Mision a Alemania [Beat - Kazama]

*El joven saco un mapa de la región* -señor Zoltan ¿puede decirnos cuales son las zonas donde han ocurrido los ataques mas violentos y repetidos? *le entrego el mapa al militar*

Zoltan tomó el mapa y lo estudió con detalle. Conocía bastante bien la región y sabía moverse por ella con rapidez y aprovechando todos los atajos y escondrijos posibles que proporcionaba el terreno. Estableció mentalmente unos puntos de referencia y trazó en su cabeza las rutas más apropiadas. Sabía que esos chicos pretendían asaltar la base desde donde operaba aquello que había provocado aquella situación, cosa que podía resultar peligrosa. Y aunque parecían capaces, no llegarían muy lejos sin un plan previo. Aquellos bosques podrían resultar traicioneros, sobretodo si había un ejercito emboscado esperando a unos incautos. Tras trazar los planes necesarios, comenzó a hablar.

Para empezar, llamadme Hauptman Schrodinger o simplemente Hauptmann. Es lo que vosotros llamaríais "capitán". No se que planes teníais o si pensábais improvisar sobre la marcha, pero conozco estos bosques como la palma de mi mano y será mejor que os guíe y sigáis mis indicaciones sin objeciones.

Zoltan los miró severamente y siguió hablando.

Los primeros ataques se produjeron en localizaciones muy dispersas. Sin duda, el que coordinó esta operación sabía lo que hacía. Separando los puntos de origen evitaba la aparición de una posible pauta que desvelara su posición. Sin embargo, si no soy más listo, soy mejor estratega. Nuestro objetivo es este.- Señaló con el dedo un punto del mapa- Se trata de unas ruinas que datan de tiempos del imperio romano. Son los restos de una pequeña urbe y parecen ser el punto central de toda esta operación.

Carraspeó para aclararse la garganta y siguió hablando.

Desde el momento en que los ataques se recrudecieron y se volvieron continuos, los animales parecían entrar a la ciudad desde la dirección en donde están las ruinas. Además, todos los ciudadanos que han sido "cambiados" a falta de un termino mejor, se repliegan hacia ellas. El resto del bosque no parece importarles lo mas mínimo, su atención parece centrarse en las ruinas.

Beat escuchó a Zoltan en silencio. Le molestó mucho su muestra de autoridad inmerecida, que hizo pensar a Beat que tal vez no se llevasen muy bien en el futuro... No le gustaba nada que le diesen órdenes, y menos un armario que no tenia nada que ver con la mision... Pero a la vez sintió algo de respeto por la gran mente que tenian delante... si es que no se equivocaba en lo de las ruinas.

-Humm... ya veo... Es... interesante, espero que no te equivoques, Hauptmann. Bah, no me gusta como suena. ¿Qué te parece si te llamo Closet (armario en ingles xD)? Te pega más -Beat volvió a hablar sin pararse a mirar la expresión que su comentario habría causado en el militar...- Bien, vamonos, Sousuke, Fred. Sigamos a Closet hasta lo que podria ser el refugio de los Akuma!

El grupo salió de la ciudad y se encaminó en una marcha de varios kilómetros liderada por Zoltan. Beat no dejó de quejarse en todo el camino y preguntar ''¿falta mucho?'' cada 20 segundos... lo que seguramente hizo para los demás un viaje muuuy largo, pero para él le pareció muy entretenido (que bien me lo paso ^^)

Despues de casi hora y media de caminata, ven a lo lejos los restos de una urbe romana... bastante más pequeña de lo que Beat se imaginaba. Únicamente quedaba en estado aceptable un anfiteatro. Los pequeños edificios de alrededor habían sido reducidos a escombros de no mas de un metro...

-Bien! Ya era hora de llegar! Empezaba a dudar de tu capacidad como guia, Closet...

*Sousuke se detuvo en seco y activo su inocencia, apunto sus 2 pistolas hacia unos arbustos que estaban atras de ellos* -espera!- *se escucho una voz infantil proveniente del arbusto, salio un niño que aparentaba de 9 años* -no me maten por favor.. me llamo Ton Ma..- *fue interumpido por el exorcista que disparo contra el niño, este esquivo las balas de un movimiento rapido* -¿Muestra tu verdadero rostro, aquien engañas? por favor esta ciudad esta aterrorizada por los ataques de los animales y akumas, es imposible que un niño haya llegado hasta aqui desde la cuidad asi de facil- *el niño mostro una sonrisa de medio lado* -que tonto soy me descubrieron jeje soy malo actuando jeje pero no importa..- *exclamo el niño para transformarse en un akuma nivel 2* -porque de aqui no saldran vivo jaja *este rio con locura para que en los alrededores salieran unos 6 akumas nivel 1 y 10 lobos alrededor del grupo* -caimos en la trampa- *susurro Sousuke fruncio el seño y apreto sus dientes*

