando a una pequeña barcasa a las orillas del lago!!!- La gente sólo se limitaba a lamentar en silencio las obvias pérdidas de aquellos jóvenes que temerarios salieron y sorprendidos por aquella serpiente marina fueron.

Ichigo solo se disponía a observar las acciones de cada uno, mientras el se mantenía al margen de lo sucedido, mientras cruzaba los brazos a mirar a lo que era el llamado del explorador, les indicaba claramente la información adicional de la misión, entregando un mapa a cada uno para saber su siguiente acción, Ichigo atendió a aquel mapa recibiéndolo y viéndolo. Luego de un momento de conversación de cómo actuar, una voz no muy lejana se podía escuchar, una voz auxiliadora, prestando toda al atención de Ichigo, el acto de reflejo hizo que volteara al lugar, pensaba en prestar su ayuda en lo posible.

-Alguien necesita ayuda... en este momento... bah... ya vuelvo... iré a ver qué pasa...-Corría Ichigo hacia aquel lugar donde se encontraba la pedida de auxilio, esperando no llegar tan tarde.

Horus al oir aquel grito corrió justo al lado de su compañero a ver lo que pasaba, mientras que los exploradores tomaban una línea de defensa por si había algún enemigo cerca, se estaban abriendo y por los edificios se encontraban así si hay una batalla los exorcistas podrían disponer del lugar sin que los túnicas claras estorbaran sus movimientos. Repentinamente Horus para su caminar para encontrarse con sólo la barca destruida en la orilla de unas rocas afiladas y azotadas por las olas que la gran serpiente enfurecida producía y la ropa en el agua sin indicios de los seres. Un polvo color blancuzco iraba alrededor de las ropas, era símbolo de un ataque akuma... pero, dónde estaban?

Una ráfaga de proyectiles morados oscuro se iban dirigiendo a gran velocidad hacia ellos, la serpiente asustada se sumergía en el agua y salía chillando muy alto, casi insoportable; los cercanos del lugar comenzaban a correr despavoridos por todo el lugar. -Cuidado- Le dice Horus a su compañero exorcista, pero sin alterarlo y mucho menos gritando, pues su tono de voz era claro y suave (aunque faltante de emociones). Horus salía corriendo por la orilla mientras desviaba con movimientos rápidos los infectos y se iba acercando hacia el bosque de donde salían dichos proyectiles letales. -Inocencia activate!- Su semblante cambiaba mientras que aquel anillo que colgaba de su cuello se desprendía y formaba un par de dagas.

El chico exorcista de los cabellos platinos dió un tremendo salto y en el aire impulsado por el viento adquiría velocidad justo hacia el objetivo, es decir, los akumas. Varias explosiones se oían a la par de que los árboles se sacudían violentamente de un lugar a otro.

La llamada de auxilio fue pedida, y dos jóvenes fueron a dar de su ayuda para salvar a los chicos quienes estaban en el bote y arriesgaban sus vidas, los dos llegaron a la orilla, pero una desilución llegó solo a uno de ellos, Ichigo, pensando que podía ayudarlos y quizá, cumplir su misión a la misma vez, Ichigo se acerca a aquel bote destruido a las orillas del lago, que, para su sorpresa, ve la gran serpiente a unos metros de él, apenas se podía ver su cola sumergiéndose en el lago, se quedó espectante a ello, no podía hacer nada, de momento, peor estaría dispuesto a hacer lo que fuera, todo por cumplir con la misión.Una voz de su compañero exorcista se escucha desde unos metros, aunqeu algo falta de emociones, eso le indica a voltear, justo en ello, unos disparos morados salían del bosque casi dando a Ichigo sino fuera por la señal de advertencia del Exorcista, por acto del reflejo, se lanza contra el suelo, contra uno de esos polvos que estaban en la ropa de los que se suponía, eran los jóvenes, su compañero fue a dar con la causa del ataque, dando a señal que podía con ello, Unas explosiones se escucharon por el bosque, dando a acertar que los había acabado, un viento movía el cabello de Ichigo, proveniente del bosque.

