Re: Reclutamiento en Bélgica de Noah Dodgson (el pequeño Wonderland)

por Invitado Dom Jul 29, 2012 8:43 am

Aquellos mocosos se estaban riendo de mi lo cual me enfadaba aun mas, ahora pretendían dejarme allí parado mientras me lanzaban numerosos de sus ataques, sin embargo habían cometido un claro error. Una vez más ambos noah lanzaron un ataque de fuego, del cual salieron numerosas esferas de aquel poder, pero había algo distinto en todo aquello.

No me había llevado demasiado comprender la habilidad de los noah, la cual básicamente consistía en recrear mediante las pistolas que portaban lo que ellos deseaban, ya fueran ataques de hielo, de fuego, o un Conde como paso en la última misión. La mayoría de sus ataques se basaban en el engaño, en eso y en atacar al enemigo cuando menos se lo esperaba, pero eso no iba a ocurrir conmigo.

Fueron dos, y luego otras dos. Los había oído con claridad, pronunciar sus “bombas rojas” y esta vez ambos estaban separados, lo que me aclaraba que las habían disparado desde lugares distintos, y a pesar de que la lluvia lo dificultaba, había podido escucharlos completamente tras concentrarme unos segundos. Era lo bueno de haber agudizado los sentidos después de tantos años. En total habían lanzado cuatro esferas de fuego, y el resto únicamente eran un engaño, dada la poca capacidad de velocidad que poseían, y que sus cualidades físicas no les permitían dar grandes saltos sin que uno de ellos acabase estrellado contra el suelo, era lógico pensar que se encontraban a mi misma altura.

-Kikiki, niñatos-

Cuando las esferas se acercaban a mi posición, me limite a dar un amplio salto en vertical, evitando así ser golpeado por alguna de las cuatro esferas verdaderas, y no haciendo caso a las falsas que por allí flotaban. Una explosión fue seguida de un mar de llamas que inundo la calle.

Habían fallado pero eso no significaba que dejaran de intentarlo, ya que su siguiente movimiento fue un puñado de akumas, los cuales ya comenzaba a pensar de su existencia, pero a pesar de eso me lance al ataque contra ellos.

Las llamas fueron apagadas rápidamente por el aguacero que estaba cayendo, eso sumado a la gran cantidad de charcos que había en el propio suelo. La tormenta no parecía que fuera a parar, no al menos hasta que hubiera pasado un rato mas, de hecho en el centro de la zona pobre se comenzó a formar un pequeño tornado, el cual al principio solo era capaz de levantar papeles, pero que con el paso del tiempo comenzó a hacerse mas y mas grande.

Tal y como había imaginado, aquellos akumas resultaban ser todos falsos, algo obvio cuando al partiles por la mitad lo único que hacían era desaparecer, eso una vez mi arma los hubiera atravesado como si nada, sin embargo su siguiente movimiento sí que parecía ser real. Como ya hicieran anteriormente, habían levantado un laberinto de hielo, y si habían dejado el ataque para hacer semejante creación, significaba que habían encontrado algo más interesante que hacer. Inocencia, la causante de que los animales se comportaran como locos.

-Bien, ya me harte de jugar a este juego- dije mientras me elevaba en el cielo.

Rápidamente me lance en picado contra el suelo al mismo tiempo que giraba mi arma con rapidez, y justo cuando iba a chocar contra el suelo helado, clave mi arma en la superficie parar generar una gran onda expansiva de color blanco, la cual fue producida por la descarga de cierta cantidad de energía.

El laberinto helado voló por los aires, así como las farolas y demás objetos que habían acampados en el suelo, incluso la propia superficie perdió una capa de diez centímetros de profundidad, y no fue lo único. Había recuperado mi visión, todo debido a la onda que había producido mi inocencia, la cual había logrado incluso borrar de mi rostro la extraña mascara purpura.

Ahora era el momento de la venganza, y esos mocosos no sabían lo enfadado que estaba.

por Invitado Lun Jul 30, 2012 9:18 am

El camino de hielo destrozado marcaba la pauta de hacia dónde había ido el uniformado. Se extendía a lo largo de la zona rica, envolviendo los jardines con grandes pedazos de hielo desperdigados. Por el camino mi muñeca y yo nos cruzamos con varios ropajes acompañando por un poco de polvo en el suelo. La lluvia los había mojado tanto que el viento no podía llevárselos. Gente…gente había muerto…y todo ¿por qué? ¿por qué pasaba esto?
Decidí quitar esos pensamientos de mi mente y avanzar, lo mejor que podíamos hacer “Duchess” y yo era encontrarnos con el hombre uniformado. Él parecía tener certeza de lo que pasaba, puesto que atacaba a aquellas esferas sin problemas con su espada gigante ¿Qué escondería tras su casco? Mmmmmm...sentía curiosidad…

Estaba tan enfrascada en mis pensamientos que solo me fijé en las esferas voladoras cuando sus sombras se alzaron ante mí. Yo observé estupefacta ¿Cuántas habría? ¿Acaso aquellos dos chicos de piel morena tenían algo que ver con todos estos monstruos? Si era así, no me extrañaba que el uniformado quisiese atacarles antes…que por cierto… ¿dónde estaban?