Zoltan sonrió horriblemente mientras tomaba en sus manos el Winchester y disparaba contra los lobos. Momentos como aquel le hacían agradecer a su padre que le regalara aquel rifle americano de repetición. A larga distancia no tenía nada que hacer comparado con su Mauser, pero en situaciones como aquella, comprendía perfectamente porque ese arma había triunfado en la conquista del oeste en USA. Los disparos, realizados con precisión, escupieron muerte sobre los lobos que fueron cayendo uno a uno. Con movimientos rápidos, ágiles y seguros, disparó hasta vaciar el arma y volvió a recargar. Mientras ejecutaba a los animales su expresión adquirió un matiz de placer que resultaba inquietante.

Pero al tiempo que disparaba no olvidó reprender a sus compañeros por el descuido.

No se cómo demonios habéis logrado llegar hasta aquí, novatos. Con vuestra estúpida charla nos han localizado fácilmente... Pero habéis tenido suerte, esto parece ser sólo una patrulla. Si os tomáis esto un poco en serio, quizá hasta logréis explorar las ruinas sin tener que caer en más emboscadas.

Aunque disfrutaba del combate y era una forma de desahogarse y vengar el sufrimiento que había pasado, Zoltan sabía que no podían perder el tiempo de aquella forma. No le había extrañado la emboscada, sino que esta hubiera tardado tanto en producirse, por lo que no tardó en plantearse un nuevo curso de acción que pondría en marcha si las cosas seguían igual.

-No nos llames novato, Closet! Si no mueres en los próximos 20 segundos, será gracias a nosotros! -gritó Beat, algo exaltado. El militar de verdad sabía como irritarle...

Beat avanzó unos cuantos pasos en dirección al Akuma de vivel 2, sin nisiquiera activar su inocencia, y lo examinó. Era bípedo, de unos 5 metros, cuerpo cubierto por una armadura y portaba una larga lanza.

Un Akuma de nivel 1 disparó un solo disparo a la cabeza de Beat, cosa que él esquivó simplemente moviendo el cuello.

Beat se quitó el abrigo de la orden Oscura y lo lanzó contra Fred: no quería mancharlo.... además, le parecía un poco incómodo y pesado debido a la hornamentación.

-Inocencia... activate! -Nero comenzaba a brillar con una luz verde. Beat se detuvo un momento antes de atacar- This party's gettin' crazy! Let's rock!

Beat lanzó el escudo contra uno de los Akuma de nivel 1. En su camino de vuelta a Beat, destruyó otros dos.

*El akuma nivel 2 sonrio* -a ti te matare primero- *señalo el akuma hacia Sousuke* -eso lo veremos- *el pelinegro corrio hacia el akuma mientras dispara hacia el, este solo agito su lanza para detener las balas, y aparecer delante del exorcista, ataco rapidamente con su lanza, mientras que Sousuke lo esquivo haciendole un leve corte por su cintura* -jeje lo esquivastes bien pero veamos si esquivas esto!- *el akuma hizo un giro rapido dandole una patada en todo el estomago del pelinegro, haciendo que rodara unos metros atras y sacandole al aire* -buen movimiento..- *exclamo el joven para levantarse y liberar sus ambos sables de sus pistolas, un lobo se le tiro encima para atacar, Sousuke lo patio en la cara dejandolo inconciente* -lo siento..- *susurro el akuma nivel 2 aparecio delante de el* -no te distraigas!- *ataco con su lanza chocando con los sables del pelinegro*