-Vaya... si fuera así de fácil no sé porque me llamaron...-Dice para si mismo, aunque por igual que su compañero, por falta de emoción, aunque faltaba por hacer, era solo el comienzo de la misión, quedaba mucho por ver y hacer, como una de ellas, capturar a aquella serpiente gigante, por falta de ideas, no se sabía que haría, pero actuaría al momento de saberlo.El pelo naranja se acercó al bosque corriendo, para saber si no había más amenazas por combatir, en caso de que su compañero la necesitara.

El chico de los cabellos platinos sale del bosque con la respiración agitada, pero sin estar aun cansado. Todavía se alcanzaba a oir el avance enemigo por el bosque pues los árboles caían fuertemente, así que sale para ver a su compañero exorcista y le mira a los ojos fijamente. Aquel par de armas gemelas aun en sus manos brillaban intensamente, y al rededor de ellas un pequeño y apenas visible remolino giraba para hacerlas denotar su dominio por el viento. -Tu encárgate de la serpiente, yo de los akumas. Te dejaré unos cuantos para tu propia diversión- Una extremadamente rara sonrisa salía de su boca, dirigida a su compañero al igual que aquellas efímeras palabras, que una vez terminadas, volvería a adentrarse al bosque para seguir la cazería.

El joven exorcista de armas gemelas volteaba a ver a su compañero de cabellos naranjas mientras se perdía entre la densa flora encontrada en aquel lugar, de nuevo se podía escuchar disparos provenientes de akumas y nuevas explosiones salidas del lugar. La gente sólo veía desde muy lejos y a lo alto de un edificio pues su temor era más grande que su curiosidad

Caminando por el bosque, buscaba a su compañero, confiado de que estaba bien, miraba en por el bosque descuidadamente, casi sin esperar algun ataque, era de esperarse, ya que Horus se había encargado de todo, no lo veía muy cerca del a entrada del bsoque aunqeu caminando unos 30 segundos, pudo encontrarlo, casi a preguntar como estaba, una voz sin emociones decía de qué ocuparse, aunque no lo había si quiera visto sonreír, sus palabras fueron directas, Ichigo encargándose de la Inocencia y Horus encargándose de los Akumas faltantes, no era para nada de qué temer, aunque Ichigo se las arreglaría para conseguirlo, presentía que el Exorcista seguía siendo un novato para enfrentarse al mismo Akuma que enfrentó en Kioto, había sobrevivido solo con ayuda, esperaba que no le ocurriese lo mismo-Cuidado...-Simplemente dijo, antes de que marchase hacia fuera del bosque y consiguiera, cómo atrapar a aquella serpiente.

Ya llegando a la costa, los dos exploradores que venían con Ichigo le esperaban, aunque tan solo uno faltaba, el que acompañaba a Horus, no había ido con ellos, sino que fue la clara señal antes de poder preguntar, que se había ido con el otro exorcista.

El lago estaba sin ondas, completamente plana, ni el más mínimo viento parecía mover el agua, muy tranquila a su parece, momento para que de nuevo, otros fueran hacia ese lugar, y ser atacados de nuevo, esto acabaría, de una forma u otra.

-Busquen botes de madera abandonados, que se puedan usar... quiero hacer algunos experimentos para ver como sale esa serpiente... si tan solo con el más mínimo movimiento... o es el olor humano quien la hace reaccionar...-Los exploradores cumplieron sus órdenes y buscaron por toda la costa, encontrando solo 3 de ellos, 1 en un pésimo estado, el segundo en mejores condiciones y el tercero para que estubeiran seguros.Hora del experimento, y hora de actuar.

Horus saliendo del bosque después de un buen rato de haber matado akumas caminaba hacia donde su compañero para ayudarle en la tarea, sabría que más akumas vendría; pero para eso tardarían un poco y tal vez el tiempo suficiente para conseguir la inocencia. Aquel ser de platinos cabellos ve a lo lejos tres barcazas dirigiéndose al lago con gran prisa al mismo tiempo que el buscador acompañante desde el principio de Horus aparece de su escondite y le da un poco de agua fresca y lo hace descanzar para reponer fuerzas gastadas en la lucha. Horus acepta cortesmente el agua y tomándosela toda de un trago largo y estrepitoso se sienta a la orilla a dar un suspiro y a analizar la situación de sus compañeros presentes en el agua.