Cuando sentí que “Duchess” dejaba en el suelo con cuidado recordé la situación en la que estaba ¿¡Cómo podía ponerme a pensar en los chicos morenos cuando las esferas iban a por nosotras!? Comenzaron a disparar. Mi muñeca se colocaba con velocidad delante de mí parando los disparos. A cada bala (o lo que fuese que disparasen aquellos seres) parada, sentía un púnzate dolor en el pecho. “Duchess” volvió a saltar y con agilidad, aterrizó sobre una de las esferas y le clavó las garras, para saltar a continuación sobre otra de las cuatro que allí había y repetir el proceso una y otra vez, hasta que lo hubo hecho con todas. A continuación, volvió protegerme, y ella sola (vaya…eso fue sorprendente), se desató las cintas de su espalda y las lanzó contra dos de las esferas, envolviéndolas. Con un ligero y rápido movimiento, cruzó los brazos, provocando así que ambas esferas colisionaran entre ellas, explotando a continuación. Mis brazos se sentían agarrotados. Estaba cansada. Me costaba respirar ¿Qué demonios pasaba en serio?

Me había escondido entre unos arbustos mientras observaba la escena. Solo quería encontrarme con el uniformado e informarle de lo que pasaba, era algo importante. Y si para encontrarme con él, debía enfrentarme a esas esferas, así se haría (bueno…más bien “Duchess” lo haría). Solo quedaban dos. Mi muñeca saltó y le propinó un par de zarpazos a una de ellas, dejando los surcos de sus garras en el rostro. Esquivó las balas que esta esfera le lanzaba con salto grácil y se posó sobre la otra esfera, a la que volvió a herir desde arriba, aunque esta vez, dejando sus garras clavadas, se deslizó por ella hasta llegar al inferior y se soltó. La tercera esfera fue destruida, solo quedaba la de los surcos, que comenzó a disparar sin ton ni son, apuntando a todas las direcciones. A pesar de que “Duchess” esquivaba la mayoría de las balas, varias la alcanzaron, pero nada le ocurrió. En cambio, con cada movimiento y ataque de “Duchess” yo sentía agotamiento, como si todo el esfuerzo realizado por ella lo tuviese yo. Me dolían las piernas, al igual que los brazos y el pecho. La cabeza me daba vueltas, y la muñeca me palpitaba con fuerza, acrecentando el dolor de su rotura.

Miré a “Duchess”. Seguía esquivando las balas del monstruo, hasta que saltó hacia él, lo envolvió con sus cintas, y cruzó los brazos, presionando con fuerza el “paquete” esférico, hasta que este explotó, dejando la calle desierta con los trozos de hielo, las ropas tiradas, y a mí, saliendo de entre los arbustos, mirando a mi muñeca con fijeza:

-¿Qué eres?- murmuré….

Off:

por **Faith E. Wippler** Dom Ago 19, 2012 9:08 pm

La explosión causada por el general no pasó desapercibida por los Noah, quienes no tardaron en comprender el significado de aquel fuerte ruido. Incluso bajo el ruido de la tormenta había sido por demás muy audible y no tenían la seguridad que el hombre siguiera bajo la ilusión de los anteojos.

Detuvieron su andar, inquietando al Akuma que los acompañaba. Así como ellos detuvieron su marcha, el nivel dos también lo hizo y cuando pretendía preguntarles el porqué habían dejado de buscar a la mujer que tenía a la Inocencia, Devitto habló.

— Busca tú la Inocencia y tráela ante nosotros. Tenemos que encargarnos de cierta peste —ordenó secamente, imitando el movimiento de su gemelo al alzar la pistola, apuntando hacia el cielo y volteando la mirada hacia por dónde venían. En cualquier momento aparecería aquel estúpido hombre.

— P-Pero… No-Noah-s-sama— !

Un par de revólver dorados le apuntaron el rostro y el Akuma se quedó quieto, completamente helado y no precisamente por la fuerte lluvia que caía sobre ellos. Ambos Noah, con las caras aún manchadas de negro, le miraban irritadamente y cargaban sus armas para dispararle en el rostro. Claron, lo hubieran hecho de no ser porque lo necesitaban.

— ¿Vas a desafiar al gran Jasdevi? —preguntó burlón Jasdero, pero con una mirada psicótica que hizo tragar duro a la máquina.

— ¡N-No! ¡P-Por su-supuesto que n-no, N-Noah-sama!

— ¡Entonces mueve el maldito culo antes que te llene de agujeros! —espetó el pelinegro y la máquina desapareció en un santiamén, corriendo en busca de la Inocencia para no ser eliminado por aquellos Noah cortos de genio. Apenas desapareció de sus vistas, algo rápido por la maldita tormenta que azotaba esa ciudad, Devitto volvió la vista y ambos gemelos emprendieron vuelta para encontrarse a medio camino con su presa—. Tch, estúpidas máquinas. Un día de estos jugaré al tiro al blanco con ellas —dijo irritado.

— Pero si Devi hace eso, el Conde se va a enojar con Devi por arruinar sus juguetes —fue la respuesta de Jasdero. Por ir mirando con esa expresión que rayaba en la inocencia, casi resbaló por la poca atención que ponía, pero alcanzó a pararse nuevamente y pensar bien lo que había dicho.

Al unísono, un escalofrío recorrió las espaldas de ambos gemelos. Definitivamente el gordo enojado no era precisamente su mejor recuerdo.