Aunque tenían las armas apropiadas para luchar contra aquellos monstruos, Zoltan reconoció la falta de entrenamiento y experiencia de aquellos chicos. Sabía que, pese al valor que demostraban, no iban a tenerlo tan fácil fuera cual fuera su objetivo último, por lo que decidió hacer uso del recurso que había estado reservando. Sólo lo había hecho una vez y ni siquiera tenía claro como lo había logrado. Sin embargo el recuerdo estaba firmemente grabado en su mente. Fue cuando aquellas criaturas, aquellos "ciudadanos cambiados" o akumas, como los llamaban esos chicos, lograron asaltar y superar las barricadas y defensas de la mansión de los Schrödinger. Poco a poco fueron cayendo todos, convertidos en polvo por los letales disparos de aquellas armas vivientes. Toda su familia, los amigos que habían logrado refugiarse allí, su mujer, muriendo ante sus ojos. El dolor, la impotencia, la angustia se acumularon en su ser ante la imposibilidad de actuar de manera efectiva. Por expreso deseo de su abuelo llevaba puesta aquel traje rojo, la Rüstung der Götter, la Armadura de los Dioses. Todo aquel dolor pareció despertar algo en el uniforme, quizá aquello que el viejo Gerard Schrödinger había sacado de las ruinas romanas y había usado para crear ese traje. Por unos instantes, Zoltan sintió un poder despertar en su interior, un poder desconocido que le impulsó a luchar contra aquellos monstruos y le permitió derrotarlos. Cuando acabó agotado, no comprendía que le había sucedido ni por qué, tan sólo sabía que era su deber ayudar al resto del pueblo en lo que pudiera, y más adelante, ya trataría de averiguar que era exactamente lo que le había pasado.

Desde aquel día no había logrado activar de nuevo el poder de su traje, aunque había estado demasiado ocupado como para poder hacer algo más que intentar salvar la mayor cantidad posible de ciudadanos. Pero ahora... habían caído en una emboscada por la precipitación e inexperiencia de aquellos chicos, y pese a las bravatas del mayor de ellos, Zoltan sabía que su situación no era tan buena como ellos creían. Por ello, cuando hubo acabado con los lobos con su Winchester, tiró el arma al suelo y trató de encontrar la forma de volver a despertar el poder de su traje. La Rüstung der Götter permanecía aletargada, podía sentirlo, aunque solo esperaba el desencadenante que le permitiera liberar su poder.

Concentrándose en el dolor y la intensidad de aquel primer momento de lucha, Zoltan logró despertar nuevamente el instinto de combate que se había dormido en su interior. Después de la muerte de su familia, se había movido como un autómata practicamente, luchando y ayudando a los ciudadanos, pero de forma maquinal, abandonando sus sentimientos y emociones, convirtiéndose en un monstruo deshumanizado que actuaba por puro deber. Pero ahora cientos de generaciones de soldados y guerreros germánicos y eslavos clamaba por la excitación y la gloria del combate. Su sangre, la sangre de sus ancestros le invitaba a despertar y quitar el velo de oscuridad que cubría sus ojos y su corazón y cambiarlo por el velo rojo de la sed de sangre y la rabia de combate. Fue en ese momento cuando sintió una pulsación en su traje. Estaba despertando, respondiendo a sus instintos, reaccionando.

Zoltan tomó aire y lanzó su voz con un brutal grito de batalla en honor del jefe de los dioses germánicos:

¡¡WOTAAAAAAAAAAN!!

Despertada la armadura por su furia guerrera, un aura de energía cubrió su cuerpo. Los ojos de Zoltan quedaron en blanco, pero era plenamente consciente de lo que pasaba y dueño de sus actos. Al ver que el más joven de los dos chicos parecía estar en apuros, corrió a ayudarle con un aullido surgiendo de su boca que se trocó por una frase en alemán.

¡Test meine EISENFAUST! (prueba mi Puño de Hierro)

Mientras decía estas palabras, el aura de energía que cubría su cuerpo se canalizó hasta centrarse en sus brazos. Cuando llegó hasta el akuma de nivel 2, lanzó sus puños con la fuerza de la roca y la dureza del acero para golpear con furia a la criatura. Sabía que no poseía el poder necesario para destruirlo tan fácilmente, pero si los dos chicos reaccionaban bien y le apoyaban, no sería demasiado complicado acabar con aquel ser.

-Que le ha dado al Closet?! -exclamó Beat, aturdido por el cambio de formas del militar, le parecía que se había vuelto loco.

El Akuma de nivel 2 recibió el puño de Zoltan en todo el pecho y el efecto fué que le obligó a retroceder, además de una notable grieta en el centro de la armadura.

-''Le ha dañado! Un momento... su traje... emana un aura extraña... ESE ARMARIO ES ALGUIEN COMPATIBLE?! '' -pensó Beat

Pero Beat comprendió que no era momento de pensar en eso. Debían de acabar con los Akuma. Beat acumuló mucha energía en el círculo que rodeaba a Nero y comenzó a girarlo violentamente.

-Revolving sickle (Hoz giratoria)! -Beat lanzó el escudo contra la cabeza del Akuma de nivel 2, pero su objetivo no era destruirlo... El escudo rebotó contra la cabeza del nivel 2, dejándole aturdido, y se lanzó contra los Akuma de nivel 1 restantes, destruyéndolos- Sousuke! Dispara al centro de la grieta ahora que está aturdido! Deprisa!

