Reclutación en Alemania [Ichigo - Luka]

Alemania, un país industrial que quería llegar a nuevas fronteras con sus mercancías, haciendo competencia contra los otros paises en Europa. Era un país en el que casi se encontraba de todo, estructuras, mercaderes, lo que querías estaba ahí. Sin embargo, encontrar un trabajo que no fuera un mercader era un trabajo ya muy difícil, ir de turista sin mucho dinero era uno de los riesgos que corría ir a ese país, y no solo ese, sino ya la mayoría. Este viajaba por todas partes, buscando moderadores de Inocencia, las cuales llevaba en su espalda. Llevaba unas cuantas Inocencias detrás de su capa, atadas a su pantalón por pequeñas cuerdas que las ataban hacia él.

Ichigo Kurosaki, nuestro heroe, quien llevaba el cabello algo largo, de color naranja y que le llegaba al hombro, lo llevaba suelto, aunque ahora estaba algo sucio su cabello, algo surco por tanto tiempo sin recibir agua. También era por aquellas malas noches que dormía en el suelo, encima de la grama, encima de la paja de lso graneros, cualqueir lugar donde creyera conveniente dormir. No tenía mucho dinero, y eso se convertía ya en un hábito. La orden nunca le daba el dinero suficiente para viajar, y no solo en una, sino ya en 4 ocasiones que cuando estaba en apuros, personas del lugar le ayudaban a alimentarse, ya fuera por lástima o querer su ayude, siempre Dios le ayudaba a seguir con vida, ¿o podría ser la suerte?.

De cualquier forma, nuestor general, muerto de hambre y algo sucio de tierra, con manos ásperas por usar tanto las manos en sus inocencias, usar la fuerza era típico de él, pero más que nada, sus nudillos llevaban todo el trabajo. Sus zapatos estaban en perfectas condiciones, no estaba rota, al igual que su traje, lo único era la tierra que estaba encima de ella. Pero una pequeña lavada haría que la ropa se viera como nueva.

Este estaba caminando por un camino hecho de tierra, hacia la próxima ciudad, no conocía su nombre, los nombres alemanes eran algo difíciles de pronunciar, además que no hablaba un perfecto alemán, ya que era la primera vez que visitaba Alemania. Muchas personas de ojos claros, y cabello negro y amarillo. Ichigo quizá pasara desapercibido, tenía los ojos claros, sin embargo, cabello naranja, llamaría la atención sin lugar a dudas. Pero, el gobierno de ese entonces no se ponía en marcha a que todos los extranjeros los mataran, todavía en ese entonces podían visitar los turistas.

Este caminaba con la espalda algo doblada, agarrándose su estómago y mirando hacia abajo. Poco dinero le sobraba, quizá lo suficiente para comer una última vez, pero...

-¡Lárgate de aquí extraño!

Fue la respuesta que recibió a apenas visitar un puesto de pollos asados. Los pollos estaban casi dorados, aunque aun comestible, era lo suficiente como para cualquiera que pasase por ahí, le diera hambre, pero al tener una cabellera extraña, y un traje más raro aun, lo hecharon del puesto. Y era cierto, muchas personas se fijaban en él, tanto por su cabello como su traje, su capa apenas podía ocultar el traje, aunque la parte de adelante era muy visible.

-Ahora qué comeré... estoy en un país extraño, con personas extrañas que no me dejan comprar comida... maldición...

Mientras caminaba, su estómago rugía de hambre. Su expresión no era buena, era la de una persona con un fuerte dolor. Tenía los ojos entre cerrados y mirando hacia abajo, con una mano en su estómago. Parecía más o menos un vagabundo, uno con solo ropas sucias y cabello sucio. Viajar grandes distancias no era su fuerte, más aun cuando se le acaba el dinero y estaba en crisis. Encontrar a un moderador de la Inocencia no era nada fácil, solo había 105 en el mundo, y de las millones de personas que existían en él, encontrar a uno ya era algo casi imposible.

Cuando cruzó una esquina, vio que casi no había personas, unas estaban corriendo, pasando el otro lado de la esquina, y otras personas se encontraban tirando los puestos de comida, muy rabiosos de algo, quien sabe de qué.

Estas personas voltearon hacia el general, notando su traje de exorcista, y sonrieron.

-¡Exorcista!

Gritaron al unísono, para después tomar un color gris y a unos pocos le salierna cañones del cuerpo, para después convertirse en una bola de acero con cañones de color gris. Mientras que otros todavía tenían forma humana, sin embargo si mantenían el color gris.

Dejando de lado su aspecto, las bolas de acero dispararon sus balas moradas hacia Ichigo, este mostrando una expresión molesta.

-¿Por qué casi siempre aparecen cuando estoy en las peores condiciones?