Iban a continuar su cháchara cuando inesperadamente Devitto tomó por el cuello de la chaqueta a Jasdero, llevándolo hacia un callejón para esconderse. Lo había oído, el general estaba a la vuelta de la esquina. Ambos intercambiaron una mirada y asintieron, comprendiendo en un instante lo que el otro pensaba. Perfecta sincronía; el vínculo perfecto.

Dos sonoros disparos, sus voces siendo tapadas por el ruido de la lluvia y dos grandes esferas de fuego dirigiéndose hacia la calle por donde el general emergería, con una tercera escondida tras la estela ardiente de las primeras dos.

— Vaya viejete, no te demoraste nada en destruir nuestro paraíso de hielo —dijeron ambos, no sabiendo si él podría oírlos ya sea por la tormenta o, preferentemente, por haber sido carbonizado por sus esferas de fuego llameante—, pero no pasarás de acá con vida.

— Sí, Jasdevi no te permitirá ir con la Inocencia. El tonto Akuma la alcanzará primero, ¿cierto Devi? He he he~

Sin embargo, en lugar de un asentimiento, el rubio recibió un golpe en la cabeza (otra vez) con la culata del revólver de su hermano (otra vez también).

— ¡Estúpido, no le digas! —le regañó a gritos el pelinegro, perdiendo la compostura—. Como sea, hasta acá llegaste viejo. Te eliminaremos aquí y ahora de una vez por todas —dijo y pronto la risa de su hermano, quien aún se sobaba la cabeza, se oyó despacito bajo todo el ruido que había.

— Síiii, Jasdevi te matará, he he he~

Mientras los gemelos se preparaban para el contraataque del de armadura negra y dorada, el Akuma corría entre la lluvia en busca de aquella mujer de velo, hasta que pudo oírlo. Ahora que estaba más cerca, la tormenta no le estorbaba para escuchar y pudo oír una explosión. Guiándose por aquel sonido, finalmente logró dar con aquella mujer: alta, vestida extravagante y con aquel velo que le cubría el rostro. Tenía unas extrañas cintas con las que envolvió al único nivel 1 que estaba presente y lo apretujó hasta que explotó, dejando que cayera “la paz” nuevamente en aquella calle.

— Inocencia… parásito —dijo acercándose hacia la mujer, primero a paso lento y luego acelerando el paso, hasta que corrió.

Estaba tan concentrado en aquello, que no pudo notar la presencia de aquella niña que había visto antes con la mujer con la Inocencia y con los otros dos hombres, de los cuales no había rastro. Noah-sama quería la Inocencia y él se las llevaría.

Spoiler:

por Invitado Dom Sep 02, 2012 9:54 am

El mar se agitaba con fuerza, las olas chocaban entre sí con una violencia como nunca antes se había visto en aquella ciudad, ¿Todo por culpa de la tormenta? La respuesta aunque parecía obvia era totalmente contradictoria, no. A pesar de la fuerza del viento, de las lluvias, y de cómo el pasear por las calles se estaba volviendo cada vez menos seguro, la culpa de lo que ocurría en el agua la tenía una escurridiza maquina, la cual llevada por la venganza y desconociendo el hecho de que sus amos noah estaban allí, se encontraba usando todo su poder para barrer sea ciudad de la faz de la tierra. Si bien era cierto de que los vientos habían sido los que empezaran aquello, la verdad era que nunca hubieran podido ocasionar lo que ella se traía entre manos. Un gran final a tanta vida.

Su plan requería el recorrer una gran distancia mientras agitaba con fuerza sus tentáculos, generando pequeños torbellinos de agua uno al lado de otro, haciendo que chocasen entre si y por lo tanto las olas comenzaran a crecer de intensidad, y así a lo largo de un par de kilómetros, con el único pensamiento de la venganza en su metálica mente destructora.

Nadie podía ver el espectáculo que se estaba generando, al cual solo le faltaban unos pocos minutos para ser terminado, y todo por culpa de numerosos fenómenos que mantenían a la gente alejados del puerto: pequeños tornados que arrastraban a cuanta cosa se le acercaba, fuertes lluvias que obligaban a resguarecerse, y manadas de animales enloquecidos por lo que fuera que les estaba afectando.

Debía de apresurarme y cazar a ese par de mocosos tramposos, a los cuales pensaba dar su merecido nada mas encontrármelos. Continuaba mi avance por las mojadas calles cuando algo me hizo ponerme en alerta, una fuerte luz apareció de la nada por mi izquierda, al girar la cabeza pude ver claramente dos bolas de fuego que se dirigían hacia mí, lo que me hacia intuir que finalmente los había encontrado.

Tras girar mi arma con cierta rapidez, logre asestar varios cortes en las bolas, haciendo que estas fueran divididas y cayeran lejos de donde me encontraba, sin embargo tras esas esferas se encontraba una tercera oculta, la cual no había visto. Tras darme cuenta del ataque oculto, me cubrí con mi arma lo antes que pude, recibiendo esta el impacto del ataque.

En el momento del golpe me encontraba en el aire, lo que ocasiono que fuera lanzado hacia atrás y acabara atravesando la ventana de una casa. Nada más entrar, me estabilice clavando el arma en el suelo.

No podía evitar reír, aunque cierta molestia me recorría, habían osado resistirse a su inevitable muerte, pero ahora me habían hecho enfadar.