-Señor, he triangulado varios reflectores como refugio aunque sólo durarán un momento- Dice el buscador mientras se levanta y va hacia a el lugar para mostrárselo y lo pueda ubicar más fácilmente. Horus voltea rápidamente para no perder detalle de los movimientos que se llevaban a cabo debajo del mar y que el sol renaciente, delataría por medio de un teñido azul menos pálido del que el agua cristalina poseía (efecto por la tierra, profundidad, minerles y químicos presentes en el líquidio). De repente, aquella sombra del ente cual efímera viajaba a gran velocidad sumergida e intentando esconder su ataque sorpresivo; como tigre esperando a que su presa se distraiga, esperando el momento más adecuado; se encontraba. *Necesitarán ayuda*

El joven exorcista se pone de pie casi instantáneamente para de que allí intentar buscar algo servible para navegar en aquellas aguas llenas de un alto índice de morbilidad. Al no encotnrar ninguna consigue acumular una especie de coginetes de aire justo debajo de sus pies, los cuales usaría como flotadores y poder andar en el agua (como los insectos) y dirigirse rápidamente a la pequeña flota de su compañero para dar un pequeño brinco y que el agua junto con el viento suelten una pqueña brisa refrescante. Ya arriba junto con él apunta sus dagas hacia atras, y éstas a su vez comienzan a soltar dos ráfagas de viento potentes cuales impulsando el barco comenzaría a adquirir una buena velocidad. -Evitaré los ataques, tu atácalo. Sabes perfectamente qué hacer-

-Pensaba hayarlo de otra forma, pero veo que tenemos prisa...-Reía Ichigo, pensaba usar los 3 botes como señuelo, y a la vez, hacer una fila para montarse en cada uno y poder llegar a la serpiente su llegaba a atacar, aunque por la prisa de su compañero, sería todavía más rápido, Ichigo se levantó de la piedra en la que estaba sentado, viendo los alrededores si llegaba a acercarse, el viento hacía pequeños movimientos en el agua, nada fuera de lo normal, el lago se veía algo sucio, la oscuridad llenaba todo el fondo del lago, lo que haría que verla fuera casi imposible, a menos que se encontrara saliendo de ella, no se podía saber mucho mas.

-¡Acerquen el segundo bote!-Le pedía a los exploradores, así, tener una mejor línea para poder acercarse saltando los botes, mientras más se alejaba Horus, mas peligro corría, ya a unos cuantos metros de diferencia, decidió sacar el tercero, su última línea de ataque.-¡El tercero!-Los exploradores dieron caso a Ichigo y pusieron el bote casi justo en la orilla, esperando que todo saliera como lo planeado.

-Bien, quédate ahí un momento a ver qué pasa...-

De repente, todo el sonido se había ido de aquel lugar, como si escapara de la próxima escena devastadora que ocurriría, sólo las pequeñas olas producidas por el viento sonaban muy quedo pegando en aquellos complejos peuqeños de madera. Unos instantes permaneció ahí hasta que una sombra desde el fondo del mar comenzaba a hacerse más y más grande, adquieriendo una velocidad impresionante y hasta salir del agua la serpiente (justo en mediod e los tres barcos) el agua corría por todos lados, una nube de vapor del líquido vital se formaba mientras que el chirrido del animal era casi insoportable. Las 3 lanchas salieron hacia atras debido a las olas porducidas violentamente.

Unas bellas escamas de tonos azules y purpureos reflejaban el sol de manera hermosa y en conjunto con el arcoíris comenzaría a delatar su gran potencial para atacar y su caracter demasiado explosivo, pues se notaba muy alterada, nerviosa y fuirosa. -Haz lo que tengas que hacer... confío en tí- Dice aquel chico de platina cabellera mientras su inocencia permanecía acitva en busca de cualquier peligro, ahora estaba más alerta que cuando empezaba la misión pues tendría que cuidarse de los akumas (que tal vez vendrían pors orpresa o atacarían a discreción) y de la serpiente.