Este saltó hacia un lado, rompiendo una ventana y entrando en una casa que desconocía, parecía un cuarto. Una cama, un espejo y una mesa de madera, era lo que conformaba la habitación.

Sacó de sus bolsillos los guantes, su arma anti-Akuma, para ponérselos en las manos para destruir a los Akumas.

-No podré luchar bien en estas condiciones.

-Muy bien.

Ichigo ya se había puesto sus guantes, hizo puño y luego abrió su manom para comprobar que estaban bien puestas. Después, juntó ambas palmas de la mano para chocar sus manos.

-Inocencia, actívate.

Cuando se preparaba para salir, un Akuma en forma humana se puso frente a la ventana rota, y agarrando un hacha, y apenas alzarla, nuestro heroe lanzó un rayo de la punta de su dedo índice, de su mano derecha, este rayo pasó en donde debería estar el corazón de cualquier ser humano, y chocó en la siguiente estructura, haciendo un hueco en una de las casas, aunque sin herir a nadie.

El general sintió la explosión que se ejcutó después, y salió saltando por la ventana nuevamente, para llegar a la calle y ver a los otros Akumas, que esperaban por él.

No esperó más, y empezó a lanzar rayos hacia los Akumas, destruyendo uno a uno con sus rayos que lanzaba desde la punta de sus dedos índices. Parecían pistolas que no se necesitaban recargar, y además de largo alcance.

Los Akumas con forma de esferas disparaban balas moradas, sonriendo ante ver a alguien a quien matar, los otros de forma humana se lanzaron hacia él, para enfrentarse cuerpo a cuerpo contra él, un grabe error para cualquiera, ya que esa era su especialidad.

En total eran 3 Akumas de forma redonda, y estos desaparecieron en segundos, los que quedaban eran los de forma humana, eran 2. Uno de ellos saltó uno de los puesto de mercaderes, y lanzó una hacha hacia el exorcista, y este la desvió de un disparo con su rayo, segundos despues salto hacia el Akuma que ya antes le atacó, y lo golpeo con uno de sus puños, destruyéndole la cara, y finalmente terminó por hacerse polvo. Por otro lado, el último Akuma se había escabullido por detrás de él, y le lanzó un carrito de manzanas, por supuesto, al no verlo antes le dio de lleno, destruyendo el carrito, y este cayendo de espalda contra el suelo, con pedazos de madera encima.

-Ya sabía... estoy débil...

Este se quitó con las piernas los pedazos de madera encima de él, y cuando se dio cuenta, el Akuma saltó hacia él, lanzando un golpe hacia su persona. Ichigo mostró los dientes, y rodó hacia un lado, para que el golpe diera en el suelo, y pudiera levantarse rápidamente para lanzar un par de golpes hacia el Akuma. EN seguida, luego del golpe número 3, desapareció en el acto. Dejando tan solo a él en la calle, junto a pedazos de madera tirados por la misma, estas pertenecían a los puestos, también había mercancía, manzanas, peras, telas por todas partes.

-Desactivada...

Dijo para que su arma dejara de estar activada, y por siguiente, se levantó lentamente, con un dolor en su espalda, proveniente a lo que le lanzaron por la espalda.

-Tengo hambre... supongo que no duraré mucho tiempo...

Se acercó a una de las paredes y puso su espalda en ella, dejando de forzar las piernas y dejandose caer, hasta estar sentado.

Ichigo estaba recostado de la pared, cansado. La verdad era que al usar su Inocencia, y no haber comida, más cansancio tenía. Siempre sucedía así, y se volvía más frecuente cuando habían muchos Akumas, cual fuera el nivel.

Una continua vibración se sintio en el lado del estómago, y un pequeño rugido proveniente del mismo. Su cuerpo estaba cansado, ya llevaba 3 días sin comer, y su cuerpo no daba para más. Desde regresar a la orden y salir de ahí para continuar caminando por los paises cercanos, el dinero se le acabó tan rápido como podía devorar, y así, llegó hasta estos instantes.

Pasos se acercaron hacia él, y cuando volteo, un Akuma con forma humana, aunque con un cañón en el pecho, se acercó hacia él, cargando un disparo que pronto lanzaría.

De una manera rápida, Ichigo se levantó y se puso al lado del AKuma, poniendo su mano izquierda en la cara del Akuma.

-Punch Left

Dijo en voz baja, para que en su guante izquierdo brillara, e hiciera hacer brillar con un tono rojo la cabeza del Akuma, para soltarla y que ocasionara una explosión en el craneo del Akuma, y luego desapareciera.

Con su mano derecha se rascó su cabello, intentando descubrir el por qué tantos Akumas en la ciudad. ¿Una Inocencia activada?, ¿Algún usuario de la Inocencia por el lugar? de cualquier forma, tenía que descubrirlo ya, no podía durar todo el tiempo cansado, tenía que comer cualquier cosa, y ahora mismo le salvaría hastal o más pequeño.