-Ahora sí que me han cabreado- dije con una siniestra mueca-

Comencé a girar el arma sobre mi cabeza, la cual destrozo todo el mobiliario de la vivienda, y cuando había cogido la suficiente velocidad, la lance con fuerza hacia el callejón de donde habían venido los ataques, la espada parecía que hacia parecido en longitud y por lo tanto la circunferencia que hacía era mayor. La inocencia atravesó la pared de la vivienda en la que me encontraba, cruzo la calle y entro directamente al callejón, pero no a un nivel cercano al suelo, sino que lo hizo a la altura de los tejados, serrando las paredes que daban a la calle y obligando a que numerosos escombros cayeran al suelo y sobre quien allí se encontrara.

No estaba satisfecho, con aquello no iban a pagar. Con ese pensamiento salí de donde me encontraba, y di un salto vertical, mi arma ya había dado media vuelta en el aire, dirigiéndose hacia donde me encontraba, con lo que pude alcanzarla a medio camino. Tras realizar un giro en el aire para mantener la estabilidad, caí a plomo en la calle, justo delante del callejón, asestando un golpe seco al suelo y por lo tanto ocasionando una onda expansiva que levanto tanto el agua como las piedras, lanzando por los aires a cuanta cosa se encontrara en su interior.

No sabía si mi ataque había funcionado, pero en ese momento me encontraba alerta ante cualquier movimiento, ya que sabía que si no lo había hecho, no tardarían en volver a la carga.

por Invitado Mar Sep 11, 2012 10:28 am

Noah observó atentamente, con una mezcla de curiosidad y fascinación, el nuevo ser que había aparecido y miraba fijamente a “Duchess” con recelo sin reparar en la presencia de la niña. La pequeña rubia se fijo en que era diferente a las esferas, pero totalmente. Superaba a su querida muñeca en altura con creces, y eso que “Duchess” era bastante alta. Noah podía sentir el poder oscuro que emanaba de aquél monstruo.

A pesar de eso, se confió y salió de su escondite:

-Jejejejejej…..“Duchess” te destrozará como a un juguete viejo- canturreó, haciendo uso de unos delirios de grandeza poco común en ella- “Duchess”…¡¡ataca!!- exclamó, señalando confiada al Akuma. El uniformado estaría orgulloso de su hazaña, si señor…

La muñeca se lanzó contra el monstruo y le propinó varios zarpazos seguidos. Cuando hubo pisado el suelo tras su ataque, Noah, con las manos entumecidas y algo doloridas, observó sorprendida que aquel ser apenas había sufrido daño alguno. Este miró sorprendido a “Duchess” y Noah alternativamente:

-Así pues…no era parásito sino equipamiento…los señores estarán contentos conmigo, porque además eres novata y será más fácil acabar con tu existencia- murmuró. Sí, el Akuma al principio había pensado que se trataba de un tipo parásito, y que aquella extraña “mujer” era la anfitriona…pero se había equivocado. Viendo ahora a la niña confiada en el poder de la llamada “Duchess” comprendió a la perfección que todo lo había provocado la pequeña rubia. Ella era la que había hecho que la inocencia atacase a los niveles 1. El Akuma nivel 2 sonrió y observó fijamente a la niñita, que le miraba con demasiada fijeza. Otra orden de ataque salió de sus finos labios, y la muñeca volvió a saltar hacia el nivel 2, pero esta vez deshizo las cintas de su espalda y le envolvió uno de los brazos. Con una fuerza impropia en una muñeca, “Duchess” realizó unos movimientos circulares, como si de una soga de vaquero se tratara, y alzó al nivel dos para lanzarlo contra la pared de una de las mansiones. Este no se esperaba tal táctica, por lo que no pudo librase del ataque tan fácilmente. Entre el humo y los escombros causados por el choque, el Akuma divisó la pequeña figura de la niña, por lo que, con un par de rasguños apenas graves en su cuerpo, se lanzó contra ella con la intención de atacarla, pero la muñeca fue más veloz y agarró en volandas a Noah, para saltar hacia un edificio justo en el momento en que el Akuma las atacaba. “Duchess” se posó sobre un tejado y Noah sintió entonces la presencia de “Cheshire”:

-¿Te diviertes Noah?- preguntó con evidente sarcasmo. Pero aún así, la chica, cuya sangre de la espalda ya estaba algo seca, cuya muñeca aún palpitaba, y cuyos brazos y piernas se sentían agarrotados, rió cual niña pequeña que recibe un juguete nuevo.

-Jajajajjaja ¡¡Me lo estoy pasando mejor que nunca!! ¿¡Quién pensaría que mi día aburrido, qué comenzó con esa tediosa entrevista, acabaría siendo así!?- exclamó la de ojos dorados. Estaba tan ensimismada en su risa que no se dio cuenta de que avanzaban hasta que escuchó el estruendo.

Allí le vio. El uniformado con su gran espada clavada en suelo. En ese momento sintió una fuerte onda que seguramente la hubiese tirado al suelo de no ser porque “Duchess” la mantenía agarrada en sus brazos. Tras comprobar que estaba a salvo, Noah ordenó a “Duchess” bajar, para encontrarse con aquel hombre del casco…

Off:

por **Faith E. Wippler** Jue Sep 20, 2012 10:29 pm

Al ver desde la boca el callejón como las primeras dos esferas eran cortadas, un momento de tensión brevísimo se instaló entre los gemelos hasta que la tercera esfera logró un impacto directo contra el cuerpo del General. Ensañaron dos sonrisas idénticas que mostraban todos sus dientes al escuchar el impacto que causó el cuerpo del exorcista contra una ventana, rompiéndole hasta el marco. Ambos Noah chocaron sus manos en son de victoria, hasta que la risa de Sokalo llegó a sus oídos, amortiguada por el ruido de la lluvia.