*Sousuke estaba sorprendido que el militar era compatible con una inocencia, que al escuchar lo que decia Beat salio de su impresión* -Copiado!- *exclamo este para que sus sables se guardaran de nuevo y usar las pistolas, las puso en modo automatico, abrió fuego hacia el akuma como un par de ametralladoras, dandole en la grieta que tenia en el pecho, debido a los impactos de las balas este era obligado a retroceder poco a poco* -Señor Zoltan! Beat! intenten de concentrar su energia para que luego lo golpen ambos en su pecho, para darle el golpe final! *Grito el pelinegro mientras este seguia arremetiendo contra el akuma con su lluvia de balas* -Los matare a todos ustedes aah!- *gritaba el akuma mientras seguia siendo arrastrado por el ataque de Sousuke que le impedia contraatacar* -Apurense!-

Sumido en el éxtasis de la lucha, Zoltan era prácticamente ajeno a todo cuanto lo rodeaba, Su atención estaba centrada en el combate y sus recursos dedicados a destruir a aquella abominación, aquel Akuma de nivel 2 que parecía dirigir a los demás. El soldado no se molestaba en preguntarse de donde habían venido aquellos seres o por qué, tan sólo dedicaba sus energías a luchar. El poder que recorría su cuerpo a través de la armadura y que le daba la fuerza necesaria para enfrentarse a aquel monstruo le hacía sentirse bien, relajado, recuperado. Fue como si le hubieran quitado un gran peso de encima y lo que había quedado tras esa liberación fuera su auténtico yo, el soldado infatigable heredero de una larga tradición de guerreros.

Aun no sabía como dosificar y controlar aquel poder, ni siquiera había pensado mucho en ello, ya que la furia inundaba sus venas con el fuego de la guerra y, de alguna manera, la Armadura de los Dioses parecía amoldarse a sus deseos. Sin embargo, conocía el precio a pagar. Estaba sometiendo su cuerpo a un gran esfuerzo y cuando acabara el combate estaría agotado, pero tenía que aguantar el dolor y el intenso desgaste hasta que aquella criatura hubiera caído. Por suerte, los dos jóvenes parecían haber comprendido lo que tenían que hacer, por lo que redobló sus esfuerzos para atacar al monstruo de nivel 2.

El aura de energía del traje se mantenía concentrada en sus brazos, potenciando su fuerza en los mismos y otorgándole el poder para su siguiente movimiento. Junto sus manos apretando los dedos con fuerza y ejecutó un movimiento de balanceo para darse impulso y golpear con ambos puños a la vez la grieta que había en la armadura de la criatura.

El golpe de Zoltan dañó seriamente y desestabilizó al Akuma, dejándola a punto de nieve para Beat.

-Bien hecho, Closet! Ahora yo acabaré con él! -Beat saltó sobre el Akuma tan precipitadamente que no llegó a ver que el Akuma estaba alzando su lanza...

Beat no recibió mucho daño por el ataque del Akuma gracias a que consiguió bloquearlo con Nero, pero salió despedido por los aires por la gran potencia del ataque. La gran fuerza y el hecho de ser alcanzado en el aire ayudaron a que el exorcista llegase volando hasta la urbe romana, chocando contra la pared del coliseo y cayendo al suelo.

Beat se quedó en el suelo unos segundos. A su mente acudió una imagen semejante del pasado, en la que había atacado precipitadamente a un bandido al que Claire y él debían detener y por ese motivo se les escapó. Beat recibió una gran reprimenda por parte de Claire...

El recuerdo trajo un gran sentimiento de nostalgia consigo. Beat se levantó enfurecido y comenzó a correr en dirección al akuma y sus compañeros (unos 300 metros), pero se detuvo al oir tras de si un gran rugido que venía del interior del Coliseo...

Beat se giró y echo una mirada a la arena desde donde estaba. Pese al largo pasillo que había hasta llegar a la arena del Coliseo, Beat pudo ver 6 ojos rojos mirándole enloquecidos.

-Supongo que quieres jugar, verdad?

Beat comenzó a caminar por el largo pasillo del coliseo, camino de la arena, con paso firme, seguro y tranquilo.

Al llegar al final del tunel, la cegadora luz del sol le cegó, pero enseguida una gran sombra lo tapó... Ante Beat estaba un gran Akuma de nivel 2 con forma de lobo de tres cabezas de 9 metros.

-Exorcista!!! Acabaré contigo!! -rugieron las tres cabezas a la vez, inclinándose a menos de dos metros sobre Beat, pero éste no se inmutaba.