Vio algunas manzanas tiradas en el suelo, y se acercó hacia ellas, agarrando 3 de ellas, 2 guardándoselas en el bolsillo, y una la agarraba con la mano, para dar un siguiente mordisco, escuchándose un crujido de la mordedura.

(Este será mi pan de hoy)

Siguió caminando para salir de la calle, y buscar más Akumas, o la Inocencia, de conseguir alguna pista.

Ichigo caminaba paso a paso tranquilamente, comiéndose su manzana, cada vez que le daba un mordisco, esta crujía, sabiéndose que estaba muy jugosa y fresca para comer. Aunque un ruido hizo que sus sentidos se activaran, era el grito de una persona pidiendo ayuda. Tragó su no tan mordida manzana que llevaba en la boca y empezó a correr hasta la esquina, en lo que al pasarla, vio a un chico tirado en el suelo, frente a lo que parecía ser un hombre con una espada; un guerrero. Este estaba destruyendo a los Akumas con su espada.

El peli rojo dio otro mordisco a la manzana, viendo que no corría riesgo contra los Akuma.

Se acercó lentamente hacia la chica que estaba tirado, sin quitarle la mirada al hombre que lo salvaba.

Por lo que podía ver, había un hombre que usaba muy bien la Inocencia, y era aquel guerrero.

-Veo que manejas bien la Inocencia.

Dijo hacia el guerrero, quien parecía ser el moderador de Inocencia. Ignoró a la chica que estaba tirada, aunque cuando volteo y la miró, estiró su mano derecha, para ayudarla.

-Levántate chica

Ichigo se quedó en su lugar, mientras levantaba a la chica. Su cabello era muy largo, también un aspecto delicado y de contextura ligera, indudablemente tenía aspecto físico de una mujer.

Aunque a pesar de todo, tenía voz de hombre, esto le extraño un poco, sin embargo, n odejó de morder la manzana que tenía en la mano, mientras veía cómo la chica hablaba con el guerrero. Dio alrededor de 3 mordiscos cuando el guerrero despareció junto a una luz que se desvaneció poco a poco, dejando en su lugar unos cascabeles en el suelo. Y la chica afirmaba que eran de ella. Este la miró, y vio los cascabeles. No estaba loco, parecía una inocencia, y quien parecía ser su dueño, era esa persona.

-¿Son tus cascabeles?...

Preguntó primero, antes de responderle a su pregunta.

-Y no... no estás loco... sin embargo...

(Si este es su dueño, reaccionará ante su llamada, y si no lo es, no se activará... pero como no veo a nadie más...)

Se detuvo un momento para pernsar, y luego prosiguió.

-... Agarra esos cascabeles y di "Actívate, Inocencia"... Si lo haces, quizás aparezca ese hombre nuevamente...

Este dio un último mordisco a su manzana, para acabarla, y luego lanzarla hacia atrás, para dejarla en el suelo y buscar en us bolsillo una nueva, para proseguir comiendo.

Este dio un mordisco a su manzana antes de poder ver a las hadas salir de los cascabeles, en total eran 6, aunque no hablaban, era muy extraño que una Inocencia contiviera personajes tan raros en ella. Primero era un guerrero, ¿y ahora hadas? ¿qué será lo próximo que vendría?, ¿un dragón? quien sabe, quizá si. De todas formas, escuchó lo que dijo el chico mientras tragaba y daba otro mordisco a la manzana, mientras escuchaba lo último, que al escuchar uqe era hombre, y estaba tragando, casi no le pasa la comida. Tuvo que golpearse el pecho varias veces para que pasara la comida, mientras sus ojos casi se salían.

(¡¿Qué?! pero... ¡pero si parece una mujer!... Si hasta tiene cierto atractivo de... ¡Buagh!)

Por fin pudo tragar su comida, y se volteo para toser.

(Hoy también es el día más raro de mi vida...)

Cuando dejó de toser, nuevamente se volteo, pasándose el dedo gordo por la comisura de los labios, quitándose pedazos de la manzana que le quedaba.

-Dejando eso de lado...

Tosió un poco, para que se el prestase atención.

-Esa cosa que cargas... se llama Inocencia, y es capaz de destruir a esos seres grises que vistes antes. Yo también tengo una.

Este mostró su guante izquierdo, ya que con el derecho estaba comiendo al manzana. Y después, puso un dedo hacia la pared cercana a él, destruyéndo un poco la estructura, sin grandes daños excesivos, particularmente por que no quería usar su fuerza.

-Si quisiera destruir la casa, solo tendría que poner la mano completa... no importa...

Este agitó su mano izquierda para que dejara de estar activada.

-... Todas las Inocencias tienen diferentes habilidad, pero todas están atadas a una sola habilidad, y la tuya es... rara... podría decirse un caso único...