Nuevamente se oyó un ruido ajeno a la tormenta y pronto vieron el arma del General volando hacia ellos. Iban a esquivarla cuando notaron que no iba dirigida hacia ellos, sino hacia el cielo.

— ¿Pero qué?

— ¡¡WAA!! ¡¡AVALANC--!! —no alcanzó a terminar de hablar cuando la mandoble comenzó a serrar las paredes, cayendo una cantidad considerable de escombros sobre ellos. Los ladrillos y las tejas caían al por mayor, levantando una nube de polvo que apenas alcanzó a ser vista antes de decantar por las furiosas gotas del aguacero. No alcanzó nadie a respirar antes que Sokalo volviera a atacar y parte del montón de escombros (incluyendo a los gemelos) fueron lanzados hacia atrás violentamente por la onda expansiva causada por el ataque de Madness.

Luego del ataque, sólo la tormenta se oía. Las respiraciones de los presentes eran ahogadas por el ruido de la lluvia y del viento y la pila de escombros donde habían sido sepultados y luego golpeados los gemelos no parecía moverse. La tensión era clara y palpable, pero pronto fue rota por el ruido de una nueva explosión. Los escombros volaron nuevamente por los aires, pero esta vez no era culpa del de armadura dorada, sino de un par de adolescentes de piel gris increíblemente enojados.

Tras la cortina de agua y viento que se interponía entre los participantes de la pelea, dos siluetas se irguieron con un brazo extendido cada uno, dándose mutuamente la espalda y con un aura oscura de enojo hacia el General que no podía ser disipada por nada. Los gemelos tenían sus ojos dorados fijos en la figura del hombre e incluso Devitto tenía varias venas de la frente marcada, casi palpitándole por la rabia que lo carcomía.

— Esto no se va a quedar así, maldito —pronunciaron a coro arrastrando cada palabra, descargando al mismo tiempo sus revólver con un sonoro disparo—. ¡BOMBA AZUL! —la gran esfera helada emergió, pero en lugar de ir hasta el general, congeló todo lo que quedaba del callejón. Ambos se deslizaron como si estuvieran patinando (Devitto menos agraciadamente que Jasdero) y al estar próximos a la salida del callejón volvieron a apuntar, liberando una nueva bomba esta vez con dirección al enemigo—. ¡BOMBA VERDE!

La esfera viscosa fue dejando un camino de mugre verde mientras volaba hacia el General y usándola como escudo ambos salieron, yendo hacia direcciones contrarias. Jasdero por la izquierda –cuidando que su preciado cabello no se ensuciara– y Devitto por la derecha.

Tomaron la distancia apropiada para quedar uno frente al otro, con el General justo a la mitad, cuando la voz del rubio sonó sobre la lluvia, llamando a gritos a su gemelo para hacerse oír.

— ¡DEVI, DEVI! ¡LA MUJER EXORCISTA! —pudo entender el pelinegro y dirigió la mirada hacia donde le apuntaba vagamente su hermano, descubriendo con mucha dificultad una figura femenina y, por lo que alcanzaba a ver, de vestuario algo estrafalario.

— Mierda de Akuma, no sirves para nada —maldijo entre dientes al ver que la mujer seguía viva y que se estaba dirigiendo hacia donde ellos estaban.

Sin embargo, grande fue su suerte al poder Jasdero ver al Akuma emergiendo justo por donde la niña (que ellos no habían visto aún) y la mujer “exorcista” habían llegado.

— ¡EH! ¡AKUMA TONTO! ¡VE POR LA EXORCISTA MIENTRAS JASDEVI SE ENCARGA DEL GENERAL VIEJETE! —dijo haciéndose el serio, sin lograr parecerse mucho a Devitto como esperaba.

El Akuma logró oír su mandato e inmediatamente fue a cumplirlo. No obstante, no fue hacia la mujer como los gemelos esperaban, sino que se dirigió hacia la niña ya habiendo entendido que era ella la exorcista y no la estrafalaria mujer. La mujer-muñeca había abandonado el lado de su maestra para ir a encontrarse con el general, por lo que él tenía campo libre para ir y tomarla por la espalda, aprisionándola contra su cuerpo. Teniéndola a ella, la mujer-muñeca iría hasta él sin que él tuviera que perseguirla como si fueran la pareja del gato y del ratón.

Al mismo tiempo, apenas el rubio terminó de hablar, nuevamente una serie de disparos se oyeron y dos nuevas bombas llameantes aparecieron, volando una desde cada revólver. Pero tontos no eran, así que apenas descargaron las bombas, al mismo tiempo saltaron hacia el cielo para anticipar los movimientos de su enemigo y encontrarse con él en el aire y continuar su batalla allí. Sus pensamientos ya habían alimentado a sus armas doradas y estaban listos para descargar dos nuevas esferas contra el cuerpo del General.