-This party's gettin' crazy! Let's rock! -para sorpresa de Beat, su famosa frase había despertado la inocencia de Nero. Parece que ya tenía una buena forma de activarla... Beat se inclinó también sobre el hocico de la cabeza central del Akuma y le hizo señas con la mano, como diciendo ''más cerca''- Vamos!

La cabeza central del Akuma lanzó un mordisco contra el cercano Beat, que éste esquivo saltando hacia atrás. En el aire, aprovechó para lanzar el escudo, que impactó contra el Ojo del la cabeza central, haciendo que el Akuma soltase un gran gemido y echase la cabeza para lo alto. Beat pudo observar que el ojo que segúia abierto comenzó a brillar intensamente y al echar la cabeza para delante, escupió una gran llamarada contra él. Beat pudo bloquearlo sin problemas gracias a la defensa ampliada de Nero.

-Ésto va a ser divertido!

-Beat!- *grito Sousuke al no ver mas a su compañero, después que se adentro a las ruinas romanas, el akuma nivel 2 que se encontraba adelante de Zoltan y Sousuke estaba furioso* -malditos exorcistas...- *toco con una de sus manos su pecho que estaba agrietado* -no los perdonare!- *grito el akuma para lanzarse atacar primero a Zoltan, se desplazo rapidamente hasta llegar cara a cara con el aleman, el akuma con su mano libre cerro su mano en modo de puño preparado para atacar al aleman, pero este fue interumpido por una rafaga de balas, el akuma esquivo dando pasos hacia el lado derecho e ignoro al militar solo por esos momentos, para luego rapidamente acercarse al exorcista el cual este disparaba para intentar de hacer que este se alejara, el akuma esquivo las balas cuando estubo lo suficientemente cerca uso su lanza, el pelinegro libero el sable de su pistola izquierda, desviando la lanza* -toma!- *el akuma le dio un fuerte cabezaso al pistolero, el impacto hizo que este callera al suelo casi noquiado, y perdiendo la noción del espacio y tiempo veia todo borroso, seguidamente en su frente comenso a sangrar debido al golpe, al akuma also su lanza preparandoce para rematar al exorcista que seguia en el suelo casi inconsciente*

Zoltan, aun bajo los efectos de la furia, no iba a permitir que se le escapara esa presa. Aunque su poder no era el suficiente como para poder causarle daños realmente graves, si que podía hostigar al akuma y debilitarle poco a poco. Al ver que su objetivo había centrado su ataque sobre el más joven de los exorcistas, el militar preparó su ataque.

No había mucho más que hacer que tratar de resistir, pero sabía que no podían fallar. De lo contrario les esperaba la muerte, y Zoltan aun no se encontraba preparado para dar ese paso. Debido a ello, cargó contra el akuma que se disponía a ejecutar un golpe letal. Haciendo uso de su gran masa, el impacto del soldado contra el monstruo fue violento y muy duro, dejando al joven Zoltan dolorido y sin respiración durante unos segundos, pero su objetivo se había cumplido. Había logrado derribar al akuma, pillándole por sorpresa. Tumbado sobre el monstruo, con los pulmones ardiendo por el esfuerzo, logró incorporarse lo suficiente como para quedar sentado sobre la criatura y comenzó a descargar su rabia con fuertes puñetazos contra la grieta en su armadura. Los golpes caían una y otra vez, con los brazos y manos recubiertos del aura de energía que generaba el traje, como demoledores martillos que castigaban una tenaz y resistente roca.

Pese a la protección del traje, las manos de Zoltan comenzaron a sangrar. Los impactos eran demasiado insistentes y fuertes como para no tener repercusión sobre él, y el akuma tenía una cobertura excesivamente dura. Sin embargo tenía que aprovechar la confusión momentánea de la criatura para debilitar sus defensas. Sólo era cuestión de tiempo, bien que el akuma lograra recuperarse o bien que sus manos quedaran inservibles de tanto golpear, lo primero que pasara podría decidir el combate. Sin embargo, los eisenfaust, los puños de hierro de Zoltan fueron realizando su cometido, agrandando la grieta en la armadura hasta, finalmente, quebrar por completo un trozo de la misma. Sin embargo, el akuma ya comenzaba a recuperarse y a forcejear con el soldado que trataba de mantener su posición mientras el dolor de sus manos era cada vez mayor.

Finalmente, el akuma logró quitarse a Zoltan de encima, y este cayó al suelo cansado y dolorido, pero con una cruel sonrisa en su rostro señal de que había logrado su objetivo: una parte de la armadura del akuma había quedado destrozada, y, por pequeña que fuera, era un punto vulnerable del mismo.