Completamente ajeno a la batalla que se desataba lejos del puerto, algo inesperado e impensado para los contendientes tomó lugar. Del mar embravecido e irrumpido por la acción del Akuma que estaba sumergido en él, una ola de seis metros se acercó casi en cámara lenta hacia la ciudad, entrando con fuerza por el puerto. El mismo quedó reducido a nada apenas la ola colisionó con él, pero el agua continuó entrando, tragando casas, tiendas y caminos, destruyendo todo a su paso. Era una fuerza importante con la que entró a la ciudad, pero aquello sólo alcanzó a llegar hasta poco más de la mitad del sector pobre, derrumbando y llevándose devuelta al mar todo lo que había capturado a su paso.

Gracias a la fuerza de la tormenta, estos estragos no alcanzaron a ser percibidos por los participantes de la batalla, pero la naturaleza perturbada por el Akuma-pulpo parecía no estar satisfecha con esto. La máquina, incluso después de contemplar con placer la acción de la primera ola, nunca dejó de girar y sin que ninguno supiera, una segunda ola, quizás más fuerte que la anterior, estaba formándose y preparándose para arrasar.

por Invitado Lun Oct 01, 2012 12:27 pm

Todo estaba ocurriendo demasiado deprisa. Tanto, que no podía disfrutar de la situación como me hubiese gustado. Al finalizar mi ataque, me percate de la llegada de la chica, la cual no parecía venir sola, pero antes de que pudiera reaccionar, los dos mocosos habían salido de la pila de escombros con un aura de enfado que era palpable desde mi posición, lo cual me hizo sonreír.

Una nueva bomba de hielo fue lanzada, aunque en esta ocasión fue únicamente para desplazarse a través del callejón, y de esa forma llegar más rápidamente donde me encontraba, lo cual me hizo estar alerta ante un posible ataque. Y no tardo en llegar, esta vez era algo viscoso, y un tanto raro, lo cual logre esquivar justo a tiempo dando un salto hacia la derecha, y tras dar una vuelta en el aire, aterrice a escasos diez metros de donde había impactado aquella cosa, la cual salpico hasta tal punto que varios pedazos quedaron adheridos a mi traje.

No conformes con eso ambos chicos se separaron y volvieron a descargar dos nuevas bolas de fuego. Ese combate se estaba volviendo demasiado repetitivo para mi gusto, por eso me limite a descargar un fuerte golpe en el suelo, creando una onda de choque que impacto directamente contra el ataque de los noah, y generando así una pequeña humareda.

Los había oído, a pesar de la lluvia lo había conseguido ya que habían gritado para comunicarse el uno con el otro. Según parecía un akuma iba a por la chica, y por eso no me iba a quedar quieto.

En un segundo llego a mi cerebro el encuentro con la joven, la manera de explicar los sucesos, y entonces comprendí que quien se hallaba junto a ella era la muñeca de la que había hablado, y que esa era la razón por la que ocurría todo aquello.

Los gemelos saltaron hacia arriba, mientras que yo salí de entre la nube de humo que comenzaba a disiparse, directamente hacia donde estaba la joven, y justo cuando el akuma apareció por su espalda tratando de asestarle un golpe, clave Madness en su rostro haciéndole estallar.

-Con que eres compatible- dije en un tono que resultaba tenebroso, -si tu chica, eres compatible con la inocencia, y te convertirás en una exorcista como yo- sin decir más me coloque delante de ella, preparándome para continuar con el combate que mantenía con los gemelos, -ahora mantente en un lado y no intervengas-

Spoiler:

por Invitado Mar Dic 18, 2012 6:47 pm

Off:

¿Compatible? ¿Inocencia? ¿Exorcista? ¿Mantenerse a un lado en la batalla? A medida que el uniformado hablaba, la rubia iba mostrando un interés mayor en sus palabras. Más cuando pronunció aquella última frase, lo dicho por el hombre del casco le hizo fruncir el ceño ¿acaso no podía intervenir en la batalla que se iba a desarrollar a continuación?

El calor sentido por la explosión había pasado a segundo plano. La única palabra que ocupaba su mente era “INTERVENIR”…

-Pero eso sería desobedecer ¿verdad Noah?- comentó “Cheshire”. La chica de orbes dorados soltó un sonoro bufido que no pasaría desapercibido en ningún lugar.

-Cállate gato estúpido, yo hago lo que me viene en gana…- murmuró. Escuchó un ligero estruendo y al girarla cabeza hacia la procedencia se lamió los labios con cierta satisfacción ante las cinco esferas que volaban hacia ellos. Noah rozó levemente la garra de su muñeca y junto a ella la muchacha corrió hacia los seres oscuros, desobedeciendo las órdenes del uniformado. Alzó el brazo que sentía menos entumecido y señaló a las esferas- ¡¡“Duchess” ataca!!- ordenó. La muñeca saltó de forma asombrosa y descargó una serie de zarpazos sobre una de las esferas. La explosión no tardó en llegar, ni tampoco el suave palpitar que sentía cada vez que la muñeca atacaba. Una carcajada histérica brotó de la garganta de la chica. Le gustaba eso de acabar con los monstruos. Era como lanzar piedras contra latas, y eso le divertía- ¡¡Destruye, destruye!!- exclamó. Una suerte parecida a la de la primera corrió la segunda. Y mientras “Duchess” continuaba atacando, esta vez con las cintas de su espalda, Noah esquivaba con pequeños saltos y bastante dificultad las balas que disparaban las esferas que aún se mantenían en pie.
No sabía cómo se desarrollaba la situación del uniformado, pero en esos momentos le importaba más bien poco…

por **Faith E. Wippler** Vie Dic 21, 2012 6:55 pm

— ¡HEY! ¡NO NOS IGNORES! —exclamaron indignados los gemelos al ver como su enemigo los abandonaba en plena batalla para ir a rescatar a una mocosa que no habían visto antes, acabando con el Akuma que iba a matarla.

— ¡Akuma tonto, te dije a la exorcista, no a la niña! —reclamó el gemelo menor inflando las mejillas y extendiendo los hilos negros que estaban en la comisura de su boca, casi echando humo por los oídos como si fuera un tren.

Devitto iba a seguir el hilo de pensamientos de su hermano, puteando al Akuma por ser tan estúpido cuando un haz de entendimiento le golpeó la cabeza justo cuando ambos Noah cayeron al suelo sin hacerse daño.

¡Es ella! ¡La mocosa es la exorcista! concluyó, ganándose una mirada sorprendida de su hermano menor quien pudo leer fácilmente su mente.

Esto era un giro completamente inesperado para ambos, pero no tenían mucho tiempo para idear un plan. Unos cuantos Akumas emergieron de las calles aledañas al tiempo que el General se acercaba hasta ellos desde donde había dejado a la mocosa, dejándoles pocas opciones. Aquel hombre definitivamente no iba a dejar que ellos se acercaran hasta ella, pero dejarían que los Akumas atacaran. Después que acabaran con el mexicano irían tras ella y sería como quitarle un dulce a ~~Jasdero~~ un bebé.

— Vamos Dero, acabemos rápido con él —dijo con una sonrisa sardónica Devitto, comenzando a correr en dirección hacia Sokalo con su arma preparada para disparar, pero con una idea distinta en mente.

— ¡Sí, Devi~! ¡Traigamos al gordito! —exclamó alegremente el rubio, pero con un brillo siniestro en sus ojos, entendiendo las intenciones de su hermano a la perfección.

Sin embargo, ningún plan pudo efectuarse.

El ruido que causaban las explosiones de los nivel uno y los disparos que estos mismos efectuaban apenas eran audibles por el rugido de la tormenta, pero un ruido ensordecedor pronto llegó a oídos a todos y al notar que se hacía prácticamente insoportable con rapidez, los gemelos no pudieron evitar detenerse a metros del enemigo, siendo blanco fácil, y voltearse a ver qué rayos producía aquel infernal ruido.

Sus ojos se abrieron como platos y la quijada les cayó al suelo.

Una ola de seis metros se acercaba a gran velocidad, comenzando su trayectoria hasta el suelo en picada, apenas dándoles tiempo para formular un breve pensamientos antes que la ola colisionara estrepitosamente contra el suelo, destruyendo las casas sobre las que cayó al instante, y entrando a gran velocidad hasta el sector donde se encontraban, golpeando a todos los presentes indiscriminadamente.

— ¡Devi, tsu--!

— Mier--

El agua los golpeó con furia, arrastrándolos en su corriente al igual que a los demás y a todos los objetos, casas, postes de luz, bancos, lo que fuera. La ola era poderosa y entró hasta medio sector rico antes de comenzar a regresar al mar, donde el Akuma-pulpo seguía girando y girando, ignorando que había atacado no sólo a los exorcistas, sino también a los Noah.

Éstos daban vueltas dentro el agua, apenas logrando no tragar toda el agua salada. Devitto, logrando sacar la cabeza, tomó un gran bocado de aire y al ver el largo cabello de Jasdero, lo tomó y jaló a su hermano hacia él, viendo apenas mientras intentaban no hundirse nuevamente a un único y solitario nivel uno que había logrado flotar alto, lejos de la gran ola. Parecía buscar algo, pero al pelinegro no le importó. Dio un disparo al aire y el Akuma fue obediente hasta donde se encontraba y él apenas logró tomarse de uno de los cañones y sacarse a él y su medio ahogado hermano del agua, refugiándose en lo alto del cielo.

— N-Nunca… cr-creí que… que i-iban a s… servir estos… g-globos —musitó entrecortadamente, aún recuperándose del agua que tragó y el aire que le faltó.

La ola había devastado todo y no veía por ningún lado a los enemigos, pero sí pudo contemplar a la lejanía una nueva ola formándose, casi igual de alta que la que los había golpeado recién. Chasqueó la lengua, molesto por este inesperado suceso, pero al ver toda la destrucción causada –prácticamente no quedaba ciudad ya– y pensando que probablemente los exorcistas ya se habían ahogado, decidió que lo mejor era retirarse por el momento.

— ¡N-Noo! ¡El hermoso cabello de Dero! —oyó a su hermano llorar y al verlo de soslayo notó todo su lacio cabello rizado y mojado, escurriendo agua y con algas y otros desechos marinos enredado en sus hebras—. Devi… —le lloró y Devitto, aún molesto, simplemente suspiró.

— Maldito Akuma, arruinó todo. No los encuentro por ningún lado —podían quedarse y buscar al General para acabarlo, pero con la nueva ola formándose, sería un desperdicio de tiempo. Si no estaban ya muertos, la nueva ola los mataría—. Vamos a casa, Dero. Prometo cepillar tu cabello si dejas de lloriquear —se le iluminó la mirada al rubio y asintió.

Aún contemplando la destrucción y alejándose sobre el Akuma mientras la nueva ola comenzaba a entrar a la ciudad, arrasando con los escombros, los gemelos desaparecieron del lugar.

{Cambio de Escena}

Spoiler:

por Invitado Miér Ene 02, 2013 2:58 pm

Todo había pasado tan rápido que cuando quise darme cuenta me encontraba debajo del agua.

La mocosa lejos de obedecer mis órdenes, se enfrento directamente contra los akumas, lo cual resultó de lo más irritante, pero eso no fue lo peor, de hecho medio me daba igual si le hacían sufrir un poco. Lo peor fue que su loca cabeza había llamado la atención de los noah, los cuales la acababan de fijar como objetivo principal.

De pronto nada de lo que había ocurrido hasta ese instante importo. Una gran ola arraso con la zona, y en su embestida nos arrastro a todos los que allí nos encontrábamos.

Cuando volví en mi, trate de estabilizarme en el agua, y así fue como después de dar vueltas y vueltas sumergido, logre salir a flote y subirme a lo alto de una de las casas que habían cerca de mi posición. No muy lejos de donde me encontraba, se encontraba un nivel 1 que remontaba el vuelo cargando con los gemelos, los cuales parecían haber terminado en esa ciudad, eso o que eran alérgicos al agua.

En realidad se habían marchado debido al acercamiento de una nueva ola, la cual iba a ser más destructiva que la anterior. No había tiempo que perder, pero tampoco había donde refugiarse, la última ola estaba arrasando todas las casas que aun quedaban en pie, y si eso era lo que hacía con unas simples casas no quería descubrir lo que haría conmigo.

Tenía varias opciones y muy poco tiempo para decidir por una: ¿lanzar un ataque que destrozara parte de esa ola? ¿Dar un salto y superar a la ola en altura? ¿Correr hacia el lado contrario y tratar de esquivarla? La más factible era destruirla, no toda pero si la parte que iba a chocar contra la zona en la que me encontraba.

No sabía dónde estaba la chica, pero era compatible y por lo tanto debía de evitar su muerte por poco interés que tuviera.

Comencé a girar Madness sobre mi cabeza con el dedo índice, el arma fue cogiendo más y mas potencia, llegando a alcanzar una gran velocidad, todo mientras la ola recorría más terreno. Cuando creí que era el momento oportuno, lance mi inocencia directamente contra la ola, originando una gran explosión que dividió la ola en dos. La parte que debía de chocar contra mí se desmorono antes de llegar a tocarme, ocasionando que el nivel del agua subiera pero de forma más calmada a lo que lo iba a hacer si hubiera impactado. El resto de la ola continuo avanzando y destrozo lo que quedaba de la zona rica, y por lo tanto de la ciudad.

Lejos, en medio del mar, el akuma causante de todo se fue de allí corriendo al ver la figura de los noah sobrevolar la costa, seguramente impulsado por el miedo de que estos descubrieran que él había sido el causante de que casi se ahogaran.

Off: Editado el post. Debido a la desaparición de la reclutada, se cierra el reclutamiento y se entregan los puntos ya que apenas quedaban un par mas de post de cada uno.

Creatividad: 0 pts.
Concordancia: 1 pts.
Realismo: 0 pts.
Razonamiento: 0 pts.
Ortografía: 1 pts.

Total: 2 puntos

Te hare un resumen de tus fallos.

Te falto tomar el mando de la misión, era tu reclutamiento no puede ser que dejes que los otros muevan la misión por ti, tu eres la protagonista, la que debe decidir qué hacer y cómo, la que debe de poner personaje y demás, tener más iniciativa.

La personalidad de tu personaje no se parece en nada a la de la ficha, esto ya paso al principio de la misión y decidiste editarla lo cual se permite dentro del reclutamiento bajo penalización, pero es que aun después de haberla cambiado sigues sin encontrarte a gusto con el personaje y su forma de ser, mi recomendación es que le pongas un carácter que si sepas rolear y manejar.

¿No tienes ni rango y te vas cargando niveles 1 como moscas y sin cansarte ni nada? En esta etapa de dominación de la inocencia apenas puedes con un nivel 1, y eso con mucha fuerza y cansancio, mucho menos ir eliminándolos como si nada. Esto también lleva a que tu personaje debía de haber salido más dañado.

Has sido muy plana durante toda la misión, sin siquiera moverla o dando por hecho varias cosas que no podías saber o dando la casualidad que tus mejores amigos que nunca mencionaste, era la gente con la que hable yo, se te veía que no sabias como actuar.

No olvides poner tus puntos en tu firma.

Dejo el tema abierto para que sea evaluado el noah.

por **Coralie Monich** Dom Jul 07, 2013 6:34 pm

Ok, aquí viene mi evaluación Very Happy

Como siempre me lo ponéis difícil, la misión se ha desenvuelto bastante bien que ni analizando con lupa puedo restar puntos, pero eso esta bien XD

Noah Jasdevi

Participación en la misión: 3
Concordancia y Originalidad: 3
Interpretación: 3
Realismo: 3
Respeto de las normas establecidas: 3

Da gusto leer a semejante Jasdevi, falta algún pollo por el medio pero eso ya es otra historia aparte XD

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